El Callejón Del Beso
Capitulo 1:
"Balcón de Amigos"
Un hombre de unos veintiséis años caminaba de un lado a otro por la sala de su casa, sus manos sudaban y estaban temblorosas, por momentos tiraba de su cabello castaño con desesperación, a su lado sentado cómodamente en uno de los sillones se encontraba un pequeño niño de piel tostada y cabellera negra al igual que sus ojos, él al contrario que su padre se encontraba tranquilo sin saber del porqué de la preocupación del hombre.
Pasaron horas para que de una habitación se escucharan los llantos desgarradores de un bebe. De esa misma habitación salio una mujer de avanzada edad, tenia un delantal que se podría decir había sido blanco pues ahora tenia manchas rojas, se acerco al hombre castaño y con una dulce sonrisa le dijo "felicidades señor Kinomoto, fue niña" ante esto el hombre no tardo nada en correr hacia la recamara donde estaban su esposa y su hija, fue seguido por el niño que al igual que su padre se mostraba ansioso por conocer a la nueva integrante de la familia.
Al entrar a la recamara se encontró con su esposa recostada y muy cansada por el trabajo de parto, su cuerpo entero estaba sudoroso y su respiración era agitada pero su rostro dejaba ver una sonrisa radiante. Mientras que dos mujeres bañaban a la bebe al otro lado de la habitación.
-"¿Como estas mi preciosa Nadeshiko?"-las palabras del señor Kinomoto salieron como dulces susurros.
-"Bien"-respondió la mujer de cabellos largos, ondulados y de un brillaste plateado mostrando una débil sonrisa-"pero quiero ver a mi bebe."
-"Aquí tiene señora"-una joven aprendiz de partera le dio envuelta en una manta un pequeño bulto. Nadeshiko lo tomo con cuidado y de igual forma descubrió el rostro de la pequeña.
-"Mírala Fujitaka ¿no es lo más hermoso que hayas visto en el mundo?"-el nombrado se acercó y al ver los grandes y expresivos ojos verdes de la niña confirmo lo dicho por su esposa.
-"Tienes razón, es realmente hermosa"-una sonrisa de suma alegría salia de los rostros de ambos padres, pero una tercera persona se acercó.
-"Pues para mi parece un pequeño monstruo"-intervino con voz infantil-"y tiene ojos muy grandes como para ser una bebe."
-"Es por que son de alegría por conocer a su nueva familia"-dijo su padre acariciando los cabellos negros del pequeño-"¿Cómo le llamaremos?"
-"Monstruo"-propuso el niño frunciendo el entrecejo.
-"Touya no seas así"-reprocho Nadeshiko con una sonrisa en el rostro-"no tienes que estar celoso de tu hermana."
-"Al contrario-añadió su padre-"tú serás quien deba cuidar más de ella."
-"¿Y eso por qué?"-cuestiono el niño sin dejar de fruncir el rostro.
-"Por que ahora tú eres el hermano mayor."
Es como si estas palabras le hubieran iluminado la vida, el pequeño Touya Kinomoto se sintió tan bien al escuchar eso que no lo dudo ni un momento y asintió con firmeza.
-"Sakura"-se escucho la dulce voz de la mujer-"Sakura Kinomoto."
-"Perfecto"-dijeron a unísono los dos hombres.
………………………………………………………
Sakura Kinomoto era una linda niña de seis años, vivía en una casa que estaba en un callejón angosto, su dormitorio tenía un balcón que daba justo al frente de otro que pertenecía a otra familia, pero las puertas de esa habitación siempre estaban cerradas, claro que para sus seis años no era de ninguna importancia pero ese día era diferente.
Como todos los días había salido a su balcón a jugar con su juego de té y sus muñecas, pero un ruido la distrajo, al voltear vio dos hermosas orbes ambarinas, era un pequeño niño de su misma edad solo que un poco más alto, sus cabellos eran de un castaño oscuro y desordenados, pero su mirada a pesar de ser muy bonita tenia un deje de tristeza que llamo la atención de Sakura.
-"Hola"-saludo la oji verde poniéndose de pie y mostrando una de sus alegres sonrisas, pero aquel extraño niño no contesto a su saludo-"¿Quién eres?"-y sin recibir respuesta se acercó a el chico, pero los separaba un espacio entre balcón y balcón, pero eso no le impidió estirar su brazo para rozar con sus dedos la mejilla del niño-"¿por qué estas triste?"-el ambarino abrió sus ojos desmesuradamente, no supo que decir ante ese gesto.
