Solo aclarar que los personajes de Harry Potter pertenecen a J.K. Rowling y que la historia es completamente mía, así como algunos personajes originales que aparecerán durante la historia.
¡Gracias por estar aquí, iniciando esta lectura!
Capítulo 1: Acontecimientos
—Deberías pensar en tener un asistente— se acercó la pelinegra mirando todo el desorden que tenía su amigo, en su escritorio.
Draco se sobresaltó ante el repentino ingreso de su amiga a la oficina.
—Sigo pensando que, solo puedo hacerlo perfectamente bien—respondió volviendo a posar su vista en los documentos que tenía en frente.
Pansy lo miró con una sonrisa en la cara. Sabía lo testarudo que podía ser su amigo.
—Está bien, entonces ya que puedes manejar todo tu solo— le dejó una montaña de papeles en el único espacio desocupado de su escritorio—. ¿Puedes tener todo esto para mañana en la mañana?
Draco miró con los ojos desorbitados la gran cantidad de papeles que traía su amiga.
—Es una broma, ¿verdad Pansy? —le preguntó con un tono de irritación.
—No, mi querido Drake, esto que está aquí es urgente y necesario que lo revises y firmes de aquí a mañana—comenzó a caminar hacia la salida—. No olvides la reunión de hoy a las cuatro.
La pelinegra salió de la oficina sin voltear a ver a su amigo, en su mente ya se imaginaba la cara que tenía.
Draco Malfoy, actual jefe del departamento de Cooperación Mágica Internacional, tras el término de la segunda guerra mágica fue absuelto de todos los cargos que se le imputaron por su participación en la batalla de Hogwarts, luego de que Harry, Hermione, Ron y los gemelos Weasley declararan a su favor. Fred salvó con vida gracias a la oportuna intervención de Draco. Lucius no tuvo la misma suerte y fue condenado al beso del dementor. Narcisa, quien vivía sola y tranquila en la mansión Malfoy, fue absuelta ya que nunca recibió la marca ni participó activamente en la batalla de Hogwarts.
Testarudo como él solo, no tenía asistente por lo que actualmente se ve colapsado de trabajo.
—Está bien, creo que si necesito un asistente— dijo mientras se revolvía el cabello con las manos resignado a que no podía con todo el trabajo.
—Me parece muy sensata tu decisión, Malfoy.
El rubio levanto la vista para encontrarse con la jefa del departamento de Regulación y Control de las Criaturas Mágicas, Hermione Granger, quien lo miraba con una sonrisa, apoyada en el marco de la puerta.
—Granger, que grata sorpresa tenerte por aquí—reaccionó el rubio mirando coqueto a la chica.
—Me alegra que lo tomes así, porque me comentaron que te vieron un poco colapsado. Y la verdad no quiero que mi marido sufra por tu terquedad, así que pensaba en darte una mano.
—No me imagino quién pudo comentarte eso— sonrió pensando en su amiga pelinegra—. Pero muchas gracias por estar aquí— se levantó de su asiento y tomó la cintura de Hermione mientras la besaba con necesidad.
—No te aproveches— dijo ella separándose un poco del rubio—. De verdad te vengo a ayudar, prometiste que me acompañarías a comprar unos libros.
—Lo sé, y de verdad agradezco que estés aquí—acarició su mejilla—. Pero me da miedo lo que pueda decir tu marido.
—Draco, enserio. Eres mi marido hace dos años. No es momento de empezar con tus juegos— se cruzó de brazos mirando severamente a su marido.
Draco levantó sus manos en señal de rendición.
—Está bien, Señora Malfoy—le sonrió con petulancia—. Hagamos esto rápido para poder ir a la librería más tarde. Aunque debe ser a la salida, ya que tengo una reunión— advirtió finalmente el rubio.
—Si no te preocupes—le sonrió—. Me importa que no te quedes haciendo horas extras por tu des-organización.
