10 años habían transcurrido desde la pelea con aizen, durante ese periodo, cambiaron muchas cosas, ichigo y rukia definieron su relación, ya no era una simple amistad, ahora es amor, un sentimiento mas profundo que los llena de felicidad. Los 2 vivían en unión libre, en un pequeño departamento, pero decidieron casarse, ya era tiempo, estaban juntos más de 4 años.
Ichigo estaba recargado sobre el soporte del sillón, después de una larga jornada en el hospital(N/A fresita es doctor, su especialidad es ginecología…………...¡Mentira!, es pediatra) quedo desecho, tenia sueño, los pies le dolían por estar tanto tiempo parado, parecía mapache, hermosos bultos negros resaltaban debajo de esos ojos ámbar y para colmo tenia que escuchar las quejas de la morena, la cual, se encontraba sentada en sus piernas, ¡bellísima escena!, de no ser por que él estaba roncando y ella solo habla, habla, habla…….¡dios no se calla!
¿oi ichigo me estas escuchando?—se quejo amargamente la futura señora fresa.-- ¡oi ichigo estas dormido!—con ambas manos estiro ese par de cachetes rosados.
"oi rukia déjame dormir"—sujeto su cintura y la atrajo hacia él. —"hoy tuve un día muy pesado"—la morena seguía sobre sus piernas, con delicadeza quito los mechones de su frente, la acaricio, depositando un beso en ella. —"te prometo que mañana hablamos de esto"—dejo caer su rostro en el suave pecho femenino, en segundos, Morfeo lo envolvió en un profundo sueño.
"buenas noches, mi dulce fresita"—rodeo el torso de ichigo, su cabeza descansaba en su hombro, por esta noche dormirían en el sillón, el cansancio les gano.
AL DIA SIGUIENTE, 7 A.M. DE UN DIA MARTES
La morena fue la primera en despertar, miro a ichigo, se veía tan tierno dormido, que lo dejo descansar un rato mas, trato de levantarse, pero una mano rodeando su cintura se lo impidió, con delicadeza la retiro, acaricio la mejilla del chico y se puso de pie, un nuevo día la esperaba, tenia que planificar una boda.
Se metió a bañar, la diminuta bata que cubría su cuerpo cayo al suelo, quedo completamente desnuda, lista para tomar una buena ducha de agua fría, sip, solo ella y la regadera.
El ruido del agua lo despertó, ichigo abrió los ojos poco a poco, encontrándose con una luz brillante que traspasaba las cortinas de la ventana.
"oi rukia"—estiro los brazos al mismo tiempo que bostezo. —"oi rukia"—volvió a llamarla.
Se levanto del sillón, escucho a la morena cantar, siempre lo hacia, la regadera la inspiraba.
Kurosaki camino hacia el pequeño cuarto, abrió la puerta, una hermosa silueta se dibujaba en la tenue cortina, ahí estaba ella, su morena, tomando su baño matutino de todo los días. Con una mano corrió la tela fina, ¡que hermosa!, no se cansaba de verla, el agua recorría cada curva marcada, sus senos, sus caderas, sus piernas, toda ella, estaba a su merced, esperando a que él entrara y disfrutara de su piel.
"rukia"—suspiro su nombre mientras acariciaba su espalda.-- ¿Por qué no me despertaste?—bajo su cabeza y le mordió la oreja-- "estuve a punto de perderme esta delicia de anatomía"—palpo la redondez de sus pequeños seños.
"oi ichigo, vas a llegar tarde"—aviso la morena quitando su empapada playera, la regadera hacia lo propio mojando ambos cuerpos.
"al diablo con mi trabajo"—ayudo a rukia, el mismo se deshizo de su pantalón y bóxer. —"hace mas de 2 semanas que tu y yo no tenemos sexo"—libre de cualquier ropa que pudiera obstaculizar su desempeño, alzo a la morena por la cadera y esta le rodeo la cintura, entre caricias, besos, gemidos, desataron su deseo.