-"¡Xiao Lang!"-un grito se escucho dentro de la casa del niño-"¡Xiao Lang baja de inmediato!"-Sakura bajo su mano diciendo un casi inaudible "adiós" para después ver al niño castaño entrar a su casa.
-"Creo que necesita amigos"-dijo la pequeña oji verde antes de dirigirse nuevamente a sus juegos-"Shaoran…que lindo nombre"-la sonrisa de Sakura volvió a aparecer en su rostro y más deslumbrante que nunca-"¿Desea té señor Shaoran?"-pregunto la niña dirigiéndose a un muñeco de felpa-"no se preocupe hay suficiente para todos."
-"¿Shaoran?"-la voz dulce de su madre se escucho en el umbral de la puerta corrediza-"¿acaso hablas del vecino?"
-"Sí mamá, es el niño más bonito que haya visto jamás"-la emoción en la pequeña oji verde era más que notorio, daba giros de alegría abrazando al peluche que había nombrado Shaoran como si en eso se le fuera la vida.
Nadeshiko nunca había visto a su hija tan alegre como en esa ocasión, así que de la nada saco su cámara fotográfica profesional tomando aquella escena. La señora Nadeshiko era una excelente fotógrafa, profesional en toda la extensión de la palabra.
Descubrió su vocación gracias a que su prima Sonomi Daidouji era dueña de una compañía de modelos y creyó que la hermosa Nadeshiko era perfecta como modelo y no estaba equivocada era la modelo más espectacular del momento a pesar de sus diecinueve años, pero la curiosidad de la joven modelo era tanta que prefería estar atrás de las cámaras que delante de estas así que sin pensárselo tomo la decisión de dedicarse a la fotografía, decisión que fue apoyada por su ya esposo Fujitaka Kinomoto.
-"¿Mamá?"-la voz infantil de Sakura la sacó de sus ensoñaciones fijando su mirada a la verdosa de su hija sonriéndole para que esta continuara hablando-"mami…creo que Shaoran estaba triste cuando nos vimos."
-"¿Por qué crees eso…acaso estaba llorando?"-cuestiono la de cabellos grisáceos agachándose a la altura de su hija.
-"No…pero su mirada era muy diferente a la tuya o a la de mi papá, es más, la mirada de Shaoran no tenía brillo"-dijo la niña recordando los ojos ámbares de su vecino-"tú me dijiste que las personas que eran felices les brillaban los ojos, pero a Shaoran no le brillan"-la voz de Sakura paso a ser de una muy alegre a una más triste y preocupada.
-"Tal vez sea por que necesite a alguien que le haga brillar"-Nadeshiko había dicho esas palabras para tranquilizar a su hija, pero nunca pensó que ésta se lo tomara tan enserio-"el pequeño Li a pasado por tantas cosas que…"
-"¡Tienes razón mamá!"-exclamó la pequeña castaña interrumpiendo abruptamente a su madre-"Mamá quiero ser yo quien haga brillar a Shaoran"-la esposa de Fujitaka no pudo evitar sentirse sorprendida, pero al ver la determinación en la mirada esmeralda de su hija sonrió y la abrazó con ternura.
-"Entonces esfuérzate mucho en hacerlo Sakura"-apoyó Nadeshiko besando la mejilla de Sakura. La pequeña castaña asintió con efusividad abrazando a su madre pero una tercera persona se apareció en el umbral llamando la atención de ambas.
-"Que escena tan más radiante"-dijo el alto hombre de anteojos circulares.
-"¡PAPI!"-gritó emocionada Sakura corriendo a los brazos de su padre que la recibieron con alegría.
-"Hola mi pequeña flor"-saludo Fujitaka con dulzura en sus palabras-"parece que estas muy contenta hoy"-la oji verde amplió aun más su dulce sonrisa mientras sus padres la abrazaban con cariño.
Pero aquella hermosa escena solo era observada por un par de orbes ambarinas que miraban a través de las cortinas y pensaba si algún día él podría disfrutar de aquella calidez que emanaban esas personas, pero entonces recordó a la mujer que en esos momentos se encontraba en el primer piso de su casa, una persona totalmente diferente a la que veía con esa niña de ojos esmeralda, su madrastra era una mujer con carácter recio y amargado, nunca lo dejaba en paz y la odiaba por haber convencido a su padre de mandar a sus hermanas mayores a un internado en América, la odiaba por ser quien siempre tomaba las decisiones y la odiaba aun más por tener su vida en sus manos sin que él pudiera decir ni mucho menos hacer algo.