—No es necesario que sigas con eso, le pediré a Pansy que me ayude a buscar un buen asistente—dijo resignado.
Tras un par de horas, Hermione pudo ayudar a organizar el papeleo de Draco, permitiéndole terminar ese día con todos sus pendientes.
—Bien, ya me voy. A las cinco y media vendré a buscarte para ir a la librería y podríamos aprovechar de pasar por un regalo para Ginny.
—Me parece estupendo—Se acercó a su esposa y la besó con pasión—. Nos vemos en unas horas.
—Nos vemos, Draco— le dijo mientras salía de la oficina.
Gracias a la ayuda de su esposa, Draco tenía todo ordenado y al día. Hace mucho tiempo que no estaba de esa forma, y de verdad esperaba que el asistente que pudiese llegar a ayudarlo fuese tan eficiente como Hermione.
—Bien, creo que invitaré a Hermione a cenar—pensó en voz alta, firmando el último documento—. Es lo mínimo que podría hacer para agradecer su ayuda.
—Que romántico eres Draco— dijo alguien burlándose desde la puerta.
—¿Es enserio? se pusieron todos de acuerdo para entrar a mi oficina sin que me percatara—le reclamó a su moreno amigo, quien le sonreía irónicamente.
—No es mi culpa que andes tan "desconcentrado"— le respondió haciendo las comillas con los dedos.
—No es desconcentración, solo estoy un poco estresado—movió su cabeza tratando de aliviar la molestia de su cuello—. Se puede saber, ¿a qué debemos tu honorable visita, Blaise?
—Amigo mío, vine para aliviar un poco tu estrés—Se sentó frente al rubio—. Estoy aquí para invitarte a la celebración del cumpleaños de Ginevra, será este sábado a las siete de la tarde, en la mansión Zabinni.
—Cuenta con ello, Hermione y yo estaremos con ustedes ese día. Ginny ya nos había comentado. Así que llegas un poco tarde amigo mío—sonrió mientras se ponía de pie y se acercaba al perchero por su abrigo.
Blaise hizo un gesto de resignación, sabiendo como era su esposa.
—En algunas cosas, Ginny me lleva la delantera—sonrío el moreno.
—Mujeres—río Draco—. Lamento ser tan descortés, pero tengo una reunión en 15 minutos y la verdad hoy no me puedo atrasar o sufriré la ira de Hermione.
—Está bien, no te quito más tiempo. No quiero perder a mi mejor amigo—palmeó la espalda del rubio sonriendo—. Nos vemos pronto.
Cuando Blaise se fue, Draco aseguró todos sus archivos con magia y salió rumbo a la reunión.
Al salir de la reunión, aprovecho de hablar con Pansy. Le pidió que por favor lo ayudara a buscar un asistente.
—Tranquilo Drake, déjalo en mis manos. De aquí al viernes tendrás un nuevo asistente en tu oficina— le sonrió con burla—. Sabía que terminarías cediendo.
—Aunque disfrutes con mi sufrimiento, te lo agradezco Pansy— le respondió mientras revisaba su reloj—. Nos vemos luego, Hermione debe estar por llegar a mi oficina y no se alegrará si no estoy ahí.
—Adiós Drake, saluda a Mione de mi parte.
Draco caminó lo más rápido que pudo, sin despeinarse. No podía dejar que su demora lo haga lucir imperfecto. Alcanzó a llegar por unos pocos segundos, antes de que apareciera Hermione.
—¿Listo Draco? Estuve pensando en cuál sería el mejor regalo para Ginny — le dijo mientras entraba a su oficina con su abrigo puesto y su bolso al hombro—. Creo que una joya será lo mejor. Había pensado en un libro y bueno, eso, la verdad, sería dinero perdido— lamentó Hermione, acercándose a su marido y dandole un suave beso.
—Pienso que sí, una joya será lo más adecuado para la mini comadreja.
—¡Draco! No es necesario que la llames así, ya son hartos años de ser amigos. ¿Seguirás con lo mismo?
