Super Hero

I know I always had a heavy heart

(Sé que siempre he tenido un corazón difícil)

Era un día normal en Hyrule, un chico rubio estaba acostado en los pastos del gran campo, ya había transcurrido mucho tiempo desde los sucesos de Ganondorf, Zelda estaba feliz mente casada, ahora estaba embarazada de tres meses, era una buena amiga después de todo, le salvó la vida. Pero había algo que no lo dejaba tranquilo… Era el sentimiento ese…

¿Soledad?... Quizás…

¿Tristeza?... Tal vez…

¿Nostalgia?... No lo sabía…

Era más bien soledad… Estaba convencido de que eso era…

"Navi… ¿Por qué te fuiste?... Te extraño tanto… No tengo con quién hablar" pensó mientras suspiraba, fue a visitar el Lago Hylia, algo le llamaba la atención… Desde que enfrentó a su lado oscuro, no dejaba de visitar el Templo, por alguna razón… Sentía que algo le faltaba…

No sabía… Qué hacía ahí, de un momento a otro ya era de noche… Una luz apareció en el árbol del lago, cruzó tan rápido como pudo hasta aquél lugar, sus ojos presenciaron a su oscuridad… A Dark Link, éste volteó a verlo como si nada. Sus ojos reflejaban paz… Esos ojos rojos que… Por alguna razón le daban paz… Link lo miró… Era más alto que él, y muy diferente… Había algo que… No lograba ver… Pero había cambiado en él.

-¿Qué?... ¿Qué me miras enano? –soltó sin más al sentirse incómodo por la mirada del rubio, éste bufó y dijo:

-Tengo todo el derecho de ver lo que yo quiera. Y yo no te estaba viendo a ti… Si no al… Eh… Ah… Al… ¡Al árbol!... ¡Sí al árbol!... –dijo nervioso, el ojirubí alzó una ceja y suspiro.

-Eres malo para mentir, quítate de mi camino… -pasó al lado de él empujándolo al borde del pequeño islote de tierra.

-¡Hey!, ¿qué te pasa?... –dijo sulfurado, "¿Por qué tan frío conmigo?..." se levantó y decidió seguirle, el pelinegro bufó, era una situación estúpida.

-Bien, ¿dejarás de joderme si te digo qué me pasa?... -Se volteó a verlo, el rubio paró su caminata, y se dedicó a verlo los ojos para predecir algún ataque… O alguna señal para querer destruirlo y estar alerta. Más no hubo…

-Claro, dime… Yo te escucho –sonrío amable.

-Te odio, eres una molestia… Desde que apareciste en aquél Templo de Agua… Yo… ¡Sólo vete a la mierda y déjame en paz!

Algo dentro de Link se quebró… Lo sintió… Dejó de sonreír, y el pelinegro se fue caminando… Se quedó parado ahí pensando el porqué del odio… Él nunca hizo nada… Nunca supo su existencia, no era su culpa de que estuviera encerrado en ese Templo. Por alguna extraña razón notó tristeza en sus palabras y rostro. Sin duda algo le inquietaba y Link lo descubriría. Se acercaría a Dark, cueste lo que cueste, algo se le hacía familiar, tal vez lo había conocido de pequeño y no se acuerda… Tal vez…