Hola… Antes que nada desearles una Feliz Navidad y Feliz Año algo atrasados, lo sé, pero es mejor tarde que nunca, ¿no?. Bueno aquí les traigo otro fic. Este es para los Desafíos del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black". Espero que les guste.

Disclaimer: Nada del Potterverso me pertenece.

Sin más aquí esta la historia:

El secreto de Malfoy

Sale de Hogwarts furioso al tiempo que las primeras gotas de lluvia comienzan a caer. No puede creer que haya sido burlado por un mocoso pobretón. Pero claro que no era cualquier mocoso sino el gran Harry Potter, el famoso niño que vivió. Aquel chico que derrotó al Señor Tenebroso. Solo pensar en el que alguna vez fue su amo hace que él se estremezca. La lluvia se intensifica. Lucius maldice, luego toma su varita. No soporta estar en ese lugar un segundo más. Se siente, de alguna forma, humillado. Instantes después aparece en la sala de estar de su mansión. Como él ya supone, su esposa, Narcissa Malfoy, lo espera, sentada rígidamente en el sofá. Lucius inhala profundamente antes de acercarse a ella.

-Al fin regresaste, querido. ¿Cómo te fue?- pregunta ella con su acostumbrada seriedad, como quien no quiere la cosa. Su esposo la mira, tomando su tiempo antes de contestar.

-Tal y como se nos había informado Dumbledore retomó su cargo de director- responde finalmente, con su usual arrastre de palabras, tratando así de ocultar su incomodidad. Quiere cambiar de tema lo más pronto posible. –Estoy un poco cansado. Descansaré un rato antes de la cena- informa él tras un momento de silencio. Se dirige hacia las escaleras que conducen a los dormitorios. Apenas ha avanzado un par de escalones cuando su esposa habla nuevamente, acercándose a él. Se detiene al pie de las escaleras.

-La cena demorará un poco en vista de que tú te llevaste a Dobby. Por cierto, ¿dónde está?- cuestiona la mujer recorriendo el lugar con la mirada en busca del elfo en cuestión. Lucius traga con dificultad.

-Eh… pues verás…- trata de explicar pero no sabe qué decir. No quiere confesar algo tan vergonzoso, al menos para él y su orgullo Malfoy. Su esposa lo mira acusadoramente. Sabe que algo oculta. Lo conoce demasiado bien. –No cumplió con lo que le ordené de la manera en que yo quería. Por eso decidí despedirlo- miente al final él. Cualquier cosa a confesar que había sido engañado por un niño.

Narcissa lo mira a los ojos durante un buen tiempo. Su esposo le sostiene la mirada en un intento de convencerla de que lo que dice es cierto. Por supuesto, ella no se deja engañar. Lo ha descubierto desde el momento en el que se apareció en la sala. Tantos años juntos no son en vano. Pero también sabe que lo mejor es no forzarlo a hablar, al menos no por ahora. Lo único cierto es que se han quedado sin elfo doméstico.

-Entonces ahora tienes que conseguirnos un nuevo elfo- dice ella después de lo que parecen siglos. Lucius se siente aliviado. Se salvó de dar más explicaciones vergonzosas. Al menos por el momento, porque él sabe que Narcissa no dejará las cosas así. De una forma u otra, ella terminará sabiendo su secreto. Pero por el momento aquello no le preocupa. Quiere descansar.

-No te preocupes- le dice –Mañana mismo lo haré. Por ahora lo único que deseo es dormir un poco- anuncia retomando su caminata por las escaleras. Ella lo mira desde su lugar antes de seguirlo. Sabe que ambos pueden sobrevivir una noche sin cenar.

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