Nota: Dedicado a Luna Asami. Porque cuando dije que escribiría esto, se emocionò y me sugiriò esta pareja.

Espero que te guste, cielo.


Esa semana se cumplían 8 meses desde que QuickSilver no corría.

Al principio, todos creyeron que se debía al yeso que inmovilizaba la pierna rota, luego de la batalla con Apocalipsis. Pero el tiempo pasó y la pierna sanó. Y el velocista continuó sin correr.

Y luego de la felicidad momentánea debido a la paz que generaba que Pietro viviera en la mansión sin robar, correr, ni fastidiar con su hiperactividad: todos comenzaron a preocuparse. Porque ¿qué era un velocista sin correr?

Así los rumores crecían y la preocupación embargaba a todos, como si de una nube negra sobre las cabezas se tratase. Y las miradas acusatorias no tardaron en recaer sobre Warren.

Porque ¿Cómo no hacerlo? El anterior jinete, problemático y bebedor, era de poca confianza para todos allí. No importaba que la famosa Mystique lo salvara para darle refugio. Nadie se fiaba del Arcángel. Un tipo que solo tenía vistas negativas de todos y ahora más, siendo el novio de Pietro. Su velocista detenido.

Nadie podía pensar otra cosa más que culpar al problemático y cruel Arcángel. Para fastidio de este último.

Él no era fanático de oír los cuchicheos, ni siquiera de darle importancia a la opinión de los demás, pero las miradas hostiles y los insultos bajos ya habían colmado su paciencia por esos días.

—¡¿Por qué no corres?! —le gritó a su novio.

Pietro no pareció comprender. Observó impasible al furibundo rubio, hasta que su veloz mente le hizo comprender. La sonrisa juguetona, sin dientes que mostrar, torció los labios y dando un paso al frente, hundió el rostro en el hueco entre el cuello y el hombro de Warren, respirando calmo.

—Soy más rápido que la ley —dijo—. Mi madre se hartó de mi. Mis profesores también. —Warren quiso abrir la boca para cortarlo, fastidiado por la perorata, pero Pietro siguió hablando, sin parar a respirar—. Escapé de la prisión más segura del mundo con un tipo que mató al presidente a cuestas—enumeraba—. Salvé niños en esta mansión, antes que una explosión los tocara. Fui más rápido que mi miedo a hablar con mi padre. Me condecoraron con medallas, demostrando que no soy el perdedor que siempre creí… Y finalmente, después de una vida corriendo, alguien me atrapó.

Warren se tensó. No estaba seguro de lo que debía sentir al respecto. A fin de cuentas, él era el motivo de que QuickSilver dejara de correr. Los entupidos que hablaban tenían razón. Aunque no de la manera que podrían pensar.

—No te pedí que dejaras de correr —susurró.

—Lo sé. No se trata de eso —le respondió con una risita. Luego besó el cuello del otro—. Pero tú tampoco vuelas ¿no? —lo punzó, irguiéndose para mirarlo a los ojos.

Y Warren se relajó. Porque Pietro tenía razón. Y nadie ahí iba a entender.

Nadie iba a entender que ellos ya habían buscado demasiado. Y la búsqueda se había acabado. Ellos habían encontrado algo que los mantenía en paz.

Aunque fuera un Ángel que no volaba.

Aunque fuera un velocista que no corría.

Nadie más los entendería.


Nota: Todo empezò con la imagen que dejo de portada. Me resultò muy bueno como para dejarlo pasar.

Comentario, crìtica, lo que sea, pueden dejarlo en comentarios y yo responderè.

Es bueno volver de a poco.

Saludos. Be free, be happy.