Ranma ½ no me pertenece escribo esto por entretenerme y entretener sin ánimos de lucro, ¡gracias por leer!

Att: kalpana R.S

Capítulo 1

Ranma Saotome detuvo su motocicleta azul eléctrico frente a su lujosa hacienda ubicada en la zona sur del país, hacia la región de Yamanashi, Tokio. En las cercanías del Monte Fuji. Respondió amablemente al saludo de uno de los empleados que se encargaba de trabajar en los viñedos pertenecientes a su familia y camino hacia la entrada.

Una bebida milenaria, sin lugar a dudas era el vino. Y el mejor vino de Japón era el que producían los Saotome desde hace tres dinastías, usando exquisitas uvas Koshu, la única uva con piel de rosa. Los vinos que se obtenían de la Koshu, eran vinos con unas características de amabilidad, ligeros, algo sutiles y que resultaban perfectos con el recetario japonés tradicional.

Un perro gran danes negro de aspecto noble y robusto, con la elegancia tatuada en su gigantesco ser se la acercó corriendo y de un solo salto, logro tirarlo al suelo.

-Hola, Dargo -dijo soltando una risa al tiempo que acariciaba la cabeza del perro, sintiendo el pelo corto, espeso, adherente y brillante de su fiel amigo que levantó la vista y contempló a su amo con la adoración de dios.

Muchas personas miraban a Ranma con el mismo tipo de devoción. A pesar de tener solo dieciocho años de edad había mucho que admirar en aquel muchacho, desde la coronilla de su alborotado cabello negro azabache que se sujetaba en una firme trenza y caía sobre su espalda hasta las puntas de sus viejas alpargatas. Era un auténtico hombre para los hombres y una fantasía de las mujeres, sobre todo con aquel cuerpo marcado por el arduo ejercicio y esos enigmáticos ojos azul grisáceos. Pero, por cada ardiente admirador, también había un enemigo igual de ardiente.

Ordenó a Dargo que se le quitara de enésima pues comenzaban a serle incómodos los sesenta kilos que pesaba y camino hacia la casa seguido del perro que no dejaba de mover su alargada cola.

Entró en el amplio recibidor y sus pisadas resonaron en el suelo embaldosado mientras se dirigía a la cocina, desde donde provenía un exquisito olor a café recién hecho. Su estómago empezó a recordare que no había desayunado antes de salir en la madrugada a realizar una de sus victoriosas peleas callejeras que tenia como entretenimiento. Se imaginó comiéndose un pescado frito, un montón de esponjosos huevos revueltos o un poco de arroz con un trozo de carne de cerdo perfectamente dorada. El estómago le rugió aún más agresivamente.

Al entrar se encontró con su hermano mayor, Shinosuke. El muchacho de veinte años y rebelde cabello cobrizo estaba sentado ante la cuadrada mesa de madera que llevaba allí desde que tenían uso de razón. Los ojos celestes del mayor se posaron sobre el con una expresión de reproche en el rostro.

.-¿Acabas de llegar? -preguntó perplejo.

-¡Hola hermano! Buenos días para ti también...

-¡Ranma! -grito ofendido ante el cinismo del azabache- ¿Otra vez fuiste a una de esas estúpidas peleas?

-Tranquilízate, no es para tanto. -aseguro sentándose a su lado y tomando un plato con unas cuantas tostadas calientes untadas con mantequilla.

-¡Quiero que dejes de ser tan irresponsable Ranma! ¡Luego soy yo el que termina limpiando tus porquerías!

-Pareces mi padre, y ni a el le importa tanto -dijo terminando de comer la primera tostada y dándole un sorbo al humeante café. Notando como el rostro de Shinosuke se endurecía.

-Hermano, te quiero y es por eso que no quiero que sigas tirando así toda tu vida, prométeme que esta fue la ultima vez - pidió el mayor intentando ser convincente.

-Prometo que después de hoy sera la ultima vez -respondió sin inmutarse -Al parecer me toca pelear con el mejor sujeto de la zona hoy y no pienso quedar como un cobarde -explico al ver la mueca de molestia de su hermano.

