Hola!!
Este fic fue escrito para el reto de estaciones del foro "Weird Sisters" (link en mi profile), sin embargo de alguna manera se borró. Dejando de lado los misterios de ffiction aquí vuelvo a traer la historia, con una dedicatoria especial a Dryadeh por avisarme de que algo faltaba en mi profile.
Un saludo!
OTOÑO
Deseaba haber ido a la estación. Mareas verdes, azules, rojas y amarillas, junto con grupos de nuevos estudiantes. Con sus túnicas aun sin escudos.
Ella aun recordaba como se había sentido en su primer año, perdida entre la multitud, sola, sin sus padres, recordando con lágrimas las muecas de Petunia…
Pero aquel año se lo había perdido. Estaban a 21 de septiembre "Empieza Otoño…" pensó. Y ella estaba en Hogsmeade. Esperando a que algún profesor viniera a buscarla.
-Hola Lily.
-¡Remus! Menuda sorpresa, ¿Qué haces tu aquí?
-Vengo a buscar a la otra prefecta de Griffindor.
-Gracias. Por un momento pensé que me iba a quedar aquí sola hasta Navidades.
-No creas, James se dio cuenta de tu ausencia nada mas subirnos al tren, dudo mucho que de no haber tenido castigo con Slughorn, no hubiese aparecido por aquí. Te echó muchísimo de menos. En realidad, todos lo hicimos.
-Yo también os extrañe mucho. Sobre todo a ti y a Alice. Pero hay algo que me llama la atención. ¿Potter esta cumpliendo un castigo, sin intentar escaparse, ni engatusar al profesor para que les deje salir?
-En contra de lo que puedas pensar, Lily, ha cambiado.
-Y supongo que no seguirá con esa estúpida idea de que salga con el. ¿No?
-Bueno, sigue siendo James Potter, y en el fondo aun siente algo por ti.
-Claro, siente que yo sea la unica chica que aun no ha ido babeando por el.
-Vamos Lily, en el fondo no sintió ni siente nada por ellas. Solo te quiere a ti. Y ya lo verás, ahora es mucho más responsable y serio. El tipo de chico del que te podrías enamorar.
-Remus, es mi ultimo año en Hogwarts, y lo único que no pienso hacer, es iniciar algo con Potter, para acabar deprimida y sola, aferrada a una botella de alcohol, solo porque el me ha dejado. Podría enamorarme de él, pero no quiero que ocurra. Y ahora, ¿sería usted tan amable, de indicarme el camino a la escuela?
-Por supuesto señorita. Tome mi brazo y sígame. El carruaje nos espera.
Por fin, después de un largo verano volvía a Hogwarts. Y aquel sería su año, donde pensaba encontrar a alguien a quien querer, y que también pudiera quererla. Y sobre todo, alejarse de Potter.
Ascendió junto a Remus, el camino que llevaba a Hogwarts. Pese a estar cerca Octubre, aun había cierta calidez en el aire, y a los bordes del camino, se podían ver capullos de Camelias. Recordaba como en cierta ocasión, Potter le había llenado su cuarto de flores, todas de especies distintas. Menos las Camelias. Así se sentía ella. Como alguien de quien se han olvidado. Porque pese a tener a Remus, Alice, Frank… ¡incluso al profesor Slughorn! Con ninguno de ellos había llegado a sentir más que una sólida amistad. El amor había ido quedando relegado a un segundo puesto, primero, tenia que ser la mejor estudiante; después tuvo que hacerse un hueco, conseguir amigos; posteriormente, vino el cargo de prefecta y premio anual; y después, demostrarle a Potter que ella no era como las demás. ¿Dónde se habían quedado sus sentimientos?
Y entonces, al doblar la esquina lo volvió a ver…
-Es precioso…
-Si, casi duele verlo ahora, y pensar que en Junio tendremos que despedirnos para siempre.
-Nada es para siempre Remus, es mas, yo a ti te imagino dando clases de magia en la escuela.
-¿Un licántropo profesor? Claro, y seguramente, tendré la suerte de no encontrarme a nadie como Snape o Malfoy, que me puedan arrebatar el puesto solo por ser…
-El maravilloso dueño de cierto problemilla peludo.
-Cuando tú y James decís eso parece que tengo un conejo travieso, o algo así.
Pensar en Remus persiguiendo a un pequeño conejito blanco, por todo Hogwarts la hizo reír, aparcando los oscuros pensamientos sobre su soledad y su futuro.
-Cierto, siempre creí que llamar así a tu "problemilla", ha sido de las mejores cosas que se le han ocurrido a James.
-Lo acabas de llamar James- repuso Remus divertido.
-Eso es porque tú lo llamas James, es un acto reflejo. Como si al hablar con Alice, llamas a Frank, Longbotton. Es un acto reflejo.
-Como tu digas, pero siempre he pensado que tu y James haríais buena pareja.
-¿Bromeas? ¿Lily Potter? Suena fatal…
-¿Es eso acaso, un motivo de peso?
-Para mi si, el nombre es fundamental. Imagínate que me llamase… Mmm, no se, Calixta Bezoar. Suena fatal…
-Me parece que exageras un poco…
-No, Remus. Y dejemos el tema. Que estamos llegando al castillo y me gustaría grabar esta vista en mi memoria.
Era una preciosa tarde de Otoño, y el sol del atardecer iluminaba todo el castillo y hacia brillar el lago, mientras, a lo lejos, se percibían los invernaderos, entre los rayos de luz que reflejaban. Era simplemente maravilloso. Hogwarts. El otoño era la estación que mejor le sentaba.
"El Otoño es la estación que mejor le sienta"- Pensó Lupin- "James se volverá loco cuando la vea. Solo espero que sea capaz de relajarse de alguna manera que no sea revolviéndose el pelo, o jugando con su snicht"
-Sabes Remus. Me alegro de estar aquí. Merece la pena solo por tener la oportunidad de ver Hogwarts.
-Bienvenida a casa Lily.
