Hola este fic nació del otro Que estoy escribiendo actualmente basado en la historia de la película que protagonizan Ren, Kyoko y Murasame, solo serán 4 capítulos por qué el otro tengo pensadas muchas más cosas y creo me llevara un poco más de tiempo, no es que valla dejar de escribir el otro pero tenía que hacer este antes de que se me fuera la inspiración xD espero les guste y recuerden los personajes son de Yoshiki Nakamura.
CAPITULO 1. Amigos
Desde que tenía 7 años Murasame siempre me gustó, esos hermosos ojos me llamaban la atención a tal grado que olvidaba todo, su valentía y esa fachada de niño rebelde hacía que se me saliera el corazón, pero nunca fui la única en notar todo lo maravilloso que era, la mayoría de las chicas de nuestra escuela, estaban locas por él, y él no se hacía del rogar, también era conocido como un gran mujeriego, en un día podía vérsele con una y al siguiente otra, y a pesar de que yo era la que más estaba cerca de él era la que menos posibilidad tenía, me consideraba su mejor amiga, ya que su madre y la mía fueron amigas desde la secundaria lo veía muchísimo junto a su vecino Ren Tsuruga, los tres pasábamos interminables horas de juego, y conforme crecimos nos volvimos los mejores amigos, en la escuela Ren y yo casi la pasábamos solos pues Murasame se encontraba ocupado con chicas o peleas, pero por las tardes sabía que podría pasar tiempo con el, claro si no tenía una cita, esperaba el día en que por fin el me viera como algo más pero era evidente que lo que él hacía con otras chicas lo hacía conmigo, pero que tenía yo? Acaso no era bonita? O atractiva? Recuerdo que en quinto grado Fuwa me dijo que era una mujer sin nada de atractivo, Ren me había defendido y Murasame cuando se enteró fue el causante de que Sho no asistiera a clases por una semana, pero aun así sus palabras no dejaban de dar vueltas en mi cabeza, tal vez es por ello que él no me ve como una conquista o alguien a quien le podría gustar.
Los años pasaron hasta que en preparatoria tuvimos que separarnos, mi madre se mudó a Tokio y Ren viajó a América por el trabajo de su padre, el día en que me hiba espere a que Murasame fuera a despedirse de mí, estaba decidida a confesarle mis sentimientos, pero mi vi sorprendida de que llegara con una hermosa chica rubia de pelo largo de su brazo, - Kyoko que bueno que hemos llegado a tiempo, sabes quería presentarte a mi novia Momose; mis oídos no lo creían, nunca lo había escuchado decir la palabra novia, sin duda esto iba más allá que su habitual conquista, mi corazón casi se desase, pero guarde la compostura, - amor ella es mi mejor amiga Kyoko, - mucho gusto, estaba impaciente por conocerte, - bueno pues me alegro el que pudiéramos hacerlo, pero lo siento mucho ya tengo que irme o se me hará tarde, les dedique q una sonrisa a ambos tome mi bolso y maleta y salí corriendo sin más, no podía soportar un minuto más. De cualquier modo si él era feliz todo estaría bien.
