Cuando no están cerca
Por: Jesse L Black
Cuando Otonashi no está cerca ellos son personas diferentes, no compiten por la atención de alguien que no está allí; cuando Otonashi no está cerca ellos se miran de reojo, se analizan y buscan sus puntos flacos pero jamás discuten. Sólo Hinata, a parte del pelirrojo claro está, pudo tener sentimientos por Naoi durante todo ese tiempo que "vivieron" (irónicamente) juntos, sólo él sentía la tristeza, la agonía y el dolor de alguien que vivía constantemente una mentira.
Cuando Otonashi no está cerca, ellos se reúnen, se cuentan sus terribles historias y se toman de las manos. Hinata había muerto con 17 años, y Naoi, mucho más joven con 13 años.
Cuando Otonashi no está cerca, las cosas son completamente diferentes, y no es como si él las provocara, sino que se dan espontáneamente, como el agua que fluye por los ríos, como el sol saliendo entre las nubes, no eran provocados por un dios divino ni por nadie, solamente pasaba.
Cuando nadie estaba cerca, ni Yurippe, ni Kanade, ni los chicos, ni siquiera Yui que solía ser tan molesta, la relación entre ellos cambiaba drásticamente.
No existía la hipnosis, no se lastimaban, simplemente se miraban unos segundos y se abrazaban, porque ambos habían perdido algo valioso y habían muerto sin conocerlo.
–Cada vez que recuerdo como he muerto, mi garganta se me cierra, no pasa el aire, no puedo respirar –susurró una noche, en ese extraño cuarto que se encontraba al final del pasillo. Naoi estaba levemente inclinado sobre Hinata, quien lo abrazaba.
–No podemos seguir lamentándonos –susurró con dulzura acariciándole los cabellos–. Pronto nos graduaremos…..y nos iremos, comenzaremos una nueva vida.
Cuando Otonashi no estaba, ni tampoco Kanade, ni Yurippe, sólo quedaban ellos dos solos, juntos. Pues el pelirrojo cuidaba con ayuda del 'Ángel' a la recientemente desmayada Yuri, por lo que ellos pasaban largas horas en mutua compañía.
Cuando nadie los miraba se besaban, se abrazaban, se querían, se amaban, pero en silencio, en secreto y con miedo, miedo a todo lo que pudiera pasar, miedo a no re-encontrarse al final del túnel.
Cuando nadie estaba cerca, ellos podrían ser ellos mismos, podían decirse lo que pensaban y hacer lo que soñaban. Podía Hinata acariciarle el cabello, rozar sus piernas, besar sus bocas, acariciar su piel. Porque ellos sabían que si alguien estaba cerca, tendrían que volver a actuar, tendrían que aparentar un odio que no existía, tendría que hipnotizarlo, pues ese amor era equivocado, estaba errado.
Tal vez ellos no se enamoraron del otro sino de la historia, del dolor del otro, de la angustia, del saber que había un par, una pareja, alguien del otro lado con un corazón.
Cuando se fueron, Naoi despertó, miró sus manos lastimadas por la alfarería, vio a su hermano a su lado haciendo una de sus artes, pudo caminar por los jardines y sentir el pasto debajo de sus dedos. Cuando caminó hacia las tiendas, un muchacho de cabello corto, azul y ropa de beisbolista le miraba desde allí, prometiendo que jamás se separarían.
Porque al revés de lo normal, ellos se conocieron en la muerte y se re-encontraron en la vida.
Fin.
Siempre me gustó esta pareja, lamento haberlo hecho tan corto, espero que alguien lo lea, no sé qué tan cargado esté el fanon ahora, pero bueno, si pueden hacerlo dejen sus comentarios.
