Le abrí la puerta del camión.

Ella salió y caminó, no, fue casi un salto, hacia mí. Parecía tan feliz.

'Es tan maravilloso tenerte de vuelta.' Traté de ocultar mi desesperación con entusiasmo al contemplarla.

'Sólo me fui por unas horas.'

'Irrelevante. Sigue siendo mucho tiempo." Contesté mientras reprimía el impulso de arrugar la nariz abrazándola y plantando un beso firmemente en su pelo. "¿Qué hiciste esta tarde?"

'Nada de vida o muerte. Jacob se ofreció a echarle un vistazo a mi camión.'

'Espero que no hayas tocado los instrumentos en absoluto' me burlé. Pero no pude ahogar ese sentimiento de (me atrevo a decirlo—celos), dolor pinchando mis entrañas, mi hermosa Bella no había pensado en pedirme a mí que arreglara su antiguo vehículo.

Ella se rió. 'Oh, cielos, no, Jake ni me deja acercarme a ellos. Demasiado peligroso." Siguió soltando risitas. "Dijo que sólo terminaría con grasa por todas mis partes igual. Así que me hice a un lado y le dejé ser el grasoso."

Me arrastró alegremente de la mano mientras entrábamos a la casa para pasar una dichosa tarde juntos antes de su toque de queda.

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'¿Puedo hacerte una pregunta?' Ella estaba en el extremo opuesto de mi sofá y alzó la vista cuando me dirigí a ella.

"Puedes preguntarme lo que quieras."

"¿Qué tan cercana estás con el licántropo?'

Frunció el ceño posando el libro en su regazo. 'Ésa es una pregunta tonta. Sabes que Jake y yo somos muy amigos. No necesitas capacidad de leer la mente para saberlo.

'Perdóname. Dije mal la pregunta. Quise decir, ¿qué tan íntima estás con él?

Ella frunció el ceño más profundamente y… ¿era eso miedo en sus ojos…? ¿O culpa?

'No estoy segura de lo que quieres decir Edw—'

"¿Te toca a menudo?" Por lo general no la interrumpía, pero no estaba interesado en que mi amor esquivara la pregunta.

'Bueno... sí' su voz era vacilante. 'Pero lo haces sonar tan mal. Jake es así... ' Manoseaba la esquina de la tapa de su libro nerviosamente. 'Le gusta trabajar con las manos... Son sólo abrazos sobre todo' continuó con insistencia. 'Le gusta mucho abrazarme... ¿Por qué, te molesta el olor? ¡Puedo ducharme si quieres! Añadió ansiosamente.

'No, no. Sólo me preguntaba.' No quería que se duchara porque entonces vería… entonces sabría la razón de mi interrogatorio, de lo que estaba preguntando.

Me preguntaba mucho acerca de ello en realidad, mucho más de lo que debería permitirme. Me indignaba cada vez que mi Bella abandonaba mis brazos protectores para irse con ese perro. Quería desesperadamente saber qué hacían…de qué hablaban… qué pasaba entre ellos para que siguiera volviendo a él.

Y no ayudaba a mi carácter en lo más mínimo cuando mi Bella volvía con grasa resbalando inconscientemente de su mejilla y en su cuello. Sólo podría haber sido puesta allí de una forma.

Casi podía oír la risa soberbia del perro desde aquí. No era ningún accidente. Él sabía exactamente lo que hacía. Un pequeño, enfurecedor recordatorio, sólo para mí.

Humph. Sólo abrazos en efecto.