Ambos chicos tenían una sonrisa que en tiempo no se les veía, esos 60 minutos de meditación profunda, reconstrucción masiva del hoyo negro, les hacia falta, sus rostros irradian alegría, están listos para comenzar el día.
"oi ichigo"—levanto un catalogó que inoue le recomendó, de volumen grueso, contiene mil sugerencias para una boda perfecta. — ¿Qué color te gustaría para las mesas, blanco o crema?—con el dedo índice señalo una opción de la pagina 44.
"El que tú escojas esta bien para mí"—dio un trago a su café, cambio la pagina del periódico, esa acción desinteresada molesto a la futura señora fresa.
"entonces, negro será"—con furia cerro el catalogó entre sus manos.
¡oi rukia, no es un velorio, es nuestra boda!—escupió el café que minutos antes bebió.—"no puedes elegir negro"—tomo una servilleta, limpio su camisa, dejo el periódico sobre la mesa y observo a la morena-- ¿Qué pasa, por que estas molesta?
"no se, dímelo tu, señor me da igual"—se cruzo de manos. —"eres un insensible kurosaki ichigo"—frunció el entrecejo.
¡Idiota, a quién le dices insensible!—en un arrebato de ira, se levanto de la silla. —"acaso, no fui yo quien te dio ese fastuoso anillo, no soy yo el que te cuida cuando estas enferma, no soy yo el que te cumple todo tus caprichos……….."ichi quiero ese chappy rosado"…."ichigo quiero cortinas nuevas"….. Lo único que……."—una voz melancólica lo interrumpió.
"ya lo se, soy una carga para ti"—se quito el anillo y lo dejo en la mesa. —"por que no le pides matrimonio a una mujer de verdad"—recordó que ella es una shinigami, no esta viva, es solo un alma en un gigai.
¡baka!—tomo el anillo.—"tu eres mas mujer que cualquiera de este planeta"—sujeto su muñeca, con un impulso la pego a su cuerpo.—"te pedí matrimonio por que te amo"—con la extremidad libre, coloco el anillo en su dedo, le entalla perfecto.
¿De verdad?—interrogo rukia con la mirada triste.
¡baka, tu eres la única para mi!—sonrió, su rostro reflejaba su sinceridad.-- ¡ven!—sosteniendo su extremidad la guió de vuelta a la mesa-- ¡planeemos nuestra boda!
Tras la discusión que tuvieron, dedicaron su tiempo en buscar el mejor arreglo floral, el color de las sillas, mesas, servilletas, en fin, una elección difícil de tomar, habían colores hermosos, no sabían por cual optar, ichigo pregunto varias veces a la morena, pero ella estaba igual de indecisa, ¡vaya problema el que tenían!, los minutos transcurrían, debían darse prisa.
"oi rukia, decide de una vez por todas, llevamos aquí mas de 6 horas"—tenia las piernas entumidas, había pasado el resto de la mañana sentado en una silla. — ¡rukia, el rosado NO, si vas a elegir un color que sea el melón!—aviso ichigo refunfuñando entre dientes.
"oi tu me dijiste que eligiera el que yo quisiera"—alzo la voz. —"neh ichigo, me gusta el rosado"—acariciaba su barbilla con la intención de cambiar su opinión.
"pero el melón es mas sofisticado"—su voluntad de acero le dio la fuerza necesaria para no caer en la seducción de la morena. —"además, decidimos que juntos elegiríamos la mejor opción"—beso el dorso de la mano que minutos antes lo estaba tentando. —"es lo justo, ¿no crees?"—le guiño el ojo.
"tienes razón"—apoyo la decisión. —"entonces, melón será"—cerro el catalogó, por fin todo había acabado.
Ambos chicos salieron del departamento agarrados de las manos, los 4 años de convivencia les permitía esa demostración tan sincera, después de todo, son una pareja a un paso del matrimonio.
"oi ichigo tengo hambre"—era muy tarde, el desayuno de esta mañana se había digerido, su estomago quedo vació.
