AVATAR THE LEGEND OF KORRA NO ME PERTENECE.
Korra estaba en su pose de meditación. Espalda recta, pies cruzados, brazos sobre sus rodillas y respiración calma.
Cerró sus ojos y se preparó para entrar al mundo espiritual.
Sintió la típica energía que sacudía todo su cuerpo y supo que ya estaba allí.
Abrió sus ojos y se encontró en un parque hermoso.
Comenzó a caminar lentamente. Todo su cuerpo temblaba y sus manos jugaban entre sí, inquietas.
Había pasado un año desde la última vez que lo había hecho.
Se detuvo. Suspiro y cerró sus ojos.
"Tranquila Korra, todo irá bien."
Su nariz olfateo un perfume de vainillas y nadie tuvo que decirle que estaba detrás de ella. Conocía bien ese aroma.
Dio media vuelta, aun con sus emociones alborotadas, y miro a la joven que estaba allí. Tez blanca, cabello suelto color negro y unos deslumbrantes ojos color verde.
Korra sintió como sus lágrimas se acumulaban en sus ojos, pero forzó a no llorar delante de ella. Tragó saliva y respiro profundamente antes de hablar.
–H-Hola Asami – susurro mientras se forzaba a no quebrarse allí mismo.
La joven sonrió cálidamente.
– ¿Cómo has estado? – pregunta mirándola.
–Bien – solo se limita a responder, para luego desviar su mirada hacia el suelo.
Ambas quedan en silencio, hasta que la joven Sato habla de nuevo.
–Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos reunimos – dice, no para reprocharle nada, solo para sacar un nuevo tema de conversación.
Korra asiente suavemente.
–He estado muy ocupada. Me han ascendido en mi trabajo a oficial, y eso lleva más trabajo. Ya sabes lo irritante que puede ser Lin cuando alguien no la obedece.
Ella ríe suavemente y Korra se da cuenta de lo mucho que extrañaba ese sonido.
Las lágrimas vuelven a amenazar con salir, pero logra calmarse.
–Cuéntame como has estado tú – cambia de tema.
Asami hace una mueca de indiferencia.
–Todos los días son prácticamente iguales aquí, pero no me quejo.
Nuevamente quedan en silencio, hasta que luego de unos segundos, Asami pronuncia aquellas palabras que logra derribar a Korra.
– ¿Cómo está Shila?
La morena traga saliva y la mira a los ojos.
–Ella está muy bien. Ha crecido mucho, Bolin bromea con que en cualquier momento podría alcanzar o superar mi altura.
–Eso no sería muy difícil – comenta riendo Asami.
Korra sonríe y continúa.
–Ha hecho muchos amigos nuevos. Hace unos días hemos descubierto que es una maestra agua – dice a lo que Asami sonríe emocionada – ella me insiste en que le enseñé todo lo que sé, quiere ser la mejor.
–De seguro lo será – suspira la joven.
El silencio se hace presente por tercera vez y Korra, finalmente, comienza a derrumbarse.
–Ella pregunta mucho por ti – susurra con claro dolor en su voz – y yo no sé que decirle.
La joven Sato estira su mano, queriendo confortarla.
–Korra, yo… – comienza a decir, pero el llanto de la morena la interrumpe.
– ¡Estoy harta de esto! – grita mientras se deja caer en el césped y llora – Se que no es tu culpa Asami, pero no dejo de preguntarme por qué nos abandonaste. ¿Por qué tuviste ese accidente? ¿Por qué tuviste que morir?
Asami se sentó y abrazó a Korra contra su pecho, acariciando su espalda.
–Si no fuera por Shila, yo estaría aquí, junto a ti – confiesa la morena.
La joven de tez blanca la toma de los hombros y la mira.
–Por favor Korra, eres la persona más fuerte que conozco. Debes hacerlo, por Shila, por mí y por ti también.
La morena deja de llorar e intenta calmarse.
–Lo sé, es solo que…. Es todo tan difícil. Asami, Shila tenía tan solo dos años cuando te fuiste. Tuve que criarla sola. Ser madre soltera y Avatar a la vez es algo muy complicado.
–Pero lo estás haciendo de maravilla, créeme. Puedo ver todo desde aquí, Shila es muy feliz contigo – susurra la joven.
–No sabes cuánto deseo que estés con nosotras – suspira.
–Lo sé – susurra mientras la morena esconde su cabeza en el cuello de la joven Sato – créeme que me gustaría estar allí.
Luego de varios minutos, Korra se levanta.
–Debo volver – dice secando sus lagrimas – se está haciendo tarde.
Asami asiente y la despide con un abrazo.
Korra cierra sus ojos, deseando que el momento sea eterno.
Entra al departamento, para ver a Bolin jugando con la pequeña de cuatro años, quien era muy parecida a Korra. Tez morena, ojos celestes y cabello castaño.
