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VANESSA STORY
Parte I : Sobreviviente
Autor: Reese1
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Breve nota del autor: Esta historia sigue la continuidad establecida por la serie de 85 episodios. Por lo que sé, no hay nada en esta historia que se contradiga explícitamente con el anime. Sin embargo, la historia sigue sólo PARCIALMENTE las novelas de Jack McKinney, y en algunos casos será muy diferente. En el primer episodio de Southern Cross, el Comandante Supremo Leonard omite el nombre de Vanessa de la lista de muertos del SDF-1. Personalmente pienso que murió con el resto de la tripulación, pero me hizo pensar, ¿y si no? Así nació este fanfic.
Nota del Traductor: Bien, por primera vez traduzco algo diferente a Evangelion. Lo único mío aquí es la traducción, la historia le pertenece a Reese1 (id: 140601) quien amablemente me permitió traducirla a nuestro querido idioma. Pueden conseguir la versión original publicada en julio-agosto de 2002, en fanfiction . net/s/853559/1/Vanessas_Story
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Enero 2014.
Lisa Hayes atravesó las puertas dobles del área de cuidados intensivos del hospital militar de Ciudad Monumental. Solo hasta hacia unos momentos, habían llegado volado desde Nueva Macross los sobrevivientes del SDF-1.
Había transcurrido un día desde la fatal batalla Nueva Macross. En ese conflicto, Khyron y Azonia habían estrellado su crucero de batalla Zentraedi contra el SDF-1. El Gobierno de la Tierra Unida había puesto a Nueva Macross bajo cuarentena y evacuado a sus habitantes de manera inmediata. Las operaciones de rescate en el destruido SDF-1 empezaron en seguida. La Capitán Lisa Hayes, la única sobreviviente del personal del puente del SDF-1, había dirigido la búsqueda de los sobrevivientes. Lisa había mantenido la débil esperanza de encontrar sobrevivientes. Había creído que la tripulación del puente había muerto.
Ahora, cuando Lisa entró al área de cuidados intensivos, quedó boquiabierta por la sorpresa. Lisa sabia lo que le esperaba, pero la realidad la agobió.
En una cama, una joven mujer estaba inconciente, entubada a un respirador. Líneas de intravenosas serpenteaban en sus brazos, nutriéndola. La frente de la mujer estaba vendada.
"Esta viva," murmuró Lisa.
Vanessa Leeds estaba viva.
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Abril 2014.
Habían pasado tres meses, y Vanessa permanecía en coma. Lisa entró en la habitación donde estaba Vanessa. Había visitado a Vanessa todas las semanas durante los últimos tres meses. A veces Rick había venido cuando el deber se lo permitía. Esta noche Lisa vino sola.
No era la única visitante. Los tres ex-espías Zentraedis, Rico, Konda y Bron estaban sentados al lado de la cama de Vanessa. Desde que Vanessa Leeds, Kim Young, y Sammie Porter habían conocido a los tres Zentraedis, habían sido un grupo inseparable. Habían encontrado que tenían afinidades naturales entre ellos.
"¿Cómo esta?" preguntó Lisa a Bron, el Zentraedi de tez morena y cabello castaño.
Lisa se daba cuenta que Bron sentía por Vanessa algo mas que simple amistad. Era un sentimiento que el propio Bron no podía poner en palabras, pero que Lisa conocía demasiado bien.
Bron sonrió débilmente y gesticuló a la forma durmiente de Vanessa, como si dijera que nada había cambiado.
Lisa tomó una silla al lado de la cama y miró a Vanessa dormida.
En ese momento los ojos de Vanessa parpadearon y se abrieron, y se agitó en la cama.
"¡Miren!" dijo Lisa a los tres Zentraedis. Todos en la habitación se levantaron y se pararon alrededor de la cama de Vanessa.
"Vanessa," susurró Bron, tomando la delgada mano de Vanessa.
