"Boyfriend"

Capítulo 1 "No me gusta ese tipo…"

Si… era definitivo… no le gustaba para NADA ese tipo…

No le convencía su cara de mala leche, ni su prepotente actitud, ¡mucho menos su estilo! ¡¿Qué no sabía que ya estaba pasado de moda el cabello largo?! ¡¿En donde tenía la cabeza?!

Otra cosa que le molestaba era su caminar: como si fuera alguna especie de súper modelo que miraba por encima del hombro a todo el mundo… ¡Argh! ¡Simplemente le purgaba ese tipo!

Y claro, no podía faltar su cerebro…

Para acabarla de amolar era el chico más listo de la escuela… ¡ya saben! El típico chavo que levantaba la mano cuando ninguno de su congéneres sabía la fórmula para calcular la velocidad de caída libro de un cuerpo, el clásico chico de dieces al por mayor, experto en inglés y el consentido de los profesores…

Tipos como ese eran odiados por todos… y éste, Yuu Kanda, no era la excepción.

Quizá tenía cierto, diminuto atractivo físico… pero esos puntos se los bajaba su agrio, sarcástico e insoportable carácter… ¿Quién querría estar cerca de él?

Y aquí era donde su furia crecía más: por alguna extraña… y MUY extraña razón de destino Lavi Bookman, su mejor amigo, el chico más pícaro, tierno, juguetón y gracioso del mundo, aquel que siempre lo defendía, con quien jugaba y platicaba por horas… y además de quien había estado enamorado desde hacía más de 2 años… él, Lavi Bookman… ¡ESTABA SALIENDO CON KANDA!

¡¿COMO?! ¡¿POR QUE?! ¡¿DESDE CUANDO?! ¡¡ARGH!! ¡¡JODEEEEEEEEEEER!!

Y, por décima vez en el día, el pequeño Allen Walker levantó un bote de basura y lo lanzó contra lo primero que vio (no importaba su eran personas)

¡Es que joder! La ira fluía por su cuerpo cada vez que su cerebro le recordaba esa estúpida realidad…

¡¿En qué momento había pasado?! ¡¿Cuándo?! ¡¿Por qué no lo vio llegar?! Se dio cuenta sólo porque el propio Lavi se lo había dicho… ¡ARGH! ¡MIERDAAAAA!

-Ese tipo no me gusta… ¡ESE TIPO NO ME GUSTA NADA!

Y es que Kanda… Dios, era tan pedante… ¡No acababa de entender cómo fue que pasó! Jamás los había visto intercambiar más de dos monosílabos… ¡ni siquiera algo a qué llamarle "mirada"!

Realmente era un misterio…

Suspiró por onceava vez… es que simplemente no entendía…

Tendría… ¿dos semanas saliendo? Si, más o menos… ¡y ya se estaba volviendo loco! ¡¡No lo aguantaba!!

Mucho menos cuando Lavi, con buena voluntad, se lo presentó…

Bueno, no tragaba al sujeto, pero por su amigo estuvo dispuesto a decirle un amigable "Hola" … y lo hizo: dijo ese saludo con una de sus mejores sonrisas… ¡¿Y qué hizo él?! Lo barrió de arriba abajo y le bufó un molesto "Sólo eres un Moyashi"

Moyashi… ¡¿Moyashi?! ¡¡¿Le había dicho Moyashi?!! ¡¡¿QUIEN DEMONIOS SE CREÍA?!!

En su imaginación se dibujó la hermosa y satisfactoria imagen de Bakanda (como lo había bautizado) siendo decapitado… pero por Lavi… ¡SÓLO POR ÉL SE DETUVO Y LIMITÓ A REÍR!

Y, a partir de ése día, cada vez que se cruzaban en el pasillo, o en la cafetería, o en el baño, ese tipo le barría y escupía un "Moyashi"… ¡no importaba si Lavi estaba presente! Y él sólo podía reír… ¡¡sólo podía reír!! ¡MIERDA!!