¡Es verdad, se me olvido por completo!—revolvió su cabello. —"el viejo nos invito a comer"—soltó a la morena para rodear su cadera. —"dijo que quería hablar de algo, no te preocupes, no debe ser importante, de seguro es algo depravado"—con una sonrisa tranquilizo a la chica.
¿oi ichigo, estas seguro?—dudosa de su respuesta insistió la morena.
"Hi, solo quiere pasar un tiempo con su nuera"—inclino su cara y beso esa fina melena negra. —"el viejo te aprecia mucho, también mis hermanas"—por las calles de karakura caminaba al lado de su futura señora.
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CASA KUROSAKI
Después de que ichigo se mudo al departamento con rukia, la casa kurosaki se volvió pacifica, los pleitos padre e hijo terminaron, los gritos de cierto hermano energúmeno se callaron, sip, todo era tan distinto a cuando era solo un niño de 15 años.
El timbre de la puerta sonó, karin fue la encargada de abrir.
¡ichi-nii que milagro que vienes a visitarnos!—estaba feliz de verlo, aunque se negaba a creerlo. —"pensamos que un oso te trago y te escupió por tu mal sabor"—ese era el sello que distinguía a karin, su sentido del humor.
"oi karin, no seas así"—dijo ichigo molesto. —"el viejo nos invito a comer"—sujetando la mano de rukia se adentro a la maravilla de esa casa antigua.
¿rukia-chan, como te trata el payaso de mi hermano?—curioseo karin.
"bien, pero tiene su genio"—admitió rukia.
"si lo sabré yo"—caminaba a un costado de su cuñada. —"ichii-nii es una dinamita, en cualquier momento explota"—ichigo se adelanto, paso de largo a las 2 muchachas, por lo que no se percato de la conversación. —"pero, es un buen hermano, siempre nos esta cuidando"—una virtud entre tantos defectos.
"ichigo tiene un corazón enorme"—giro el rostro para ver la espalda de su futuro esposo.
Yuzu se encontraba ocupada en la cocina, preparaba un guisado de sandia (yummy, primero se licua la sandia con ejote y…………... luego les doy la receta), pero tan pronto escucho las voces de ichigo y rukia, salio corriendo, dejando sus labores a un lado, extrañaba tanto a su hermano, que solo anhelaba saludarlo.
"ichii-nii, rukia-chan, que bueno que aceptaron la invitación de papá"—abrazo a ichigo, sorprendiendo con este acto al chico. —"te extrañamos ichi-nii"—escondió su rostro contra el torso.
"no le hagas caso ichi-nii, yuzu es una dramática"—indico karin rascando su cabeza. —"por cierto, ¿Cuándo es la boda?"—Escondió sus manos en los bolsillos de su pantalón—"inoue nos dio la noticia, es algo comunicativa, nunca se le escapa nada"
"Dentro de 2 meses"— se acerco a yuzu, verla llorar le dolía en lo mas profundo de su alma--"espero que tu y karin acepten ser mis madrinas de honor"—acaricio la mejilla mojada por tanta lagrima.
"hai"—la chica afirmó, limpio su rostro, el llanto lo dejo húmedo y estropeado.
El ausente de la casa llego, sip, nuestro querido ishin se integro a la diversión.
¡rukia-chan, es un honor tenerte de vuelta!—abrazo la delgada figura de la morena.-- ¡ese hijo mió es un maldito bastardo!—sus mejillas se sonrojaron por sentir tan cerca a su nuera.---¡Masaki nuestro hijo se nos casa!
¡oi pervertido suéltala!—ichigo es un celoso empedernido, no le gusta que nadie toque a su morena y menos en su presencia.-- ¡oi, te advertí que te alejaras de rukia!—"el derecho ajeno es la paz", bien lo dijo benito Juárez, pero esto no lo sabia su padre, esa ignorancia le causo tremenda patada en la cara.
Después de revivir viejos hábitos, la comida paso tranquila, dentro de lo que cabe, aunque no falto uno que otro grito por parte de ichigo, a pesar de sus 25 años sigue siendo un niño.
