OJAL VACÍO
CAPITULO I
Era el día que la secretaria de su padre les había indicado. Llevaba días preparándose para esa reunión, expectante a lo que podría ocurrir con todos los héroes que habían sido solicitados para presentarse en los cuarteles de la policía central. Si ponía atención, podía escuchar a su padre preparándose en la habitación contigua: sus movimientos rápidos y precisos y que él se empeñaba en emular cuando era niño; ambos habían compartido algunas teorías acerca de por qué los habían convocado basándose en la información que habían podido recopilar con compañeros de otras agencias, sin embargo, seguían sin sacar nada en concreto.
Por lo que había conversado con sus amigos más cercanos, sabía que el llamado se limitaba a la región de Kantō: Tsuyu e Iida no habían sido convocados y, por lo que había podido compartir con Midoriya, tampoco lo habían sido sus compañeros que se habían instalado en las agencias de Chūbu o Tōhoku (que eran las más cercanas); sin embargo, era tan poca la información con la que contaban, que más allá de saber que habían sido convocados aquellos que vivían en Tokio, no tenían idea de nada más.
- En todo caso -decía la voz de Deku desde el móvil- algo grave debe ser… están citando a las mejores agencias.
¿Qué sería tan grave? No se atrevía a imaginarlo, siempre había algo de temor cuando aparecían ese tipo de convocatorias puesto que la última vez Kaminari había terminado en el hospital por meses. Sin embargo, ese era su trabajo y ya en pocas horas sabrían qué se esperaba de ellos.
- Shōto, ¿estás listo? -Le llegó la voz de su padre desde el pasillo, así que se encaminó hacia la puerta y salió de su habitación.
Al ver la espalda de su padre se preguntó (una vez más) qué hacía aún viviendo en la casa de su infancia. Cualquiera creería que a sus 28 años ya era tiempo de dejar el nido. Sin embargo, él seguía ahí, diciéndose a sí mismo que era netamente porque así podía mantener un ojo sobre su madre, pero en lo más profundo de su ser sabía que era porque siempre deseó que el salir de esa casa sería para vivir con una pareja: algo que para ese momento se veía lejano, en parte porque su trabajo como héroe no le dejaba tiempo para conocer a nadie, en parte porque sabía que hasta que no le diera un cierre a su amor de adolescencia, nunca podría dar un paso al frente, no hasta saber qué había sido de ella.
Intentó poner atención a las palabras de su madre cuando bajó a desayunar, pero su cabeza seguía pensando en la reunión que tendrían a las 9.30. Comió sin ganas ni atención, sin percatarse de la mirada preocupada que le dedicaban los otros comensales.
- Tengan cuidado -les dijo Rei al despedirse de ellos.
- Fuyumi llegará en un momento -respondió Enji antes de depositar una caricia en la mejilla de su esposa. La mirada de ésta se iluminó al saber que sus nietos ya llegarían-. Nosotros estaremos bien.
- Nos vemos luego -agregó Shōto caminando detrás de su padre.
En poco tiempo llegaron a la agencia y se encaminaron al hall principal para sacar algunos documentos que les habían sido solicitados para esa reunión. El joven se acercó a la secretaria ya que ésta le había hecho un gesto que, con el paso del tiempo, él había aprendido a reconocer bien: había información nueva sobre la investigación paralela que llevaba haciendo hacía diez años.
- Esto estaba entre la correspondencia de la mañana -le dijo la mujer entregándole un sobre que iba dirigido a su nombre.
- Gracias -fue toda la respuesta que le dio y se encaminó hacia su oficina rápidamente, antes de que su padre lo convocara para dirigirse a la oficina de policía.
Siempre que llegaban esos sobres era la misma reacción: esa esperanza por esperar alguna noticia favorable, esas ansias de poder identificar su rostro en las fotografías mal enfocadas, ese latir rápido del corazón por encontrar algo bueno, o esa angustia por pensar que esa sería por fin la confirmación de lo que Iida, Tsuyu y Midoriya buscaban que él aceptara de una buena vez: Uraraka Ochako llevaba diez años desaparecida, el tiempo suficiente para que la ley la declarase muerta.
Están moviéndose.
