Realmente dudo mucho que alguien lea esto, puesto que el manga está sólo en inglés por ahora y no es uno muy conocido. Pero igual, amo a Q-ta y a Yura.
Honey Hunt no me pertenece.
Palabras Mágicas.
La puerta fría le esperaba, atenta y paciente, como esperando que decidiera abrirla o en caso contrario darse la media vuelta e irse sin siquiera intentarlo. De seguro se inclinaba más por la segunda opción. La puerta no podía ser diferente a todo el mundo a su alrededor, todos esperando que se rindiera y siguiera en su pequeña y estrecha burbuja, bajo las sombras de sus padres.
Cerró el puño, haciéndose daño con sus uñas de lo fuerte que lo hizo. Cerró los ojos, disipando todas las caras de las personas que no creían en ella. Intentó cerrar su alma para parar de hacerse daño a sí misma, pero una repentina imagen en su cabeza no se lo permitió.
Q-ta.
Abrió repentinamente los ojos, y se tocó las mejillas calientes y probablemente rojas. Era cierto. Él también le ponía atención por ser la hija de Onozuka, y Q-ta era su mayor fan. Sólo por eso se portaba tan amable. Y sin embargo, le había parecido tan sincero en sus palabras, que no pudo evitar que el corazón le latiera más rápido de lo normal.
Miró nuevamente a la puerta inerte, con una mirada diferente.
Ya fuera por la atención de su padre o por ser un tipo bastante raro, él le había dado una poca de confianza en sí misma. Le recordó que ella podía, no por ser la hija de dos estrellas, sino por ser ella misma. Por eso había aceptado meterse al trillado mundo del espectáculo, para ganarle a sus padres.
Girando la manija, se adentró al estudio pensando en el loco chico rubio y sus palabras mágicas.
Muchas gracias por leer.