-Ni siquiera pienses que voy a consentir esto - dijo Shinosuke tomado por la furia. Levantándose inmediatamente de la mesa y saliendo del comedor.

Ranma solo se encogió de hombros y le dio una tostada a Drago mientras sorbía otro poco de la taza de porcelana. El perro que segundos antes permanecía sentado a su lado con la enorme lengua de fuera en una expresión juguetona, indiferente al enfrentamiento la devoro de un solo bocado y agito de nuevo su cola.

Por nada del mundo se perdería el pelear con ese sujeto. "Escarlata" podía temblar de miedo por que esa noche "Caballo salvaje" se encargaría de quitarle el titulo de invicto.

.

Salir en la madrugada y llegar al barrio bajo no había sido difícil para Ranma, ni siquiera perder a su hermano que lo había seguido desde su Audi A5. Lo difícil había sido creerse que aquel sujeto frente a el era su contrincante.

Sin poder evitarlo soltó una carcajada. Escarlata, el mejor peleador de los barrios bajos tenia un cuerpo menudo y delicado que prácticamente nadaba bajo las holgadas ropas obscuras que usaba. Media cerca de un metro con sesenta y mantenía su rostro cubierto por un pasamontañas también negro.

-Esto debe ser un chiste -murmuro rascando su nuca sin borrar la burlona sonrisa que surcaba su rostro.

—Bien, recuerden que esto debe ser una pelea limpia… el que ya no pueda deberá darse por vencido — les recordó un chico de expresivos cabellos teñidos de rojo, ahora siendo el árbitro. Los dos asintieron.

Una vez que dio la señal de inicio Escarlata tomo una postura firme mientras que Ranma comenzaba a saltar levemente para después tomar una postura similar a la de su contrincante. Las chicas miraban hipnotizadas el cuerpo del ojiazul, sus brazos se veían bastante ejercitados. Su tórax estaba bien formado y se podía notar gracias a la playera pegada que usaba.

—Descuida no te lastimare mucho— le dijo él burlonamente.

Escarlata no dijo nada, solo se limito a dar una patada hacia el frente, mientras el chico bloqueaba su ataque. El publico empezó a gritar emocionado, debido a que la pelea había comenzado.

Él retrocedió hasta cierta distancia y miro rápidamente la postura del menudo chico, descubriendo que había una forma para derribarlo. Intento usar una técnica de agarre, pero Escarlata se liberó rápidamente. Luego intento pegarle con la cadera hacia abajo pero al igual que antes, este supo bien como defenderse.

El joven enmascarado empezó a dar golpes consecutivos a Ranma que solo guardaba protección. Luego, se alejó de él algo agitado. Esa pelea ya estaba durando demasiado… diez minutos después ambos estaban completamente sudados y el publico fascinado.

De repente, Escarlata se movió rápidamente y tomo la nuca del azabache, golpeándola contra su rodilla. Él ojiazul retrocedió y lo miro con odio, ya estaba enojado. Nadie lo había golpeado de esa forma y ese tipo no sería la excepción. Furioso se acercó a Escarlata simulando dar puñetazos y cuando este se confió recibió un golpe directo en la cara.

El enmascarado retrocedió un poco y toco su mejilla. Con que el niño bonito quería jugar de esa forma, pues jugarían de esa forma. Ambos empezaron a atacarse con diferente técnicas, cada una mas agresiva que la anterior. Ninguno de los dos cedía, estaban adoloridos de su cuerpo pero rendirse no era una opción.

Al azabache se le notaba un tono rojizo en los brazos y piernas. Por mas que le pesara admitirlo, el enmascarado sí que tenía una fuerza atroz. Decidido a terminar con la pelea, Ranma tiro a su contrincante al suelo utilizando técnicas de proyección y agarre, este se trató de zafar pero le era imposible.

— ¿Qué pasa? ¿Acaso te rindes? — sonrió el chico, al darse cuenta que había dejado de forcejear.

Nuevamente no dijo nada pero juraría haber escuchado una leve risa bajo el pasamontañas. Después, aplicando una gran fuerza Escarlata se libero del agarre y se puso de pie casi al instante, dando unas patadas consecutivas hacia el cuerpo del azabache y una serie de puñetazos. Él solo esquivaba.

