Disclaimer: Los Padrinos Mágicos y todos sus personajes pertenecen a Butch Hartman.
Anuncio: Todos los capítulos se encuentran ambientados después del prólogo pero son independientes entre sí. Anteriormente este fic solo contenía un crossover con "Las sombrías aventuras de Billy y Mandy", este capítulo ha sido editado y dividido en dos, la primera parte es el prólogo, la segunda el primer capítulo. Antes de cada capítulo se incluirá el nombre del cartoon con el que se hará el crossover y su respectivo disclaimer.
Prólogo
Poco después de que el despertador sonara este se convirtió en una bomba. Timmy saltó de su cama segundos antes de que esta explotara, de haberse demorado unos segundos más en usar su almohada como escudo hubiera terminado cubierto de pintura.
—¡Feliz sábado! —le dijeron sus padrinos mágicos mientras aparecían frente a su ahijado.
—¡Fin de semana! —gritó Timmy emocionado —. Necesitaba de vacaciones, de lo contrario me volveré loco.
—Podrás terminar con tu tarea —le dijo Wanda mientras aparecía todos los cuadernos de Timmy sobre su escritorio.
—Aburrido —se quejó Timmy, Cosmo utilizó un tractor para tirar los cuadernos y los reemplazó con una consola de videojuegos.
Timmy y Poof celebraron por un corto tiempo. Wanda les dedicó una mirada severa antes de volver a hacer del escritorio un lugar donde estudiar.
—No tengo tarea y falta mucho para los exámenes —agregó Timmy —. Este fin de semana quiero descansar.
Si Wanda hubiera abierto uno de los cuadernos de Timmy hubiera comprobado que su ahijado mentía, el profesor Crocker les había dejado mucha tarea, últimamente parecía tomar como pasatiempo el mantener a sus estudiantes demasiado ocupados como para divertirse. Incluso en varias ocasiones lo desafío con ello, Crocker decía que solo podía entregar la tarea porque tenía padrinos mágicos. Los tenía pero si entregaba la tarea era porque se la copiaba a AJ o hacía que él la hiciera cuando tenía mucha flojera.
Timmy sacó una larga lista con todo lo que deseaba hacer para el fin de semana. Tenía pocas horas y muchos deseos por pedir. Wanda nuevamente lo interrumpió, con un movimiento de varita apareció cereal y jugo de naranja.
—¡Faltan Waffles! —Cosmo apareció una montaña de Waffles, junto a Poof y Timmy saltaron sobre el desayuno.
Wanda acostumbrada a ese tipo de acciones se limitó a aparecer una sombrilla que la protegería de las sobras de comida. La vez anterior que intentó inculcarles algo de buenos modales terminó cubierta por los restos del desayuno.
Cuando la comida desapareció, Timmy decidió comenzar con su actividad favorita, paracaidismo extremo. Teniendo todo el fin de semana no podía esperar para hacer todo lo que tenía en su lista. Sus padres le habían dicho que pedirían unos días libres, no le molestaba el interrumpir su lista si visitaba un lugar divertido.
—Es arriesgado —insistió Wanda mientras cargaba a Poof —, podrías romperte una pierna.
—Poof, Poof —agregó Poof, se veía divertido por la situación, incluso se encontraba rebotando.
A Wanda no le agradaba la idea de que practicara deportes extremos pero por más que insistió sus palabras no fueron escuchadas, no era nada nuevo. Decidió sentarse con Poof y estar atenta a cualquier incidente, seguía pensando que era una mala idea.
En esa ocasión se lanzaría a si mismo de un cañón y caería en un trampolín a varios kilómetros de la casa. Cosmo se había convertido en un trampolín y estaba listo para atrapar a Timmy, o al menos eso debería hacer, el padrino mágico solía distraerse con cualquier cosa, por más pequeña que fuera y esa no fue la excepción.
