Disclaimer: South Park y sus respectivos personajes pertenecen a Trey Parker y Matt Stone.

Hola~ Llevo mucho tiempo sin escribir nada (esta es la primera vez que subo algo aquí) Así que espero que sea de su agrado D: Una vez más, le dedico este fic a dark-hamelin y su hermana por ser las mejores :3

La nieve adornaba las calles, Craig Tucker caminaba con las manos dentro de los bolsillos. Las palabras de Stanley Marsh invadían su mente: "hace falta más que una simple excusa para dejar de amar a alguien" Pasó noches en vela queriendo descubrir que había querido decir, ¿amaba a Wendy? ¿solo había estado jugando con él? No lo entendía. Una parte de su mente quería dejar de pensar en ello, pero tenía que ser realista: los años habían bastado para que la chica de ojos azules acabara consumiendo el corazón de quien amaba.

Pensó que esa mañana sería como cualquier otra, hasta que vio a Clyde al final del pasillo, hablando con su novia. Se acercó a él con la intención de saludarlo como siempre lo había hecho pero antes de levantar la mano izquierda con esa sonrisa tan poco característica suya, una voz molesta invadió sus oídos."Stan y Wendy están juntos de nuevo" fueron las palabras exactas de Bebe, ¿debía creerle? Era la mejor amiga de Wendy, ¿y si estaba jugando con él? Imposible, no había notado su presencia.

Ahora, en el patio de la secundaria, cuando todos habían abandonado el lugar debido al sonido de la campana, su respiración se hacía más lenta y dolorosa. El dolor invadía su cuerpo a ratos, pero con un esfuerzo sobrehumano, lograba controlarse. Tenía que ser rápido, necesitaba irse de allí antes de que sus ojos delataran el dolor de su alma muerta.

- Estoy cansado de que no sepas lo que quieres -dijo finalmente algo cortante, mirándolo fijamente a los ojos.

- N-no... -musitó Stan, lucía cansado y triste, pero Craig mantuvo su posición firmemente.

- Basta, siempre escucho tus tonterías, pero tú nunca me escuchas a mi. ¿Te has parado a pensar en lo que yo quiero?

Stan bajó la mirada. Se sentía avergonzado, era cierto: nunca se detuvo a pensar en lo que Craig quería. El miedo le heló la piel, sentía como lo estaba perdiendo, el tiempo se iba y junto con él, cada fragmento fue entonces cuando el dolor invadió cada zona de su ser, cuando las palabras de destruyeron lo poco que quedaba de él luego del divorcio de sus padres.

- Marsh, se acabó, ¿vale? -le gritó Craig. Sus ojos daban a entender que estaba herido, y más que eso, estaba roto- Estoy aburrido de seguir tus juegos, y se acabó.

No dijo nada más, porque a pesar de todo, sentía con el alma el daño que le estaba causando, y finalmente lo poco que quedaba de aquel chico problematico y solitario, se marchó, y a Stan le pareció que todo se fue con él. Cayó al piso de rodillas mientras sentía como su corazón era dividido en cientos de fragmentos. Comenzó a llorar, la impotencia rodaba por sus mejillas acompañado de la soledad y la agonía. El cielo se tornó aun más gris, o eso le parecía. Comenzaba a perder la conciencia lentamente, y en el momento donde sus ojos se rendían ante la luz del día, se dio cuenta de que amaba a Craig Tucker.