………..
Al día siguiente la pequeña Sakura se encontraba como siempre jugando con sus muñecas y peluches en el balcón de su habitación, aunque le prestaba mayor atención a uno de color café adornado con un lindo listón verde.
-"¿Qué te parece si salimos a dar un paseo Shaoran?"-decía Sakura imitando la voz de una de sus muñecas-"claro Sakura me encantaría"-respondía el lindo oso del listón verde.
-"¿Por qué le pusiste mi nombre a tu oso?"-interrumpió el pequeño ambarino sorprendiendo a la oji verde pero a la vez sacándole una linda sonrisa.
-"¡Shaoran!"-Sakura se acerco al niño lo más que pudo-"tu nombre es muy lindo, por eso mi oso favorito se llama como tú"
-"Pero no se pronuncia así"
-"¿A no?"-el rostro de Sakura tomo una postura pensativa mientras que una de las cejas de Shaoran se alzaba a medida que veía los extraños gestos que hacia la pequeñita que tenia al frente-"¿Y como se pronuncia entonces?"-cuestiono al fin mirando detenidamente a sus ojos.
-"¡¡Xiao Lang!!"-un grito estruendoso se escucho del interior de la casa del pequeño-"¡Xiao Lang ven a comer!"
-"Creo que tu mamá es muy gritona"-dice con inocencia Sakura provocando una leve sonrisa en el rostro del ambarino y con esto un brillo nunca antes visto en sus ojos-"¡SONREISTE!"-el grito emocionado de la oji verde sobresalto a Xiao Lang pero no tanto como para poder sostener a la niña cuando la vio venir hacia él en un sorprendente salto.
-"¿Estas bien?... ¡oye niña!... ¿no te paso nada?"-la voz de Shaoran se escuchaba preocupada pero al oír a la niña su corazón se acelero como nunca antes.
-"Mi mamá tenía razón"-dijo Sakura con emoción en su rostro ignorando por completo las preguntas del castaño-"pude hacerte brillar"
La mirada ambarina del niño se abrió desmesuradamente al escuchar aquello, preguntándose a qué se refería esa niña con hacerlo brillar, pero una extraña calidez se acumulo en su corazón al sentir el abrazo de la oji verde obligándolo a corresponderle con una tenue sonrisa en su rostro.
Un nuevo grito llamando a Xiao Lang los sobresaltó haciéndolos reaccionar. Shaoran ayudo a la pequeña Sakura a regresar a su balcón cuidando de que está no cayera o se lastimara.
-"Te veré en la noche Xia...Xialang"-los intentos de Sakura para pronunciar el nombre del niño eran muy graciosos para él-"…perdón pero es que no puedo pronunciar tu nombre"-el rostro de la pequeña se vio acongojado provocando en Xiao Lang un extraño sentimiento de culpa.
-"Puedes….puedes llamarme Shaoran"-las palabras del ambarino se escucharon con nerviosismo pero para Sakura fueron suficientes para iluminarle el rostro, nuevamente.
-"¿Enserio?...pues entonces tú llámame Sakura"-Shaoran asintió con un movimiento de cabeza para después dirigirse a su casa pero antes de poder entrar la voz de la oji verde lo detuvo-"Nos veremos esta noche, aquí, después de la cena"-el ambarino volvió a asentir sin pensarlo con un ligero rubor en su rostro entrando a su casa.
Shaoran no podía creer que por primera vez en muchísimo tiempo su corazón había vuelto a latir tan rápido como lo estaba haciendo en esos momentos, a su corta edad nunca antes había sentido una palpitación dentro de su pecho tan fuerte y veloz. Recordaba haber sentido algo parecido cuando tenía tres años y su madre aun vivía, a su mente volvieron recuerdos de cuando su madre lo llevaba al parque cerca de su casa y jugaban sin parar. Una oleada de tristeza nublo la mente de Shaoran al recordar aquellos tiempos, aunque eran casi nulos sus recuerdos trataba de mantenerlos siempre en él para nunca olvidar a su madre, sus ojos comenzaron a cristalizarse pero la voz lejana de la pequeña castañita jugando con sus muñecos y pronunciando una y otra vez su nombre le hizo volver a sonreír.