—Hay ciertas costumbres que no se pueden evitar, no te enojes— dijo ofreciéndole su brazo para ir rumbo a la librería.
En la librería estuvieron dando vueltas y vueltas mientras Hermione "trataba" de decidir que libros comprar. A Draco le gusta acompañarla. Le encanta verla recorrer la librería con una enorme sonrisa, mientras toma uno y otro libro. Su ratona de biblioteca lo hacía un hombre dichoso.
Tras pasar una media hora, Hermione se decidió por llevar 5 libros. No fue capaz de decidir solo por un par.
—Creo que deberemos ampliar la biblioteca de la mansión— comentó Draco sujetando la puerta para que su esposa saliera de la librería—. Cada visita que hacemos a la librería, llevas más y más libros.
—Es algo que viene incluido con Hermione Granger—sonrió—. No hay devolu…
No alcanzó a terminar la frase porque todo lo que ocurrió en ese momento sucedió en unos segundos ante los ojos de Draco.
Un encapuchado se detuvo frente al matrimonio Malfoy y desde su túnica sacó una pistola que apuntó directamente a Hermione. Fueron exactamente 3 balas las que hirieron su cuerpo.
Draco alcanzó a reaccionar para detener la caída de Hermione, quién comenzaba a sangrar tras el impacto de los proyectiles.
—Hermione… Herms, tranquila, tranquila—Draco estaba como en shock, no sabía qué hacer, no sabía cómo ayudarla. Se sentía un inútil.
—Drac…Drac… Draco, a Sa…San...Mun…Mungo— dijo como pudo Hermione, quién a pesar de haber sido herida, le habló soportando el dolor intenso que comenzaba a sentir.
Eso bastó para que Draco reaccionara, pero algo lo desconcertó.
—Suerte Malfoy, porque la necesitarás—antes de desaparecer, Draco escucho como el atacante le hablaba con una voz no muy propia de un humano. Luego de esto el encapuchado guardo el arma entre sus ropas y desapareció a la par con Draco. Con destinos muy distintos.
Tres horas habían pasado desde que llegó con Hermione a San Mungo y nadie le había dicho nada.
A su lado se encontraban todos sus amigos Harry, Pansy, Blaise, Ginny, Ron, Astoria y Theo, su madre, los señores Weasley y los señores Granger.
—Cuando me dirán algo de ella, necesito saber si está bien— dijo Draco dando un golpe en la pared, para después caminar de lado a lado pasando sus manos por su cabello, de manera desesperada.
—Tranquilo Dragón, está en buenas manos. Looney la ayudará—dijo Blaise tratando de darle ánimos, mientras abrazaba a una preocupada y embarazada Ginny de 5 meses.
—Hijo, no sacas nada poniéndote así. Es seguro que están haciendo todo lo posible para que Hermione esté bien.
—Pero que me informen de algo, madre. La incertidumbre me mata—se acercó a su madre, mirándola con ojos de desesperanza. Narcisa pudo ver que Draco tenía miedo de perder a su esposa.
Después de todos los acontecimientos, a Narcisa le llevó un buen tiempo poder cambiar sus tradiciones tan arraigadas. Y con mayor razón cuando su hijo le presento a su novia. En un principio no lo podía creer, pero cuando vio lo feliz que era su hijo junto a ella, la acepto. Incluso formó buenas relaciones con los padres de ella, encontraron que tenían muchas cosas en común. Le comenzó a llamar mucho la atención de algunos artefactos muggles, que los Granger, felizmente le explicaban.
Draco no cabía más de felicidad al ver como su madre se relacionaba con la familia de Hermione. Era lo que anhelaba, que su madre dejara atrás los prejuicios y se diera cuenta que las personas, son valiosas por ser personas y no por venir de una familia con linaje mágico.
Los señores Granger junto a los Weasley permanecían sentados, tomados de las manos esperando recibir alguna noticia de su hija. Sabían que Luna haría todo lo posible por salvarla.
