Para quienes hayan leído mi fic "La magia y las ventajas del siglo XXI" habrán leído que mezclé el mundo de Rowling con nuestro querido wifi, computadoras, celulares, etc. y para los que no lo leyeron ahora saben de qué va, brevemente al menos. Ahora hago más o menos lo mismo pero desde otro enfoque.
Es todo parodia ¿eh? aunque no me fascinen los Dramiones, lo respeto y admiro su popularidad. Pero por si acaso aclaro que esto NO es un dramione, NO lo es. Es la reacción ante esa relación (o más bien cómo yo pienso que él reaccionaría)
Espero les guste :)
Disclaimer: Todo los personajes y lugares pertenecen a JK.
—¿Por qué ese nick, Draco? —preguntó su esposa mirando sobre su hombro.
—Mis otras opciones no estaban disponibles, Astoria.
—Pero ¿ese?
—Sí.
Astoria alzó una ceja algo resignada. Si alguien conocía a su marido esa era ella y bueno, como siempre se dice un no pierde nunca las mañas, y la verdad es que Draco aún conservaba bastantes de las suyas. Ese nick lo probaba. La mujer optó por irse con su hijo al Londres mágico. Scorpius era un pequeñín de seis años y le había prometido que lo llevaría de paseo. Además quedaba poco para el cumpleaños de su esposo y era un buen momento para comprarle un regalo. Rió pensando en él y en el pseudónimo que había elegido.
—Ay, Draco…
¿Cómo se había enterado Draco de Fanfiction? Bueno, había sido en el Ministerio tiempo atrás. Había oído que de alguna manera la historia de Harry se había filtrado al mundo muggle. Una escritora lo había hecho, una tal Rowling de la que él no había oído nombrar, y ahora los muggles sabían de su existencia… no como tal, no como si en verdad creyeran que hubiera un mundo mágico pero lo conocían. Draco sabía que eso era cierto, lo había constatado (El hecho de que toda la historia era sabida por muggles había provocado en su padre Lucius una especie de reacción alérgica, bastante teatral y exagerada, historia que bien podría relatarse en otro momento). Lo que Draco no sabía era ese otro "asunto".
—Son fics —había oído decir a ese mago de rasgos orientales —son como historias que los muggles escriben sobre el mundo mágico.
—¿Y de qué van? —preguntó la interlocutora de cabello corto y gris.
—De lo que se te ocurra, Galatea, de lo que se te ocurra. Fanfiction. Un mundillo de lo más interesante.
«Fanfiction ¿eh?— lo recordaré»
Pero la vida de casado y además ser padre a Draco le quitaba tiempo como para poder enfocarse en ello. Hasta que finalmente había tenido el espacio suficiente como para distraerse un rato y sumergirse en lo que ese mago había dicho: Fanfiction. Sea lo que cuernos fuere.
Tenía una laptop de última generación, por supuesto, era un Malfoy y esos lujos podía dárselos. La pantalla brillaba delante suyo cuando la abrió para ingresar a esa página que tanta intriga le daba.
Contraseña: ScorpAstoriaMalfoy
Nick: SanPotter317
Porque Astoria tenía razón. Draco no perdía las mañas de estar enam… obsesionado con Harry. San Potter, así poniendo énfasis en la "o". Pótter. Y sí, 317 porque había nacido el 31 de julio. Pero Draco no estaba obsesionado con su antiguo enemigo, no, nunca lo estuvo ni lo estaba ahora tampoco. Si usaba ese nick era porque… bueno, después de todo si estaba por leer algo del mundo muggle era por él. Porque habían escrito la historia de San Potter y la curiosidad lo había invadido, pero era solo curiosidad nada que ver con esa obsesión que todos decían que él tenía con Harry. En absoluto. Nunca ¿De acuerdo?
—Veamos —murmuró en voz alta para sí mismo. —Veamos qué es Fanfiction.
Draco no tardó en darse cuenta que además de Harry había muchísimas otras opciones para leer. Muchas en serio. Así que tuvo que buscar la sección adecuada. El nombre saltó enseguida cuando entró a la categoría de libros. si mal no había mirado había arriba de quinientos mil ¡Medio millón!… ¿de fics? Así era cómo se llamaban, ¿no? Sí, él creía que sí.
Obviamente no iba a leerlos a todos, no podía aunque quisiera. Era un cifra exorbitante.
No tardó en seleccionar el idioma correcto. Así fue cómo empezó.
Tuvo la suerte de que el primero en la lista era una historia suya. Su ego, que bien alimentado lo tenía, creciera un poco más a saberse que él también era protagonista en algunas de las historias. Trataba de la infancia de Draco. Era una historia buena, quizás no hubiese sido del todo así, pero la verdad era que le había gustado. Quien lo hubiera escrito tenía buena mano para las letras. Se sentía entusiasmado para otro fic.
Pasando de largo personas que le eran irrelevantes llegó a otra suya… fue entonces cuando lo vio: Draco Malfoy-Hermione Granger.
Se le cayó la taza de té al piso porque la mano le tembló.
—¡Pero qué carajos! ¿GRANGER?
Draco acercó sus ojos a la pantalla, quizás había leído mal. Pero no, claramente ahí decía Hermione Granger.
