Boku no Hero Academia/My Hero Academia no me pertenece.

Tengo un conflicto con esto, me parece incompleto pero al mismo tiempo me parece perfecto tal y como está. Lo siento.

Izuku Midoriya/Toshinori Yagi. Ambiguo.


Imposible.

Si hace cuatro años le hubieran dicho que terminaría de esta manera lo habría negado rotundamente con un "imposible".

Pero ahí estaba, viéndolo desde arriba. Su delgado cuerpo debajo del suyo, nacarado por el sudor y zozobrando por el placer que derrama sobre él.

Ha sido extraño cómo se dieron las cosas y aunque quisiera recordarlas no puede porque no debe.

Las circunstancias han debilitado más al de ojos zarcos y sabe que nada le desagrada más que mostrar su fragilidad, sin embargo es demasiado difícil olvidarse de aquella imagen que le hubo ofrecido al llegar a su departamento.

Piensa en su quebrada persona, su nublada consciencia y su desesperado corazón mientras tienta la enorme cicatriz que se extiende en el costado izquierdo de su torso. Él siempre la describe como desagradable pero en lo particular le parece fascinante. Lo hace estremecer y susurra cortos y bajos "no" para evitar gemir.

Sonríe de manera sutil y se inclina hacia su desnudo abdomen para marcar un camino de besos sobre la lacerada piel.

No está seguro si esto es lo que el mayor buscaba pero supone que puede interpretar el hecho de que no le ha negado nada como una posibilidad de ser lo que quiere.

Adentro es tan cálido como lo es por fuera. Y le desbarata un poco el exceso de presión a su alrededor. Es estrecho y el antiguo héroe profesional lo siente, se deshace bajo sus manos y entre sus piernas. Es una vista tan insólita que espera ser el único que la ha presenciado.

Su magro cuerpo tiene un encanto peculiar que probablemente sólo él ve mas poco le importa si es así, atesorará todo lo que pueda tener de él y todo lo que le pueda ofrecer.

—...muchacho... —su voz tiembla y aún así le figura terciopelo y cuando dice su nombre —Izuku... —le complace.

Enajenado piensa que podría hacer melodías de él y comienza a empujar con la intención de escucharlas salir de su boca. Es un pensamiento que detesta pero no puede evitar querer estropearlo, quiere ser egoísta y marcar al hombre como suyo.