Pasa por las profundidades del infierno, intentando huir de lo que le atormenta, tonto pero desidido, corre por los huecos por donde entra. Escapa del que castiga, escapa del que quiere acabar con su libertad.
-¡Alejate de una puta vez!- Grito horririzado por la perdida de sus sentidos, por el miedo de su escencia.
Habia logrado llegar a aquellas puertas que dejaban ver la luz de la luna del mundo de los vivos, lo cual era lo que mas le facinaba. No habia pisado el mundo humano desde hace 15 años, desde que su superior lo aprisiono, castigo y repugno por haberse... pues, por enamorarse de dos humanos.
Grito una vez mas pero esta vez conjurando un hechizo para poder abrir aquella puerta que podria llegar a desatar una horrible catástrofe en el otro lado, con una sonrisa destruyo su sello y entro al mundo de los incautos.
-Esto sera divertido.- Murmuro al entrar.
Llego al mundo de los vivos, en el mismo bosque donde hace 15 años, Lockness Zaphire, le aprisiono y llevo de nuevo a ese horrible mundo impregnado de locura.
-Otra vez aquí, que desdicha fue el haberme ido en un principio.- Dijo retorciéndose de felicidad por su cuerpo humano y por la dulce brisa del viento de invierno- ¿Podría esto ser mas perfecto?- Se pregunto en voz alta tan feliz.
Escucho en los arbustos algo, tal vez un animal del bosque o un viajero mal encaminado. Cipher caminó cerca del arbusto y como había predicho, era tan solo un animal, una ardilla.
-Oh, una pequeña criaturita.- Acerco su mano y acaricio su cabeza tan suave-. Que lindo.- Murmuró.
Él se levanto y siguio su camino por un sendero que habia en ese lugar, caminó y caminó hasta que en un momento se detuvo y sonrio a mas no poder.
-¡Soy libre!- Gritó y salio corriendo como un desgraciado.
Llego al final del bosque, hasta aquel pueblo el cuál habia casi olvidado, Gravity Falls. Caminó hacia la cafeteria y pudo ver a una mujer familiar.
-¿Susan?- Pregunto con nervios, ella se dio vuelta.
-En que puedo...- Se quedo inmovil-. Espera ¿Bill? ¿Eres tu?- Murmuró haciendole reir.
-Si, es bueno volver a verte.- Rió y al igual que ella, le abrazo- Eres tan hermosa como recuerdo.
-No seas tonto.- Se rió ella con una gran sonrisa-. Tu estas tan apuesto como hace 15 años ¿Por que te habías ido? ¿Paso algo malo?
Con la musica que sonaba del cafe, Él le tomo por la cintura y como en su pasado, le hizo bailar haciendole tener una bella sonrisa en sus labios.
-Deja que la musica te guie, lo que ocurrio hace 15 años esta en el pasado.- Le hizo hacer una voltereta y al terminal, la tomo por la cintura con una sola mano.
Ella le dio un pequeño golpe y salio de su agarre para abrazarle.
-No seas idiota, tu sabes que lo de coqueto para safar de tus problemas no te sirve conmigo.- Le susurró haciendo que Bill se sonrojara y se rascara su pelo dorado.
-Vale, lo entiendo.- Bajo su cabeza y luego le miro-. Pero ahora no, quiero visitar a todos en este pueblo que me acojio durante 45 años.- Susan se rió y se fue para atrás.
-Vale, ve pero luego vuelve ¿De acuerdo?- Sonrió y se retiro a la cocina.
El sonrió nuevamente y se fue hacia afuera, quería ver lo grande que estaban todos sus antiguos amigos. Saludó a todos los que pudo y por ultimo, fue a aquella cabaña.
-¿Que hago? Quiero pero a su vez no quiero interponerme con su vida ¿Que tal si me odia por esa vez? Bueno... en realidad le odiaria a Lockness pero ¿Que tal si me desprecia? ¡Por dios Bill, no te hagas dramas eres un demonio no un adolecente en su primera cita!- Lagrimas se posaron en las orillas de sus ojos, aunque solo uno se podia ver pues el otro estaba oculto tras el parche, el siempre actuó así de infantil delante de una situación romantica.
De la nada, la puerta se abrió y Bill retrocedio hasta un árbol para ocultarse; de alli salieron dos niños riendo, cuando Bill pudo verlos, su corazon se partio, lagrimas pinchaban sus ojos.
-¿De verdad... de verdad esto es real?- Murmuró casi inaudible y termino alejandose mientras intentaba dejar de sollozar.
-¿Dipper, escuchas eso?- Pregunto la niña de cabellos marrones a su gemelo.
-Si, lo estoy escuchado ¿Vamos a investigar?- Le preguntó este recibiendo un claro "Si" de ella.
Ellos se encaminaron en busca del causante, encontrandolo a algunos metros de distancia.
Los dos vieron a un hombre sentado en un tacon algo grande sollozando desconsoladamente.
-Emm... Disculpe señor ¿Esta bien?- Preguntó la niña haciendo que el hombre se diera vuelta a mirarle.
La niña se quedo embobada con el hombre pues este era al parecer alto, con un ojo de color amarillo llegando al dorado, el otro oculto bajo un parche negro y su pelo, el cual era de igual tonalidad que su ojo, era pálido y de traje amarillo con un moño negro y pantalones de igual color. Se notaba en la cara de la joven que estaba gritando en su interior.
El joven por su parte, tomo a su hermana y la alejo un poco mientras le murmuraba que tenga cuidado. El hombre se volvió a dar vuelta y con una mueca de dolor les grito.
-¡Lárguense de una vez, a menos que quieran morir!- Esto hizo que los dos saltaran del susto.
-Mabel. Vayámonos.- Dijo el joven con miedo.
-No Dipper, vamos a ayudarlo.- Contesto la hermana.
-¡Mabel! Puede ser peligroso.
-¡Dipper!
Los dos se quedaron mirando, Mabel poseia esa mirada segura y decisiva mientras Dipper solo tenia un mirar tembloroso.
-...Esta bien...- Murmuro Dipper sucumbiendo a ella.
