Autora: Miss Trades.

Titulo: Longing For Something: THE LOST. (Primera parte).

Sumario: Trust me Clark, our friendship will be the stuff of legends…

Feedback: tradesgarden@hotmail.com

Disclaimer: imagínense, uno serio, lean: estos personajes no me pertenecen,. Smallville es propiedad de Alfred Gough, Miles Millar, Tollin-Robbins Productions, y Warner Bros. Television, y se basan en personajes creados originalmente por Jerome Siegel y Joe Shuster. Tadaaaaaaann!!!!!!!. Ah, hay también y poemas de mi propiedad, que como la historia NO PUEDEN SER USADOS O PUBLICADOS SIN MI CONSENTIMIENTO, EN DEFINITIVA, NO SON MÍOS. SI LO FUERAN, HARÍA UN SÁNDWICH, COMO NO LO SON, ME HARÉ UNA PIZZA.

Nota: este fue mi primer fic slash, romántico ni más ni menos. Sorry (:D). Ahora en serio, errores gramaticales y demás aspectos, solamente míos, ya que también realice la revisión (beta) y por la amplitud de este trabajo, algunas cosas simplemente se me fueron de las manos. Lo siento de verdad si encuentran errores.

Nota 2: Este es un AU, por lo tanto hay ciertos cambios en los personajes, pero pocos, por ejemplo Clark no es absolutamente invencible (dejando de lado la kriptonita), sino que también puede ser herido, etc. Digamos que es muy fuerte, pero como todo, tiene un limite y de ahí en adelante puede ser herido y aniquilado, sus poderes aun están en desarrollo, y lo otro es que posee un alto grado de empatía mental (otro poder), aunque esto no es un aspecto central e integral de la historia, merece ser especificado.

LONGING FOR SOMETHING

TRACK A: THE LOST

~ Trust me Clark, our friendship will be the stuff of legends ~

PROLOGO

PIECES

METRÓPOLIS 2012

Vida gastada, ¿puedes ver?. Buscando, siempre buscando.

Se deslizo en medio de las personas y salió a la terraza adyacente a la tribuna, en la cual había aceptado el premio, sonreído, dicho algunas palabras, y deseado que por enésima vez en su carrera que... sí.

Dejo que el champán refrescara lentamente su garganta, inconsciente del efecto de ese gesto en  el resto de la gente. Años de condicionamiento.

No perteneces, nunca lo has hecho.

Silencio en cada lugar. Pero no el suyo, nunca el suyo. Otros tiempos. Otros tiempos en que hubiera dado su alma por… ¿pertenecer?. Sí, buena esa Clark.

Sonríe.

Tiempos mejores. Tiempos en los que no había estado solo, siempre tan dependiente, la necesidad de ser necesitado otorgándole por momentos la ilusión de encajar. Respira. Dejo el champán a un lado y se dirigió al alcalde. Buscando siempre buscando... el aburrimiento de la huida. Sonrío lo mas encantadoramente que pudo y se planto delante del hombre.

- Tanto sentimentalismo Carlos, bastante barato si me preguntas.

- Por eso no lo hago. Además, es tu culpa por ser tan apetecido.

- O más bien ser una excusa para mostrarte al publico.

- Eso duele.

- Supéralo.

- Pero es cierto, aquí estoy, alcalde en reelección fraternizando con el otro lado de la fuerza.

- Sabes, podría irme y dejarte con el acto del alcalde herido, y todas las cámaras apuntando a tu lastimado rostro.

- Realmente, Clark, me hieres. Jamás utilizaría mi amistad con tan ilustre ganador del premio Pulitzer como una arma para propagandas burdas y sin...

- Sí, sí. Entonces no te opondrías a que me escape un poco mas temprano de lo acordado, tengo que entregar algo a alguien- sonrieron.

-  Claro. Inventare alguna excusa del tipo erótico. Ellos lo amaran.

