No estaba muerta, andaba de parranda.

Disclaimer: Ningún personaje aquí es mío, todo es de Marvel (y Disney), yada yada yada.

Algo bueno.

Ultrón.

Tu culpa.

Sokovia.

Tu culpa.

Wanda sabía que de sus poderes no podía salir nada bueno, los hechos hablaban por si solos.

Nigeria.

Tu culpa

La gente del edificio.

Tu culpa

Su pequeña familia estaba derrumbada y era su culpa. Siempre lo era.

Su gente.

Tu culpa

Su hermano.

Tu culpa.

A este punto ya no le sorprendía: poderes nacidos del caos mismo sólo podían crear caos, destrucción y discordia y todo lo que desordenara el mundo. No había límites y ella no podía contrarlo. No creía poder hacerlo nunca.

Pero la noche en Escocia arguye lo contrario tercamente, porque, aunque son escasas, hay noches en las que esa mujer flota a su lado, meciéndose suavemente en una hamaca invisible tejida con su magia y entonces el mundo no parece tan malo.

Wanda no sabe de dónde sacó semejante gustillo la espía, sin embargo no va a poner ninguna queja si eso, mecerse de un lado a otro como un bebé, la complace. No, Wanda no va a quejarse, porque hay a veces en las que el día es muy largo, el aire muy espeso, los huesos están demasiado cansados y el alma demasiado rota, veces en las que Natasha está tan cansada como para ser Natasha que sólo se desploma a su lado en la cama y la mira sin emoción, para que adivine que es lo que quiere y ella lo sabe.

Hay noches en las que la mece a una buena altura y tararea cancioncillas de amor en un ruso fluido pese al desuso, mirándola cerrar los ojos poco a poco, con una desconfianza que el sueño logra vencer.

Hay otras donde apenas la eleva, así puede hundir los dedos en el suave cabello ahora rubio y liso, mirándola mientras duerme. Natasha rara vez duerme profundamente, podría atreverse a asegurar que sólo lo hace cuando la mece, a un lado y al otro, son las veces en las que no quiere dejarla ir nunca. Son las veces en la que la magia crepita en la punta de sus dedos, rogando por entrar en su mente y ver ella misma todo lo que Natasha no le dice, todo el miedo que se le acumula en esta guerra; pero no lo hace y, en cambio, murmura su nombre como un mantra, trazando el contorno de su rostro delicadamente.

Wanda no lo hace, no puede hacerlo, porque son los únicos momentos en los que sus poderes hacen algo bueno.

Sí, débiles mortales, volví después de ¿tres años?, no lo sé, sólo sé que fue un larguísimo tiempo sin escribir fics y ayer, literal, soñe con este drabble, así que tenía que escribirlo. Podemos ubicarlo después de Civil War y es un poco de romance, un pelín (chiquito, chiquitito) fluffy y angustioso (¿?) para consolar mi corazoncito después de Infinity War (I´m dead inside) y, espero, el suyo también.

PD: Estoy obsesionada con el ScarletWidow y no me arrepiento de nada.

Ya saben como funciona esto: déjenme un sensualón review en esa hermosa cajita,que yo se los responderé con todo el amor del mundo :3