"Sinopsis: Hermione Granger se pelea con Ron porque este la engañó con Lavender Brown y ella encuentra consuelo en él. En el único menos pensado: Draco. Y para su sorpresa el rubio la ama también"
El hombre, sí obviamente Draco ya era un hombre, se recostó en su sillón de cuero totalmente perturbado. Okay, eso había perdido toda normalidad. Una cosa era que alguien escribiera sobre su infancia otra muy diferente era que… era que… ¡Pero si ni siquiera lo podía decir! ¡Él y Granger! ¡GRANGER! Sintió la absurda necesidad de saber dónde vivía esa persona y hablarle extensamente sobre que la última mujer sobre la tierra en que se fijaría sería ella.
Claro que Draco no sabía que exactamente esos argumentos eran los mismos que llevaban a muchas otras personas a escribir sobre ellos. Porque claramente se detestaban mutuamente pero había "algo" en el mundo muggle que extrañamente parecía transformar esa enemistad en amor. Draco jamás entendería eso. Y desde ya el mundo muggle no entendería que DE VERDAD Draco no se fijaría nunca en Hermione.
Venciendo sus propios demonios, Draco lo leyó. Quizás, con suerte, el fic terminaba que era una pesadilla suya -tal como sucedería en la vida real donde la única parte donde se fijaría en Granger sería en sueños horribles- y podría seguir leyendo en paz.
Al parecer la historia se situaba cuando él tenía dieciséis años, si Draco mal no recordaba salía con Pansy Parkinson, pero acá en la historia no era así. Estaba soltero y era codiciado por todas las chicas a parecer. Y tenía buenos abdominales.
—¡Cuándo demonios!… ojalá.
Weasley trataba de demasiado recatada a Granger. Cosa que al parecer a Hermione le daba rabia así que a los gritos le había dicho que vaya a acostarse con Lavender Brown que parecía ser más fácil que la tabla del uno. Así que Weasley había ido a donde Brown y le había hecho cosas sucias que habían hecho llorar a su novia.
Draco quería reírse. Weasley era un imbecil y por eso mismo se había enamorado de Granger, pero dudaba que la fuese a engañar. Aunque al parecer en la historia Weasley era un cabrón de primera.
Ahora Hermione lloraba en su cama desconsolada. Pero como no quería seguir ahí fue a dar una vuelta por los pasillos de Hogwarts, donde apareció él: Malfoy. Y la escritora describía que aunque trataba de disimularlo el corazón de Draco latía con fuerza porque desde ese año llevaba enamorado de Granger, admitiéndoselo al fin, y veía a Hermione como la más bella del colegio.
—Sí, y al mismo tiempo en otro lado del Castillo Longbottom está haciendo una demostración impresionante de pociones ¿no? ¡GRANGER! Por mil demonios… ¡vamos!
"Weasley no vale nada, Granger" Decía el diálogo del fic "El amor es hermoso y eterno, no te mereces a él. Deberías fijarte en alguien mejor, alguien que sí sepa amar"
Ahora sí, Draco lanzó una carcajada. En su vida había dado un consejo amoroso ¡no sabía nada de cómo hacerlos! No quería tampoco. Aparte sus amistades -de esas que tanto se arrepentía cada día de su vida- como eran Crabbe y Goyle tenían menos suerte con las mujeres que él con… bueno, con lo algo imposible. Que Crabbe y Goyle consiguieran novia era como que él tratara de volar sin escoba o alguna cosa similar.
—Antes de eso mejor besaba a Dumbledore. ¡Quién escribió esto!
Pero en la historia él no besaba a Dumbledore, sino a Granger. Draco se tapó un rato los ojos asqueado y tratando de reprimir las nauseas. Era exagerado, sí, pero ser exagerado seguía entre las mañas suyas. Como estar enam… obsesionado con Harry. Llevaba la exageración en su ADN.
—Es una pesadilla, una pesadilla. Todo termina en que estoy en mi cama soñando, sí, tiene que serlo —dijo abriendo uno de sus ojos para seguir leyendo.
Pero no era así. Resultaba que Hermione y él terminaban teniendo relaciones en medio del Castillo. Lo explícito de la situación llevó al hombre rubio a una especie de crisis y agradecía estar solo porque Astoria iba a preocuparse por él. La narración tenía muchos detalles. Incluso detalles que harían sonrojar a tipos como Zabini, por ejemplo. Draco no era ningún santo, pero ¡Vamos! ¿Tanto? Tuvo escalofríos.
En el final entre jadeos, él le confesaba a Hermione su amor incondicional. La amaba locamente y le dijo que se casarían. Ella había aceptado.
Draco cerró la laptop con violencia. Estaba perturbado, necesitaba echarse un obliviate a sí mismo. Sí, sería bueno. Pero no lo hizo y en lugar de eso fue a cocinar, tenía elfos pero necesitaba mantener su mente ocupada en lo que sea, quizás picar cebolla le resultara útil. Nunca en su vida volvería ahí, nunca.
Quizás si hubiera visto la historia que seguía sí se hubiera lanzado un hechizo desmemorizador. No había conocido algo más turbio aún… Pero ya llegaría el momento (porque sí volvería a Fanfiction aunque andaría con cuidado), ya llegaría el momento en que Draco descubriera el preciso significado de "Drarry".