 

Clark puede sentir el sol. Cada día, noche, amanecer, aun cuando esta nublado, aun cuando no hay posibilidad de que la luz lo ciegue, es... gratificante, de alguna forma, poder encontrar algo a lo cual considerar... recurrente.  Así que en medio del discurso, luces y personas que no daban una mierda si el sol se les refregara en la cara, él podía estar al fin tranquilo, solo. Y es, interesante, que aun no haya dejado el hábito de sentir la gravedad girar en torno a él con mas intensidad de lo que lo hacia en torno a los demás, jamás dejaba de ser tierno. Termina el discurso, Clark. Todo el mundo quiere comer de una vez.

- ... En fin, no me culpes por ser hermoso. Terminare esto de inmediato, - sonrisa ante los silbidos. Prueba fehaciente de que su físico no tenía nada que ver con su carrera... o si... - gracias a todos los que me han influenciado para seguir mis instintos, especialmente… - dijo y se detuvo en seco. Es... gracioso, realmente, de ese modo en que las telenovelas se transforman en tu show de humor favorito. Portando una copa de champaña. Saludándolo. Sonrisa fría. Ojos fríos. Congelados. Realmente, realmente lo están- a mi madre... Y a todos los que en este momento no recuerdo por culpa de la champaña- risas. Figúrate. Cogió la llave y Carlos intervino.

- Bueno, después de tan inspirado discurso, el cual seguro pasará a la posteridad.- risas- Podremos pasar a la verdadera fiesta...  - se abrieron las puertas y la gente se hizo a un lado, dejando pasar a Clark y Carlos- ¿Qué pasa?- le susurro su mentor. Profesor en Harvard, ex jefe en El Planeta.

- Nada importante.

- .... Lex Luthor.

- ¿Que?- cuestiono cuidadosamente, mientras la gente se acomodaba.

- Te le quedaste mirando Clark… malos recuerdos asumo. Con el gran hombre, suelen ser de ese tipo.

- .... Algo así.

- Vamos. Nos esperan para el brindis... ¿Clark?- le dijo antes de llegar- sé que no te agrada su presencia. Nunca me has dicho porqué, ni lo espero. Pero seamos honestos, aun cuando estuviera en Londres, ¿realmente pensabas que escaparías a esto permanentemente?.

- Siendo él uno de tus financistas.

- Correcto.

- En tiempos de elecciones.

- Sé un hombre Clark.- le guiño un ojo- No dejes que estupideces del pasado te enturbien tu momento- lo miro sonriendo y Clark le sonrío de vuelta unos segundos después.

- Haré mi mejor esfuerzo.

- No esperaba menos de ti- sonrieron y entraron. La esposa de Carlos, Juliana, se acerco.

- ¿Hay algo de lo que tenga que preocuparme aquí?.

- No es mi tipo amor, lo sabes- le dijo Carlos.

- Eso me temo- añadió apesadumbrado.

- Vamos Clark, te sentaras en la cabecera de la mesa- empezó a protestar pero lo acallaron de inmediato. Dos pensamientos en un segundo. Uno: era una larga mesa. Dos: Lex estaba en la cabecera opuesta. Sonriendo. Se levanto con su gracia acostumbrada y se acerco a Clark.

Saludos.

- Felicidades Sr. Kent. Un año de grandes logros.

- Lo intento- logro decir. Maldita champaña...  Trato de relajarse, pero no pudo. Sé un hombre. Se…ha, sí… Sonrió de pronto, una sonrisa que Luthor conocía.

- Lo mismo digo.

- Felicidades por la última adquisición de LuthorCorp. En Asia central, si más no recuerdo.

- LexCorp.

- ¿Perdón?.

- Dijiste LuthorCorp. Ahora es LexCorp.

- Como pude olvidar algo así- Luthor dio un paso mas hacia él. Apresado.

- Me sorprendes Clark… ¿de qué lugar exactamente... vienes? - arqueó la ceja en fingido interés.

- Guinea.

- Cierto- Clark no se dio cuenta de que le sonreía de vuelta. Segundos. Sí, sé un hombre.

- La mesa esta lista. - dijo Carlos interrumpiendo. - celebración en tu nombre, ¿recuerdas Clark?.

