Mi breve relato fue inspirado en las obras de Lovecraft, espero les guste y lo comenten mucho.
La sombra
El atardecer despunta con tonos rojizos, dorados, violetas y azules; al mirarlo no entiendo tanta hermosura, es tanta que sobrepasa mis sentidos, al estar inutilizados no noté tu presencia.
Sin embargo ahí estabas, sin disimulo me observas, sin yo saberlo de mí escribías, era una historia de amor como aquellas que jamás habremos de vivir; donde el que ama entrega todo por el otro, llena de seres perfectos y llenos de virtud; como esa gente que en realidad no existe.
Mientras tú eso escribías yo me llenaba de luz, de esa energía que nadie percibe o que nadie toma en cuenta.
Los dos nos engañábamos tú escribiendo sobre amor puro en un mundo que ya no soporta tanta ira, odio, rabia, guerra. Yo pensando en la capacidad de la luz mientras en la tierra todo se cubre de tinieblas.
Tú estabas loco y yo también.
Embriagados por nuestra fantasía nos dejamos llevar al éxtasis. Te enamoraste de mí y yo de ti.
¡Qué ciegos fuimos!
Tú buscabas a la heroína de tu historia: una mujer fiel, tierna, dulce, sensual y apasionada. Yo, buscaba la luz en tu cuerpo de arena, buscaba la fe en tus ojos de selva, quería la verdad de tu historia terrena.
Quisiste matarme por no ser lo que tú querías. ¿Estás seguro que ella existe? ¿Estás seguro que eso quieres? ¿En serio crees que es real? Tu imaginación te voló muy alto, no existe esa mujer perfecta no hablas con la razón, divagas con el corazón. Y me quedé allí buscando lo mismo sin encontrarlo.
Decías que me amabas, quisiste casarte conmigo, deseabas morir a mi lado o eso decías.
Nos casamos un día como tantos otros, me prometiste de todo en el altar, nos tomamos con pasión y compartimos todo: éramos felices; yo era imperfecta y tú eras la sombra.
Tuvimos dos hijos bellos, sanos y obedientes; fue por entonces que se te metió la idea tonta en la cabeza de descubrir los orígenes de tu alma.
Comenzaste a leer cosas sencillas y te obsesionaste cada vez más, hasta que leíste los textos prohibidos; aquellos que tanto horror y frío me hacían sentir de noche.
Comenzaste a desaparecer de la casa, primero un día, luego semanas. ¡Cuán ciega fui!
Hiciste ceremonias prohibidas, prestaste tu cuerpo para que él viniera, te tomó como instrumento, por eso actuaste como actuaste: él se apoderó de tu cuerpo y tu alma condenó.
¿Por qué me lastimaste? ¿Por qué a los niños también?
Ahora ya es muy tarde; al fin descubrí la luz y estoy con nuestros hijos. Espero que la sombra no sea tan terrible como nos la describen. Buena suerte y espera resignado la salvación.
Bueno eso parece ser todo, a menos que les guste y pidan otros capítulos y me pondré a rascar en mi medio seco cerebro. Jajá gracias por leer y espero sus reviews.
