N/A: Aquí llego con una nueva historia. Ya la traía en la cabeza desde hace algún tiempo, por lo que quise colocarla de una vez xD. Bueno, es un nuevo Ryosaku. Tiene un salto de tiempo, nuestra protagonista Sakuno ya tiene veintitrés años. Ya sin más demoras… ¡a leer!
.
.
Disclaimer: Los personajes de Prince of Tennis no me pertenecen, sino a Konomi Takeshi-sama.
.
.
.:: 01 ::.
El Rumor del Ángel
Ya habían pasado poco más de diez años desde que la castaña vio al peli-verdaceo por última vez. En todo ése tiempo se recriminaba por no haber sido capaz de confesar sus sentimientos. Decirle todo el amor y admiración que sentía. Que aún sentía. Muchas fueron las ocasiones en que estuvo a punto de levantar el teléfono y poder escuchar su voz. Pero al final, siempre era vencida por el temor. Tenía miedo de que sus sentimientos fueran rechazados, o de que él siguiera comportándose igual de frío como siempre.
Sus mejillas todavía se enrojecían al verle. Es cierto que no podía verlo de frente, pero a cambio, podía hacerlo a través de la televisión cuando se transmitía alguno de sus partidos. Incluso había grabado algunos. Tenis, ése es el camino que Ryoma había tomado. Al contrario de ella, que opto por una profesión muy diferente.
El viento movía las hojas de los árboles. Algunas cuantas caían sobre la pareja sentada en la banca de piedra. La joven castaña sujetó una que había caído sobre su regazo. La observó detenidamente, cuan perfecta era.
—¿Sabes que te amo Hikari? —había susurrado un pelirrojo.
—Lo sé —murmuró la joven, aún con la hoja entre sus manos—. Llega el otoño, cambia el color de las hojas, hasta que el viento viene y la deriva… cruel destino.
—Después llega la primavera y las hace florecer de nuevo —respondía el joven sonriendo.
—Nuestro amor nunca se marchitara… —decía la castaña acercándose al rostro del chico que se encontraba a su lado.
—Pero florecerá siempre —añadió el pelirrojo tomando el rostro de la castaña y sellando los labios con los suyos.
Sólo por unos momentos, ignorando a todas las personas que se encontraban a su alrededor. Camarógrafos, maquillistas y la enorme carpa sobre ellos, y hasta el mismo calor del verano.
—¡Corte y queda! —se escuchó en el lugar y ambos jóvenes se separaron.
Rápidamente la joven se puso de pie, vestía unos pantalones de mezclilla color azul, unas botas color café que hacían juego con su chaqueta de cuero, la cual se quitó al instante dejando ver la blusa de manga larga y cuello de tortuga. La chica suspiró.
—Grabar con esta ropa en pleno verano, ¡Que calor hace hoy! —la joven oji-carmín suspiró—. Un poco de agua, por favor —pidió. A los pocos segundos, una joven de largos cabellos negros hizo su aparición, estiró su mano hacía la joven sosteniendo una Ponta de cereza.
—Toma —murmuró la joven—. Tu bebida favorita —la joven hizo una pausa mientras sacaba una pequeña botella con líquido transparente— ¿O prefieres agua? Dime, dime, dime, ¿O prefieres un helado tal vez?
La castaña observó curiosa a la de cabellos negros, que parecía de no pasar de los catorce años. Sakuno Ryuzaki no logró reconocerla.
—¿Quién eres tú? —preguntó. La peli-negra sonrió.
—Tanaka Aiko. Un gusto conocerte en persona, Ryuzaki-san.
—¿Tanaka? —la castaña recibe ambas bebidas mientras hace memoria de donde conocía el nombre—. Ah, ya recuerdo. Eres la hija de Tanaka Mitsuki, ¿No es cierto?
—Eso es cierto —respondió emocionada la joven. Una sonrisa se formo en los labios de Sakuno.
—Tu madre me ha hablado mucho de ti. Estas en tu último año en el Seishun Gakuen.
—Así es. Formo parte del Club de Teatro. Sabes, cuando sea grande quiero ser actriz al igual que tú.