—Iré por café para calmar un poco los ánimos— le comentó Astoria a Ron.
—Por favor, aún no sabemos cuánto más tendremos que esperar—le sonrió agradecido a su esposa.
Harry, quién estaba junto a Pansy, no dejaba de pensar en las circunstancias de lo que pasó.
Después del ataque, el jefe de aurores se presentó, junto a su equipo, en el lugar tras la alerta recibida. Cuando llegó solo encontró rastros de sangre en la entrada de la librería. No había absolutamente nada más. Los testigos comenzaron a relatar lo sucedido y cuando Harry escuchó que la víctima había sido Hermione, todo se desmoronó e inmediatamente desapareció hacia San Mungo.
—Tranquilo Harry. Hermione saldrá de esto, no te preocupes— Pansy le dijo a su esposo para tratar de calmarlo, aunque esas palabras de consuelo eran para todos.
Cualquiera pensaría que es extraño ver a ese grupo de serpientes consolando al grupo de leones. Pero las cosas se dieron así. Hubo muchos cambios tras el final de la guerra. Luego de volver a Hogwarts a terminar sus estudios, algunos decidieron hacer cambios en su vida al ver todas las consecuencias que la guerra trajo para ambos bandos.
Las Serpientes fueron juzgadas socialmente, pero eso no impidió que comenzaran a hacer las cosas de manera correcta. Iniciaron sus cambios pidiendo sinceras disculpas a quienes habían ofendido o atacado durante su estadía en Hogwarts. Principalmente al trio de oro y sus amigos, quienes habían sido blanco de sus burlas y humillaciones. Para fortuna de ellos, el trio de oro marcó un precedente aceptando las disculpas de los Slytherin y teniendo una relación cordial durante su estadía en Hogwarts, en realidad ya no querían más guerras.
Al finalizar su último año en Hogwarts, los leones y serpientes entablaron una amistad real, dejando totalmente en el pasado las diferencias que pudieron haber tenido, y así iniciar una nueva época sin el temor de Voldemort y los viejos prejuicios de sangre.
Los primeros en acercarse fueron, extrañamente, Ron y Astoria. Ron se estaba preparando para ser auror y Astoria había empezado a trabajar junto a Hermione en el Departamento de Regulación y Control de las Criaturas Mágicas. Ron y Hermione se dieron cuenta que todos sus sentimientos y emociones fueron productos de la presión de la guerra, pero no era algo más allá que una amistad que los unía firmemente.
Ron comenzó a notar y ver de otra manera a Astoria cada vez que iba a ver a Hermione, y pasó de querer ir a ver a Hermione a querer ver a Astoria, la castaña se lo tomó muy bien ya que encontraba que Astoria era ideal para su desordenado amigo. Luego de un par de meses saliendo, anunciaron su noviazgo. Dos años estuvieron de novios y Ron le propuso matrimonio, así fue como Astoria pasó a ser la Sra. Weasley hace tres años. Tienen una pequeña niña llamada Rose, de dos años de edad.
La situación de Ginny y Blaise, fluyó de manera paralela a la relación de Ron y Astoria. La pelirroja ingresó como reportera deportiva para el diario El Profeta, cuatro años después de la batalla de Hogwarts. Blaise, quien se dedicó al negocio familiar, compro la compañía el Profeta de Europa, para terminar con todas las mentiras que publicaba el diario amarillista y comenzar a darle un real prestigio.
Fue ahí que se reencontró con su compañera, con la que empezó una relación. Entre ellos ya había atracción, ahora solo concretaron, eran puro fuego. Por lo que no demoró mucho en que Blaise le propusiera matrimonio a Ginny. Tras eso, los Zabinni llevan casados cuatro años y con un pequeño en camino.
Con Harry y Pansy fue algo un poco más complejo. A la pelinegra le costó mucho sincerarse con sus sentimientos y no admitía que estaba enamorada del héroe cuando salió de Hogwarts. Ella se fue a estudiar a Francia intentado dejar sus sentimientos atrás .
