Capítulo 1

El primer capítulo de este horroroso fanfic, por favor disfrútenlo.

Caminaba por aquellos barrios de mala muerte, se sentía melancólico y perdido ¿Por qué? Por cosas que él no quería causar pero sin previo aviso pasaban, eso lo hacía sentir tan… desesperado, cautivo, quería gritar, golpear, huir pero simplemente no podía, ese problema llamado Fiqpy nunca lo dejaría escapar.

Sin haberse dado cuenta había caído la noche y la tormenta había cesado y él había quedado empapado. Pues su mente estaba en blanco, en lo único en lo que podía pensar era en caminar. La capucha negra de su sudadera lo cubría del remoto frío, había dejado su uniforme militar ese día que intercambió por unos jeans rotos, una camisa blanca y unos tenis desgastados. Esa vez más que otras le recordaban las atrocidades que había hecho.

Flippy, ese pobre chico de cabellos verdes se preguntaba ¿Qué era lo que había hecho para merecer eso? ¡Nada! Era buen ciudadano, ayudaba en lo que podía y hacía servicios sociales, todo fue culpa de su accidente en la milicia, los médicos lo denominaban como Trastorno de identidad disociativo que le hacía cometer varios asesinatos y crueldades sin que él se diera cuenta, pero él sabía que no era eso, los médicos eran ignorantes y no se daban cuenta de que eso era imposible, pues este ser (Fliqpy) le hablaba y cada vez que aparecía sus ojos cambiaban a una tonalidad ámbar en vez de ese color jade.

Se despertó de su coma momentáneo para ponerle atención a su entorno, ese barrio estaba completamente vacío y obscuro, debía volver a casa pronto, bueno, no temía por las cosas que le hicieran, si no por lo que él pudiera hacer, en ese lapso de 30 segundos escuchó leves gemidos y sollozos "Como los de un gato" pensó, provenían de un callejón, era la boca del lobo, aún así su curiosidad pudo más.

-Hay…¿Hay alguien ahí?- Preguntó, Pfff como si alguien fuera a responderle, iba a dar media vuelta cuando escuchó un ruido fuerte de latas y cosas chocando entre sí.

Flippy, joven de 20 años no sabía que en ese momento conocería la clave para librarse de su malestar.

-Tranquilo o… tranquila, no te haré daño- Mentira- Lo prometo…quiero ayudar.

Algo en él le decía que lo que fuese que estuviese ahí necesitaba su ayuda.

De detrás de un cubo de basura una silueta humana se arrastraba con esfuerzo quejándose por cada movimiento que hacía, estaba… ¿Huyendo? Pues si lo hacía su intento fracasó y cayó al suelo. Flippy no dudo ni un segundo en ir a ayudar, al levantar a esa figura entre sus brazos se dio cuenta de que se trataba de una niña de 14 o 16 años, ella abrió los ojos.

-¿Estás bien? Te llevaré a un hospital- Pronunció Flippy, con tan solo decir la palabra "Hospital" la chica sacó fuerzas de quien sabe dónde.

-¡No! ¡No me lleves! ¡Lo pensarán de nuevo!¡Creerán que yo lo causé! Te lo imploro…- Comenzaba a llorar y se quedaba sin fuerzas de nuevo.

- E…Esta bien, te llevaré a mi casa.

La cargó en su espalda con cuidado de no lastimarla, llegó a toda prisa agradeciéndoles a todos los santos porque su casa estaba algo alejada de la ciudad y su único vecino era un hombre adulto que parecía tener retraso mental. Entró a su casa, dejó a la chica en su cama para luego ir en busca del botiquín de primeros auxilios, al regresar pudo fijarse más en ella.

Era bajita y de cuerpo menudo, su cabello era color rojo y estaba muy alborotado, traía puesta una minifalda y una playera beige, estaban sucias, mojadas por la lluvia y rotas, traía cortes y rasguños por sus brazos y piernas además de moretones y… ¿Mordidas? Si, se notaban las marcas de los dientes, extraño. Al terminar la curación (Y con mucha vergüenza) le cambió la ropa a la chica por una de sus playeras, no podía dejarla con la misma ropa, se enfermaría y le causaría más líos, no pudo evitar notar las cicatrices que surcaban la espalda de la chica, en fin, al terminar la arropó y se fue a dormir en el sillón de su sala, ese día fue bastante cansado.

A pesar de la gravedad del asunto Flippy se sentía bien, acompañado, como si estuvieras mucho tiempo en la oscuridad y de repente te acariciara un rayito de Sol.

"¿A caso necesitabas a alguien más desgraciado que tú para ser feliz?"

Ignoró el comentario del asesino de su cabeza, pues de cierta forma tenía razón, él necesitaba que lo comprendieran.

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Buuuuf, el primer capítulo, ¿Qué les pareció? Por favor dejen reviews acepto cualquier clase de crítica constructiva, en el próximo episodio explicaré más cosas, mientras tengan paciencia.