La castaña abrió sus ojos de la sorpresa. "¿En serio?" Había preguntado. La peli-negra le respondió al instante con un "Sí". Esta última saca de su bolsillo una fotografía, en ella aparece la castaña sonriendo.
—Soy fu fan. Por favor, dame tu autógrafo Ryuzaki-san.
—Por supuesto —la joven tomo la fotografía, recordaba muy bien el día en que fue tomada. En una entrevista que fue hecha al Ángel de Tokio, así es como era llamada. Al regresar la fotografía firmada, Aiko-chan se despidió para después retirarse del lugar.
Sakuno quedo en silencio. El pelirrojo solamente la contemplaba.
—Eres muy famosa, Sakuno.
—Tu también lo eres Kin-chan —decía al ofrecer la botella de agua al pelirrojo, él la acepto gustoso.
—No tanto como tú —respondía Kintarou Tooyama al quitarse la bufanda que formaba parte de su atuendo aquél día. Volteo a verla de nuevo—. Con que esa chica quiere ser actriz —sonrió—. Tú pensabas antes que querías dedicar tu vida al tenis.
—Eso es verdad —le dijo nostálgicamente la castaña—. Pero que tú también dejaras el tenis por la actuación, eso sí que me sorprendió.
—No te voy a mentir, aún me doy mis escapadas a las canchas de tenis —decía poniéndose de pie, mientras en sus labios se dibujaba una sonrisa nuevamente—. Ya no puedo hacerlo como antes, me reconocen en la calle y no paran de seguirme por todos lados.
—Sé como es eso —confesó Ryuzaki entre risas. Ella incluso, en algunas ocasiones tenía que colocarse un sombrero o una peluca, además de unos lentes de sol para no poder ser reconocida en la calle.
—Estoy pensando en mandar hacer una en mi casa, podría invitarte algún día de estos —la castaña salió de sus pensamientos.
—Jugando tenis soy pésima —le recordó ella—. Por más que lo intentaba, simplemente no se me daba.
—Bueno, podríamos practicar juntos… —continuaba el joven—. Además siendo hoy el último día de grabación, si tienes tiempo podríamos ir a comer algo.
—Lo siento —respondió la castaña colocando los brazos cruzados y volteando a verlo a los ojos—. Pero tengo algunas cosas pendientes por hacer, recuerda que no sólo soy actriz.
—Sesión de fotos ¿Ah?, ¿Y de qué es esta vez?
—Ropa de verano —respondió—. Bueno tengo que irme ya, tengo que cambiarme de ropa todavía —recordando que estaba vestida correctamente para el calor del verano—. Tú deberías de hacer lo mismo —aconsejó.
—Claro —dijo él antes de ver marchar a la castaña.
La joven se apresuró en llegar a su camerino, pero un peli-negro llamó su atención al verlo sacar su cámara fotográfica.
—Sólo una fotografía para el periódico —pidió el hombre.
—¿Cómo entraste aquí? Oh, ya sé —la joven buscó imitar la voz del hombre frente a ella—. ¡Soy el novio de la maquillista de la protagonista!, ¡Soy el novio de la maquillista de la protagonista!
—En realidad, Eiji me ayudó a evadir a los de seguridad. Pero yo no te lo dije.
—¿Qué?, ¿Mi Manager ayuda a pasar a los de la Prensa? —la castaña suspiró—. ¿Por qué no me sorprende? —la joven parpadeó ante el flash de la cámara
—Para el periódico —murmuró Takeshi Momoshiro. Con el transcurso de los años Momo-senpai logró hacerse de un puesto como reportero de uno de los periódicos locales de la ciudad, además del amigo y mano derecha del editor.
—Esos reporteros y periodistas no me hubieran dejado acercarme a hacer una buena foto. Son unos buitres. Y hablando de eso —el joven oji-violeta sacó un periódico de su enorme bolso—. Estas en primera plana de nuevo.
