Otro proyecto ¡no me guinden! Salen solos y no puedo evitar aunque sea dejar las bases para que no se me olvide.
Tranquilas, que seguiré todo lo que tengo en mi cabecita ¡no las dejaré guindando!
Deben leer el preludio y el prólogo, no son habladurías mías, son partes de la historia muy, pero que muy importantes.
¡Denme ánimo! ¡Y háganme saber que no soy la única fan de Diamante por todo el fanfiction con un hermoso REVIEW!
Sailor moon, es propiedad de Naoko Takeuchi, yo solo, disfruto con sus personajes.
Mi villano, mi amado
Preludio.
El planeta Némesis brillaba en todo su esplendor, su cielo azul era del mas puro que se pudiese conseguir, su hermoso sol, era el mismo de todos pero mas dorado, mas brillante, los tonos de verde de los pastizales eran un espectáculo, sus colores parecían la paleta de un pintor y el palacio, el hermoso palacio que era copia fiel de un palacio de una película terrestre llamada la Bella y la Bestia, se alzaba como símbolo de grandeza y majestuosidad, las lunas negras en las frentes de todos sus habitantes, eran símbolos que portaban con orgullo, el lema de ese planeta, la sabiduría te hace grande, la humildad humano y el conocimiento enriquece, el juego favorito, control mental y en fin, que Némesis era el planeta de una belleza sobrecogedora donde vivían los habitantes de la mitad de familias portadora de marcas negras y poderes obscuros que no eran afines a la maldad.
En el palacio, sonaba un llanto de vida, una promesa de linaje, alguien lloraba a todo pulmón desafiando a la vida a que no lo quisiera –ya no lloges. Decía la reina canturreando –ya no lloges pequeño Diamante. Dijo riendo –es tan hegmmoso, como su padge. La mucama sonrió.
-así es majestad, es copia del rey. Ella asintió y besó la frente de su hijo que ya era engalanada por la luna negra, al minuto de nacer, esta se perfilaba en los infantes y desde allí, hasta su muerte que con la extinción del alma, se extinguía el poder -es ciegto Migian, eges tan hegmoso mon petit. Dijo la reina, el niño rió silenciosamente y bufó –se sabe guapo majestad. Dijo la mucama, la reina sonrió con dulzura –clago que si, segá muy guapo y deseado y. la puerta sonó.
-oui. Dijo la reina –majestad. Dijo su otra mucama, María –el general Phanton ha llegado ya junto al rey. Ella asintió y se acomodó en el lecho para poder mirar a los 2 hombres que llegaban –Cristal. Dijo Phanton apareciendo en la puerta y corriendo hacia ella –hermosa. Dijo el rey Diamante imitando a su amigo y llegando a la cama, se sentó en esta, ambas mucamas se retiraron con discreción –es hermoso el infante. Dijo Phanton - ¿Cómo se llama? Preguntó, los orgullosos padres se miraron y respondieron:
-Diamante. Dijeron con orgullo –es un gran nombre. Dijo Phanton –es el mío. Dijo el rey con arrogancia, eso le hizo acreedor de un golpetazo –ya, cállate. Dijo su amigo con una sonrisa mientras el rey abrazaba a su mujer y a su hijo –los dejo solos, me aseguraré de que Anthony no se pase de listo. Dijo mientras salía –ese Phanton. Dijo la reina Cristal –nunca va a cambiag. –jamás. Dijo el rey mientras besaba la frente de su mujer –hemos hecho un buen trabajo. Dijo el rey –todo lo hacemos bien mon amour. Dijo la reina, el asintió –sip, es verdad. El la miraba –te he extrañado mucho sol de mis días. –yo igual a ti sange de mi vida, pgomesa de amog. Dijo ella mientras sus labios se unían dulcemente.
Días después, el reino entero miraba la ceremonia de bautismo o como lo llamaban en Némesis, iniciación, del príncipe, un pequeño grupo en la catedral y otro mas grande desde las pantallas dispuestas en las plazas o en sus casas, en las salas, un sacerdote llamado Froy, de cabellos pajizos y ojos azul pálido prescindía La ceremonia, el templo, era una gran edificación blanca, con motivos góticos en su construcción, pero en vez de gárgolas como las que tenía una construcción que ya era habitual en París-Francia; esta poseía hermosas dríades, hadas nocturnas (hadas con la luna en la frente y alas negras) junto a ninfas y nereidas, todo un conjunto de belleza espectacular, dentro, en el templo, estaba una estatua de una mujer con vestido negro, sus cabellos azul cielo y ojos vino tinto con una luna negra en su frente, sonrisa maternal y sus manos sosteniendo el origen de su poder y el de sus hijos, el sacerdote se arrodilló y oró:
-querida Nix, tu que de la obscuridad del inicio fuiste la designada a cuidar de esta familia, guardianes del lado bondadoso del ojo hipnótico, te pedimos que bendigas este momento. La luna brilló y los ojos de la estatua parecieron estar vivos por un momento –bendice a tu hijo, el príncipe de Némesis, dale la aprobación que todo nemesiano espera. El bebé Diamante se levitó de los brazos de su madre, mientras su luna brillaba fuertemente de color negro.