Ya se estaban cansando de seguir en lo mismo así que calculando los puntos específicos de en donde debían golpear a su contrincante Escarlata dio tres patadas con todas sus fuerzas a los lados del vientre de Ranma y este hizo exactamente lo mismo, haciendo que ambos cayeran al suelo.

Mirándose con odio intentaron levantarse del suelo pero fue en vano, habían bloqueado sus puntos de apoyo. Y como era de esperarse, ante el asombro de todos, fue declarado un empate.

Minutos después de que terminara el combate, Ranma sintiéndose humillado por el resultado final y guiado por la soberbia dio grandes zancadas hasta llegar con Escarlata que había logrado levantarse y ahora estaba por retirarse. Bruscamente lo giro hacia el , luego saco un arma que llevaba guardada por si la necesitaba algún día y le apunto en la cabeza. Nadie se burlaba de Ranma Saotome.

Shinosuke que acababa de llegar se estremeció tanto como el grupo de espectadores al presenciar la escena.

-¿Que?¿Miedo?-se mofo Ranma con voz inquietantemente controlada al ver que Escarlata no se movía.

-¿Que demonios estas haciendo? ¡Ranma baja el arma! -exclamo Shinosuke llegando a su lado. Estaba terriblemente pálido.

Sin embargo, contrario a lo que todos pudiesen pensar que ocurriría, Escarlata sin un ápice de miedo tomo con su pequeña mano la punta del revolver y levantando la cabeza con orgullo la llevo a su cuello.

Sorprendido el ojiazul frunció el ceño pero lentamente quito el seguro, convencido de que ese valor moriría por el miedo a perder su vida. Necio en devolverle toda esa humillación y verlo implorar piedad.

-No Ranma, baja el arma, baja el arma... -Las primeras punzadas de pánico le sobrecogieron el corazón al pobre castaño que permanecía a su lado paralizado- No seas estúpido, no vale la pena ir a prisión por esto -insistió, logrando que Ranma rodara los ojos irritado y aflojara el agarre de su arma.

El desgraciado ni siquiera se encontraba nervioso, al contrario, casi le parecía aburrido.

Una delicada risa salio del misterioso chico de negro y un segundo después, con un hábil movimiento lanzo el arma lejos de ambos. Perplejos observaron como ahora era Escarlata quien sacaba un revolver de su ropa y les apuntaba con una mano mientras que con la otra se quitaba el pasamontañas revelando al fin su rostro y Ranma sentía como su aliento se atascaba en los pulmones.

Sin atreverse a ocultarlo, Ranma se fascino completamente con esa jovencita. ¡Era preciosa! Su largo cabello azulado estaba recogido en una coleta baja dejando un par de mechones libres, su piel parecía ser tan suave como la seda y tan delicada como la porcelana, sus ojos hipnóticos ojos de color avellana brillaban debajo de ese pequeño fleco que se acomodaba sobre su frente y esos labios... lucia endemoniadamente tentadores.

Por alguna razón, se le hizo demasiado conocida.

-¿Que? ¿Miedo? -espeto ella quitando el seguro mientras dibujaba una sonrisa traviesa -Debería matarte...

Shinosuke empezó a respirar entrecortadamente ante la declaración, casi inaudible mientras Ranma no podía despegar su cristalina mirada de ella. Los segundos pasaron hasta que la chica levanto el arma al cielo y rompió con el profundo silencio que inundaba el callejón tirando del gatillo. Disparando un par de veces y logrando que todos huyeran despavoridos, sabiendo que probablemente alguien llamaría a la policía.

Era hermosa pero al parecer de la clase de las que debías cuidarte.

-Si sacas un arma, asegúrate de que vas a usarla... no seas cobarde -aconsejo ella para después soplar suavemente la punta de su arma. Casi como si deseara incitarlo a probar sus labios. Y así fue. Instintivamente Ranma paso su lengua sobre sus labios imaginando el sabor de ella en su paladar.