– ¡Mami! – grita la niña corriendo hacia ella.
Korra abre sus brazos y la carga. La llena de besos sonriendo.
Aun parecía ayer cuando la vio por primera vez.
Flashback
– ¿Estás segura de esto? – preguntó Asami a su novia, antes de entrar al edificio.
–S-Si – responde Kora tomando su mano – hagámoslo.
Entran al enorme edificio y luego de varios minutos, pasan a la oficina de la directora del establecimiento.
–Es un honor para mí, tener a dos figuras tan trascendentes como ustedes – dice.
Ambas sonríen y se sientan.
–Si no me equivoco – prosigue la directora – están aquí para adoptar a un niño.
Las dos jóvenes asienten nerviosamente.
– ¿Puedo preguntar por qué? – dice la mujer – no lo tomen como una ofensa, pero tan solo tienen veinticinco años, toda una vida por delante.
–Queremos formar una familia – Asami se apresura a responder – tenemos mucho amor para dar.
La mujer las mira por unos segundos antes de sonreír.
–Bueno, haremos los papeles luego. Primero quiero que conozcan a nuestros niños.
La directora las guía hasta el salón de juegos donde estaban todos los niños. Había de muchas edades y todos jugaban y corrían.
La pareja suspira. Era una decisión muy importante. ¿Cómo se supone que elegirían? ¿Acaso lo sabrían con solo mirar a uno de esos niños?
Algo sobrepasada, Korra se dirige a una ventana. Se sienta en el suelo y los observa jugar.
Su mente daba vueltas, pensando en a quien debería elegir.
Siente un pequeño tirón de su camisa y baja la vista. Se encuentra con una beba, de mejillas regordetas. Sus padres deberían haber sido de la tribu agua, ya que tenía la piel morena y unos impresionante ojos celestes.
La beba sonríe. Se levanta lentamente sobre sus piernas y cae sobre el regazo de Korra.
La morena la toma en brazos y en ese momento siente una sensación cálida. Lo sabía ahora.
Esa beba debía ser su hija.
– ¿Qué te pare – comienza a decir su novia, pero se calla cuando nota la escena.
La morena la mira, descifrando su reacción.
– ¿Estás segura de que es ella? – pregunta como si ya supiera de ante mano las intenciones de la morena de adoptar a esa beba – es muy chica, requerirá mas cuidados. Tendremos que aprender a cuidarla, y pasaremos muchas noches sin dormir.
La joven de ojos azules mira a la criatura. La beba le sonríe y una lagrima escapa por sus ojos.
–Si, estoy segura.
Asami se arrodilla a su lado y mira a su futura hija.
–Em….. Hola – dice acariciando el pecho de la bebe – me llamo Asami y ella es Korra. Nosotras vamos a cuidar de ti.
La pequeña toma con su diminuta mano el dedo índice de Asami y sonríe.
La joven Sato no puede evitar que sus ojos se cristalicen.
Ambas lo sabían, ahora serian una familia.
– ¿Korra? – dice Bolin sacándola de sus pensamientos – ¿Estás bien?
–Si – dice sacudiendo su cabeza – solo estaba pensando. Gracias por cuidar de Shila.
El maestro tierra se retira y Korra camina hacia la habitación de Shila, con su hija aun en brazos.
La recuesta sobre la cama y la tapa con las sabanas.
– ¿Mami? – la llama la pequeña.
– Dime – dice tiernamente ella.
– ¿Dónde está mamá? – pregunta con total inocencia.
Korra siente como un nudo se genera en su garganta.
– Mama no está aquí. ¿Recuerdas la foto que te mostré de la abuela Sato? – susurra a lo que su hija siente – Tu abuela y tu mama están juntas. Mama la extrañaba mucho, así que decidió quedarse junto a ella. Ambas están en un lugar muy bello.
– ¿Por qué no se quedo conmigo? – pregunta la niña – yo también la extraño.
– Lo sé, cariño – dice acariciando la mejilla de la niña.
– ¿Crees que algún día la volveremos a ver? – vuelve a preguntar Shila.
–Claro – responde con una sonrisa débil – ahora, debes dormir, ya es tarde.
La niña asiente y la mira.
–Te amo mamá – dice antes de cerrar sus ojos.
–Yo también – susurra Korra, dándole un beso en la frente.
Sale del cuarto de su hija y suspira. Se apoya contra la pared y toca el collar de compromiso que le había dado su novia, días antes del fatídico accidente.
–Me gustaría tanto que estés aquí – susurra mientras una lagrima cae por su mejilla.
¡Hola! Me he inspirado y he escrito esta historia.
Oficialmente es lo mas triste que he escrito en toda mi vida.
Pienso que esto tenga un capitulo mas, así que por ahora lo dejare así.
Espero que les guste y quiero ver sus opiniones.
¡Saludos!