Cosmo se distrajo con unos patos nadando en un lago, cerca de donde debía esperar a su ahijado, lo único que evitó que Timmy se quebrara todos los huesos fue la llegada de sus padres aunque esta no fue la intención de los mismos.
Ellos llegaron antes de que se colocara el paracaídas por lo que tuvo tiempo de ocultarlo y pretender que nada había pasado. Wanda y Poof se disfrazaron de gnomos pero no antes de evitar que Timmy fuera lanzado en el cañón.
—No había visto esos gnomos de jardín antes —comentó el papá de Timmy y eso lo puso en alerta o al menos por unos momentos —, apuesto a que Dinkleberg no tiene unos así. ¡Genial!
Era demasiado distraído como para notar algo extraño, tampoco notó el momento en que Cosmo apareció al lado de su esposa e hijo.
—¡Timmy, tenemos buenas noticias! —comentó alegre la mamá de Timmy y él supo que no era una buena idea, por lo general las buenas noticias de su madre no eran precisamente buenas noticias.
—¡Nos vamos de vacaciones! —gritó su padre emocionado.
—¡Bien! —agregó el hijo del matrimonio Turner feliz —. ¿A dónde vamos? ¿Cuándo partimos?
—¡Cuando Papá dijo nosotros se refería a él y a mí, para ti tenemos mejores planes!
—Seguro —respondió Timmy mientras le dirigía una mirada cómplice a sus padrinos mágicos. Le molestaba el no haber sido incluido pero tenía otros planes.
—¡Te quedaras con Vicky! —respondieron los padres de Timmy al unísono, por la forma en que hablaba parecía que estaba dando una buena noticia.
Timmy estaba molesto, sus padres nuevamente lo habían ignorado, esta vez bajo la excusa de que necesitaban vacaciones y que querían sentirse como dos jóvenes sin hijos. De haberlo dejado solo en la casa no le habría molestado, con sus padrinos mágicos no tendría de que preocuparse y las opciones que tenía para evitar el aburrimiento eran infinitas pero sus padres tenían otros planes.
La primera opción fue contratar a Vicky pero tuvieron que descartarla. Ella había abierto una guardería recientemente. Timmy al enterarse comenzó a celebrar, con globos y banderas, al menos eso hizo hasta que sus padres decidieron dejarlo en esa guardería.
Había sido abierta recientemente pero tenía mucha popularidad en la ciudad. Era la única disponible, antes había otras pero estas cerraron en misteriosas condiciones, o eso era lo que pensaban muchos de los adultos. Vicky se había encargado de eliminar la competencia y no había sido precisamente de una manera amable.
Su experiencia con las guarderías no fue buena. Gary y Betty eran expertos arruinando la diversión, con el afán de hacer algo seguro lo terminaban volviendo un fastidio. La idea de una guardería no le resultaba alentadora y si a eso se le sumaba Vicky era en definitiva lo último que deseaba hacer.
Cosmo, Wanda y Poof se transformaron en los botones que colgó de su gorra. Subió al carro de sus padres y trató de convencerlos de que lo llevaran. Fue en vano, sus padres podían ser demasiado distraídos en especial cuando se trataba de Vicky.
Sus padres se despidieron de él en la salida aunque sería más apropiado decir que lo dejaron en la entrada y se fueron lo más rápido posible. En apariencia la guardería era sencilla, cuando entró, se encontró con varios niños y niñas, no los conocía, la mayoría lucían nerviosos, no los culpaba por ello, durante muchos años Vicky había sido su mayor pesadilla y seguía siendo, a ella le debía muchos de sus traumas y peores momentos pero también era el motivo por el que tenía padrinos mágicos.
—Veremos con qué nos encontraremos —le susurró a sus padrinos mágicos antes de adentrarse en el lugar.
Vicky continuaba recibiendo a los niños, eran muchos. Mientras que no lo tomara en cuenta estaría bien pero sabía que eso era poco probable. Solo existían dos motivos por los que la adolescente podría abrir una guardería, para torturar niños y ganar dinero.
