Era un dia caluroso, pero no se podía pensar en eso mientras se estaba en el autobus noctámbulo. Hermione Granger se encontraba de camino a Ottery St. Catchpole. Se sentía incómoda con los ojos de aquel muchacho posados en ella, en especial cada vez que caía y se le desacomodaba la blusa.
McLaggen se llamaba el tipo, había intentado mantener una charla con ella, pero desistió debido a las sacudidas del autobus, se limitó a mirarla con descaro.
_Ottery St. Catchpole_ dijo Shunpike quien la miraba de vez en cuando más discretamente.
_Nos vemos en Hogwarts, Granger._ Hermione solo le dirigió una media sonrisa sólo por cortesía.
Ya caminando por el pueblo dirigiéndose a la colina, Hermione meditó en lo que dijo su madre algún día años atrás cuando ella comentó tratando de ser discreta pero sin lograrlo que ningún chico se fijaba en ella, su madre le aseguró que en pocos años estaría harta de tantos pretendientes que tendría. Pues bien, ya habían pasado tres años de esa conversación y aveces deseaba que su madre no hubiera tenido razón, no esperaba que sus pretendientes se limitaran a se observadores que llegaban a ser un tanto desagradables.
A lo largo se veía aquella casa deforme que sería su hogar hasta volver a Hogwarts, de seguro la Señora Weasley la estaría esperando con un gran abrazo y comida, el Señor Weasley debía de estar trabajando, Ginny dispuesta a contarle como le iba con sus amores y Ron desgarbado y torpe. No sabía si Harry se encontraría y la verdad agradecería que no estuviera pues no sabía aún como comportarse con el con lo recientemente sucedido.
El terreno era desigual, con baches y huecos cubiertos de hierba haciendo imposible distinguir los obtáculos, Hermione cayó y salió rodando en dirección a la casa con su baúl siguiéndola a toda velocidad pegando brincos. Y allí lo divisó, a Ron, cerca de la entrada con una guadaña cortando el cesped de la entrada.
La chica paró a unos cuantos metros disfrutando de aquel olor tan propio del cesped recién cortado, Ron había interrumpido su faena para poder reirse de ella desenfrenadamente sin preocuparse siquiera en ayudarla.
_No te preocupes, yo puedo sola_ lo fulminó con la mirada.
_Lo siento_ dijo él entre risas ofreciéndole la mano. Al tomarla Hermione tuvo aquella sensación que no entendía, de llenura, cariño y mareo (estoy enamorada), ya no estaba tan enojada, pero continuó aperentando estarlo. Tomó su baúl y empezó a caminar dignamente hacia la casa. Ron se quedó intentando no reir, pensando si había sido tan grave, pero Hermione se enojaba con demasiada facilidad, ya se le pasaría.
La muchacha entró quitándose algunas hojas del cabello más enmarañado aún, su cabello de "bruja".
_Hola…
_¡Hermione! ¡Hola! Viniste pronto_ se acercó Ginny que estaba pelando papas, la abrazó si tocarla con las manos.
_¡Ah, cariño! ¡Qué grata sorpresa! Siéntate, pronto vamos a comer. ¡Ah, claro! Tus maletas._La señora Weasley se apartó de la cazuela que atendía y con una sacudida de varita dirigió el baúl por las escaleras._Dormirás con Ginny, como siempre.
_Gracias…_ Hermione reparó en otra mujer que la miraba, era la chica Delacour, la semiveela._Hola.
_Tu cabello se ve espantoso_ saludó Fleur frunciendo el seño._ Debeguías cuidaglo.
_Lo sé_ dijo Hermione algo molesta_ es que me caí cuando venía de camino.
_Debes migag pog donde pisas, las chicas aquí son muy descuidas, guecuegdo que mi madge siempge…
Hermione miró a Ginny quien le dirigió una mirada de comprensión. Pobre Ginny, Fleur de seguro la había tomado principalmente con ella, pero sin duda Hermione compartiría el martirio.
_Lo siento_ dijo Hermione tratando de ser cortez._ Trataré de ser más cuidadosa. Pensé que no te volvería a ver.
_¡Ah! Lo que pasa es que me voy a casag, ¡Me casagué con Bill! Clago que él no ha venido pogque ha estado tgabajando tanto… En fin, vine a conoceg a la familia y a mejorag el idioma, he estado tgabajando media jognada en Guingotts, allí Bill y yo nos enamoramos y hemos decidido casagnos…
_Muy pronto, talvés_ interrumpió la señora Weasley que ya había vuelto.
_Tonteguías_ respondió la semiveela con un movimiento de mano._ ¿Paga qué esperag si hay amog?
_Hermione, querida ¿quieres poner la mesa? Seremos cinco, Arthur llegará del trabajo por la noche.
_Sí, claro.
_¿Ya está la comida lista?_ Ron había entrado.
_En unos minutos cielo, ayuda a Hermione a poner la mesa.
_De acuerdo_ respondió el pelirrojo alcanzando los platos.