A lo lejos se comenzaron a oír cada vez mas cerca el ruido de las patrullas y Shinosuke imaginándose el escándalo en las noticias corrió hasta su auto desde donde le grito a su hermano que reaccionara y se marcharan antes de que fuera tarde.

Una risa burlona salio de la peliazul y guardo el arma mientras rápidamente emprendía la huida hasta su motocicleta roja. Sin poder evitarlo, una sonrisa torcida se curvo en el rostro de Ranma y sin perder tiempo corrió hasta su motocicleta azul también.

Ella arranco y el, confiado en que Shinosuke estaría bien y regresaría a casa la siguió hasta entrar en el enjambre de autos que corroan en la carretera. La misteriosa desconocida giro tras de si y mordiendo su labio inferior siniestramente acelero yendo de un lado a otro, esquivando los autos en zic zac para despistar al ojiazul.

Y nuevamente, así fue. Cuando menos se dio cuenta, ella había desaparecido entre la multitud de autos. Molesto se aparco en una de las calles y maldijo en voz baja. Tenía que admitirlo, ademas de bella... era escurridiza.

.

-¿Tienes idea de lo que pudo haber pasado? -bramo Shinosuke después de casi una hora de intensivos regaños. Sus ojos azul celeste ardían como el fuego mientra caminaba de un lado a otro, igual que un león enjaulado -¡Eres un completo desconsiderado, egoísta y estúpido! -continuaba diciendo, obteniendo como uncia atención la que le brindaba Dargo que lo seguía moviendo la cabeza conforme avanzaran sus pasos creyendo que estaba jugando.

Ranma por su parte permanecía sentado en el sofá con la cabeza mirando al cielo, su mente solo podía pensar en esa misteriosa joven. Nunca había visto a una chica que se moviera en esos lugares de forma tan natural, que peleara tan bien y que se mostrara tan relajada con un arma en su cabeza. Parecía tan cómoda en su propia piel. Tan peligrosa y sensual que le era imposible recordarla sin desearla.

Se preguntaba que nombre tendría, donde viviría y si el también le había gustado por lo menos un poco. No era por presumir pero sabia de una larga lista de mujeres que lo encontraban atractivo y solo quería saber si ella estaba incluida. Ya ni el empate en la pelea le importaba, solo quería volver a verla pero sabia que las peleas se pospondrían mínimo por una semana. Semana que por su puesto no esperaría. Ranma no era paciente en lo que quería

Por enésima vez se repitió que algo en ella le resultaba demasiado familiar, ¿Pero que? ¿Acaso la conocía? ¿De donde? No recordaba haberse acostado con ella. Una mujer así no resultaría fácil de olvidar... ese cabello, esos labios, esos ojos, esa ... ¿cicatriz?

-¡No puede ser! -exclamo asombrado dando un salto en su lugar.

-¿Que? -pregunto Shinosuke confundido.

-¡La chica! ¡Era ella!

-¿Acaso escuchaste lo que dije, o qué?

-¡Era ella! ¿Como no lo vi antes? -continuo diciendo mientras se levantaba inmediatamente con una expresión de alegría matizada con sorpresa.

-¡Santo Dios! -exclamó Shinosuke revolviendo su cabello con frustración - Estuviste a punto de ser arrestado, una loca te apunto con un arma ¿y a ti sólo se te ocurre pensar en una chica con la que seguramente te acostaste? ¡Eres demasiado inconsciente!

-No Shinosuke, no lo entiendes. La chica que me apunto con el arma, la supuesta "Escarlata" es Akane Tendo ¿Ese nombre te dice algo? -añadió notando como Shinosuke pareció meditarlo por unos momentos y luego sus ojos se abrieron desmesuradamente.

-¿Akane? -casi grito de la impresión, la recordaba -¡No puede ser!

-Amén -entonó Ranma con voz sarcástica de al fin ser comprendido por su hermano.

-¿Como es que esta metida en estos líos? ¿Por que te apunto con un arma si es ella?

-Por que yo le apunte con una -respondió como si fuera lo mas simple del mundo,camino al frutero y tomo un plátano, luego se lo ofreció al castaño. Shinosuke aceptó tranquilamente la fruta y comenzó a pelarla para comerla.