Por su parte, Harry no hacia las cosas más fácil, de cierto modo tenía miedo de entablar una relación, a pesar de tener sentimiento por Pansy. Hasta que, al regresar Pansy, 3 años después de salir de Hogwarts, no dudo ni un momento en arriesgarse por Harry, ya que sus sentimientos no habían cambiado en absoluto. Así que entró a la oficina del Departamento de Seguridad Mágica, se acercó a él, quien ante la sorpresa se había levantado de su asiento, lo tomó de su túnica y le dio un apasionado beso. En un principio dejó perplejo a Harry, pero luego le correspondió como si la vida se le fuera en ello. Tras este encuentro iniciaron un noviazgo que duró un año. Harry le propuso matrimonio a Pansy y ya llevan dos años casados.
Theo y Luna ya tenían un romance en Hogwarts que formalizaron al salir. Luna se dedicó a estudiar Medimagia, mientras que Theo estudió Derecho mágico. Luego de terminar sus respectivas carreras, Theo y Luna se comprometieron. Pero unos pequeños integrantes decidieron aparecer en sus vidas. Cuando se enteraron del embarazo de Luna, decidieron adelantar sus planes de matrimonio. Llevan cuatro años casados, con dos pequeños, los gemelos Lysander y Lorcan Nott, de cuatro años de edad.
De todo el grupo de amigos, quienes más demoraron en darse cuenta de sus sentimientos fueron Hermione y Draco. Ambos solían discutir de variados temas, siempre tenían una batalla intelectual que los complacía e irritaba a la vez, ya que ninguno daba su brazo a torcer.
No fue hasta que, Draco se sintió amenazado de perder a Hermione por la presencia de McLaggen en el ministerio, que este decidió que era momento de poner sus sentimientos en orden e informarle de lo que sentía a la castaña.
Tal fue su sorpresa, cuando justo ese día entro Hermione a su oficina y sin ninguna reserva le dijo que estaba enamorada de él, que no quería perder más tiempo. Draco se levantó de su asiento y la beso desesperadamente tratando de demostrar que era totalmente correspondida. De eso han pasado cuatro años y ya llevan felizmente casados dos años, hasta ahora.
Tras esperar un par de horas más, apareció Luna demostrando un notorio cansancio. Pero con una leve sonrisa se acercó al grupo. Draco se levantó rápidamente de su asiento y corrió hacia la rubia.
—Luna, por favor dime que Hermione está bien— rogó el rubio.
—Tranquilo Draco, Hermione está fuera de riesgo—muchas expresiones de alivio salieron de todos al saber que ya no corría peligro— No negaré que fue muy difícil estabilizarla, las balas impactaron en órganos importantes y la verdad es que, sin magia, otro sería el caso. Afortunadamente la tenemos—dio su característica sonrisa tranquilizadora—. Por lo que pudimos sacar a Hermione de riesgo vital. Eso sí, se encuentra bastante delicada y tuvimos que dejarla con coma inducido—miró directamente a Draco, ya que sentía que tenía muchas preguntas—. Sé que están todos preocupados por ella, y quieren verla, pero será dos a la vez, a lo mucho, por favor. Así que puedes pasar Draco, es la puerta 25. He de advertirte que ella está con respiración artificial y conectada a varios cables, pero es lo necesario para que Hermione salga de esta—le sonrió finalmente la chica para dejar que el continúe su camino hasta donde su esposa.
—Eres grandiosa Luna— le comentó su marido mientras la abrazaba—. Acompáñame para que puedas relajarte un poco— la comenzó a guiar sabiendo donde estaba la sala de descanso.
—Gracias por todo Luna—le alcanzó a decir la señora Granger, mientras le tomaba una de sus manos.
—Eres una excelente medimaga, gracias por todo— agregó la señora Malfoy, mirando con gratitud a la rubia.
—Solo hacía mi trabajo— sonrió y se dejó guiar por su marido.