Ya han pasado 8 años desde que vi a Murasame, algunas veces recibía emails de el, pero apenas leía poco, y casi no respondía, mi corazón no se sentía sanado después de todo, alguna vez intente olvidarle con un hombre llamado Reyno en la universidad, salimos durante tres meses, pero no soportaba el que siempre quisiera tocarme y sus raras prácticas oculistas, después de esa experiencia no quería saber más, tenía la esperanza de que con el tiempo llegaría la persona adecuada para mí. Bien dicen que por algo suceden las cosas, tal vez mi destino no era Murasame pero sin duda alguien si lo sería así que esperaría. Hoy en día trabajaba en una empresa que organizaba eventos, poco a poco se fue haciendo famosa, por los eventos espectaculares que habíamos llevado acabo, me sentía satisfecha de que por lo menos mi trabajo fuera reconocido, y ahora que se expandía, la empresa había contratado a un nuevo director, decían que era americano, y que tenía grandes ideas para la empresa que sin duda la llevarían a ser la mejor de todo Tokio y más, y eso esperaba por que así mi nombre también crecería como la mejor organizadora del país, apenas llevaba un año trabajando pero la anterior directora Asami siempre decía que era su mejor elemento. Llegue a la oficina antes de tiempo para prepararme a la llegada del nuevo director, pero había una gran conmoción, las chicas andaban cuchicheando en grupos por todos lados, podría ser que ya hubiese llegado a romper corazones? Jaja la ironía de fuera tan parecido a Murasame me daba un poco de gracia, - olle Moko san! Le grite a mi amiga que se encontraba cerca de allí, - que está pasando aquí?, - pues es que ya a llegado el nuevo director, y todas se emocionaron con su llegada, dicen que es como todo un modelo y que está para comerse pero la verdad no es mi tipo así que no hecho alboroto como ellas, pero que bueno que llegas me pidió que en cuanto llegaras pasaras a su oficina, quería conocer a la persona de la que Asami san no deja de hablar. - de acuerdo iré inmediatamente, me diriji a la oficina del director para conocerle, toque la puerta y hasta que me dio permiso entre. Me lleve una gran impresión al momento de entrar sin duda las chicas tenían razón, él era todo un adonis, estaba recargado en su escritorio comparando unas muestras, esa pose parecía sin duda la de un modelo profesional, su altura, su monumental cuerpo que destacaba a través del traje, sus finas facciones, la forma en que su pelo se acomodaba todo parecía perfecto, dudaba que un hombre así pudiese existir quería pellizcarme y ver que no estaba soñando, pero me contuve camine hacia él pero ente más cerca estaba más rápido me latía el corazón, cuando estuve a solo un Metro de distancia me pare completamente en seco, por que su sonrisa estuvo a punto de provocarme un ataque cardiaco, era aún más bello sonriendo, -que pasa Kyoko? De esa manera piensas saludarme después de tantos años?, sus palabras me sacaron de mi parálisis, y me detuve a contemplarlo más de cerca, hasta que vi sus ojos, tan verdes y hermosos, solo había una persona en todo el mundo que tuviera esos ojos pero era el? –Ren? Pregunte incrédula, - si, me dijo con una sonrisa más amplia, juraría que podría derretir los polos con aquella sonrisa, no podía moverme como era que El Niño que conocí ahora fuera el hombre más guapo que hubiera visto sobre la tierra, el al ver que no me movía, acortó distancia entre nosotros y me abrazo, - no puedo creer lo hermosa que te has puesto, eso fue el golpe más bajo que pudo darme, - pero si mírate tú, dije escondiendo mi cara que estaba segura estaba completamente roja, - jaja que puedo decir en América me uní al equipo de baloncesto y crecí aún más, pero dime cómo has estado, - pues yo bien, la verdad me ha ido de maravilla, pero mejor dime tu, que te trajo de vuelta a Japón, me deshice de su abrazo y corrí a sentarme, las piernas me temblaban y si seguía entre sus brazos y su pecho comenzaría a tartamudear, él se sentó del otro lado de su escritorio, - pues Asami es amiga de mi padre y en una charla que tuvo con el hablaron sobre este trabajo y termine aceptando, creo que será una gran oportunidad para mí, América sin duda es grandiosa pero no ahí nada como tu hogar, estaba ansioso por volver, y me emocione al saber que tú trabajabas aquí también, - valla me alegro, fue lo único que pude decir, vamos