Bueno, esta historia lleva un tiempo rondando por mi cabeza. Tengo que decir que ya tengo pensado el final, pero no se cuanto tiempo tomará el llegar allí ni como va a desarrollarse la historia a pesar de que tengo una idea general y pensadas bastantes cosas. Esto es sólo un prólogo asi que no va a ser demasiado largo, en realidad es bastante corto. El siguiente capítulo sin embargo, si lo será :)
Summary: -¡Alégrate Harry! ¡Hemos ganado!- Ellos no entendían. Había cumplido la profecía. Había destruido parte de su alma y ahora se sentía vacío. Y estaba dispuesto a cambiar eso.
Disclaimer: No vivo en Inglaterra, ni soy rubia ni multimillonaria por lo tanto no soy J.K. Rowling y todo le pertenece a ella. Si me perteneciese a mi, Hermione no habría acabado con Ron, ni Harry con Ginny y lo más probable es que Harry se hubiese unido al lado oscuro hace mucho tiempo, pero bueno... no se puede tener todo xD
Prólogo
Harry estaba sentado en las escaleras, pensando sobre los últimos acontecimientos que habían ocurrido hace apenas media hora. Por fin, tras todas las muertes y torturas que el reinado de terror del Señor Oscuro había provocado, Harry había acabado con Voldemort. Por supuesto todavía quedaban mortífagos libres, que habían escapado en cuanto su Señor había caído.
–¡Harry!
Harry levantó la cabeza y sonrió levemente. Ron y Hermione se acercaban a él cubiertos de sangre seca y heridas ya cerradas, pero agarrados de la mano y sonrientes. Se sentaron junto a él sin decir una palabra.
–Siento lo de Fred, Ron... – murmuró Harry quedamente.
El pelirrojo hizo una mueca y Hermione se acercó más a él, confortándole sin decir una palabra. Ron bajó la cabeza y negó lentamente, aunque no contestó. Se quedaron en silencio unos momentos más.
La adrenalina y la emoción de la batalla y la victoria, estaban desapareciendo lentamente mientras transcurrían los minutos. Si, habían ganado -aunque eso dependía del punto de vista ya que la lista de muertes seguía aumentando así que no estaba seguro de si se podía considerar un victoria- y sí, por fin todo había acabado pero... bueno, no sabía como sentirse respecto a eso.
Se levantó y se dirigió al Gran Comedor, o lo que quedaba de él, junto con Ron y Hermione. Donde antes estaban las cuatro grandes mesas y los imponentes estandartes de cada casa, ahora ya no había nada, solo ruinas que se habían convertido en una improvisada enfermería gigante.
Muchos se acercaban a felicitarle pero el tenía la mente puesta en otra cosa. ¿Y ahora qué? ¿Qué iba a hacer? Su vida había tenido un propósito que, si bien lo odiaba, era un propósito al fin y al cabo. ¿Por qué no podía alegrarse y celebrar con los demás? ¿Por qué? La guerra había acabado, era motivo de alegría, pero... algo faltaba.
–... justo llegaste a tiempo para destruir a la serpiente, Neville. – la voz de Ron le sacó de sus pensamientos. – Si no, Harry no hubiese podido destruir a Voldemort.
Harry no oyó la contestación de Neville y tampoco le importaba, porque en ese momento algo es un cabeza hizo click, como encajando todas las piezas. Y sabía lo que faltaba. Hasta ese momento no se había dado cuenta pero ahora era tan evidente... tan evidente que le llegaba a doler casi físicamente. Esa parte que siempre había estado allí, susurrándole al oído, formando parte de su ser, de su cuerpo, de su mente, de su alma... Y se sentía tan irreconocible... no se sentía él mismo. Y se asustó, porque supo que la alternativa era peor... y se odió a si mismo porque se estaba planteando esa posible alternativa... tan tentadora. Odiaba sentirse así.
–¿Harry? – preguntó Hermione con cierta preocupación.
Harry les miró aun perdido en sus pensamientos.
–¡Alégrate Harry! – esta vez fue Neville quien habló. –¡Hemos ganado!
Ellos nos entendían. Había cumplido la profecía. Había destruido parte de su alma y ahora se sentía vacío. Y él estaba dispuesto a cambiar eso.
...
¿Reviews? Eso siempre ayuda :)