-"¡Xiao Lang te estoy llamando desde hace tiempo, baja a comer o te quedaras aquí sin nada en el estomago!"-la madrastra del ambarino apareció en su puerta gritando sin control para después salir de la habitación seguida por un portazo.
Yurika Tsuchiya o más bien Yurika Li, su madrastra, una mujer alta, esbelta, de cabellos largos y negros al igual que sus ojos pero sin un toque de brillo en ambos. La mujer que le ha hecho la vida miserable. Al principio creyó que sería igual que como su madre, pues cuando la conoció junto con sus hermanas había visto una linda persona, amable, querendona, en ocasiones hasta jugaba con ellos, pero cuando consiguió casarse con su padre todo cambio y no justamente para bien como él había creído si no al contrarío, Yurika logro convencer a su padre de enviar a sus cuatro hermanas Shiefa, Fanren, Femeei y Fuutie a un internado al extranjero asegurándole que el futuro de las cuatro sería más "glorioso" en ese lugar. Con sus hermanas lejos Xiao Lang fue olvidando poco a poco lo que era sonreír y divertirse, su padre estaba cada vez más adentrado al trabajo que no tenía tiempo para él y Yurika no era precisamente la mamá más divertida del mundo de hecho odiaba ver a la gente reír, y aun más odiaba ver a Xiao Lang reír era por eso que siempre se encargaba de hacer sentir mal al pequeño ambarino.
Una sonrisa apareció en el lindo rostro de Shaoran pues ahora que lo pensaba, en esos momentos con la oji verde había podido reír sin que aquella horrenda mujer se lo impidiera hasta pudo sentir calidez en su pecho. Tal vez si seguía viendo a Sakura podía recuperar su alegría que era de lo que por ahora un niño de seis años se preocupaba más, reír.
Bajó rápidamente la escalera para después ir al comedor donde su madrastra ya no lo estaba esperando pues comía como si nunca en la vida lo hubiera hecho, se sentó y después de agradecer por los alimentos comenzó a comer sin prisas aparentes pero estaba ansioso de volver a su balcón y encontrarse de nuevo con Sakura.
-"Tardaste mucho en bajar niño"-dijo Yurika sin parar de comer-"sabes que me duele hacer esto pero tú te lo ganas a pulso"-su tono de voz se escuchaba claramente hipócrita-"estas castigado, no saldrás de tu habitación hasta mañana, así que termina tu comida y te retiras a tu recamara".
Shaoran asintió sin decir nada, su ceño estaba fruncido pero dentro de él una sonrisa aparecía pues gracias a ese castigo podría ver sin problemas a la oji verde. Al terminar su comida hizo lo que su madrastra le indicó retirándose a su habitación con pasos apresurados.
Al llegar a su recamara lo primero que hizo fue asomarse al balcón para ver si la niña de cabellos castaños estaba ahí pero al no ver nada prefirió esperarla recostado en su cama, se imagino que tal vez aun no terminaba su cena o algo por el estilo. Pasaron varios minutos y la oji verde aun no salía, Xiao Lang llegó a pensar que tal vez Sakura no había hablado enserio y que solo había sido una broma, así que con la carita fruncida se cambió de ropa poniéndose una pijama de color verde oscuro para después recostarse en su cama. Sus ojos comenzaron a cerrarse pero entonces escucho a lo lejos una voz que lo llamaba.
-"¡Shaoran!"-la voz de Sakura se escuchaba llamando al ambarino una y otra vez. Xiao lang por su parte aun se encontraba recostado, la dulce voz de la castaña la escuchaba a lo lejos así que creía que eran alucinaciones suyas, pero al escuchar un golpe en la puerta que daba al balcón decidió incorporarse para revisar que había sido aquel golpecillo.
-"¿Qué haces ahí?"-cuestiono Shaoran al ver a Sakura afuera de su balcón.
-"Te dije que nos veríamos después de la cena ¿acaso lo olvidaste?"
-"No pero…"
-"Lo se, lo se…discúlpame por haber tardado tanto, pero es que después de la cena mi papá nos contó una anécdota de su ultimo viaje y demoramos mucho, perdóname ¿sí?-el rostro de Sakura mostraba no otra cos más que mera sinceridad, cosa que Shaoran veía muy poco en las personas así que sin poder evitarlo asintió y se acercó a la pequeña niña.