Dio un golpe a la pared cercana. ¿Qué diablos se suponía que eso significaba? En momentos como ese se preguntaba si valía la pena seguir invirtiendo parte de su sueldo en financiar esa red de búsqueda. Ciertamente le habían servido en infinidad de casos durante esos años (de ahí que hubiese ganado fama entre los héroes como buscador), pero no habían sido nada útiles en el más importante de todos.
Inconscientemente volvió su mirada hacia la esquina de su escritorio en donde tenía la última fotografía que su grupo de amigos de la UA. Como siempre su mirada vagó por la imagen hasta detenerse en el rostro sonriente de Uraraka.
¿Qué fue de ti? Se preguntó como tantas veces lo había hecho y, como siempre, su mente viajó hasta los recuerdos del día anterior a la desaparición de la chica: un rompimiento amoroso, ambos sentados en el tejado, un beso, una promesa. Esos recuerdos lo habían mantenido durante esos años, pero cada vez se hacían más difusos, cada vez el rostro de la chica se hacía más borroso, cada vez la confianza en creerla viva se iba apagando.
- Ya nos vamos -la voz de su padre interrumpió sus pensamientos. Rápidamente guardó el papel que había llegado en la carpeta que contenía la información que había recabado durante esos años y caminó hacia la salida de la agencia.
Una vez que llegaron, se sorprendió al ver tal cantidad de rostros conocidos dentro de la habitación. Sabía que algo grande estaba ocurriendo en la ciudad, más aún luego de hacer el catastro con Midoriya sobre las personas a las que habían convocado; gracias a los contactos que el joven había hecho a lo largo de los años tenía conocimientos de que al menos cuatro de los diez mejores héroes habían sido convocados junto a algunos otros compañeros de otras agencias.
- Hey -recibió el escueto saludo de parte de Kirishima, mientras que un poco más atrás de él Bakugō le hacía un movimiento de cabeza que indicaba que reconocía su presencia ahí.
- Todoroki -le llamó Midoriya desde el otro extremo de la sala. Caminó hacia él mientras lo observaba conversar alegremente con Shinsō y Nejire. Por el rabillo del ojo se percató de que su padre iba a pararse al fondo de la sala para apoyarse en una pared, mientras que Ms. Joke se acercaba a él para saludarlo.
- Hola -murmuró al grupo, recibiendo una sonrisa de parte de la chica y de su amigo, mientras que Shinsō solo le dedicó una breve mirada y le hizo espacio a su lado para que pudiese unirse a la conversación-. ¿Somos los últimos?
- No -respondió Deku-, aún falta que llegue Aizawa.
- Es él quien convocó la reunión -agregó Shinsō.
- ¿Tienes más información al respecto? Estoy muriendo de curiosidad -comenzó Nejire-, ¿será alguna organización nueva a la que combatir? ¿O será por los problemas de drogas que han aparecido últimamente?
- No tengo idea -respondió el hombre de cabello violeta-, solo sé que fue él quien convocó a la reunión, tendremos que esperar a que llegue para saber algo.
Shōto dejó de participar en la conversación la ver que ninguno de ellos tenía nueva información, se alejó un poco para prepararse un café. Deku lo siguió.
- ¿Ocurre algo? -murmuró Midoriya a su amigo, viendo la mirada perdida que éste tenía: claramente no estaba interesado en nada de lo que ocurría en la habitación en donde se encontraban.
- Hoy llegó un nuevo sobre -inmediatamente el joven de cabello verde lanzó un suspiro.
- Todoroki…
- Sé lo que vas a decir -le cortó-, pero no estaré tranquilo hasta saber qué pasó con ella… o hasta ver sus restos frente a mí -ambos hicieron un gesto de dolor ante la posibilidad.
- Sabes que eso es lo más probable, ¿no?
- Sí, pero al menos necesito un lugar donde llorar su pérdida.
- ¿Cuándo vas a dejarlo? -La misma pregunta que venía haciéndole desde hacía años.
- Ustedes me enseñaron a sentir afecto por las personas, no puedo olvidarla aún.
- Estás amando un recuerdo -rebatió el dueño del One for All.
- Necesito darle un cierre correcto a esto para así ser capaz de avanzar, no sería justo para ninguna pareja que tuviese.