- Cierto.

- Cierto- dijo Luthor también, todo cooperación.

- Por acá señor Luthor- dijo uno de los mozos.

- Señor Kent- Caminos separados. Ahora, ¿qué hay de metáfora barata en eso?. Pequeñas imágenes en la cabeza. Destellos. Cabellos negros, perfecto rostro, perfectos ojos, perfecto primer amor. Perfecto funeral. Perfecta muerte. Perfecto recuerdo. Perfecta. Sin ninguna conexión con él. Mierda.  ¿Cuánto tiempo pensaba seguir corriendo?. Se sentó y dejo que la noche pasara. Mientras el hombre frente a él, apenas podía contener el desprecio en sus ojos… ¿Algo mas, Lex?Se lo que eresCada maldito pensamiento, cada idea, cada deseo… se lo que eres. Estas tan lleno de ti Lex. Sonrió.

Y él podía ir por la vida,  escogiendo ver y oír las atrocidades que le rodeaban. Por que si, Clark, tu escoges. Oír a los que no tenían voz, levantar los ojos y ver la sangre correr. Sonrío ante una broma de alguien. Sonrío ante su propia estupidez.

Podía ir por el mundo y ver la maldad, los milagros, el hambre, las guerras. Y no podía, no quería, no era lo suficientemente fuerte como para sentarse en la mesa, y ver el rostro del hombre al cual había destruido la vida. Y eso era tan especial. Todo. Condena y pasatiempo. Porque ni todo su poder, ni toda su fuerza, ni toda su voluntad lo había prevenido para lo que había hecho, para lo que había elegido, para lo que había dejado morir en sus brazos por  que era lo correcto, porque era la elección adecuada, porque no podía ir contra su instinto… porque no podía dejar de ser él.

Y entonces solía pensar en lo que era ser diferente, sí... un hombre...  un humano. Yay. Bebió, intentando no ver como Luthor parecía encajar perfecto ahí, con su copa en alto, saludando, como un rey que demostraba su superioridad a un siervo. Le devolvió el saludo, y con calma, dejo que sus pensamientos lo llevaran a un lugar seguro en el cual pudiera sacarse de encima el dolor de haber fallado a su madre, a su amiga, a su padre, a… Pero todo lo que consiguió fue irse a una aldea, en las afueras de Guinea, donde unos jóvenes anglosajones disparaban a los locales como si se tratara de ganado. Los había salvado… ¿y que?. ¿Lo hacía mejor?, ¿Lo liberaba de lo que era?, ¿Lo hacía tocar por un segundo esa normalidad que tanto deseaba?. La normalidad solía venir de la mano con la pertenencia. No había nada de eso para él… no había nada que lo confortara, que lo redimiera. Imágenes de niños muertos y moscas sobre la piel hicieron que sus ojos se oscurecieran imposiblemente, Lex por supuesto, lo noto. No podía quitar los ojos de él. Sonrío. Imágenes de mundos rotos, donde en medio de su fachada como reportero lograba hacer la diferencia, lo asaltaron con su acostumbrada fuerza. Hacer la diferencia. Tan naive. Imposiblemente naive. Jodidamente… sí.

~ Trust me. When I make things disappear, they stay buried. ~

Estaba acostumbrado a la fuerza, tal vez por eso se alejaba cada vez más. Porque no podía soportar que vieran su debilidad. Ya la había mostrado una vez. Intentado disculparse por ella, y solo dolor había salido de eso. No podría ser de otra manera, no podía. No era justo con el hombre al frente suyo.

