Disclaimer: El mundo y los personajes pertenecen a J. K. Rowling y la historia pertenece a Noppoh, quien me ha otorgado el permiso para traducir la historia.
Titulo original: A Happy Nightmare
Autor: Noppoh u/7858204/Noppoh
Traducción: Nerissa Nacreous
Capítulo 1
Hermione se movía y giraba con brusquedad en su cama, incapaz de dormir la noche completa. Con un suspiro, corrió las sabanas y se levanto de su cama con dosel. Decidió que seria buena idea tomar una caminata alrededor del Lago Negro y apreciar el reflejo de la luna en su superficie. Era mediados de abril, las vacaciones de Pascua habían comenzado. Se colocó ropa extra bajo su abrigo para alejar el frio que todavía se hacia presente en los aires nocturnos.
Reflexionó los sucesos del año pasado mientras hacia su caminata a través del castillo. Después de la batalla de Hogwarts, Hermione ayudó diligentemente a la profesora McGonagall con la reconstrucción del castillo. A mediados de agosto la reconstrucción estaba casi completa. Sólo los jardines todavía presentaban rastros de la batalla que ganó, como las personas la llamaban estos días, "La Guerra Oscura". La reconstrucción de estas zonas continuó hasta que la nieve empezó a caer en octubre y recientemente empezó de nuevo.
Cuando la reconstrucción del castillo se estaba acercando a su final, McGonagall le preguntó si a ella le gustaría tomar el puesto de profesora de Transfiguración, debido a que ella estaría muy ocupada con sus tareas como Directora. Luego de algunas consideraciones, Hermione aceptó el puesto con la condición de que McGonagall le enseñaría cómo convertirse en un animago, su espíritu de aprendizaje todavía se hacia presente sin importar las dificultades de la guerra. La directora fácilmente concordó con la propuesta.
Cuando Hermione abrió una de las grandes puertas de la entrada, sintió la brisa fresca de la noche. Todo había empezada muy bien. Preparar sus lecciones, enseñar, clasificar y estudiar sus lecciones le hicieron esforzarse para mantenerse al día. Dominó rápidamente su transformación de animago, a finales de enero ya lo había logrado, pero nadie se sorprendió realmente y ella logró relajarse un poco.
Posteriormente empezaron las pesadillas. Soñaba que moría horriblemente de una forma u otra casi todas las noches y a menudo despertaba gritando y aferrada a su propio sudor. Algunas veces soñaba que ella estaba de vuelta en la mansión Malfoy. La risa demente de Bellatrix resonando en su cabeza. Las pocas y raras noches sin sueños la hacían despertar sintiéndose que como si no hubiera dormido del todo. Eso la dejaba temerosa de volver a dormir y ahora se le dificultaba quedarse dormida.
Se acerco a su árbol de sauce favorito al lado de lago y cansadamente bajó su cuerpo hasta quedar sentada en la base, con su espalda descansando en el tronco y los ojos cerrados. Ella podía escuchar el leve susurro del viento y el sonido del lago en movimiento a unos metros de distancia.
Antes de que se diera cuenta se quedó dormida, sólo para despertarse cuarenta y cinco minutos después gritando con toda la fuerza de sus pulmones. Por puro instinto se levantó de su sitio y se alejó corriendo. Un sonido que vino desde su espalda la hizo girar con su varita lista en su mano.
–Expelliarmus– ella gritó, seguido rápidamente de un Stupify.
En el último momento, movió su brazo violentamente, enviando el hechizo fuera de su blanco mientras recuperaba todos sus sentidos. De pie delante de ella, estaba ningún otro que Severus Snape. Él había dispuesto rápidamente su ataque con un hechizo no verbal y un corto movimiento de varita. Sus habilidades obviamente acercándose a la perfección. Las manos de Hermione volaron a su boca.
–Oh, profesor Snape, lo siento mucho. Yo estaba teniendo una pesadilla y de pronto desperté y usted apareció de repente, yo no estaba pensando y…
–Granger– La interrumpió.
Hermione se dio cuenta de que estaba divagando y serró su boca.
–De verdad lo siento– murmuró mientras guardaba su varita en el bolsillo.
Snape simplemente la miró. –¿Qué está haciendo aquí a estas horas de la noche, señorita Granger?
Hermione aparto la mirada de su obscura figura y se giro hacia el lago. Se sorprendió al ver que estaba dos pasos del agua y se dio cuenta de que hubiera caído en el lago si el profesor no hubiera hecho algún sonido.
–No podía dormir– respondió– la luna y el sonido del lago me tranquilizan.
Hermione sintió su mirada y de nuevo observó en su dirección.
–Yo podría preguntarle lo mismo– dijo ella.
Él simplemente levanto una ceja y ella se acobardó bajo su mirada bajo su mirada. ¿Cómo todavía él podía hacerla sentir tan nerviosa?
–Ehm, bueno, yo debería, ehm, volver adentro– tartamudeó. –Buenas noches, profesor.
Hermione empezó a alejarse.
–Es luna llena– escucho después de un tiempo. Ella lo miró sobre su hombro con la mirada vacía hasta que la comprensión la golpeó.
–Ingredientes para pociones, por supuesto, debí haberlo sabido.
Ella asintió con otro "Buenas noches" y empezó el largo camino de vuelta a sus habitaciones. A lo largo del trayecto se sumergió en sus pensamientos y a cada minuto se sentía más horrorizada. ¡Ella lo había atacado! Tomando en cuenta que ella estaba en una pesadilla y actuó sólo por instinto, pero aun así.
Ella no logró más que admirar las habilidades con las que él desvió sus ataques. Gruñó. Él debió haber escuchado sus gritos. ¡Que vergüenza! Hermione recordó su sueño. Una persona sin rostro le golpeo sus órganos con un Engorgio, haciendo que su cuerpo explotara de adentro hacia afuera. A pesar del problema que esto le ocasionaba tuvo que admitir que su mente se estaba volviendo creativa. Sin alegría sacudió su cabeza.
Severus observó como Hermione Granger se retiraba. Él estaba en su campo de plantaciones cuando vio una figura debajo del sauce. Una vez que estuvo más cerca, reconoció la figura durmiente de la señorita Granger.
El súbito grito que emitió ella, le hizo tomar su varita por puro reflejo. Lo cual fue suerte, por que una vez que él hizo un sonido para prevenir que ella corriera directo al lago, ella se giró tan rápido que él pensó que no hubiera podido defenderse a tiempo si no hubiera sacado su varita. El hecho de que le preguntara que hacia él y que no notara la bolsa que llevaba demostraba que ella no estaba bien, le hizo preocuparse. Un sentimiento con el que no lidiaba. Por qué él sintió la necesidad de responderle su pregunta, sin embargo crípticamente, él no lo consideró del todo.
Tan pronto como él estuvo seguro que ella no podría escucharlo llamó a su elfo domestico.
–Toma un vial de poción para dormir sin sueños de mi reserva personal y ponlo en la mesita de noche de la señorita Granger.
El elfo lo miró un poco sorprendido pero diligentemente desapareció con un suave plop.
Gracias por leer.