Vanessa miró lentamente a Bron, Lisa, Konda, y Rico, y sonrió.
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Aun sin sentirse lo suficientemente bien para caminar, Vanessa esta confinada temporalmente a una silla de ruedas. Le tomó una semana recuperarse y salir del hospital. Las dos mujeres visitaron juntas las tumbas de la tripulación del SDF-1.
Se había creado un parque conmemorativo en Ciudad Monumental para honrar a aquellos que murieron en la Primera Guerra Robotech. Una escultura gigante en granito del SDF-1 estaba en el centro del parque. Estaba orgullosamente de pie en medio de una piscina circular. Alrededor de la parte más cercana a la piscina había piedras conmemorativas a los héroes de la Primera Guerra Robotech, incluidos Roy Focker, Henry Gloval, Claudia Grant, Sammie Porter y Kim Young.
"¿Recuerdas lo que pasó ese día?" preguntó Lisa suavemente, refiriéndose a la batalla final del SDF-1.
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"¡Prepárense para la colisión!" exclamó Lisa entre el tumulto del puente del SDF-1.
No había mucho tiempo. Dentro de unos segundos el crucero de Khyron se estrellaría contra el SDF-1, y probablemente los mataría a todos.
Vanessa y Kim intercambiaban informes, pero se dieron una mirada desde sus consolas. Parecía como si las tres amigas siempre fueran el Trío Terrible, hasta el final. Habían pasado tanto juntas desde que los Zentraedis atacaron a la Tierra. ¿Este era el final? ¿Este seria el ultimo adiós?
La colisión estremeció el puente, y todos gritaron. En la confusión Vanessa percibió los gritos en el oscuro puente. Henry Gloval estaba metiendo a Lisa en la única capsula de escape disponible, y Claudia estaba ajustándole los arneses, esforzándose en mantenerse de pie mientras el SDF-1 se inclinaba.
"¡Déjenme!" gritó Lisa, resistiéndose.
"Tienes que ser tu, Lisa," gritó Claudia tirando de la palanca de eyección que envió al modulo de Lisa al cielo.
"¡No!" gritó Lisa.
Cuando Lisa fue sacada del puente contra su voluntad, una explosión estremeció el puente, engullendo a Gloval y Claudia.
El SDF-1 se estremeció nuevamente y se inclinó en un ángulo mas pronunciado. Un mamparo se derrumbó, aplastando a Sammie.
"¡Sammie!" gritó Vanessa cuando fue arrojada contra la pared, golpeándose un costado de la cabeza. Al mismo tiempo la consola de control de Kim explotó, arrojando a Kim de su asiento hacia el suelo. Cuando Vanessa caía en la inconciencia, la última cosa que vio fue el ensangrentado rostro de Kim. Los ojos de Kim estaban abiertos, y en medio del caos del puente, sus ojos miraron a Vanessa por última vez. Kim intentó decir algo. Sus labios se movieron, pero Vanessa no pudo oírla. Esforzándose por permanecer conciente, Vanessa intentó decir algo, pero las palabras no salieron. La imagen de Kim a unos metros mientras yacían en el suelo permanecería con Vanessa el resto de su vida.
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"Me pregunto que me habría querido decir Kim," dijo Vanessa cuando estaba junto a Lisa frente a la tumba de Kim Young. "¿Qué le dices a una amiga cuando las dos están a punto de morir?"
"Claudia era mi amiga," dijo Lisa recargando las manos del respaldo de la silla de ruedas de Vanessa. "Y la ultima cosa que me dijo fue, tienes que ser tu."
"Tienes el mando del SDF-3," reflexionó Vanessa. "Tienes una gran misión por delante. Y tienes a alguien que te ama."
"Supongo que significa que tengo mas por que vivir," dijo Lisa con ironía.
"Habría hecho lo mismo, si hubiera estado en el lugar de Claudia," dijo Vanessa volviéndose para mirar a Lisa.