Al llegar a la sala de descanso, que se encontraba vacía, Luna rompió en llantos en los brazos de su esposo.
—Shhh, tranquila Luna hermosa, hiciste un excelente trabajo—acarició su cabeza mientras dejaba que ella se desahogara en su pecho.
—Fue tan angustiante, casi la perdemos Theo. Casi perdemos a nuestra amiga—dijo entre llantos, tratando de aliviar la angustia que sentía.
—Pero no fue así. Ella está con nosotros, recuperándose. Todo gracias a ti— siguió con los mimos, mientras Luna comenzaba a calmar un poco su llanto.
—Fue gracias a todo el equipo. Fue…—hipó un poco—. Fue muy intenso, porque las balas tenían residuos de magia. Tengo miedo Theo, siento que alguien quiere lastimar a Hermione. Siento que esto no fue un accidente— dijo finalmente mirando a su marido, quien limpiaba sus lágrimas.
—Ya habrá momento para hablar con Harry. Ahora es necesario que te calmes. Queda poco para que tu turno termine—sonrió el castaño—. Nuestros hijos nos esperan.
—Si lo sé— respiró hondo. Limpió sus lágrimas y miró a su marido con su característica mirada soñadora—. Gracias por estar conmigo Theo, me siento muy afortunada de tenerte.
Theo, tras las palabras de Luna, tomo delicadamente su rostro y la besó.
—Gracias a ti Luna, eres todo lo que necesito para ser feliz. Bueno, tú y nuestros hijos —corrigió inmediatamente con una sonrisa.
—Bien, debo ir a completar el informe de Hermione. Termino con eso y nos vamos, ¿te parece? — preguntó la rubia.
—Me parece excelente.
Draco llegó hasta la puerta con el número 25, temeroso de lo que iba a ver giró la perilla y entró.
Ahí estaba su amada Hermione, pálida, con una mascarilla de oxígeno y conectada a una máquina que marcaba sus latidos. En esta situación agradecía que la tecnología muggle y la magia se hayan mezclado para dar mejor atención en la salud.
—Hermione— susurró Draco caminando lentamente hacia la camilla—. No sabes cuánto anhelaba verte. Necesitaba saber que no te iba a perder— dijo, rompiendo en llanto finalmente.
Tomó la mano de Hermione y le dio un beso, mientras lagrimas salían sin control, liberando todos los sentimientos de las últimas horas. La rabia, la angustia, el miedo, todo lo que se puede sentir en una situación como esta.
Diviso una silla a unos metros y la acercó hasta situarla al lado de la camilla. No tenía intenciones de irse del lado de Hermione hasta que despertara. Hasta que le entregará la hermosa sonrisa que lo ha acompañados estos últimos años de su vida.
—Tienes que mejorar Hermione, sé que eres una mujer fuerte. Que dentro de poco te levantaras de esa camilla siendo mí Hermione de siempre—comenzó a acaricias su mano—. Tienes que volver a mi lado, no quiero volver a dormir solo. Te necesito conmigo. Nuestra familia te necesita, nuestros amigos te necesitan. El ministerio te necesita. No se te ocurra abandonarnos.
—No te preocupes, Draco— Luna había entrado sin que se percatara el rubio, haciendo que rápidamente se limpiara las lágrimas—. Hermione despertará, pero no todavía. El coma inducido es necesario para que ayude en la oxigenación y regeneración de su cuerpo. Esto complementado con pociones nos devolverá a nuestra Hermi, prontamente. Debes tener paciencia y confianza en ella— sonrió finalmente.
—No sabes cuánto te agradezco todo lo que hiciste por ella. Sé que hiciste un gran trabajo para mantener a Hermione con nosotros—dijo, tratando de recomponer su habitual semblante.
