Arlado de un hermoso castillo de piedra había un jardín de hermosos tulipanes que iban desde amarillos hasta rojizos; allí había un joven de pelo rubio peinado hacia arriba, ojos oliva y una aura serena mientras observaba las bellas flores.

-Hey Vince.- Le llamó por atrás un hombre igualmente rubio pero de más edad, que tenía un aspecto demasiado femenino-. ¿Sigues observando a los tulipanes? ¿Estas esperando que cierren sus pétalos?

-Me gusta verlas cerrar.- Contestó Vincent-. Aunque prefiero verlas florecer.

-Eso es tierno de tu parte.- Rió endulzado por la declaración del joven.

-No me llames tierno, estúpido francés.- Insulto avergonzado.

-¿Qué es ese tipo de lenguaje tan vulgar?

-Perdón Francis...- Dijo cabisbajo-. Pero en mi defensa oí a Arthur maldecir así.- Comentó al final con la intención de que peleen, a Vincent no le agradaba Arthur y a él no le agradaba Vincent.

-...Luego hablaré con él.- Suspiro Francis para luego sentarse y palmear la tierra.

-¿Qué haces? ¿Mancharas tus vestimentas?- Preguntó el muchacho asombrado por su acción.

-Tan sólo siéntate.- Le ordenó y el acató-. Bien.- Sonrió nuevamente.

-¿No te cansa sonreír?- Preguntó con una ceja levantada mientras lo observaba de reojo.

-Claro que no. Mientras este feliz ¿Por qué habría de dejar de sonreír?

-No mientas. Sabes a lo que me refiero...- Pauso ahora mirando el suelo-. Me refiero a cuando viene Arthur y te trata como basura y tu tan sólo... te quedas en silencio sonriendo... ¿Eres una especie de enfermo masoquista?- Luego de su pregunta, Francis quedó en silencio mirándolo, hasta que extendió sus brazos y lo abrazó.

-Perdóname, no sabía que escuchabas y menos que observabas esas tontas escenas. No volverán a ocurrir Vince, lo prometo.- Le susurró mientras lo envolvía entre sus brazos calidamente, Vincent podía sentir la tristeza de ese abrazo-. Arthur tan sólo es así por el alcohol... No es su culpa, así que no le tomes importancia, dulzura.- Le volvió a susurrar con una voz ahogada.

-Francis...- Él le miraba con su cara inexpresiva pero se podía sentir en su voz, el rastro de preocupación que tenía por el francés.

NOCHES MÁS TARDES.

Vincent estaba en su alcoba y sintió ruidos abajo, su hermana ya se encontraba en un profundo sueño así que decidió ir por su cuenta. Salió de allí y camino por el largo pasillo hasta llegar a la extensa escalera; casi llegando abajo escucho la voz de Arthur.

-¿¡Me debes estar jodiendo?!- Grito estruendosamente.

-¿Tu crees que lo hago?- Le contestó pacíficamente Francis.

Vincent bajo hasta el recibidor en donde se ocultó atrás de la pared oyendo las voces de la sala.

-¡¿Por un maldito niñato que tal vez ni se vuelva país?!- Le gritó nuevamente.

-Ya baja la voz, Kikland.- Este callo por segundos, Vincent se asomó y pudo apreciar la mirada de rabia y dolor que se encontraba en el mirar de Arthur.

-¿Así que directamente quieres cortar todo vínculo?- Le preguntó ácidamente-. De acuerdo... Pero será a MI modo.

Este se movió bruscamente y derribo a Francis, cayendo con él en el piso, encima de él sin oportunidad de safarse de su fuerte agarre. Arthur le tomo de las muñecas y se quedó mirando sus profundos ojos celestes, después de unos segundo su agarre se hizo doloroso para Francis y este antes de gritarle fue callado por los labios de Arthur que exclamaban con desesperación. Vincent se quedó observando, él sabía que Arthur amaba más que a nadie a Francis y él de igual forma... era un amor mutuo pero no era sano, Francis se preocupaba por él y lo trataba con dulzura pero Arthur era lo contrario, su amor era posesivo, era demasiado celoso y fácil de sacarlo de sus casillas si te acercabas mucho a su francés, eso parecía bueno hasta que llegaba borracho al castillo, seguramente estando previamente en un burdel, para luego gritarle violentamente a Francis que se quedaba mirándolo con una tonta sonrisa... a veces eso terminó en una bofetada de parte del inglés.

Vincent enojado por la situación y el hecho de ser inútil, pudo apreciar luego de unos minutos después del beso y las mordidas que Arthur propago por todo su cuello, que el joven francés intentaba retener lágrimas que claramente eran imposibles de parar.

-¿Francis?...- Preguntó Arthur en un murmullo mirando los ojos celestes que tan loco lo volvían, los cuales ahora derramaban lágrimas, una tras otra.

El francés rompió en llanto como un niño, pidiéndole entre sollozos casi inentendibles a Arthur que se alejara de él.

-...- Arthur lo miro por unos segundos para luego abrazarlo con suavidad para no asustarlo-. Perdóname... de verdad perdóname...- Le pidió a Francis ahora él, intentado no llorar pero con sus ojos cristalinos-. Por favor Francis... no me alejes de tu vida...- Rogó desesperado en un intento de apaciguar sus propias lagrimas.

-Arthur...- Sollozo el francés mirando las lágrimas de desesperación de Arthur, para seguidamente abrazarlo contra su pecho-. No llores, por favor.- Le pidió haciendo que el corazón del inglés doliera aún más, pero al fin de cuenta siendo reconfortado por su amado francés.

Vincent se alejó se allí regresando lentamente a su alcoba, él no sabía si se encontraba fascinado o indignado por la situación.

-No lo entiendo...- Murmuró Vincent por el caminó.