"¿Cómo puedes decir eso, Vanessa? Tienes tanto por delante. Eres joven, inteligente y hermosa. Tienes tantas cosas por la que vivir igual que yo."
"Pero he perdido a mis mejores amigas," dijo Vanessa, gesticulando a las tumbas de Sammie y Kim. "Eran como mis hermanas. Hacíamos todo juntas. ¿Cómo puedo vivir sin ellas? No tenia que pasar esto. Se supone que debí morir con ellas. ¡No es justo!"
Vanessa se limpio las lágrimas al pensar en Kim y Sammie. Lisa se arrodilló junto a la silla de Vanessa, y tomó con ternura la mano de Vanessa.
"Quizás," dijo Lisa. "Kim creyó que tu serias la única en sobrevivir. Quizás sabía que estaríamos aquí en este momento, preguntándonos como pudo haber sido. Quizás estaba diciéndote que vivieras. Contra viento y marea, lo hiciste. Debe haber una razón para que sobrevivieras."
"No puedo entender cual sea la razón," dijo Vanessa llorando.
"Tampoco sé," dijo Lisa consolando a su amiga. "Pero creo en ti, Vanessa. Tenemos que dejarlo pasar, dejar el pasado y mirar al futuro. Tenemos que honrar a los amigos que murieron haciendo las cosas que pensaron que podíamos hacer en nuestras vidas. Creo que harás una diferencia en las vidas de las personas donde vayas."
Sentadas en el parque conmemorativo, las dos amigas contemplaron el futuro en silencio durante largo tiempo.
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Julio 2014.
En el recibidor de la residencia Sterling, Rico estaba sentado sobre la alfombra haciéndole morisquetas a Dana Sterling. Con año y medio de edad, Dana aplaudía con deleite y se reía del Zentraedi.
"Hola, pequeña Dana," dijo Rico.
"Hola," dijo Dana. Ella sólo sabía decir un manojo de palabras.
"¿No es linda?" dijo Vanessa desde el sofá. Bron, Konda, y Miriya estaban de pie y miraban entretenidos. Miriya se excusó y fue a unirse con Max en la cocina dónde estaban preparando la cena para todos.
Cinco minutos después, Max Sterling, mientras llevando su delantal de Max y Miriya, llegó a la sala para anunciar que se servia la cena.
"¡Bien, me muero de hambre!" dijo Bron ávidamente.
Pronto, todos se sentaron a la mesa, disfrutando el estofado de carne con curry de Max.
"Bien muchachos, ¿qué opinan? ¿Esta bueno?" preguntó Max cuando empezaron a comer.
"Es excelente," dijo Konda con la boca llena.
"Me asombras, Max," dijo Vanessa, "todo lo haces bien."
"Au, no es verdad," dijo Max ruborizándose.
Miriya tocó con el codo a Max y le guiñó sugestivamente.
"Es verdad," dijo Miriya, y Vanessa se rió.
Mientras el grupo hablaba y reía esa noche, cada uno intentaba evitar pensar en lo inevitable. Pronto debían despedirse, por lo menos por ahora. Los Zentraedis malcontentos habían causando problemas en América del Sur, y Max y Mirita Sterling partirían pronto a esa región para sofocar esos disturbios. Esa noche durante la cena era un pequeño adiós.
Finalmente, casi a medianoche, Rico, Konda y Bron se prepararon para irse. Tenían que ir a trabajar como repartidores de pizza. Vanessa decidió quedarse un poco mas.
"¿Nos vemos mañana, después del trabajo?" preguntó esperanzado Bron.
"Seguro," dijo Vanessa, sonriendo. "Buenas noches."
Mas tarde, Vanessa y Max fueron a pasear al porche de la residencia Sterling. Miriya, luego de acostar a Dana, había decidido irse a dormir.
"¿Cómo va el trabajo? ¿Todo bien?" dijo Max.
