Hereje y prófugo, ¿les suenan esas palabras?, normalmente usan la primera con las persona que van en contra de una ideología o una religión, que hablan o buscan algo que se opone a la enseñanza de la iglesia. La segunda se refiere a las personas que huyen y son perseguidos por romper las leyes de un reino o gobierno, tal vez por robar algo, matar a alguien, por planear contra los que están en el poder o como en mi caso, por no querer trabajar para ellos.

Me llamo Alex Rebel, y soy el "criminal/hereje" más buscado del mundo tanto por las iglesias como por la mayoría de los países del primer y segundo mundo, o al menos lo era.

¿Por qué?, resulta que soy un Biólogo genético y mi trabajo se enfoca principalmente en lograr mezclar el ADN humano con el de algunas especies animales para poder mejorar las capacidades humanas y dar una oportunidad a los discapacitados las oportunidades que les son negadas. Lo sé, está muy oído ¿no?, leí del tema en un comic de niño, me intereso, y una cosa llevo a la otra. Lamentablemente cuando proyectos como estos logran tener éxito, las personas en el poder no dejan de buscarles otro tipo de funciones, ya sea comerciales, o militares. Casi es lo mismo con las iglesias, solo que ellos me persiguen por intentar "arruinar lo creado por sus dioses" (creí que habían superado eso hace unos doscientos años).

Al menos puedo decir que mi "viaje" como prófugo me ha permitido conocer grandes partes del mundo, lastima que no me podia quedar para verlos mejor pero no entremos en detalles.

Era el "prófugo común" hasta que mi vida volvió a dar un giro por completo el día que llegue a un viejo castillo cerca de Hong Kong en la cima de una montaña. No pasaron ni cinco minutos desde que llegue al país cuando empecé a escuchar las sirenas de las patrullas persiguiéndome por todos lados en las montañas. No sé porque decidí escapar montaña arriba, si sé que entre más alto llegue menos oportunidad tendré de escapar, pero cuando vi el castillo no dude en entrar, esperaba que a lo mejor por alguna leyenda o algo no me siguieran. Ojala me hubiera equivocado.

Cuando me adentre al edificio principal caí por un agujero y termine en una montaña de arena, supongo que se podría decir que tuve suerte porque al mirar hacia el hoyo pude calcular unos diez metros de distancia por lo menos. Pero eso fue lo de menos cuando llegue al final de la habitación, una estatua de lo que parece ser un dragón chino enroscado y colgado en la pared, al acercarme encontré una pequeña mesa con velas en cada lado que encendí para luego notar que en la superficie del mueble habían doce piedras con forma de octágono, cada piedra tenía el dibujo de un animal distinto, había agarrado dos para observar cuando un ruido detrás de mí me detuvo.

Al voltearme observe a dos guardias que me ordenaban entregarme, o eso entendí porque no se hablar cantonés, pero antes de que siquiera de un paso sus expresiones pasaron de seriedad a terror y empezaron a dispararme, instintivamente cerré los ojos y me agache extendiendo ambas manos gritando que pararan, de repente oí algo parecido a una explosión junto con unos gritos y luego nada.

Cuando me atreví a mirar para saber que había ocurrido me quede anonadado, los dos guardias estaban tirados en el piso ¡carbonizados!, no sabía porque pero luego escuche como algo tintineaba en el suelo y cuando mire habían dos balas y también una de las piedras resplandecía de color rojo, cuando dejo de brillar pude notar que la piedra tenía la figura de un dragón rojo, algo tenía que ver con lo que le ocurrió a los guardias, pero no tuve tiempo de pensar en una explicación al escuchar como más gente se aproximaba. Sin pensarlo, tome el resto de las piedras, las guarde en mi mochila y escape.

Una vez fuera del castillo empezó otra persecución conmigo en un vehículo del ejército chino, conducir montaña abajo fue toda una odisea si tomas en cuenta que no había ninguna ruta para vehículos, tienes que evitar los espacios pequeños entre árboles, y los disparos por detrás. Casi lograba escapar, de no ser porque de la nada siento como algo golpea mi pecho y empiezo a escuchar una extraña voz que siseaba en mi cabeza. "Al fin soy libre", "Mis talismanes", "Maldito aparato de mortal", cosas así empecé a escuchar dentro de mi cabeza mientras observo como mi cuerpo empieza a moverse por sí mismo lo cual me aterro, intente volver a poner mis manos en el volante, pero mi cuerpo forcejeaba para agarrar mi mochila. "No te resistas basura humana" escuche en mi cabeza, y luego sentí como el vehículo, chocaba, explotaba, otra vez la extraña voz hablando en un idioma raro esta vez, un vórtice naranja, y luego nada.

Después de eso cuando volví a abrir los ojos, observe un cielo naranja y grandes rocas flotantes, de nuevo no tuve tiempo de buscar ninguna explicación al escuchar un fuerte gruñido y a una extraña serpiente transparente flotando sobre mí, por algún motivo se parecía a la estatua que vi dentro del castillo, y no sé porque pero sentía que me miraba con odio, mucho odio. La extraña serpiente empezó a gritarme cosas que no entendía, algo sobre que sus talismanes estaban dentro de mí o algo así, y enseguida se lanzó hacia mí.