—Solo hacía mi trabajo—dijo con su voz tranquilizadora, mientras llenaba una ficha con los antecedentes de la situación de Hermione, sabiendo que era difícil para Draco demostrar sentimientos frente a otras personas— Es necesario que también vayas a descansar. Aunque si prefieres puedes transformar la silla y quedarte con ella. Yo puedo dar la autorización.
—De verdad sería ideal, no tengo ninguna intención de alejarme del lado de Hermione—respondió volviendo la vista hacia la castaña—. Gracias nuevamente Luna.
—No hay de que—sonrió la chica, ya finalizando el llenado de la ficha—. Le diré a alguien más por si quiere pasar a ver a Hermione—iba saliendo, pero recordó algo—. Por cierto, durante la noche quedará a cargo del doctor de turno, Ethan Smith, pero mañana volveré yo para chequear como está ella. Así que, ante cualquier cosa, no dudes en informarle a la enfermera que se encuentra afuera—dicho esto salió, despidiéndose de Draco.
Uno a uno, empezaron a entrar a la habitación para ver a Hermione. La señora Granger, el señor Granger, Molly y Arthur fueron los primeros en entrar. Luego siguieron sus amigos, Ginny, Blaise, Ron, Harry, Pansy, Astoria. Theo no se quedó ya que acompañó a su cansada esposa. Finalmente ingreso la señora Malfoy, quién cargaba un pequeño bolso.
—Sabiendo que no te apartaras de Hermione, te traje esto para que puedas asearte como es debido. Sabes muy bien que cuando Hermione, despierte debe verte en las mejores condiciones. No querrás que te pida el divorcio cuando te vea descuidado—bromeó Narcisa.
—Gracias madre. Siempre preocupada de nosotros—se acercó a su madre y besó su frente.
—Por supuesto que sí. Ustedes son mi familia, y la familia se cuida—acarició el rostro de su hijo—. No quise preguntarte antes por todo lo desesperante de la situación. Pero ahora que estamos más tranquilos sabiendo que Hermione mejorará, me podrías contar ¿Qué sucedió?
—La verdad ni yo tengo claridad de lo que paso. Solo sé, que íbamos saliendo de la librería con Hermione. Le afirmé la puerta para que ella saliera primero e íbamos bromeando por la cantidad de libros que suele comprar. Cuando, de la nada, aparece un tipo encapuchado, saca el arma y le dispara directamente a Hermione—suspiró, recordando toda la situación—. Cuando vi a Hermione herida, entré como en un estado de shock. No podía creer lo que estaba pasando. Ella fue la que me hizo reaccionar al hablarme, me dijo que la trajera a San Mungo. Me sentí como un inútil— se cubrió la cara con las manos—. Yo debía reaccionar y traerla. Imagina, madre, si ella no hubiese podido hablar. ¿Quién sabe cuánto tiempo me hubiese demorado en reaccionar para traerla? Yo debo estar para ella, para protegerla. Y no fui capaz de reaccionar para salvar su vida.
—Tranquilo hijo, pasó lo que debía pasar. No debes lamentarte por unos supuestos. La trajiste a tiempo y gracias a eso, ella mejorará. Estará bien. No pienses lo que hubiese pasado porque ya no pasó. Preocúpate ahora de estar con ella en su recuperación. Ella confía en ti, hijo—lo abrazo para confortarlo. No era algo común en ella tener muestras de afecto, pero si su hijo la necesitaba, ahí estará para el—. No debes quedarte con eso. Debes tener la cabeza fría como buena serpiente. Ahora comenzarán los procedimientos de investigación, y es seguro que te van a interrogar. Tienes que estar al cien por ciento en esto, para encontrar al culpable. Quizás fue una mala coincidencia que la hirieran a ella o quizás fue premeditado. Por eso debes estar tranquilo ahora y entregar todos los antecedentes que puedas. Potter me dijo que mañana te necesitan en el ministerio para interrogarte sobre lo sucedido. Y así como estás no serás de mucha ayuda—acarició su mejilla.
—Lo sé madre. Mañana cuando vaya al ministerio, ¿puedes venir a quedarte con ella? —pregunto poniéndose de pie, decidido a no decaer. Lo haría por ella.