La despedida fue difícil, yuzu y karin estaban tristes, no querían que su hermano se fuera, ¡sabrá dios cuando lo volverán a ver!, lo mas seguro es que en su boda, si tienen suerte, un mes antes o cuando la morena los llame.
Eran las 6 P.M., el día terminaría en pocas horas, rukia e ichigo tenían sus planes cada uno, habían pasado la tarde juntos, era hora de afrontar sus responsabilidades, fresita kurosaki se dirigió al hospital, algunos enfermos lo esperaban para recibir su tratamiento, por su parte, la morena se encamino al lugar donde vería a inoue para escoger el vestido perfecto que la haga lucir como un sueño.
6.30 P.M., TIENDA "TIMBUKTU: HERMOSOS VESTIDOS DE NOVIA"…………….. (P.D. no se acepta devoluciones)
Ambas damiselas se adentraron a la fastuosa tienda, tuvieron suerte de no perderse, pasillos, escaleras marcando el segundo piso, cuartos dividiendo cada sección, novias peleando por un mismo vestido, era todo un circo, de no ser por la señorita encargada, hubieran salido lastimadas.
"mi nombre es Carmela en que puedo ayudarles"—con una sonrisa y de manera amable se presento la empleada de la tienda.
"eno queremos ver los vestidos de novia"—mas emocionada que rukia contesto la pelirroja. —"mi amiga se va a casar dentro de 2 meses"
¡ho que maravilla, otra afortunada novia!—junto ambas manos dando una palmada.-- "que suerte tienes pequeña"— se puso los lentes que colgaban de su cuello, tenían aumento, no puede ver de lejos-- "estamos en época de sequía, es difícil atrapar a un hombre, con eso de que ahora son metrosexuales o de mano caída" ¡que dilema mas grande, cuidado chicas!
"oi inoue esta señora esta loca"—aviso la morena con la mirada perpleja.
"eno kuchiki-san, no te preocupes, la mayoría de la gente es así"
"ichigo no es así, el es diferente"—indico exasperada.
"eno kurosaki-kun es una excepción"—dijo inoue con voz suave.
"tienes razón"—una ligera risa cambio su frío semblante. —"mi ichigo es único"
20 MINUTOS DESPUES
15 vestidos pasaron por el delineado cuerpo de rukia, la frustración la invadió, ningún vestido le ajustaba, es muy delgada, cada uno de ellos tenía su desventaja, le quedaban holgados o largos, que momento más amargo estaba pasando.
"eno kuchiki-san no llores, encontraremos el vestido indicado"—le ofreció un pañuelo bordado que guardaba en su bolsillo izquierdo.
¿Quién esta llorando?—tomo el pañuelo y limpio su nariz. —"es solo un maldito resfriado"—respiraba de manera precipitada, estaba muy enojada.
"eno kuchiki-san, mídete este"—extendió el brazo con un vestido en la mano—"lo fui a buscar cuando te encontrabas en el cuarto de cambio"—explico inoue, pues la morena tenia cara de no entender nada.
"gracias inoue"—partió al pequeño cuarto, tenia que probárselo. —"espero que sea el indicado, es el ultimo"-- por la parte inferior de la puerta se vio caer su prenda.-- ¡no lo puedo creer!—un grito emocionado se escucho por todos lados.
¿No te quedo kuchiki-san?—interrogo orihime caminando hacia el pequeño cuarto.
La puerta se abrió, una hermosa novia envuelta en un vestido blanco se proclamó ante miles de extraños.
El vestido es perfecto, hecho a su medida, la tela fina se adhería al compás de su figura, strapple con un escote por delante, un pliegue a partir de la cintura formaba una bella caída, sencillo, pero dotado de una belleza majestuosa que la hará lucir como una reina el día de su boda.
¡Te ves preciosa kuchiki-san!—admitió orihime, no podía creerlo, parecía un sueño. —"kurosaki-kun se va a caer de la cama cuando te vea"—acomodo el velo que traía puesto la morena, blanco y transparente, con un adorno al inicio de este, similar a una aureola.