- ¿Y si nunca ocurre?
- Aún estoy joven -respondió- y no tengo en mis planes armar una familia pronto… puedo seguir esperando.
Deku negó con la cabeza. No sabía cuántas veces había tenido esa conversación con su amigo: a solas, en conjunto con Tsuyu e Iida, a golpes y gritos, incluso con la intervención de Bakugō. Todos habían intentado superar de una u otra forma la extraña desaparición de la chica, pero cada vez que se encontraban con un nuevo obstáculo que ni siquiera su prestigio como héroes profesionales les ayudaba a salvar, cada vez que veían cómo cambiaban los años en el calendario, les era imposible el continuar manteniendo la esperanza. Ya había tenido demasiadas noches a Tsuyu llorando en sus brazos por la pérdida de Ochako como para seguir intentando mantener las esperanzas, era demasiado desgastante para todos.
Y aún así, ahí estaba Shōto, negándose a dejarla ir, manteniendo el recuerdo vivo y buscándola infructuosamente después de descubrir que las autoridades ni siquiera habían iniciado una búsqueda real de la chica. Desde ese momento que sabía que algo raro había ahí, así que decidió buscarla por su cuenta. Después de tantos años solo sabía que sus padres habían sido asesinados el día antes de su desaparición, ella había dejado la escuela precipitadamente para ir a buscar sus cuerpos y de ahí nada: solo una nebulosa.
Un ruido en la puerta llamó la atención de todos. Las cabezas de los presentes se giraron hacia el sector y vieron entrar al jefe de la policía junto a los ya conocidos Tsukauchi y Sansa. Todos soltaron unos saludos rápidos y tomaron asiento en los lugares asignados.
- Gracias por su asistencia -fue lo primero que dijo Tsugaramae a los presentes, para luego hacer un gesto a Sansa y que este comenzara a repartir entre ellos unos folios con información-. A pesar de que no estamos todos los presentes, es mejor que los ponga al tanto en algunos de los aspectos de la investigación que hemos llevado a cabo durante este tiempo.
- Gracias -murmuró Kirishima sentado al lado de Todoroki cuando recibió su folio. Apenas fue el turno de Shōto este ojeó rápidamente las páginas, fue imposible que sus ojos no se detuvieran en una frase: potenciación de individualidades por embarazo, un escalofrío recorrió su espina: su padre había fijado sus ojos en él.
Siguió mirando la carpeta mientras esperaba que los presentes terminaran de recibir sus propios folios. Por el rabillo del ojo observó que Bakugō intercambiaba una mirada rápida con Midoriya y le señalaba algo en una página. Rápidamente buscó lo que le mostraba y se sorprendió al encontrarse con una imagen muy conocida por él: la de la escena del crimen de los padres de Uraraka.
Aiko Uraraka (antes Hino). Último blanco de la agrupación. SUICIDIO.
¿Suicidio? ¿Cómo que suicidio? Todos sabían perfectamente que los padres de Uraraka habían sido asesinados, es más ¿qué hacían ellos en ese folio? Deseo tener una individualidad que le permitiera leer rápido. Ojeó un poco más y se encontró con imágenes de otras mujeres, muertas como la primera.
- Ya tendrán tiempo para leer el informe en sus manos -continuó el hombre perro-. A grandes rasgos podemos decir que este es el resultado de una investigación que la agencia de EraserHead lleva realizando hace casi diez años y que se llevó en confidencialidad debido al peligro que representa para los involucrados.
- ¿Por qué ahora se nos llama? -Endeavor era el llamado a hacer la pregunta que fluctuaba en la mente de los presentes.
- La Liga de Villanos se ha puesto nuevamente en acción respecto a este tema -asentimientos de cabeza-. Hace diez años descubrieron que existía una familia en particular que además de tener una individualidad manifiesta, tenían un gen que potenciaba cualquier otra individualidad.
- ¿En qué sentido? -Shōto estaba ansioso, necesitaba obtener la mayor cantidad de información posible porque algo dentro de sí le decía que estar involucrado en esto le daría nuevas pistas sobre Ochako, aún así sus manos temblaban, después de ver la quinta imagen de una mujer muerta y leer suicidiocomenzó a temer que podría encontrarse con la fotografía de la chica.
