Título: Dive in the rain.

Autor: Yukari Sparda

Disclaimer: Silent Hill, su historia, personajes y referencias no me pertenecen, son del Konami Digital Entertaiment Inc.

Advertencias: Angst headcanon, OC (Evie).

Recordatorio amigable:

1.- De lo único que soy responsable es de este relato, secuelas no.

2.- Los reviews se responderán con PM.

Let's start, shall we?


Silent Hill – One-shot.

Dive in the rain.


Lightning crashes, a new mother cries.

— ¡Vamos, tienes que pujar! ¡Una vez más!

La tormenta era cruda sobre la ciudad, llevaba así varias semanas sin ningún cambio, los cristales del pequeño departamento estaban empañados, las respiraciones de los tres seres vivientes dentro del claustrofóbico cuarto eran terriblemente forzadas y es que el aire se había vuelto fino de un momento a otro cuando la mujer sobre la cama había dejado reposar su cabeza sobre la almohada de un solo golpe. Su caja torácica se contrajo con sus espasmódicas respiraciones, tratando de apaciguar el dolor

Ella cerró los ojos, el dolor y la esperanza se acumulaban dentro de su pecho, también. Rogó al cielo y a Dios, porque que el hijo que aún estaba en su vientre naciera sano y salvo, como ella siempre deseó desde el momento en que supo que estaba encinta. La luz de la lámpara iluminó las gotas de sudor creando una delgada película brillante que acompañaba a toda su piel expuesta.

La mujer apostada a sus piernas golpeó una de ellas para que siguiera su instrucción anterior, con un último esfuerzo tomó una larga y profunda inspiración para luego inclinarse sobre su eje y pujar, mientras mordía su labio inferior con fuerza. Hubo un momento de aparente calma en donde el dolor se atenuó y su cuerpo tuvo un leve segundo de descanso. Luego de eso oyó un llanto, uno tan fuerte que su corazón se estrechó, obligándola a abrir los ojos.

The angel opens her eyes.

Su bebé, había nacido al fin. Ella sonrió con cansancio, al ver al pequeño bulto sobre las manos de la partera, las manos expertas de la mujer encontraron una sábana blanca con la cual proteger al bebé del frío. La nueva madre se dejó caer sobre la almohada de la improvisada sala de parto. Esperando.

Esperando que la mujer le diera a su bebé para tomarlo brazos y besarle la frente con cuidado, limpiar su rostro y sonreírle. Conocerle. Amarle.

Pero ese momento no se concretó, al contrario, ella sintió un remesón que logró abrirle los ojos, encontrando a la partera dándole el bebé al hombre en el otro extremo del cuarto, para luego salir de él limpiándose las manos en el mandil blanco cubierto de sangre, como una maldita carnicera. Ella estiró su mano hacia el hombre quien sólo la ignoró por breves segundos, antes de ponerse a caminar en dirección a la puerta.

Tenemos que irnos —Musitó el hombre escuálidamente y la mujer vio su mundo venirse abajo en un manto oscuro.

Cuando regresó al mundo real, ella estaba metida en el vehículo Ford de su esposo, mareada y con frío, la radio sólo emitía estática. Vio su reflejo por el espejo lateral, mientras que en su vista periférica estaba la imagen de su marido, conduciendo el automóvil por una carretera desolada, cubierta de neblina y abetos por los costados.

Se sintió vacía, instintivamente llevó su mano al vientre. No había ningún niño pequeño en él o entre sus manos y una lágrima se desvaneció en su ropa, símbolo de su dolor. Cerró los ojos aguantando el terrible nudo en la garganta que le impedía respirar.

The confusion sets in.

Apretó los puños sobre la suave tela de la falda larga que cubría sus piernas, cuando una mano grande y callosa cayó sobre su muslo a modo de consuelo. Ese movimiento le aturdió el doble y el recuerdo del hombre cargando al bebé antes de salir del cuarto la abrumó, incluso el sonido del trueno cayendo sobre la ciudad se le había grabado en la piel y en la memoria, casi tanto como el bulto en medio de la sábana blanca.

Mi hijo… —Logró articular después de unos segundos de infinita agonía—. ¿Qué le has hecho a mi hijo?

Ahora las lágrimas cubrían su rostro sin temor, el hombre limpió un par con el dorso de su mano sin quitarle los ojos a la carretera. Su rostro estaba en blanco y la mujer lo supo en ese momento, él le había abandonado en alguna parte a su suerte. Pobre pequeño bulto entre la sábana cubierta de sangre, ni siquiera nombre tenía, tampoco ella sabía a quién se parecía más, de qué color eran sus ojos o su cabello, cuánto medía o pesaba.

