Odio
Eso era lo que sentía hacia si mismo, porque cualquier persona odiaría a alguien tan imbécil, tan cabrón, un cretino de primera, un ser despreciable que usa su trabajo para ocultarse de los demás.
Porque aparentar era algo, podía hacerlo en silencio, sin andar desparramando su veneno por su camino.
Y Cuddy se ofreció a llevarlo a la ceremonia, trato de que reflexionara a través del paciente la experiencia de la muerte, y todo ese asunto le parecía de lo mas incomodo, esos días fueron de los peores, muchísimo más que aquellos en que debía disfrazar la verdad de su desempleo ante Rachel. Y ahora se deshizo del compromiso ocultándose, otra vez, tras los pacientes, porque si alguien ya se había ido y solo. Él debía estar al lado del esposo para darle fuerzas a alguien que debía dejar ir a la persona más importante de su vida.
Y todo eso había sucedido hacia solo cinco minutos, la mujer que había tenido una vida llena de desvelos únicamente por el marido, fallecía a su lado, sin poder escoger quedarse hasta verlo irse primero, porque ella quería quedarse hasta poder llorarle, pero alguien o algo se apiado de ella y permitió que ella se adelantara, a veces es su voluntad y para los mortales una obligación.
A veces hay síntomas y se puede salvar una vida, como también llegar tarde con la cura y solo ver a los pacientes fallecer ante los ojos de los familiares. Hay veces que una enfermedad no muestra ningún síntoma y puede tomar días, meses y años para llevarse una vida poco a poco, y es tarde para darse cuenta mientras se ve la caja funeraria recibiendo los honores, mientras la gente que le quiere llora sin saber el motivo de su partida tan apresurada.
No había ningún rostro conocido cerca, debía creer que estaban lejos de la ciudad rodeados de llanto y aflicción en un ambiente tranquilo.
Sentado sin ánimo alguno, cuando, por fin, no hay por donde escapar de la realidad. Su careta de fortaleza se derrumba y siente sus manos haciendo puños de desesperación y congoja, humedecerse, sin importarle que la gente ajena a su dolor pase frente él, llora porque tenía todas las señales, porque podía escuchar a Trece decir que "nadie tenia la culpa" y al contrario, House machacaba indirectamente su responsabilidad, porque si rebobina la memoria se podrá dar cuenta que él buscaba alguien que lo comprendiera, le pedía un salvavidas para no dejarse ahogar en el mar de sus penas.
Se odiaba porque fue un maldito egoísta, que solo miraba para si mismo, porque no insistió para acompañarlo ni compartir su vida. Su odio fue porque nunca le dijo lo buen amigo que fue para él, y que jamás le dijo adiós.
Porque ahora se sentía solo, más solo que nunca en su vida.
Y era suficiente tiempo como para empezar a llorar por el amigo que se fue.
Otra historia, en vista de Taub a finales del capitulo Simple Explanation.
Y de aquí no vuelvo a tocar mas el tema de este capitulo, excelente en su género, pero me da bastante pena.