Kyoko que te pasa, es tu mejor amigo deberías controlarte mejor, - bueno ya basta de charlas, necesito que termines rápidamente tus deberes de hoy por qué terminando quiero me acompañes y me ayudes a establecerme en mi nuevo apartamento si no es molestia, - no claro que no, deja voy a terminar si, bueno... Ya me voy, salí casi huyendo, no puedo creer que de verdad ese fuera Tsuruga Ren, cuando lo conocía recuerdo que era alto, pero no de esa manera, Dios mío poco más faltaba para terminar desmayada después de tanto palpito. Durante todo el día no sentía que pudiese estar concentrada, cualquier insignificante cosa me hacía recordar a Ren, lo vi hablando con una chica mientras pasaba sus manos sobre una alfombra y mi corazón se aceleraba de pensar si fuera yo ala que tocara de esa manera y me sentía tan avergonzada de mí misma por la manera en que pensaba de mi amigo, como pude y después de mucho termine mi trabajo a tiempo, demasiado diría yo por todos lo errores que cometí por pensar en Ren, estoy segura que hubiera terminado mucho antes de no haber sido por esos percances. Ahora solo me quedaba unirme a Ren para ayudarle, pero apenas me iba a levantar de mi silla cuando Ren apareció frente a mi, era ridícula la forma en que ponía en su presencia, - ya estás lista? Me pregunto con esa sonrisa que estaba comenzando a odiar por las reacciones que me provocaba, - s si, tartamudee? Genial solo eso me faltaba, el río y con un gesto me pidió que le siguiera, salí tras el hasta el elevador, procure no mirarle durante todo el camino, recordándome actuar normalmente, cuando las puertas se abrieron salí rápido tratando de tomar distancia de el, apenas fui consciente de mi entorno, me dejaba guiar por el, hasta que me percaté de que me abría la puerta de un hermoso auto blanco, genial más impresiones, me subí sin decir una palabra, dentro olía como a vainilla, y se notaba lo lujoso del vehículo, Ren no tardó en subirse y arranco esa fina máquina, mire por la ventana y hable de todo lo que se me pudiese ocurrir, con tal de no pensar más en el hombre que tenía por un lado, no lo miraba pero si escuchaba lo que ocasionalmente decía o como se reía, llegamos a la zona alta de la ciudad, vivía en uno de esos apartamentos lujosos?, bien ahora que más podría sorprenderme. Subimos hasta el tercer piso, al fondo del pasillo, el lugar era espacioso pero tenía muchas cajas amontonadas, - vez dije que sería bastante lo que tenía que hacer, así que... que mejor que tu amiga te ayude, sonrío y se apresuró a destapara cajas, y yo intenté concentrarme, tome una caja y la abrí tenía utensilios de cocina, la cargue hasta la cocina y comencé a organizar de manera organizada las cosas que sacaba Ren se dio cuenta y me acerco las cajas que tuvieran más cosas de ella, Ren puso música en un volumen alto era perfecto para mí así podría alejar más los pensamientos que se apoderaban de mi al recordar que el yo estábamos a solas en su departamento, pasaron varias horas y el lugar se veía más acogedor, estaba colocando unas almohadas sobre el sillón, cuando sentí una gran fuerza que me tiro sobre el, era Ren que volcó sus manos a los lados de mi cabeza sobre mi, so rodilla estaba entre mis piernas se sentía caliente y no pude evitar editarme por la manera en que nos encontrábamos, - tú estás muy rara hoy Kyoko y vas a decirme a qué se debe, - yo? De qué hablas yo no... – no te hagas la inocente, desde que salimos de la empresa no me has mirado y apenas me dirijes la palabra, me atreví a mirarlo, pero mis ojos apenas hicieron contacto con los suyos sentí como mis mejillas se encendieron, estaba tan cerca de mí que su aliento me alentaba a probar sus labios que se veían tan suaves, lentamente se empezó a acercar a mi, acaso él pensaba lo mismo? No pensaba claro por su presencia pero si él quería besarme yo lo dejaría, el sonido del timbre me saco de mis pensamientos y a Ren igual se apartó rápidamente de mí y fue a abrir la puerta, - hola mucho gusto vecino quería venir a darte la bienvenida yo soy, el chico fue interrumpido por Ren –Murasame Taira, - que me conoce? – soy Ren inútil, que ya no reconoces a tus amigos?, cuando escuche eso rápidamente me moví hasta que pude verlo a través de los brazos de Ren, me quedé helada al verle, después de tantos años y él seguía igual de apuesto, nuestras miradas se encontraron y me quede sin aliento.