Sakuno estiró su mano para recibir lo que le ofrecía su Senpai. Con nerviosismo lo desdoblo. Su mente quedó en blanco. Se encontró con una fotografía que ocupaba la mitad de la página en la que aparecían ella y Tooyama Kintarou. Ella posando del lado izquierdo, vestida con una falda roja, un poco arriba de las rodillas, unos zapatos altos a juego, más una blusa de tirantes ceñida al cuerpo, en ella se podía leer claramente "I LOVE YOU". Su cabello había sido solamente alaciado y adornado con una simple pero hermosa diadema roja. Y se encontraba sonriendo sosteniendo en su mano izquierda una paleta en forma de corazón.
Kintarou se encontraba pegado a su espalda, vestía un pantalón de mezclilla y zapatos color blanco. Su camisa era de un color idéntico al de los zapatos, y los primeros botones de su camisa se encontraban desabrochados haciéndolo lucir más juvenil. Su mano izquierda se encontraba dentro del bolsillo del pantalón, mientras que en la otra, sostenía una cajita transparente con chocolates dentro, el cual era adornado con un listón rojo. Él joven mostraba una sonrisa de satisfacción.
A pesar de que Tooyama no era modelo, había sido llamado para aquella sesión, debido a que el modelo principiante no fue de mucho agrado. La fotografía había sido publicada en Febrero en una revista muy importante y de circulación nacional. El título del articulo: "Que hacer en San Valentín".
Más abajo, se encontraba una pequeña fotografía. El primer cartel para la promoción de la película que recién había sido terminada de grabar. En la parte superior traía los nombres de los Protagonistas, "Ryuzaki Sakuno" y "Tooyama Kintarou". En la parte inferior el nombre de la película, "Lágrimas en Otoño", una película de Drama con un poco de Romance. Debajo del título, en letras pequeñas "El amor no se marchita, pero florece". En el centro se encontraban ellos dos, vestidos con la típica vestimenta de la temporada de otoño. Tomados de la mano, debido a su altura, él se agachó levemente hasta tocar su frente con la de la castaña, provocando casi el roce de sus narices, haciendo parecer que estaban apunto de besarse.
Finalmente Sakuno dirigió su mirada al encabezado del periódico, "Ryuzaki y Tooyama, ¿Un Amor fuera de la Pantalla?". Después de leer aquello, dirigió la mirada a su Sempai.
—Siento lo del nuevo rumor —dijo Takeshi.
—Gracias. Pero es sólo eso, un rumor —aclaró.
—No tienes que decirme nada. Pero ahora toda la ciudad cree que tú y Tooyama están saliendo.
—¿Crees que no lo sé? Aunque no lo creas me canso de tantos rumores. Kin-chan es solamente un amigo.
—Si quieres puedo hacerte una entrevista privada.
—¿Qué? —la castaña preguntó confusa.
—Si. Sólo hablar de tu verdadera relación con Tooyama. Unas cuantas preguntas para terminar con los rumores.
—Eso es… una buena idea.
—Bien, puede ser ahora si quieres.
—No. Tengo una sesión de fotos en unos minutos. Puede ser mañana al terminar de ver los arreglos para comenzar a grabar un nuevo comercial… —pensó la castaña en voz alta.
—¿En serio?, ¿De qué será ahora?
—De un lápiz labial. Seré la imagen de la campaña.
—Wow Sakuno-chan. Hoy recién terminas de grabar tu cuarta película y ya aparecerás en un nuevo comercial.
La joven asintió alegremente. Kikumaru Eiji era su Manager, encargado de conseguirle los contratos externos a los de la actuación y a los de desfilar en pasarelas. Sakuno se despidió de su senpai, quedando en que se verían por la tarde del día siguiente. Rápidamente fue a cambiarse de ropa y salió deprisa hacia el Fuji's Pictures perteneciente a su senpai Syusuke. Él había continuado con su afición por la fotografía y ahora era su medio de vida. Sakuno ya no recordaba la última vez que vio al Tensai en acción dentro de una cancha de Tenis. Pero era bueno mantener contacto después de tantos años. Su corazón dio un vuelco. "No con todos" recordó. Le faltaba Ryoma-kun.
