SNAPE
Mi nombre es Severus Snape, soy profesor de pociones en Hogwarts, el colegio de magia y hechicería más prestigioso del mundo. Tengo treinta y cinco años y soy el profesor más joven de Hogwarts, y la mano derecha de su director Albus Dumbledore, por desgracia también soy la mano derecha de Lord Voldemort, un poderoso mago que amenaza con acabar con todos los magos nacidos de muggles, es decir, gente no mágica, él cree que solo los magos de sangre limpia tienen derecho a poseer magia.
Yo soy fiel a Dumbledore y a la orden desde el mismo momento en que Voldemort mató a la que yo creí, era la mujer de mi vida, momento en el que juré hacer todo lo posible para derrotar al mago tenebroso haciendo de espia para la orden, y cumpliendo así con mi promesa de proteger al hijo de la mujer que yo creí amar, bueno, al menos ese fue el motivo por el que comencé a ejercer de espía para Dumbledore, por que con el tiempo me dí cuenta de que el poder no lo es todo y que hay muchos magos impresionantes y que son nacidos de muggles y que se merecen poseer magia incluso más que algunos magos de sangre pura, es más, yo mismo tengo sangre mestiza, mi madre era bruja y mi padre a parte de ser un maltratador de mierda, era muggle, quizás por eso al principio también me uní a los mortífagos, porque odiaba a mi padre y el me hizo adiar a todos los muggles, desde que estoy del lado de Albus Dumbledore y de la orden me he dado cuenta de que ese odio mío hacia los muggles era de todo irracional. Pués bien, Dumbledore me pidió que le dé clases particulares de pociones a la mejor estudiante de Hogwarts, claro que yo esto nunca lo admitiré en voz alta ya que es una Gryffindor, la señorita Hermione Granger, la cual resulta además ser hija de muggles. Con ella empieza mi calvario, pero también comienza mi vida.