—Claro que sí. Jane también vendrá, así que entre las dos velaremos por la recuperación de Hermione. Pierde cuidado con eso— tomó la mano de Draco y la apretó levemente —. Será mejor que me vaya. Se ve que necesitas descansar y no quiero importunarte—sonrió a su hijo, quien tenía una cara de estar exhausto.
—Gracias por todo, madre— nuevamente beso su frente y ella salió.
Al día siguiente, Harry apareció temprano en la habitación de Hermione. Necesitaba hablar de manera urgente con Draco.
—¡Harry!, ¿a qué se debe tu temprana visita? — se levantó el rubio y le tendió la mano.
—Hola Draco, necesitó hablar contigo—respondió mientras respondía el saludo—. ¿Cómo se encuentra Hermione?
—Hace unos momentos vino Luna, y me dijo que Hermione iba evolucionando favorablemente. En los próximos días le retiraran la respiración artificial, para que se vaya adecuando y podamos tenerla prontamente con nosotros.
—Eso es genial. Ella es una mujer fuerte. Ya verás que todo irá bien— le dijo sinceramente.
—Si. Ahora, cuéntame, ¿que necesitas hablar conmigo? ¿Es sobre el ataque de Hermione?
—Necesitamos que vayas a dar tus declaraciones y que nos entregues tus recuerdos de ese día. Estamos nadando en círculos con la información que hemos recolectado. Lo único que tenemos son las balas que sacaron del cuerpo de Hermione y mucha información no nos entrega.
—Obvio, cuenta conmigo. Necesito saber quién fue el que atacó a mí esposa.
—Pero al no tener nada de información estamos de brazos cruzados—se lamentó Harry mirando a su amiga.
—En cuanto llegue mi madre, iré a tu oficina. No quiero dejar sola a Hermione.
—Si no te preocupes—dijo el pelinegro—. A todo esto, Kingsley te envía sus saludos, dijo que no te preocuparas por el trabajo. Pansy ya comenzó la búsqueda de un asistente para ti. Así tus asuntos no se atrasarán.
—Dale mis agradecimientos. De verdad que hay veces que pienso que no sería nada sin estas mujeres— río relajado el rubio.
—Es verdad. Son nuestro cable a tierra—apoyó a Draco con una sonrisa.
Draco se quedó meditando unos segundos—Quedé con la duda. Las balas que le dispararon a Hermione ¿no son comunes?
—No. No debería decirte esto, pero confío en ti—miró sinceramente a Draco—. Las balas tienen runas escritas en cada una. Son de origen desconocido, pero no hemos podido hallar nada que pueda decirnos que tipo de runas se trata.
—Ahora que lo recuerdo, antes de desaparecer me habló directamente a mí. Me dijo "Suerte Malfoy, porque la necesitaras"— rememoró, asustado, los acontecimientos donde salió herida Hermione.
—¡Maldición! Eso no indica que el ataque si iba dirigido a Hermione. Por favor Draco, en cuanto llegue Narcisa ve a mi oficina. Te estaré esperando junto con mi equipo y algún inefable— se temía lo peor con esta situación—. Necesitamos iniciar la investigación lo antes posible. Por ahora, daré la orden para que un auror venga a custodiar la habitación.
—Gracias Harry.
Acto seguido, se despidió y salió de la habitación dejando a un muy preocupado Draco.
—Te prometo que nadie más te hará daño, Hermione— acarició su cabeza mientras veía como su pecho subía y bajaba con total tranquilidad.
N/A: Después de mucho tiempo, decidí volver a escribir. Me siento muy oxidada. Además, nunca había publicado una de mis historias, tengo miedo y no saben lo nerviosa que estoy de verdad.
Espero la historia sea de su agrado. Y sería maravilloso que me dejaran un review para recibir sus críticas e ir mejorando.
¡Mil Gracias!
Nitaws