-Ademas ¿Que hace aquí? Se supone que se había ido a vivir al extranjero con sus hermanas, desde hace mas de ocho años que no la vemos... -dijo dando la primera mordida.

-Eso no lo se pero deberíamos ir a verla y preguntárselo, seguro nos recordara -opino emocionado. Esperando que su hermano no descubriera las enormes ganas que tenia de verla.

-¿Que?¿estas loco? -pregunto asustado recibiendo una risa del menor -¡Papa nos mataría si se entera de que la vimos!

-Estás demasiado tenso. Relájate Shinosuke. Vas a volverme loco si no te callas.

-Primero, no me calles por que esto es tu culpa, si me hubieras hecho caso yo estaría relajado -Le apunto con el dedo amenazante, el azabache puso los ojos en blanco y suspiro -Segundo, te recuerdo que nuestro padre odia al señor Tendo y a toda su familia. Tenemos extremadamente prohibido acercarnos a sus tierras o hablar con ellos. Ningún Saotome habla con un Tendo desde hace ocho años.

-No me digas que ahora se te dio por obedecer a papa -le dijo Ranma con un tono burlón en su voz. Shinosuke tenia esos mismos ocho años de rebeldía con su progenitor, los mismos ocho años que su madre tenia de haber fallecido - Papa no tiene por que enterarse, prácticamente somos vecinos. Podríamos ir y venir mas rápidamente sin que nos vea nadie si nos vamos a caballo hasta la cerca que nos divide y cruzamos a sus tierras- planeo en voz alta, guiñándole uno de sus ojos azul-gris- Sera sencillo.

-No te fíes demasiado Ranma. Siguen estando los trabajadores nuestros o de ella que podrían delatarte.

-Soy muy hábil para escabullirme -le recordó Ranma encogiéndose de hombros esgocentricamente.

-Tal vez no sea Akane.

-Habra que averiguarlo

-Como quieras, pero no cuentes conmigo para esto Ranma. Si quieres meterte en problemas, allá tu. Esta vez no saldré inmiscuido -Con esa nota poco optimista Shinosuke concluyó la conversación para retirarse a su habitación y recostarse a descansar al menos una hora antes de ir a su acostumbrado trabajo en los viñedos. Eran las seis de la mañana y debía levantarse por muy tarde a las siete.

Ranma por su parte solo sonrio triunfante, no tenia nada por considerar, sabía la respuesta de lo que seguia por hacer. Tal vez Shinosuke tenía razón. El siempre tenia razón en todo. Sin embargo, poco le importaba pues sentía una inmensa necesidad de verla. Cada vez que recordaba sus ojos o sus labios su estomago se contraía. Tampoco le importaban los problemas familiares que pudieran surgir.

Iba a buscarla esa misma noche cuando todos durmieran. Luego, iba a probar esos labios hasta dejarla completamente aturdida y sonrojada, rogando por mas.

Pero por ahora, solo le quedaba descansar un poco.

Notas de autora:

¡Hola, hi, nihao, namaste!

Si, ódienme por no publicar el capitulo 4 de "solo un juego" pero el mañana o el miércoles sin falta espero subirlo.

Esta historia es mi versión del libro "Romeo y Julieta" pero mezclado con "El conde de Montecristo " Para que no se sorprendan, a futuro lo verán. Espero que no les parezca catastrófico por que esta es una de las historias que me daba miedo publicar debido a no poder manejarlo bien. En fin, pudieron mas mis ganas. Jajaja, me arriesgue. Ustedes dirán si lo logre o falle en el intento.

PD: Un mensaje me dijo que tanto "Solo un juego" como "Almas gemelas" y "En el amor y la guerra" debe de tener clasificación M por que hay lemon en las 3 (aunque sea una o dos veces ya que es "explicito") ¿Es verdad? Perdonen la ignorancia pero no se si alguien me lo pueda aclarar. Es que en esta historia quizá también yo le incluya un lemon a futuro.

En fin, gracias por leer esto, dudas, comentarios y quejas ya saben dónde.

¿Y qué? ¿Merezco review?

¿continuo? publico si me lo piden.

¡Adiós, Good bye, Sayonara… Alvida!