~ Ni siquiera respiras ~

Fachadas, imágenes, recuerdos. Dejo la copa en la mesa y la sensación de vacío lo cubrió. No era nadie para juzgar a nadie. No era nada para ser nada. ¿No es eso especial?, No sabía quien era. No sabía si quería saberlo. Solo quería ser liberado. Hablando de negación. ¿De él mismo?. Claramente. Pero de que parte, esa era la pregunta. Porque mirara donde mirara, solo había confusión, dolor, trozos de algo que nunca se había armado. Cogió su copa y levanto la vista sin poder sacarse de la cabeza la imagen de aquella niña muerta ante sus ojos, sin poder salvarla, sin poder redimirla, sin poder dejar de pensar, que si, al igual que ocho años antes, hubiera sido mas rápido, mas fuerte, mas capaz, mas humano, hubiera podido detener la bala que iba dirigida hacia ella, y no haber dejado que la atravesara porque una vez mas, la atrocidad de la mente humana lo sorprendía y no sabía como actuar frente a un chico de quince años que lo amenazaba en esa casa destruida.

~ Quiero oírte gritar ~

Levantó la copa, miró a Luthor, y saludó con calma. Lex pudo ver el dolor en sus ojos. Trató de que no lo perturbara. Porque era el mismo dolor. Siempre lo mismo. Pero no era así, ¿o sí?. Delicioso. Mayor. Profundo. Culpa. Sí. Perfecto. Respondió el saludo, sabiendo que no necesitaba hacerlo, que no necesitaba destruirlo, que él lo había hecho solo, que estaba muerto, la parte inocente, la parte que creía que con unos cuantos poderes, podía salvar el mundo. Levanto la copa como si fuera una victoria largamente ansiada y entonces Clark dejo que las imágenes lo golpearan y Lex supo que no sólo Lana estaba en esos ojos. Estaba toda una vida. Estaba su odio. Estaba la culpa. Y por primera vez en años, no se sintió bien, no se sintió dulce, no se sintió correcto. Correcto. Se sintió, humano. Como si a él le interesara la palabra, pero sabía que al hombre frente a él sí lo hacia. Y lo estaba matando. Muriendo por su propia mano. Sonrío. Victoria… ¿Alguna vez se sintió así?. Completamente perfecto. Palmas contra el ventanal. Calientes. ¿Entonces porque no era dulce?… Ya nada lo era para él. Excepto algunas veces… Excepto… sí.

~ Te consumes en un cielo que no es tuyo ~

they live for your beauty
and pay for their vices

Dejo que la música lo envolviera, y deseo que su madre estuviera allí. Que pudiera haberla traído, que pudiera salir de su cama. Que todo su poder, pudiera salvarla. Bebió de la copa y dejo que destrozara su garganta, aun delicada por el tratamiento policíaco, en Guinea. Semanas sin...  porque no había querido.

Levanto la copa. Saludo a la niña, a los cuerpos, a Lana, a su padre, a su madre, a Lex. Y dejo que la normalidad lo abandonara. Nunca sería así. Nunca se lo permitiría. Simple conocimiento técnico. Era su condena. Era lo que era. Nada más. Que triste. Sonrisas. Tomó otro sorbo y dejó que todo lo que no podía tener lo llenara. Miro a Luthor y luego a su alrededor. La aldea en su mente, jugándole trucos con la vista. Dios, pensó, ¿dónde esta la razón?.

~ Nunca lo Será ~

¿Dónde esta la fuerza para renunciar de una vez por todas?… ¿Dónde esta la fuerza para perder?…

~ We have a future together, Clark ... ~

Platos iban y venían. Todo su anhelo,  sentado frente a él con el odio en sus ojos. Tan vivo. Y no sabía nada, excepto que la diferencia lo estaba matando, que el sentido de pertenencia lo aniquilaba porque simplemente no se había rendido. Y eso era triste, pero también encantador. No sabía nada, excepto que nunca, nunca podría dejar de ser condenado por su error, él no podía permitírselo.  No sabía nada, excepto que él hombre en el extremo de la mesa, jamás podría perdonarlo, lo necesitaba tanto como él. No sabía nada… excepto que nunca podría dejar de amar a Lex.

                                                                                                                                              

~ Do you believe a man can fly?   ~

Buscando

Siempre buscando

Que los ángeles caigan del cielo

Y pisoteen la luz de mis ojos

Y así pueda ver.

Finalmente, Ver.

CONTINUA EN CAPITULO UNO