HOLA! Esta es mi primera historia así que…espero que les guste y comenten! XD

En la cárcel de Konoha una chica de pelo rosado de diez y seis años de edad estaba acostada sobre la cama de su celda con las manos debajo de la cabeza; ella se veía tan serena con sus ojos cerrados y una pequeña sonrisa pintada sobre sus rosados labios. Esta vestida con un overol naranja, típico como el de un preso, pero la parte superior del overol lo tenía atado a la cadera, solo dejando ver el pantalón y una camisa azul oscura que tenia puesta debajo dejando ver su bien formado cuerpo, su busto era perfecto, ni tan grandes ni tan pequeñas, tenía vientre plano y una cintura pequeña, piel tan blanca que parecía una muñeca de porcelana, brazos delgados y suaves, su pelo de un rosado exótico pero no brillante ni muy niña, en su cabello tenía unos mechones teñidos de negro, haciendo resaltar el rosa de su cabello, pero lo más hermoso de ella eran sus ojos jade, eran grandes y brillantes que con una sola mirada te podía robar el corazón.

La pelirosa parecía estar dormida, pero si la mirabas fijamente podías ver que estaba despierta y alerta a lo que pasaba a su alrededor, la chica abrió los ojos al escuchar que la puerta de su celda se abría y un policía le gritaba que se parara.

-¡Vamos párate!- El policía le gritaba

-uh? Porque? Estoy tan cómoda…- Respondió la pelirosa

-¡déjate de babosadas y sígueme!- Le siguió gritando el policía

-Vale, vale…-La chica dijo antes de sentarse en la cama, luego de estirarse un poco se paró y caminó hacia el policía el que se hizo a un lado para dejarla salir de la celda, pero no sin antes de ponerle las esposas en las manos. Ambos empezaron a caminar por el largo pasillo, mientras los demás presos gritaban

-¿Qué hiciste esta vez chiquilla?- Pregunto un hombre con muchos tatuajes al ver a chica caminar con el policía

-Créeme cuando te digo que no tengo idea- Respondió la chica mientras seguía caminando

-¡tal vez ya te condenaron a muerte!- Dijo otro y todos los presos se rieron

-No lo sé…tal vez…- La pelirosa dijo serena con una sonrisa de medio lado

Cuando llegaron al final del pasillo el policía abrió una puerta y los dos caminaron afuera donde otro policía lo esperaba, luego los dos policías escoltaron a la chica hacia una sala mientras ella volvió a poner las manos detrás de la cabella y caminaba como si nada.

Al llegar a dicha sala estaba sentado enfrente de una mesa el comandante de la prisión, quien era un señor ya grande y con una cicatriz en su cara dándole un aspecto intimidante y otros dos policías parados junto a él a cada lado.

-Porque me hiciste venir aquí Ibiki?-pregunto la chica sentándose en una silla al otro extrema de la mesa –estaba relajándome sabes-

-No me importa eso Haruno- Dijo Ibiki viendo a la chica –Quiero que sepas que hoy tu condena se cumple-

-Y…me quieres decir que…?- Pregunto ingenua la chica

El sonrió de medio lado –Quiero decir que eres libre de irte-

La chica enfrente de él solo lo miraba, luego suspiro y se recargo en la silla, cerro sus ojos y puso sus manos detrás de su cabeza otra vez y luego una sonrisa apareció en sus labios

-Con que ya pasaron 4 años no?- Ella dijo con melancolía, ella se puso de pie y le sonrío de medio lado al hombre que tenía enfrente –Extrañare sacarte de tus casillas-

-Pues yo no, es mas estoy feliz que ya te vas- Dijo Ibiki con un suspiro

-Que malagradecido yo que pensaba venir a visitarte luego- Respondió la pelirosa

-Gracias pero no gracias, bueno que esperas ya vete!- El hombre grito y un policía escolto a la chica afuera de la sala

-¿Oye, puedo usar un teléfono?- Pregunto la chica y el policía dijo que si con la cabeza, la llevo a uno teléfono público que estaba allí y le dio una moneda

-Tienes 5 minutos, después de eso ve a tu celda y toma tus cosas- Dijo el policía alejándose

La chica agarro el teléfono sabía perfectamente a quien llamar, alguien que la acogería en su casa hasta que consiguiera dinero y una casa propia, alguien quien conociera durante mucho tiempo y sobre todo a alguien quien sabía que había estado en la cárcel, y no, no es un familiar ya que ella ya no tiene ninguna familia.

Ring…ring…ring…ring

-¿bueno?- Dijo una voz por el teléfono

-Hace mucho que no escuchaba tu voz…- Ella respondió

-… ¿quién es?- La voz pregunto

-Me duele que no reconozcas la voz de tu mejor amiga- La chica respondió con un tono de tristeza

-S-sakura?!- La voz dijo sorprendida

-Jaja si soy yo Takano, como has estado?- Pregunto Sakura

-Pues bien, pero me gustaría saber porque me llamas pensé que estabas en la cárcel…-

-Tú lo dijiste estaba, soy libre y ese es el motivo por el que te llamo, necesito que alguien me venga a recoger y me pueda quedar en su casa y en eso pensé en mi mejor amigo que tiene un auto y una casa para él solito y un enorme, no que digo enorme, gigantesco corazón…- Sakura dijo con una sonrisa picara

-…si claro sakura… pero está bien te iré a recoger, llego en una hora- La voz respondió con un tono de flojera