-será muy fuerte. Decían los miembros de la corte –muy poderoso. Indicaban los del consejo legislativo, los sicays frotaban sus manos.
-en 20 años ha nacido un bebé que promete sacar el ojo azul. El sacerdote sonreía, cada vez pasaba lo mismo con la familia real - ¡muéstranos su energía! Una poderosa luz azul bañó el sitio –será noble y bondadoso. Dijo el pueblo a su fin, el bebé regresó a los brazos de su madre –quedas así iniciado, bajo la protección de la diosa, tu nombre: Diamante y tu misión: proteger y cuidar este planeta. Dijo el sacerdote conmovido mientras todo el pueblo celebraba en el templo.
En la noche, se hizo un baile donde celebraron lo bien que había salido esa iniciación, desde el padre de Diamante, el rey Diamante XX no se recordaba algo tan fastuoso, todos reían, comían, bailaban y disfrutaban del motivo de celebración, cuando las puertas del salón se abrieron y una mujer cuyos cabellos dorados besaban el suelo apareció –Lizzy. Dijo el rey, la princesa Lizzy, quien a ese momento de la historia había sido elevada al puesto de reina de uno de los países de uno de los continentes mas fuertes del planeta, había caído enamorado ante el rey pero a el, nunca le interesó ni siquiera como amiga, debido a la frialdad de la mujer y a su complejo de superioridad, el rey siendo acaudalado, pero de espíritu sencillo, era capaz de convivir en el entorno de los mas humildes hasta el de los mas poderoso y en una de sus convivencias con la clase media, hizo realidad para la reina Cristal, el cuento de "Cenicienta" los ojos azules de la forastera miraron el cuadro real, la música se interrumpió.
¡como has podido cambiarme a mi por esta lambesuelas! Gritó la mujer descorazonada - ¡yo jamás te amé! Respondió el rey exaltado, la sailor que estaba detrás de su trono se dejó ver, Darlet, la hermana del rey, de cabellos azul cielo y ojos vino tinto, peinada como su cuñada, Lizzy la miró y miró el cuadro real.
- ¿crees que te has salvado? ¿cierto? ¡no! ¡si tu no eres mío! ¡si el trono del planeta no es mío! ¡no será de nadie! El rey se levantó y fue protegido inmediatamente por Phanton - ¿Qué harás
¿Elizabeth? ¡No puedes hacer nada! ¡Cristal es mi reina! Ella rió de manera fría.
-eso no será así ¡Diamante! ¡Eso no será así! Un báculo de madera vieja y retorcida salió de su mano izquierda - ¡es una bruja nemesiana! Exclamó Phanton, pero antes de que nadie pudiera hacer nada, con un poder elevó al príncipe de brazos de su madre y lo atrajo hasta ubicarlo a su frente inmediato.
-te maldigo maldito mocoso, el día que cumplas 21 años, veas la luz de luna quedarás congelado, todos quedaremos congelados, y solo la maldad podrá despertarte siendo así, que si algún espíritu bondadoso lo intentara, morirá al solo tocarte, como sello de esto, el planeta mas luminoso por su bondad dentro de su tiniebla será teñido por la obscuridad ¡que se cumpla mi maldición! Gritó ella mientras el poder inundaba al pequeño, Phanton lanzó una daga pero ya era tarde, a pesar de lograr matar a la bruja que había maldecido al rey del planeta, no pudo impedir que la maldición entrara dentro del pequeño haciéndolo llorar de dolor –mi bebé, no. Decía la reina de rodillas, el rey, dio un alarido como un animal herido –se termina todo. Dijo la sailor con dolor mientras todo mundo salía del salón, rato después la reina preguntó:
- ¿no hay nada que podamos haceg? Todos la miraron –me temo que no, mas prohibirle la noche es lo mejor que podemos hacer. Dijo el rey –debemos irnos. Dijo Phanton - ¿Qué pasa? Preguntó el rey –el cielo se ha obscurecido, toda la vegetación muere. –no, no puede ser. Dijo el –si no puedes detenerlo, por lo menos hay que hacer campos nuevos. El rey asintió y se levantó, dejó a una deprimida reina, a un niño llorando de dolor y a una sailor desconsolada.