Tú le dejaste —No era una pregunta, se apartó del toque del hombre tan rápido como su dolor se lo permitió, sus ojos demostraron la indignación y el dolor que estaba quemándole las entrañas, el hombre sólo se quedó callado, era una horrible confirmación—. No tienes perdón de Dios.

El hombre asintió.

Lightning crashes, an old mother dies.

Eres lo que más amo en esta vida, Evie —El hombre dijo cuándo aparcó el coche en la gasolinera cerca del gran mirador que daba al océano. Todo estaba vacío, apenas unas personas comiendo en una mesa de picnic cercana—. Iré por un café, te hará sentir mejor.

El coche se meció cuando él cerró la puerta dirigiéndose, con las manos en los bolsillos, hacia la pequeña tienda.

Mi hijo era lo que yo más amaba —Susurró viendo al hombre alejarse, como si nada de lo que hubiese pasado le hubiese afectado en lo más mínimo—. Y tú me lo arrebataste, es mi turno ahora.

Lentamente, a medida que el dolor de su vientre y sus piernas se lo permitía cambió de lado en el vehículo, las llaves seguían colgadas en la cerradura y la radio transmitía una canción tan triste como su alma, con parsimonia ella subió la ventanilla y colocó el seguro de la puerta antes de clavar sus ojos en el gran mirador que tenía adelante. No cabía duda que aquel lugar era un imponente precipicio, donde las olas chocaban contra las rocas sin piedad, logrando ese hermoso sonido.

Her intentions fall to the floor.

Encendió el automóvil y rápidamente movió la palanca de cambios, puso el pie en el acelerador y éste retrocedió velozmente, con esa misma intensidad volvió la mano sobre la palanca, esta vez hacia adelante y su pie se estrelló contra el acelerador. Los neumáticos hicieron un desagradable sonido sobre el pavimento húmedo antes de que las fuerzas golpearan el vehículo empujándola sobre el asiento del conductor. Alguien gritó a los lejos, parecía una mujer y el coche se precipitó sobre las vallas de madera que separaban la gasolinera del risco.

El motor dejó de rugir cuando el suelo bajo las llantas se terminó. Ella sintió la ingravidez bajo sus piernas y su cuerpo elevándose sutilmente sobre el asiento, el coche se inclinó críticamente y ella distinguió las rocas y el mar arremolinándose contra ellas. Tuvo miedo y sus manos fueron a chocar contra su rostro para no ver.

The angel closes her eyes.

El impacto fue terrible, pero ella no sintió la mayor parte de él, sólo el golpe de su cuerpo contra el cristal del parabrisas, el cual se trizó, formando caminos eternos con quejidos suaves. Aún estaba viva, pero estaría muerta en breve, no podía moverse y vio la sangre escurriendo sobre el cristal y el agua del otro lado. La presión golpeó partes del parabrisas y el agua comenzó a filtrase dentro del automóvil.

Cerró los ojos en el momento en que el cristal completo cedió bajo la presión hidrostática y el agua se metió con furia dentro del coche, arrastrándola hasta el vidrio trasero, donde volvió a golpear duramente. Su cuerpo se dejó llevar por el vaivén de las olas furiosas bajo la superficie. Allí junto al roquerío de la costa descasaba su cuerpo adolorido, queriendo alcanzar a su hijo, donde quiera que él estuviese.

Belongs now, to the baby down the hall.

Había pasado el tiempo y ese bulto en medio de la sábana blanca había crecido. Ahora tenía un nombre y ese era Walter. Era un hombre, un joven sucio y con la mirada perdida, cada mañana caminaba a través del mismo desolado y gélido pasillo. Acariciando la muralla con la yema de los dedos. La tristeza le invadía siempre que venía a este lugar, mezclado con algo de alegría, pero era la mínima. Puede que el pequeño bebé ya no existía, pero el llanto era el mismo.

Madre… —Sí, él está llorando por madre, otra vez.

Oh now feel it comin' back again, like a rollin' thunder chasing the wind.

Golpeó la puerta con el puño y esperanzado, deseó que la abriesen. Su cuerpo, mente y anhelos esperaban, porque esperar es lo suyo. Sentado frente a la puerta con la cabeza entre las piernas, sentía que las tardes eran eternas y el latido que escuchó detrás de la puerta no pudo ser otro más que el latido emocionado de su madre. Se regocijó en la victoria del día.

Algo dentro de su cuerpo deseó volver mañana, pero sintió un terrible pánico cuando el mismo sentimiento se cubrió con una estela de inseguridad ¿Y si madre le rechazaba? ¿Si esa era razón por la cual no abría la puerta?

Apegó su oído contra la puerta para volver a escuchar ese latido, tal vez hoy y si lo deseaba fervientemente, madre abriría la puerta. Las lágrimas y el llanto silencioso se volvieron cada vez más sonoros, sabía que en medio de la lluvia y los truenos nadie podría oírle.

Madre tal vez sí.