- Algunos ciudadanos han intentado suplir ciertas debilidades de su individualidad buscando el equilibrio en su pareja -la mirada del jefe fluctuó entre los Todoroki: todos comprendieron a qué se refería-. Sin embargo, las mujeres de la familia Takenouchi podían hacerlo con cualquier individualidad, no era necesario encontrar una adecuación, sino que, por su gen, el suplir esa debilidad era inmediato en los hijos hombres de la pareja.
- ¿Qué pasó con ellas? -Ahora fue All Might quien interrumpió la conversación. Quizá podía ya no tener la fuerza para luchar, pero eso no significaba que su experiencia no fuese apreciada por los presentes, sin contar que para lo que tendrían que hacer necesitarían toda la ayuda posible.
- Según nuestro informante, la Liga de Villanos hizo un seguimiento a la familia y encontraron que existían tres mujeres en edad fértil con sangre de esa familia: dos de ellas se suicidaron, la otra desapareció.
- ¿Podría estar en sus manos? -Por más que Deku quisiera verse fuerte e imponente (digno heredero de All Might) hizo la pregunta con voz temblorosa, era obvio que la desaparecida era Ochako.
La respuesta se vio interrumpida por el sonido de la puerta al abrirse. Nuevamente volvieron su mirada hacia el lugar y Shōto pudo ver el rostro de su exprofesor.
- Perdón por la demora -murmuró el hombre, mientras se acercaba a Ms. Joke quien le hacía señas.
Con incredulidad, los exalumnos del hombre vieron que detrás de él se encontraba Dabi.
Todos los que habían sido de la generación dorada de la UA se pusieron de pie en posición de combate, imposible no hacerlo después de la larga historia de enfrentamientos que tenían con él; sin embargo, los más perspicaces también fueron capaces de percatarse de la tranquilidad del resto de los presentes: All Might fue quien hizo el primer gesto:
- Cálmense -les ordenó. Al oír su voz, Dabi hizo un gesto, mitad sonrisa, mitad mueca burlona. El hombre dio unos pasos más adelante, expectante.
Kaminari, Bakugō, Todoroki, Midoriya, Shōji, Shinsō y Yaoyorozu lo miraron con el ceño fruncido, esperando las explicaciones pertinentes de por qué en esos momentos aparecía uno de los villanos contra los que habían tenido que luchar en su adolescencia y que creían desaparecido. Shōto parecía listo para atacar, mientras que su padre lo detenía con una mano sobre su hombro: por supuesto que los Todoroki eran los más afectados al ver al mayor de los hijos de la familia frente a ellos.
- Hola, familia -bromeó el hombre de las quemaduras mirando directamente a su padre y hermano. Los aludidos tan solo endurecieron aún más su expresión, sin decir nada.
Pudieron ver cómo detrás de Dabi se asomaba una mano y pronto vieron que esa mano depositaba un duro golpe en su sien.
- Deja de hacer el tonto y no tapes el paso -dijo una voz femenina. Midoriya sintió que su pecho se encogía al oírla e inconscientemente caminó hacia ellos. Dabi volvió a hacer el mismo gesto burlesco anterior y se movió hacia un costado, dejando ver a la persona que menos esperaban encontrar ahí después de 10 años de no verse: frente a ellos se encontraba Uraraka Ochako, declarada desaparecida el mismo día de su graduación.
Deku y Bakugō corrieron hacia ella con diversas expresiones en sus rostros, Shōto en cambio hizo un rápido movimiento hacia su hermano y lo tomó de las solapas.
- FUISTE TÚ QUIEN LA TUVO TODO ESTE TIEMPO.
Notas:
1. Me creo absolutamente esa idea de que Dabi es un Todoroki, así que ahora soy incapaz de verlo como un personaje separado de esa familia.
2. Estoy escribiendo esto porque es una idea que lleva dándome vueltas en la cabeza hace un tiempo, si encuentran incongruencias quizá las respuestas estén en algún capítulo (actual o futuro) de "El camino para ser una heroína".
3. Creo que esto va a terminar siendo lo más oscuro que haya escrito nunca... a ver cómo me va.
Que estén bien.