Estuve huyendo de la serpiente durante horas, si no fuera por una creatura verde y gigante que se puso entre nosotros no habría podido esconderme. Después de un tiempo, descubrí que además de la serpiente habían otros monstruos raros, ocho en total, también que la serpiente se llamaba Shendu. Al parecer no quería que nadie supiera de mí pues ninguno de los otros seres me buscaba.

No sé cuánto tiempo había pasado antes de que Shendu lograra toparse conmigo y entrara a mi cuerpo de nuevo, enseguida volvió a hablar en ese idioma extraño y otra vez apareció ese vórtice naranja que me succiono. Podía oírlo en mi cabeza en lo seguíamos cayendo por el portal mientras repetía algunas palabras en lo que creo que es chino mientras aparecían imágenes de las piedras, no fue hasta que apareció uno con la imagen de dos tigres que pude sentir de nuevo mi cuerpo y empecé a tener algo de control de mi cuerpo, interrumpiendo a la serpiente y haciéndolo gritar en lo que una luz me dejo inconsciente.

Cuando abrí los ojos de nuevo pude ver un cielo azul, repleto de nubes, podía sentir una brisa de aire fresco, y escuchar el ruido ocasionado por algunas aves que andaban cerca y por suerte ninguna voz de serpiente. Sonreí como no lo había hecho en años, pero eso cambio cuando trate de pararme, porque no podía. Cuando me fije mejor en lo que me rodeaba, me encontré a mí mismo atado en un grueso árbol por una cuerdas, y por si fuera poco, cuando intente hablar, aunque oía lo que quería oír, escuchaba la voz de Shendu, solo que más grave. No sabía que pensar hasta que escuche un grito.

Frente a mi había un grupo de pequeñas personas, todas con un atuendo que parecía militar debido al chaleco marrón que todos llevaban y algunos también llevaban capas verdes, la mayoría se encontraban alejados de mi a excepción de tres sujetos dos varones, uno pequeño de pelo negro y el otro rubio y alto, y una mujer con lentes y castaña, la cual por algún motivo me miraba fascinada. Cuando notaron que los estaba observando al escuchar la voz de Shendu, se quedaron tiesos y mirandome estupefacto por unos segundos que me hicieron sentir algo incomodo, hasta que oigo a la mujer chillar emocionada en lo que se me acercaba diciendo un monton de preguntas sin darme ni siquiera el tiempo de entender una, ahi me senti peor. Mire a los dos hombres esperando que alguno la calmara o me dijera qie es lo que decía, sin embargo el pelinegro por algún motivo empezó a amenazarme exigiendo saber que era, confundido le dije que un humano, pero al parecer lo hice enojar y casi me ataca con lo que parecian dos hpjas de CUTTER de no ser porque el rubio lo de tuvo. Luego de calmarlo se viro hacia mí y me hizo la misma pregunta, me sentía extraño ante la situación pero luego de fijarme bien note que mis pies parecían las patas de un reptil pues tenía enormes garras y eran escamosas, luego me fije en mi torso y mis hombros todo estaba escamoso y de alguna manera musculoso, ahí entendí que las personas frente a mí no eran pequeñas, sino que yo era más grande. Algo debió pasarme cuando Shendu entro en mi cuerpo, porque ya no parecía un humano, ¡Sino más bien un dragón!

Bueno aqui lo prometido. Antes que nada debo de aclarar unas cosas referente a esta historia.

Primero. No esperen que escriba a menudo este fanfic. Lo hago solo para distraerme de mi historia principal, a veces es bueno darse algo de tiempo para planear una historia y precisamente para eso es esta, para dejar fluir mis ideas. Tal vez escriba unos cuantos capítulos más ahora que se acercan las vacacione por aqui en mi ciudad.

Segundo. Habran muchos flashbacks al principio. Esto porque quiero iniciar desde el principio de la trama de shingeki (desde el principio del manga) y no lo hare muy detallado.

Tercero. No logro identificar muy bien la personalidad de algunos personajes de shingeki asi de antemano lo lamento si es que me falla en alguno.

Cuarto. Como mencione antes (para los que leyeron las notas cuando anuncie este prologo) no aparecera ningun miembro de la familia Chan, habran menciones, pero nada más.

Quinto. La historia empieza desde el final de la primera temporada de la serie "The adventures of Jackie Chan" en una versión donde al destruir el cuerpo de Shendu no desaparece el castillo y nadie se llevo los talismanes. Se explicara en la historia.

Y sexto. Voy a aplicar mi propia version de el funcionamiento de los talismanes, a mi punto de vista debio de haber mas trucos si se usaban con el talisman del tigre.

Y algo más. Estoy abierto a sugerencias sobre lo que podria ocurrir en la historia.