Hermione había madurado más y de tanto haberlo pensado por un par de años, estaba segura de que si tenía algún interés amoroso por alguno de sus amigos era por Ron. No había persona que lograra enojarla más de tantas maneras como él, pero en parte a ella a veces le gustaba que él le llevara la contraria, era un amor-odio.
_Molly, debeguías poneg más cuidado con la comida, está muy grasosa y no cgeo que quigas que tu hija no halle un buen maguido.
A la hora de comer, Hermione ya había recordado el desprecio que se había ganado Fleur por parte de ella hacía dos años, no sólo se lo recordaron sus quejas y comentarios, sino también Ron quien la miraba como estúpido. Sacudió la cabeza con fastidio para sacarse los pensamientos que pasaban por ella. Ya había recordado el problema con Victor Krum, situación que le hizo plantearse en verdad si sentía por Ron algo más que amistad.
_Pues, espero que cuando Ginny encuentre un hombre, este se fije más que en su aspecto físico, Fleur._ respondió la señora Weasley."Y no comas si no te da la gana", pensó Hermione que estaba segura que la señora Weasley pensaba lo mismo.
Más tarde Hermione acompañó a Ginny a dar de comer a las gallinas.
_Hermione… ¿a ti te gusta mi hermano?_ soltó la pelirroja agarrando desprevenida a Hermione.
_Yo.. eh_ Hermione miró a su amiga con la mente en blanco sin saber qué responder con la boca entreabierta, empezando a sonrojarse.
_ ¡¿Ya me dirás la verdad?! Sabía que tenía que agarrarte desprevenida, tus reacciones dicen la verdad. No lo puedo creer…
_¡Esta bien! Talvés si he pensado en él de forma diferente estos últimos años…
_¡Años!
_Sí, bueno… ¡No lo sé!_ dijo Hermione dando un pisotón como una niña_ estas cosas no son determinadas ¿o sí? Una no se da cuenta de la noche a la mañana…
_Pues, no sé cómo será para las demás, pero se que de Harry me enamoré talvés hasta antes de conocerlo.
_¡Yo no he dicho que esté enamorada! Solo que talvés no sienta el mismo tipo de cariño por Ron que por Harry, pero no ha sido cosa de un momento al otro… ni me di cuenta… ¡Ni te atrevas a contar algo!
_¡Y te atreves a dudar! ¿Qué clase de amiga me consideras?
_De cualquier manera seguro Ron se desternillaría de la risa, pensar en mi, con la veela en la casa.
_Ni te preocupes por eso, que Flegggrrr es solo temporal, se irá, además Ron no la quiere, simplemente es esa magia de las veelas que atrae a los hombres… ¿Y tú qué? Eres la que me hizo empezar a salir con otros para poder mantener una conversación con Harry.
_Yo daré consejos, pero no puedo seguirlos, Gin, no soy tan confiada.
_Yo estoy segura que ustedes dos acabarán juntos, están hechos el uno para el otro, ya te acordarás de mi.
_ Y tú ¿no sientes ni pizca de aprecio por Dean?
_ Es guapo, cariñoso y me agrada, pero no siento un vacío en el estómago al pensar en él como cuando pienso en Harry… ¡además es demasiado controlador!
Por la noche ya acostada Hermione se sorprendió a sí misma imaginando que Ron entraba a la habitación, claro que Ginny no estaba, y le confesaba todo lo que se había callado por años, pero por algún motivo ella en realidad no quería decir lo mismo.
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Hacía frío afuera y las nubes advertían sobre la lluvia, la niña se mantenía frotándose los brazos con sus propias manos en un abrazo que incluía sus piernas recogidas, a pesar de que en realidad no sentía el frío, sino calor como si se encontrara en pleno verano. Había perdido su abrigo, de seguro por eso sentía la necesidad de una fricción en sus brazos.
La chica miraba con odio a esos matones, cuatro años mayores que ella, en una esquina del patio de juegos de su escuela muggle. Parecían animales divirtiéndose desgarrando a la fuerza su prenda de ropa.
_¡Eres fea como una bruja!_ le decía uno.
_¡Además de tonta!_completó otro de los brutos, Hermione casi se lo creía, insegura de sí misma, pero la mirada asesina que le dirigió al muchacho no daba rastros de lágrimas o dolor, sino de rabia pura. ¡¿Ella tonta?! ¡Todo menos eso!
Los chicos de repente empezaron a cambiar, su cara era aún más horrenda, les empezaban a salir verrugas y morros de cerdo, de súbito calleron hacia atrás como impulsados por una corriente de aire y no se levantaron. La pequeña Hermione apartó la mirada con desgana y miró hacia arriba en dirección a los columpios. Una niña se impulsaba muy alto, pero muy alto, hasta que se convirtió en un borrón que pasó volando en escoba y Hermione sintió el ambiente fresco.
