Bueno, hago este Fic como una recopilación de drabbles acerca de los sentimientos que los hermanos Winchester han tenido a lo largo del tiempo.

No hay una secuencia de tiempo, por lo que habrán cartas escritas desde la pre-serie, con los pequeños Winchis, hasta lo que lleva y llevará la serie.

Todo es extremadamente cursi, advertidos están :)


Hay algo que muchos no saben de Sam y Dean, y es el hecho de que ambos pueden llegar al punto de convertirse en poetas y recrear sus emociones a través de las letras, plasmando entonces todo aquello que sienten, en papel.

Pero, esto no pasa con cualquiera, de hecho no les pasa más que con una sola persona, y esa persona es exactamente la misma que sin saberlo escribe de vuelta.

Ninguna, ni una sola de esas cartas ha sido entregada al destinatario, y sólo un ser con tiempo de sobra para perder y demasiado interés en los hermanos se ha dedicado a la búsqueda y rescate de cada una de ellas. Le encanta pues es algo así como jugar a buscar el tesoro, sabe cuantas son, sabe que con el tiempo son más y más, pero como se ha mencionado antes, el tiempo no es un problema para él, tiene toda una eternidad y ha encontrado con que entretenerse.

Gabriel se sienta en el cómodo sillón que ha hecho aparecer sobre los escombros en donde ha encontrado la primera carta. Estaba hecha cenizas así que tuvo que reintegrarla.

Abre el sobre sellado y cruza las piernas "será divertido".


Dean:

Últimamente he estado tratando de escribirte, de expresarte en letras como lo hacía antes, pero algo pasa y me consterna, y es el hecho de que ya no puedo.

Trato y trato pero las palabras simplemente no me salen, me desespero.

Y es que ya no hay nada más que contar, quiero decir, ya no tenemos una historia, se acabó, se cortó, no hay más.

¿Que me quedan los recuerdos? ¡Por supuesto! Pero hasta ahí...

Te escribí tanto, tantas veces, que hoy ya no me queda más por decir.

Te extraño, a ti, a tu voz y a tu sonrisa. Los extraño. Me extraño a tu lado. Nos extraño.

Me gusta acordarme de tu risa, de que fui yo quien la causaba.

Trato de acordarme del olor de tu pelo, es caso perdido, lo he olvidado.

He olvidado también lo que sentía cada vez que me mirabas a los ojos, olvidé como se siente peinar tu cabello con mis dedos.

Tu piel...esa aun vive en mis recuerdos, como vive el sabor de tus labios, o al menos eso trato de no olvidarlo, tal vez me lo invento ¿Qué sé yo?

Te quiero y no te quiero, tampoco sé, te amé, de eso sí que estoy seguro.

No quería que te fueras y me fui yo, así de ridículo soy. Perdón.

Aprendí a perdonar, y a perdonarme a mi, tu ausencia me lo enseñó.

¡Ya sé pedir disculpas también! Lástima que ahora no estés.

Hasta pronto.