Digimon Adventure y sus personajes no me pertenecen.


Cristal

—Eres hermoso.

No podía creerle. La cicatrices rosáceas de sus muñecas y las sombras acechando sus atormentados ojos jamás podrían otorgarle la tan proclamada belleza que Taichi sostenía. Ahogó un sollozo, enterrándose en la cálida presencia del otro, por un momento; siempre había creído firmemente que junto a Taichi su degradante debilidad no importaba.

Negó, decepcionando de lo insistente en tal mentira.

—Sí, lo eres y tú lo sabes. —sintió un beso profundo en su frente, casi rozando su cabello y brindándole conforte; el suave toque de Tai haciéndole olvidar los planes de aquella noche o la botellita de medicina que pretendía ingerir. Está llorando, se maldice por ello aunque no haga mayor intento por remediarlo.

Ese tipo de heridas queman más bajo la oscuridad de una máscara helada.

—Lo siento… —balbucea, estremeciéndose. Intentar expresar la extensa retahíla de disculpas y frases de auto desprecio no significa nada cuando Taichi lo besa; se funde, muere y no desea despertar a lo que sea que le aguarde tras aquellos muros. Destrozado, ese hálito de pertenencia es abrumante y no quiere dejarlo ir; ahora lo único que queda es fiarse de él.

Rodea su cuello, aún mareado. Necesita confiar en que él no lo lastimara.

Te amo —pronuncia, no hay marcha atrás. El castaño le sonríe aniquilando el poco aliento que pudo recuperar. 'Yo también', escucha de la voz extrañamente conmovida de Tai.

La navaja de bolsillo olvidada en su lecho y el eco de sus pesadillas siguen muriendo. El lazo ya ha sido creado.


N/A. Sin sentido, quizá un momento después de leer mucho Taito depresible. Comentarios sinceros, por favor.