"Todo bien, pero nada como el SDF-1," dijo Vanessa, refiriéndose su posición como operadora de radar. Había regresado a la vida militar, trabajando en la torre de control principal del campo aéreo de la RDF en Ciudad Monumental.
"Se a lo que te refieres," dijo Max. podía cerrar los ojos y ver vividamente en sus recuerdos las batallas espaciales en las que había participado. De repente era excitante y horrendo.
"Lisa me ofreció un puesto en el puente del SDF-3;" dijo Vanessa, sacando a Max de sus pensamientos.
"¿Qué le dijiste?" dijo Max.
La misión del SDF-3 no comenzaría hasta dentro de unos años. El itinerario actual estimaba el lanzamiento del SDF-3 para dentro de seis años. Seria una misión larga y peligrosa, y no había garantía de que cualquiera regresara. ¿Vanessa quería tomar parte en eso?
"Le dije que lo pensaría," dijo Vanessa.
Pero en su interior, ella sabia cual seria su respuesta.
"No quieres ir," dijo Max.
"Viaje por el sistema solar en el SDF-1," dijo Vanessa. "Estaba en el puente cuando fuimos rodeados por cinco millones de naves enemigas de guerra. Vi como mis mejores amigos murieron. Ya he visto suficiente para una vida."
Había algo más. Vanessa volvía a empezar, probando a acostumbrarse a la vida sin Sammie y Kim. Tenía amigas que se preocupaban por ella. Todavía tenía a Bron.
"Estoy cansada de la guerra," dijo Vanessa. "Quiero establecerme con alguien y tener una vida normal, si eso es posible en este mundo."
"Él se preocupa por ti," dijo Max, expresando ese pensamiento tácito. Los dos sabían que se refería a Bron. "¿Lo amas?"
"No estoy segura," admitió Vanessa.
"Lo entiendo," dijo Max sonriendo. "¿Qué viste en él que no tengo yo?"
Vanessa empujo a Max juguetonamente.
"¿Recuerdas cuando nos conocimos?" dijo Max.
Se quedaron en silencio en el porche, mirando el cielo iluminado por las estrellas.
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Mayo 2009
Max Sterling y Ben Dixon estaban lado a lado en la fila de la cafetería del SDF-1. Habían pasado casi tres meses del ataque inicial Zentraedi y de la desastrosa transposición a la orbita de Plutón. Los dos pilotos en entrenamiento se habían enlistado en el SDF-1 recientemente, donde se habían conocido. A veces, comían y se iban. Pero hoy Max tuvo otras ideas cuando vio a la preciosa chica de cabello castaño sentada sola cenando en una mesa.
"¿Ves a esa chica en esa mesa?" dijo Max.
"¿Te refieres a la de gafas?" dijo Ben.
"¿Que crees Ben? ¿Crees que tenga oportunidad con una bella chica como ella?"
"Oh, no sé," dijo Ben, entrecerrando los ojos. "Parece mayor que tu."
Max no se intimidaba. Al llegar su tuno en la fila de la cena, cargo su bandeja lo más rápido que pudo.
"Voy aprobar hablar con ella. Deséame suerte."
Apenas había empezado a comer cuando Vanessa levantó la vista a un jovencito de uniforme que se acercaba. Era un joven de cabello azul y gafas de aviador. Se veía muy agradable, en verdad, pensó Vanessa.
"Hola, ¿puedo sentarme contigo?" preguntó Max.
Vanessa sonrió educadamente, y Max tomó asiento al otro lado de la mesa. Se presentaron. Max le dijo a Vanessa que estaba en entrenamiento como piloto Veritech.
"Espero poder serlo," dijo Max con entusiasmo.
Vanessa a cambio le explicó que era miembro de la tripulación del puente del SDF-1.
"¿En verdad?" dijo Max, asombrado, "¿Cómo son las cosas allí?"
"Estresantes," dijo Vanessa riendo. "Pero soportables, gracias a mis amigas en el puente."
