Rin estaba en el campo de flores, cuando nubes oscuras comenzaron a aparecer y en minutos comenzó a llover. De inmediato empezó a correr con las dos manos sobre su cabeza en un intento de protegerse de la lluvia, mientras tanto, iba en busca del señor Sesshomaru, junto a Jaken que se había adelantado unos metros tratándose de cubrir la cabeza con sus dos manos que sostenían el bastón.

No obstante, no fue necesario buscarlo, él, la había encontrado.

Se dio cuenta, en el momento en el que se detuvo por un momento debajo de un árbol y giró la cabeza en las dos direcciones, al no saber al cual ir. En ese ínterin de no estar segura, se percató de que ya no se mojaba y que el agua que traspasaba las hojas, ya no le caía sobre su cabeza y no empapaba su kimono.

Al levantar la mirada, vio a Sesshomaru con un brazo extendido cubriendo su cabeza y la tela le cubría la misma.

— ¡Gracias, Sesshomaru_sama! —Exclamó alegremente— Esa lluvia nos agarró de improviso —Hizo una pausa— Pero... ¿Está bien que me cubra? ¡Se está mojando!

— No importa —Espetó de forma tranquila— Es solo agua.

Concluyó, sin intención alguna de protegerse el mismo. Rin sonrió claramente agradecida.

Por otro lado, Jaken tenía las dos manos sobre su cabeza intentando cubrirse del agua, ya que si se trataba de él para su indignación, su amo bonito no era tan considerado; Y eso que ahora tenía dos brazos.