¡JA! ¡Pero por supuesto que aprovechaba si su amigo no estaba a la vista! Le miraba duramente y decía fuerte y claro "Bakanda" además de que le ponía el pie y hacía que tropezara…

Maligno jejeje… ¡pero no era suficiente! ¡¡NECESITABA VENGANZA!! ¡Venganza por todas las veces que le llamó "Moyashi"" ¡por mirarle con tanto desprecio! ¡¡Por quitarle a Lavi!! ¡¡ESO SÍ QUE NO SE QUEDABA ASÍ!!

OK, admitía que era un tonto por no haberse declarado antes... y todo por el pretexto de "somos amigos y eso no tiene que cambiar". Claro que no tenía que cambiar… ¡pero sólo podía decirlo después de declararse!

Por supuesto que el asunto tenía sus contras: eran amigos, compañeros, HOMBRES… ¡¿Pero y eso qué?! No era como si Lavi no estuviera saliendo con un chico…

Todo el tiempo le dio vueltas al asunto… obvio que fue su culpa… ¡y no se quedaría así!

Sabía, tenía el presentimiento de que Bakanda terminaría lastimando a su amigo si continuaban juntos… ¡era algo que no podía permitir!

Pero… también estaba la opinión de Lavi: por algo andaba con el pelinegro… ¿Por amor? Imposible, se notaba a leguas que se fastidiaba un poco por la presencia del japonés (¿y quién no?)… ¿Capricho? No… no estaba tan loco como para someterse a semejante sacrificio… ¿Una apuesta? Sonaba más lógico, pero seguía siendo un ENORME sacrificio…

Muchas veces quiso preguntarle… pero, o se acobardaba o algo lo interrumpía

Pero bueno, el punto era que esto NO se podía quedar así

Aunque… quizá si la fastidiaba Lavi se molestaría… o le dejaría de hablar… o peor: se entristecería…

No quería ocasionarle molestias… pero el sacrificio lo valía…

Y… probablemente la circunstancia le obligaría a decirle sus sentimientos… aunque ya era hora de que lo hiciera…

Si, de una u otra manera su cobardía había provocado este desastre… tenía que arreglarlo…

Jojojo ¡pero se vengaría! ¡No podía pasar por algo tantos insultos! Y, principalmente, que hubiera sido novio de Lavi antes que él… ¡ESO ERA IMPERDONABLE!

Definitivo: usaría todos los medios posibles para separarlos… y también mataría dos pájaros de un tiro: haría que cortaran y le dejaría ver a su amigo, con mucho descaro, que siempre había estado enamorado de él… ¡SI! ¡No sonaba nada mal!

Pero debía ser consciente: él sólo no podría hacer mucho… más que nada porque le faltaba imaginación… y esto requería eficiencia…

¿Qué podría hacer? Mmmmm…

...

Y entonces se le ocurrió…

Había dos personas en la escuela, con una mente tan retorcida, que habían enfrentado miles de suspensiones, varios miles de reportes, un juicio por alterar la paz pública y la creación de su propia leyenda… todo sin riesgo de expulsión o descuido de sus propias calificaciones

Un par realmente espectacular

Sus bromas y travesuras eran las mejores de todo el distrito… ¡qué distrito! ¡De todas las preparatorias! ¡Incluso de las Universidades! ¡Ellos eran unos Kamis!

Increíble que hubieran logrado semejante reputación en menos de 3 meses…

Admitía que siempre los había admirado… ¡y se sintió tan dichoso cuando supo que compartiría salón con ellos! Aunque ya los conocía desde hacía 5 años… ¡pero en fin! ¡Ellos eran increíbles!

Sólo con su ayuda podría ser perfecto su plan… ¿pero cómo convencerles? No eran unos tipos interesados en dinero (lo tenían a manos llenas) o en cosas materiales… aunque siendo Bakanda una figura odiada por el común probablemente le ayudarían con gusto… pero no podía cantar victoria todavía…

Así que, levantándose decidió de la banca del patio y fijándose en que ya había terminado el descanso matutino, caminó hacia el interior de la escuela y se dirigió a su salón

Tenía que negocias con sus kamis… claro, si no era víctima de alguna de sus bromas antes de siquiera decirles "Hola"