Hermione trató de seguir rápidamente con la vista el borrón sin penasar, cerró los ojos con fuerza y bajó la vista cuando miró el sol medio oculto por una nube. Al abrir los ojos no se encontró con un pecho plano de niña, sino el de una chica de 17 años. Ese sol resplandeciente le recordó a cierto pelirrojo y miró a McLaggen que ya había hecho cuatro paradas. Pronunció un confundus a la desesperada y con una risita observó con satisfacción cómo McLaggen perdía la última quaffle. Miró a su alrededor en busca de testigos, pero cerca de ella sólo estaban Crabbe y Goyle riendo como trols, nada de qué preocuparse… Pero ¿por qué no reía Malfoy? Hermione se fijó en él y notó que la miraba con expresión de desconcierto y ¿diversión? Él apartó de inmediato la mirada, pero la chica notó un brillo malicioso en sus ojos.
Entonces llegó Fred con una gallina en la cabeza y empezó a sentir calor.
_ Hermione, el desayuno. Hermioneeeeeeee._ decía Fred con voz femenina._ Tengo hambre. No te voy a esperar más, ya me voy._ y le pegó en la cara con la gallina.
Hermione despertó de golpe mientras veía la cabellera de Ginny pasar por la puerta.
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Hermione ya estaba harta de Fleur con sólo un día viviendo bajo el mismo techo, pero procuró no estresarse. Dos días después llegó Harry y el día se prestó para hablar y ponerse al día.
A pesar de eso, Hermione no podía sacarse de la mente aquel sueño tan real que había tenido, en especial ese brillo malicioso de Malfoy, pero decidió no darle mayor importancia, era suficiente con que él la incordiara en el colegio como para que arruinada sus vacaciones pensando en tontos sueños sin sentido.
Pronto en la mañana, mientras Harry los ponía al día con todo lo relacionado con Dumbledore salió a la conversación el tema de los TIMOS.
_ ¿No puede faltar mucho. Ya ha pasado un mes_ calculó Ron.
_ Un momento_ dijo Harry_ ¡Me parece que Dumbledore dijo que las notas de nuestros TIMOS llegarían hoy!
Esto le cayó a Hermione como un empujón a un acantilado.
_ ¿Hoy?_ exclamó_ ¿Hoy? Pero ¿por qué no…? ¡Cielos, debiste decírnoslo enseguida!_ Se puso de un brico y añadió_: Voy a ver si ha llegado alguna lechuza.
Dicho esto salió con prisas de la habitación y bricó las escaleras a la cocina sin saber muy bien cómo no cosiguió otro moretón aparte del que se dio con el telescopio de Fred y George.
_ ¡Señora Weasley!_ casi gritó al llegar a la cocina_ ¿No han llegado las lechuzas con los TIMOS?
_ No, todav… ¿¡Peró qué te pasó!?
_ Un invento de Fred y George, pero ahora no importa. ¿¡No se ha visto ni una lechuza!?
_No, cariño, cálmate. Siéntate para poderte curar ese moretón.
Hermione así lo hizo sintiendo que su corzón iba a salírsele del cuerpo. Estaba segura de que la traducción que hizo en el exámen de Runas estaba catastrófica y recordó además que el movimiento de varita que realizó al transformar la tetera no lo ejecutó con el habitual coletazo que le veía a MacGonagall. Y ¡Por Dios! Sabía que había estado muy insegura durante el exámen práctico de Defensa Contras las Artes Oscuras.
La señora Weasley se había sentado a su lado con un libro sobre la mesa realizando conjuros intentando curar el golpe.
_ No funciona… No lo entiendo. No te preocupes, cariño, lo solucionaré.
Pero pasaba el tiempo y el maldito morete no mejoraba, ¿qué se iba a quedar con una mancha en la cara para siempre? Lo peor es que en ese momento ya estaba segura que había reprobado todo.
Después bajaron Ron y Harry, discutieron un poco sobre los TIMOS y Fleur aportó su granito a la tensión de Hermione con sus comentarios no requeridos cuando Ron se prercató le las lechuzas que se veían por la ventana. Corrió hacia ella, junto a la ventana, y Hermione de repente sintó vengüenza por el golpe que tenía en el ojo.
_ Una para cada uno. ¡Oh, no! ¡Oh, no! ¡Oh, no!_ en su tensión la castaña tomó a los dos chicos por los codos sin importarle que les estaba haciendo daño.
Llegó la lechuza hasta sus manos, pero ella era incapaz de quitarle el sobre, los nervios eran demasiado. Por fin consiguió abrir su correspondencia… E, E, E, E, ¡S!, E, E, E, E, E... ¡UN SUPERA LAS EXPECTATIVAS!
Viéndo la carta en sus manos perdió el pavor hacia los resultados, pero al miedo lo reemplazó la desolación, su fe en ella cayó y se percibió como una mediocre entre una masa de solo excelencia ¡esa maldita S! En fin no era un cataclismo, pero esperaba más de ella misma.
Alguien le preguntó cómo le había ido.
_No está mal._ Respondió, Ron le quitó la hoja mirando sus resultados.
_Ajá, nueve extaordinarios y un supera las expectativas en Defensa Contra las Artes Oscuras. Y estás descepcionada ¿no?_ ella mintió negando con la cabeza, en realidad no le gustaba resignarse, pero pensó que talvés de su amigo debía aprender a no darle tanta importancia a las cosas. Ese pensamiento le recordó el sueño con el rubio despreciable y por alguna razón tenía el presentimiento de que iba a tener mucho de qué preocuparse.
