Esto pensaba ser un one-shot

Estaba en casa, melancólica, escuchando a Franco de Vita……Somos Tres….. y pensé en escribir un one-shot. Terminé haciéndolo un poco más largo. Espero les agrade. Mi pareja favorita de Naruto, es……como decirlo…..un tanto problemática. Por cierto, si no lo notaron, es RATED M. ¿capice?

Temari sonrió notando que se le notaba demasiado como para negarlo, estaba enamorada.

Estar con él era lo mejor que le había pasado en la vida, más nunca se lo dijo, ni él a ella. Tenían una relación sin complicaciones, sin ataduras. Ella era la hermana del Kazekage, él Consejero de Gondaime para todo el mundo, el ANBU exclusivo de la Quinta. No había nada entre ellos y no tenían futuro. Sólo era sexo, del bueno, eso sí, pero nada más.

Shikamaru siempre había sido un tipo reservado, ella orgullosa. Estaba claro que, aunque él bajara la guardia de vez en cuando y dejara que ella se diera cuenta del hombre que había debajo de esa máscara, se le daba muy bien recobrar la compostura y hacerse infranqueable.

Temari sólo tendía dos opciones: seguir dándose contra el muro que él había construido en torno a sí mismo o admitir la derrota y declarase culpable. Sabía que debía decírselo y seguir adelante. Cuanto antes mejor. Ella era la culpable, no había más remedio, pero necesitaba un poco de tiempo para lamerse las heridas en soledad. Salío de Suna bajo la lluvia imparable de mayo, despacio, tomándose su tiempo. Descansando en cada aldea. Pensando como pudo ser tan estúpida como para decirle que estaba bien, que era seguro……..

FLASH BACK

Shikamaru se encontraba recostado mirando las nubes, cuando Temari se acercó por detrás calladamente para intentar dejarle caer un poco de agua helada sobre su cara.

-No lo intentes, Temari o te vas a arrepentir.

-¿Disculpa? ¿Arrepentir? Me estás amenazando, genio, porque de ser así…

Shikamaru había agarrado la pantorrilla femenina y la hizo trastabillar. Él la agarró antes de que cayera al piso, la depositó en tierra y la besó. Temari podría haberlo esquivado o apartado, pero no lo hizo. Le temblaban las piernas y se notó el pulso acelerado. Ese hombre olía a hierba. Al final, se separaron para tomar aire.

Ella se apresuró a levantarse. Iba a haber pelea. Lo deseaba, de hecho, con una ferocidad y una fuerza que la sorprendía. Siempre había sido así, ya tenían tres años conociéndose y cada vez su deseo por ese hombre era peor.

-Temari, perdón por besarte. No lo volveré a hacer.

-Claro que lo harás – contestó ella en voz baja y sensual

-¿Ah, sí?

-Sí y punto.

La abrazó y Temari experimentó un escalofrío que recorrió su columna vertebral por completo.

-Temari, espero que estés clara en que esto no va a ser solo besos.

Temari asintió con una sonrisa irónica en la cara.

-A ver, como me explico……Mendokusai..…me gustas, mucho diría yo, pero esto no significa que….

-Ya callate, genio, ¿olvidas que soy mayor que tú?

Shikamaru sonrió divertido.

-Dejame continuar, mujer. Jamás esperes una declaración poética, ni mucho menos, yo no soy así, me conoces. Somos amigos antes que nada, pero debo confesarte que aunque no me gustan las mujeres problemáticas como tú, me he vuelto adicto al desafío constante que para mi representas.

Temari le escuchaba con la boca abierta. En los años que llevaban como amigos, nunca lo había escuchado articular más de quince palabras juntas, si no fuera para explicar alguna estrategia de pelea y, para colmo, ¿le estaba insinuando que ella era especial?, ¿admiración?...eso no se lo esperaba.

-Quiero acostarme contigo, pero no quiero que sufras por ello. Somos mayores de edad, nos gustamos y punto. Yo tengo mis asuntos y tú tienes los tuyos. Pero si vamos a estar trabajando juntos cada vez que vienes aquí o cuando yo voy a Suna, lo más prudente es que nos deshagamos de esta tensión sexual que nos mantiene enfermos cada vez.

-No crees que estás hablando demasiado, niñato. ¿A mi casa o al hotel donde estoy?

-A tu hotel.

Temari trató de sonar tan casual como él. No iba a dejarse acorralar por ese niño. ¿Quien demonios se creía que era? Ella era Sabaku no Temari, mujer de armas tomar, ¡carajo!