Vanessa miró sobre el hombro de Max.
"¡Aquí vienen ellas ahora mismo!"
"¿Huh?" dijo Max, volviéndose para encontrarse cara a cara con Kim y Sammie.
"Hey Vanessa," dijo Kim alegremente.
"¿Quién es el chico?" pregunto Sammie.
"Es Max Sterling. Max, éstas son mis amigas el Kim Young y Sammie Porter."
"Encantada de conocerte, Max," dijo Sammie guiñándole un ojo.
Max se ruborizó.
"¿Qué les demoró tanto?" preguntó Vanessa.
"Veníamos en camino cuando Sammie se le ocurrió engancharse con el primer chico que se le cruzó en la calle," dijo Kim riéndose.
"Cállate," dijo Sammie enfadada. "Solo era un viejo amigo de la secundaria."
"Si, claro," dijo Kim.
Sammie miró a Max.
"¿De que te estas ríen?" demandó saber.
"Nada," dijo Max defendiéndose.
"Bien, veo que estas ocupada con tu nuevo novio," dijo Kim, agarrando a Sammie del brazo. "Vamos Sammie, dejémosles solos."
"¡Hey!" protestó Vanessa. Sammie y Kim se alejaron, ignorándola.
Vanessa se sintió algo incomoda al quedar a solas con Max, sobre todo por la vergüenza del comentario de Kim. Era obvio que Max se sentía algo atraído por ella. Efectivamente era un chico lindo y agradable, algo tímido, torpe, y, bueno, parecía un nerd. Solo era un jovencito ante sus ojos.
Cuando ambos terminaron de comer, Vanessa se levantó para irse.
"Gracias por tu compañía, Max," dijo ávida de empezar su retirada al puente, aunque aun le faltara una hora. "Tengo que regresar a mi puesto, si me disculpas…"
"Espera," dijo Max. "¿Tienes que irte tan pronto? ¿Te importaría dar un paseo? Quizás te invite algo de beber."
"Suena bien. Disculpa, tengo que irme. Hablare después contigo Max," dijo Vanessa marchándose rápidamente.
Max la miró irse, aturdido.
"Ni siquiera pude pedirle su numero," dijo Max agitando la cabeza.
Ben se acercó a la mesa de Max.
"¿Conseguiste algo, compañero?" preguntó Ben.
"Parece que si."
"Te lo diré, Max. Estas mujeres mayores te comerán y te escupirán."
"¿Podríamos no hablar de eso, por favor?" dijo Max, demasiado fastidiado como para discutir esto con Ben.
"Hey, tengo una idea. Vamos a los videojuegos. Te desafió a un juego de Valkyrie. ¡Esta vez voy a patearte!"
"¿Eso crees?" dijo Max muy escéptico. Ben nunca le había ganado a Max en los videojuegos, jamás.
"Hey, he estado practicando," dijo Ben mientras los dos se levantaban para salir.
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Vanessa apretó afectuosamente el hombro de Max mientras estaban sentados en el porche de la casa da Max pensando en los eventos de hacia ya cinco años.
"Creo que fui ruda contigo ese día," dijo Vanessa. "Sabes que me he disculpado, ¿cómo unas cien veces?"
"Que me haya vuelto un héroe de guerra tiene algo que ver en eso," dijo Max bromeando. "De cualquier forma, nunca fui bueno con las mujeres."
"Pero encontraste a Miriya," dijo Vanessa con nostalgia, deseando haber podido experimentar una relación amorosa tan profunda como la que tenían Max y Miriya. Max la miró y podía sentir las profundidades de su soledad. Llegara tu momento, Vanessa, pensó él para si mismo.
"Ella es tan maravillosa y dulce," dijo Vanessa. "Por no mencionar que es una gran piloto," agregó.
"¿Acaso no lo es?" Max dijo con cariño.
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Continuara...
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