"ichigo no puede verme hasta el día de la boda, es de mala suerte, eso fue lo que me dijo karin"—caminaba de un lado a otro frente al espejo. —"quiero que sea una sorpresa para cuando camine por la iglesia"—con una sonrisa mostró su felicidad.
Y así, con bolsas sujetadas en ambas manos salieron del establecimiento, ¡vaya tarde que pasaron!
"iroiro arigatou, inoue"—se despidió con una gratitud en los labios.
"eno kuchiki-san no fue nada"—se sonrojo por tan honesta demostración. —"somos amigas, no tienes por que darme las gracias"
"hai"—asintió. —"sayonara"—con un ademán se alejo de la pelirroja, su sombra se disociaba conforme avanzaba.
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10:30 P.M.
La morena camino algunas cuadras antes de llegar a su sagrado apartamento, ¡maldición, que cansada estaba! Sus pies parecían tamal, planos e hinchados, los zapatos no ayudaron, le provocaron ampollas, desgarrador es su dolor, le ardían, pero estaba demasiado adormilada como para curarlas, mañana se encargara de ellas.
kurosaki llego minutos después, encontró a su morena sentada sobre la cama, con ese camisón que tanto le gustaba, dejo su portafolio en el sillón, se quito la camisa y se incorporo a un lado de ella.
¡oi ichigo!—se quejo rukia, una mano lasciva recorría su entrepierna.
¿Qué?—respondió inocente. —"quiero recuperar el tiempo perdido"—se acerco un poco mas, su cuerpo rozaba la delgada silueta. —"acaso es un delito querer estar contigo"—mordió la curvatura de su hombro.
"fueron 2 semanas no un año"—indico la morena fingiendo molestia.
¡Que dices, para un hombre 2 semanas es una eternidad!—acaricio sobre la fina tela uno de sus senos.
¡oi ichigo, estoy cansada!
"yo también, pero eso no es un obstáculo"—besó el cuello, su calido aliento impregnaba la pálida piel. —¡oi rukia mejor coopera o utilizare la fuerza!—mintió, él nunca se atrevería hacerla suya sin su aprobación.
¿Fuerza bruta?—bromeo rukia.
"oi, no te pases de lista"—bajo los tirantes, en segundos el tenue camisón cedió, sus senos quedaron al descubierto.-- ¡maldición rukia! ¿Por qué eres tan hermosa?—lamió el contorno de cada pecho, la morena solo disfrutaba, algunos gemidos salieron de su garganta, el placer era inmenso.
"ichigo"—suspiro, el chico se encargo del resto, retiro por completo el camisón, su cuerpo, su exquisito cuerpo, desnudo y terso, llamándolo, tentándolo, ¡como deseaba tocarlo!
"demonios rukia, no me vuelvas hacer esto, no quiero pasar otra semana sin sexo"—en susurro dijo ichigo. —"que piel tan deliciosa"—besaba cada parte de su forma.
"me encanta cuando hablas así"—rukia perdía la conciencia con cada caricia, quería tenerlo dentro de ella. — ¿oi ichigo que haces?—un dedo se inmiscuyó en su intimidad.
"solo quiero saber si estas lista"—sintió su humedad, no espero mas, la abrió de piernas, bajo su pantalón junto con su prenda interior, se introdujo en ella, lento, suave, estaba tan húmeda, dispuesta, que se perdió en la entrega, total y sincera. —"rukia"—gimió en placer, el vaivén se apresuro, profundo, rítmico, en segundos alcanzarían un orgasmo.
¡ichigo!—clavo las uñas en la espalda de mister fresa, sus músculos se tensaron al máximo, el clímax había llegado, fue rápido pero arrasador.
"rukia"—suspiro con la voz entrecortada, su respiración era agitada. —"para estar cansada lo hiciste muy bien"—admitió ichigo, su firme torso descansaba sobre rukia mientras su mano rodeaba su cintura.
"lo mismo digo"—acaricio la cabellera naranja. —"buenas noches"—el chico dormía en su regazo, tan lindo, tierno, tranquilo, simplemente ichigo.