-"¿Y…y para que….para qué querías verme?"-Xiao Lang se sentía algo nervioso por estar ahí pero a la vez una enorme felicidad lo invadía por completo.
-"Pues porque me gusta verte"-soltó Sakura con una enorme sonrisa, esto puso aun más nervioso al pequeño castaño sacando una sonrisa nerviosa-"Además debemos de hacer un pacto de amistad…por que vamos a ser amigos ¿verdad?"
Tal vez todo estaba pasando demasiado rápido para Shaoran o tal vez era aquel rostro angelical de Sakura lo que había hecho que Shaoran asintiera y sonriera ampliamente al escuchar que alguien quería ser su amigo, bueno, en este caso, amiga.
-"¡¿Enserio?!"-pregunto con emoción la linda flor de cerezo y de inmediato Xiao Lang volvió a confirmarlo con un movimiento de cabeza-"Gracias"
Shaoran quedo boquiabierto y un poco confundido por lo ultimo dicho por la oji verde. Aquella simpática niña le estaba agradeciendo el que él aceptara ser su amigo, aunque en realidad Shaoran pensaba que debía ser él quien agradeciera sus palabras. El pequeño castaño nunca había tenido amigos, sus compañeros de primaria no eran muy amigables con él aunque en realidad eso no le importaba mucho de hecho era el mismo castañito el que los hacia alejarse de él, no quería ser lastimado por las personas como ya lo hacia su madrastra cada día, tal vez apenas era un niño de seis años pero entendía perfectamente lo que era ser un estorbo en la vida de alguien.
Pero al escuchar a aquella niña de hermosos ojos esmeralda pidiéndole ser su amiga no pudo negarse, por que sabía muy dentro de él que ella no sería capaz de lastimar ni a una mosca.
-"Entonces…prométeme que siempre…siempre sin importar nada y a pesar de todo seremos amigos"-Sakura estiro su brazo separando su dedo meñique del resto invitando al castaño a que hiciera lo mismo. Shaoran sin pensarlo dos veces estiro también su brazo tomando el pequeño dedo de la oji verde con su meñique-"y que siempre…siempre nos cuidaremos el uno al el otro"-Shaoran asintió con un movimiento firme de su cabeza.
-"Lo prometo"-sentencio Xiao Lang.
-"Y también debes prometer que nunca de los jamases nos mentiremos"-el ambarino no pudo estar más de acuerdo con ese punto. Al igual que Sakura odiaba las mentiras.
Así pues, ambos prometieron ser amigos siempre, cuidarse mutuamente y por sobretodo nunca mentirse. Tal vez si esto lo viera un adulto diría que eran cosas de niños y que se olvidarían de esto al crecer, pero para estos niños esa promesa era más que un juego de niños y esto lo supieron ambos al sentir la calidez del otro al sostener el dedo del contrario.
-"Amigos por siempre"-juraron ambos con una sonrisa en el rostro.
Continuara….
Notas de autora:
Hola amigos soy yo Hikari jejeje…trayéndoles una nueva historia de nuestros queridísimos personajes de Sakura CC.
En realidad "El callejón del beso" fue pensada mucho antes que "Distinto a mi"-otro de mis fincs-de hecho ya la había escrito aunque no publicado, pero debido a que mi computadora se desconchinflo (descompuso) ésta y más historias se perdieron, pero al buscar entre mis viejas libretas encontré varios intentos del comienzo de la historia así que leyendo todos pues comencé a crearla. Espero que les guste, aunque el primer capitulo desde un principio fue pensado así de corto les prometo que los que vienen serán más largos.
Bueno "El callejón del beso" sí existe, en realidad es un viejo callejón de las calles de Guanajuato México, y pues su historia es muy bonita, la historia, para los que les interese, la pondré en mi perfil para que puedan leerla a gusto y puedan tener más o menos una idea del rumbo que tomara este lindo finc, aunque claro que mi historia solo esta basada en el nombre por que la historia en sí será muy diferente a la original.
Espero no haberlos confundido mucho, gracias por leer mis comentarios y espero que dejen los suyos que yo los leeré con muchísimo gusto. A mí me animan mucho los comentarios que ustedes dejan así que no se avergüencen y dejen su opinión.
Próximo capitulo: "Balcón de sueños"
´´ Agradecimientos ´´
Por ahora a todos ustedes que se tomaron el tiempo de leer este finc y a mi hermano que nuevamente me presto su computadora para escribir.
GRACIAS!!