Lightning crashes, a new mother cries.

Ella se detuvo en seco sobre la alfombra del cuarto que se sintió más áspera bajo sus pies descalzos, no recordaba cómo, pero había llegado allí, después de tantos años de búsqueda sobre la inmensidad. "Madre" ¿Alguien la llamaba "Madre"? Algo se estremeció en su corazón. Tal vez es ese llanto que escuchaba opacado por la madera de la puerta.

This moment she's been waiting for.

Se acercó a la puerta de su apartamento, rozando la pared con cuidado. Todo estaba tan cambiado. Casi no podía reconocer el cuarto donde dio a luz, aunque este siguiese siendo el mismo, incluso le pareció ver la sombra de su esposo caminando por el pasillo. Sin embargo, no era él, era alguien más.

Sintió pánico, lo que la obligó a arremeter contra la madera, la estaba arañando como los cristales en medio del océano cuando el vehículo se había estrellado contra las rocas. Supo en ese mismo instante que el llanto, terriblemente familiar, no podía ser nadie más que su pequeño hijo, el pequeño bulto entre la sábana.

Con todo su corazón deseó abrir la maldita puerta, pero no podía, no tenía la fuerza suficiente.

Se vio obligada a esperar, pasaron años para que el tan anhelado reencuentro se llevara a cabo, vio pasar hombres parecidos a su esposo en medio de la sala y el cuarto, pero ninguno de ellos era el monstruo que le había arrebatado a su hijo. Se sentaba a esperar por las tardes mirando a través de las ventanas, escuchando lo que había en la radio. Y por fin, un día la puerta se abrió. Pudo ver la luz detrás de ella.

Pale blue colored iris.

Madre… —Musitó Walter, sin aire. No es que lo necesitase tampoco, este era el momento que él y ella habían esperado por toda la eternidad.

Walter —Ella extendió sus brazos—. Te he esperado por largo tiempo.

I can feel it.

Es así como los huesos yacen erosionados bajo el mar y la arena, sobre las rocas, como pequeños hogares para diminutas criaturas marinas, de un cadáver que jamás pudo ser recuperado tras el trágico suicidio de la mujer del mirador, pero fueron las olas y el tiempo los que lograron que su alma pudiese ir en busca de aquel que amó y perdió una noche lluviosa. Y él hombre del abrigo azul por fin había logrado su cometido, los veintiún sacramentos se habían llevado a cabo y madre estaba de regreso.

All right.

Donde las almas encuentran consuelo al dolor de las pérdidas y en donde las batallas se ganan con perseverancia y amor, puedes venir a buscarlos, donde las bestias ya no están y las almas se reúnen, puedes venir a visitarlos.

La madre estaba nuevamente en el origen. Se había dejado llevar por la oscuridad y cayó al vacío. Anduvo entre las penumbras de la mano de la desesperanzada. Tuvo la tentación de causar el caos, pero gracias a la sabiduría, pudo sobrellevar la vigilancia sobre su hijo. Para finalizar en la Asunción.

Like a rollin' thunder chasing the wind, forces pullin' from the center of the earth again.

Madre acarició los cabellos claros de su hijo una vez más, todo parecía tan irreal que necesitaba asegurarse cada vez que veía el rostro de Walter cerca de ella. Sonrió, ya no tenía miedo.

Tampoco él, se aferró a ella en un abrazo tan apretado con intenciones de nunca dejarla, asegurándose de que estaban más unidos que nunca.

I can feel it.

La lluvia por fin se detiene paulatinamente y el sol comienza a asomarse en medio de los nubarrones que se niegan a marcharse. La vida después de la muerte si existía, el amor, también.

FIN.


N/A: Como la mayoría de la gente que me conoce, sabe, mi personaje favorito es Walter ¿Por qué? No tengo la más mínima idea, sobre todo cuando es un maldito dolor en el trasero cuando nos persigue durante el juego y Eileen que no correr tan rápido como deseamos.

Por lo demás disfrute un montón haciendo este One-shot, de paso decir que "Evie" es un nombre inventado por mí para la madre de Walter (No sé cuál es su nombre canon) el cuál usé en una de mis historias anteriores xD -yo y mi creatividad-, en fin, si encuentras este relato cargado a la melancolía, tienes que saber que me gusta deprimirme inventando historias tristes, eso.

Me basé en la canción Lightning Crashes de Live, de hecho, las letras en cursiva, pertenecen a la canción XD, pero no quiero llamar esto song-fic.

Entonces, gracias a todos y todas que se pasan por aquí a leer. Recuerden que pueden dejar un comentario sobre qué les parecido o alguna queja, duda, crítica o cualquier otra cosa que quieran decir, aquí abajo en la cajita siguiente ;)

¡Nos vemos pronto!

Edición: Enero 06, 2012.