-Excelente! Bien te veo en un rato, adiós- Dijo la pelirosa

-si ok adiós- Dijo la voz antes de colgar

Sakura colgó el teléfono y fue a su celda para recoger sus cosas, las cuales no eran muchas, solo unos libros, un cuaderno de dibujo y una mascada negra con blanco que usaba atado a su cuello para cubrir una fea cicatriz que tenía en el cuello. Cuando llego a su celda decidió dormir un rato, ya que tenía que esperar una hora y poco a poco el sueño la fue dominando. Después de un rato despertó y decidió juntar sus cosas y largarse de ahí, mientras iba saliendo vio que los demás presos le preguntaban que a donde iba

-¿Te cambiaron de celda mocosa?- Pregunto uno de ellos

-Nop, ya me voy, Ibiki me dijo que ya era libre- Respondió ella con una sonrisa de medio lado

-QUE?! Piensas dejar a tu querido amigo aquí pudriéndose?- Pregunto un chico que parecía ligeramente mayor que ella

-Si! Pero no te preocupes te vendré a visitar y te presumiré mi libertad soquete!- Sakura dijo riéndose de el

-Eso significa que el preso más joven y única chica de este infierno ya no estará aquí?- Pregunto uno

-Lo sé, ahora habrá puros hombres viejos y aguados en este lugar-

-MALDITA CHAMACA, A QUIEN LE DICES VIEJO Y AGUADO?- Pregunto el mismo chico de hace rato

-A quien más? A ustedes! Bueno de todos modos me tengo que ir, CHAO!- Dijo Sakura y salió por la puerta

Cuando estaban afuera en el patio de la cárcel un policía le quito las esposas y abrieron las rejas de la cárcel

-Eres libre Sakura Haruno- El hombre dijo mientras se alejaba, la chica solo lo vio alejarse luego vio hacia adelante y empezó a caminar fuera de la cárcel con una sonrisa de medio lado

-Soy libre…- Se dijo a sí misma

En eso un Lamborghini Murciélago negro se paro enfrente de ella, del asiento del conductor salió un chico de cabello gris oscuro que le llegaba hasta medio cuello, su pelo ligeramente alborotado y con unos mechones en su cara, dándole un aspecto rebelde pero sensual, tenia ojos color miel, su piel era ligeramente bronceada y tenía una perforación en una ceja y un transversal en su oreja izquierda. El venia vestido con una camisa completamente café oscura con los tres primeros botones desabotonados dejando ver su bien formados pectorales, no exageradamente, pero si se notaba que habían sido trabajados, también tenía un collar de metal que caía sobre su pecho, tenía pantalones negro ligeramente entubado, tenía dos cinturones grandes sobre sus caberas, haciéndolo ver sexy, y traía unos converse negros. Sobre sus muñecas tenia pulseras de cuero y un reloj que parecía costoso.

Sakura al verlo no se sonrojo como muchas chicas solían hacer, en cambio ella sonrío de medio lado

-Es bueno verte Takano- Sakura dijo

-Igualmente Sakura-chan, que han sido? 4 años? – Takano dijo sonriendo de medio lado también

-Sip, exactamente 4 años! Bueno vámonos ya me quiero ir- Sakura dijo mientras se acercaba al auto

- Sin darle un abrazo a tu mejor amigo?- Takano dijo acercándose a ella, ella solo rolo los ojos pero de igual manera lo abrazo y él le regreso el abrazo

-creciste- Dijo Takano cuando la dejo ir

-Sí pero tú sigues siendo más alto que yo- Sakura dijo con una sonrisa y entro al auto, Takano camino hacia la puerta del conductor

-Y sigues tan hermosa como te recordaba…- Takano dijo con una sonrisa antes de entrar al auto

-Y a donde vamos?- El pregunto mientras empezaba a conducir

-Bueno me gustaría ir primero a tu casa a darme un baño y tal vez luego ir a comprar cosas-

-Y con qué dinero? Yo no te voy a prestar- Dijo el chico sin aparta la vista del camino

-No te preocupes, aun conservas mis pertenencias?- Pregunto Sakura

-Claro, están en mi casa porque?-

-Pues entre ellas esta una alcancía que tiene suficiente dinero para mantenerme hasta que consiga un trabajo- Ella respondió

-Muy bien y después de eso que harás?-

-Iré al colegio de Konoha- La chica dijo como si fuera lo más natural del mundo, Takano la volteo a ver de reojo

-¿Y a qué?-

-A inscribirme, asistiré a esa escuela de hora en adelante, tengo que recuperar mi vida- Sakura dijo con una sonrisa

-¿escuela? Ugh, Que asco!- Takano exclamo

-¿Tu a que escuela vas?- Sakura pregunto

-A ninguna- El respondió con una sonrisa

-Y entonces qué diablos haces todo el día?- La chica respondió

-Trabajo- Respondió

-Trabajas…Ohh con ellos?- pregunto la chica volteando a ver al pelinegro

-Si, tal vez el jefe te de trabajo también- Takano dijo

-Esperemos, no lo he visto desde hace un tiempo- Sakura dijo serena mientras suspiraba con melancolía

-Es verdad, no desde que eso pasó…apuesto a que se alegraran cuanto te vean-

-Sí, supongo que los veré luego, primero ira a inscribirme en la escuela de Konoha- Sakura dijo antes de cerrar los ojos y dejar salir un largo suspiro

QUE TAL?! ES EL PRIMER CAPITULO Y PUES QUIERO SABER DEBO CONTINUAR, VA A SER UN FANFIC DE SAKURA X TODOS (sakuramulti) Y pues quiero saber su opinión…

Cualquier pregunta, queja o amenaza están bienvenidas! (bueno menos las amenazas :D)