Sabía que no te quedarías mucho tiempo. Lo supe desde el principio.
Por algo le pediste a mi padre ese barco a cambio de tus honorarios por ser mi protector.
Tal vez es lo mejor, tal vez debas estar sólo por un tiempo, sé que todo lo que ha pasado en estos últimos meses te ha afectado más que a ninguno de los cuatro. Ahora me doy cuenta de que aunque te lo de todo, nada vale tanto a lo que tu realmente deseas, aunque aquello no exista en este mundo.
Aún así, me gustaría hacer el intento.
Te ves muy feliz embarcando ¿Por qué no puedo sonreír tan abiertamente también?
Sé que soy muy egoísta al pensar de esta forma, sé que debería estar agradecida por haberte tenido a mi lado en palacio todo este tiempo, que aceptaras tranquilo y resuelto ser mi guardián.
Por unos momentos pensé en confesarme, en decírte todo lo que he guardado durante estos años pero…¿Es que no he sido lo suficientemente obvia? Además, eso sólo daría a tu cabeza más en qué pensar y eso no te conviene ahora.
No te has ido y ya pienso en tu regreso.
Espero que tu viaje sea para conocer el mundo, para vivir lo que no has podido por haberte encerrado en la realidad de tu cuerpo, espero que sean unas buenas y bien merecidas vacaciones y no otra obsesiva búsqueda de tu humanidad.
Te vuelvo sonreír mientras me despides desde tu embarcación, como tu partida fue un acto oficial por insistencia de mi padre todo fue muy protocolar, no podía abrazarte en tales circunstancias.
Ahora me esperan otros actos públicos, será un mes muy agitado, todavía debo visitar a Pókota y a su gente. Un reino no se reconstruye en un día.
Ahora que lo pienso, Pókota me recuerda un poco a ti. Menos mal que nunca te dije tal cosa en voz alta.
Espero pronto tu regreso Zelgadis…
Sólo no te tardes mucho.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
No esperaba irme así tan de repente, pero siempre termino haciendo lo mismo aunque no lo planifique. No puedo quedarme mucho tiempo en un sólo lugar.
Creo que soy muy cruel, pero siempre me dejas serlo, me sorprende lo serena que estás ahora, allí parada y vestida con tus ropas de noble. Ese vestido te queda muy bien.
Tal vez pueda decírtelo cuando regrese.
Se siente extraño tender un lugar a dónde regresar, me siento aliviado, es algo bueno dentro de todo el caos que aún estoy ordenando en mi cabeza.
Debo aclarar mi mente, mis prioridades, mi vida, tengo que saber qué debo hacer conmigo mismo de ahora en adelante y, cuando eso ocurra, seré lo suficientemente bueno para pisar el mármol de tus escaleras nuevamente.
Lo estoy haciendo otra vez. Sé que soy muy egoísta al pensar de esta forma, sé que debería estar agradecido por tener a alguien esperándome y que desea mi felicidad.
Espero que mi viaje no sea tan largo, quisiera tener otra larga noche como la de ayer. Corrimos y jugamos toda la madrugada como si fuera la última de nuestras aventuras…nos sé cómo aún no pude hablarte.
Te estoy lastimando de nuevo…discúlpame por hacerlo siempre.
Pero por alguna razón estoy feliz, debe ser porque nunca pasa un año entero en que no volvamos a vernos, estoy destinado a toparme contigo una y otra y otra vez…y no me molesta en lo absoluto. Espero poderte decir eso también.
Hasta pronto Ameria.
Fin
