Disclaimer: Naruto y sus personajes pertenecen a Masahi Kishimoto-san.
Platica interna de Naruto-Kurama.
Narración normal
-Dialogo-
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Longevidad
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-¿Estás listo amigo-dattebayo?-se escuchó la voz de Naruto en el luminoso cuarto.
-¿Cómo podría maldito mocoso?-dijo Kurama de mal humor.
Las carcajadas que siguieron a esa declaración, resonaron en la habitación.
-¿Mocoso? ¿A mi edad? Vamos Kurama, dame algo de crédito-dattebayo-dijo un sonriente Naruto.
-Por lo menos aparenta no ser tan feliz.
-Otousan, Kurama san ya es tiempo.-Una dulce voz interrumpió su platica mental.
-Ai Himawari ya vamos-dattebayo.
-Hinata y tú criaron buenos niños, Naruto-dijo el bijuu.
-Lo se amigo, lo sé. ¿Sabes? Después de tantos años estoy deseoso de verla una vez más-dattebayo.
-Lo sé pero deberías disimular tu alegría mocoso.-Un Kurama cansado de la misma letanía contestó.
-Quedaras en buenas manos, no te preocupes-dattebayo.
Naruto tomó su bastón, y a un paso lento se encaminó al gran salón de la mansión Uzumaki. Mientras caminaba comenzó a recordar, su trágica infancia, sus buenos tiempos en el equipo siete, a Sakura, Sasuke, a Kakashi-sensei, pensó en su época con Ero-senin, sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas.
Poco a poco comenzó a ver su vida como una película frente a su vista, sus peleas, sus entrenamientos, su boda, aun podía cerrar los ojos y recordad a su amada esposa, tan hermosa, su primer embarazo, la primera vez que sostuvo a Boruto en sus brazos, a Himawari, su nombramiento como Hokage, para cuando llego al gran salón, Naruto tenía el rostro bañado en lágrimas.
-Tss contrólate mocoso, ¿no estabas feliz?-Escuchó la voz de Kurama en su interior.
- Gomen, gomen, no lo puedo evitar-dattebayo.
Al abrir la puerta la multitud que lo esperaba se quedó callada. Cambiando a una actitud seria. Eran al menos cien personas, una multitud muy peculiar, sobresaliendo las cabelleras pelirrojas, entre las rubias y las azabaches.
-¿Qué sucede?¿Alguien murió-dattebayo?-exclamó Naruto soltando una carcajada.
-No bromees con eso Ojii-san- dijo un poco molesta una hermosa pelirroja de aproximadamente 15 años, viendo con sus aperlados ojos a Naruto.
-Kushina-chan tan enojona como siempre, te pareces mucho a mi madre, pequeña habanera. Si no fuera por tus ojos, no creería que tengas sangre de mi Hina-dattebayo.
-¿Estás seguro que ella es la indicada Kurama?-preguntó mentalmente a Kurama, Naruto.
-Tss ya te dije que si-respondio malumurado Kurama.
-Oii Kushina ayuda a este anciano a llegar con los demás quiero platicar un poco-dattebayo.
-Vamos, vamos ojii-sa- accedió Kushina tomando del brazo a Naruto.
-Por eso eres mi bisnieta favorita, ¿o acaso eres tataranieta-dattebayo?.
-Viejo tonto soy tu tátaratataranieta, no te saltes generaciones solo porque no nos puedes recordar a todos-dattebane-dijo la pelirroja.
-Son demasiados, Uzumakis, esta bendita longevidad que me permite verlos a todos, no esperes que recuerde todos los tataras, sobre todo ustedes que se reproducen como conejos, cada reunión hay un nuevo bebe, no les puedo seguir la pista a todos-dattebayo- se escuchó al patriarca en todo el salón, haciendo que varios soltaran una carcajada.
Y al llegar a la mesa central del lugar y sentarse, toda la familia comenzó a acercársele para platicar un poco con el patriarca.
Al final del día el clan Uzumaki se sumió en un silencio abrumador.
-Es el momento Himawari-chan-dattebayo.
-¿Cuál de todas las Himawari-dattebane?-se escuchó una voz a lo lejos, seguido de algunas risas nerviosas.
-A la más grande, Jiraya-kun, no creas que no reconozco tu voz-dattebayo-sonrió Naruto.
-Guarden silencio, vamos padre, Boruto ya preparó todo.-mencionó la princesa girasol, ayudándolo a recostarse en una cama de piedra con sellos, que su hijo mayor acababa de invocar.
-Vaya si mi mocoso ya sabe usar las técnicas de su abuelo-dattebayo.
-Viejo ya tengo más de cien años, las sobrepase hace muchos años-dattebasa-exclamó su hijo.
A su lado su varias veces tataras nieta, Kushina, lloraba.
-Te amamos padre, saluda a mamá de nuestra parte- dijo una Himawari con lágrimas en los ojos, y besándolo en la frente.
-Ts no lloren, que fue una gran vida, hazlo Boruto, ya quiero ver a su madre –dattebayo.
-Cuida a la tátara amigo mío-dattebayo-Le dijo mentalmente Naruto a Kurama.
-Adiós fue un honor estar contigo todos estos años, mi buen amigo. Saluda a la princesa del Byakugan de mi parte cuando la veas.
En la sala todo el clan Uzumaki estaba llorando. Y solo algunos rodeaban la mesa de piedra para ayudar al ex –Hokage Boruto a completar la ceremonia.
-Fuinjutsu Genryu Kyu Fujin- Nueve dragones ilusorios- exclamó con lágrimas en los ojos Boruto, haciendo junto con varios de los miembros del clan los sellos correpondientes. Sacando a Kurama de su interior e insertándolo en Kushina.
-Los amo a todos, mis Uzumakis, hicimos un buen trabajo Hinata-chan-dattebayo-fueron las últimas palabras de Uzumaki Naruto en este mundo.
Boruto cayo de rodillas llorando, viendo al anciano de cabellos blancos, con una sonrisa enorme en la boca, no parecía muerto, parecía solamente estar dormido, en los últimos años su padre no había estado muy bien de salud, cuando hacía algunos meses le había comentado su deseo de pasar a Kushina a Kurama, sabía que su padre deseaba asegurar a su amigo, pues sentía la muerte cerca, pues en su estado actual, no había manera de que sobreviviera al extraerle al bijuu. Y a pesar de estar mentalizado, a un no le cabía en la cabeza que su padre los había dejado.
El tonto deseaba ver a su madre, lo entendía, como su padre, él tambien extrañaba intensamente a su esposa Sarada-chan, la longevidad Uzumaki, su bendición y maldición.
Ahora él era el patriarca del clan-Tss te extrañaremos mal padre-dattebasa.
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-Tonto discipulo despierta-Naruto quería dormir más, pero la horrorosa voz del Ero-senin, lo molestaba, no quería entrenar por un rato, ya dominaba el rasengan… esperen, Naruto abrió los ojos y se sentó como impulsado como un rayo. Estaba en un campo de flores, sentado bajo la sombra de un frondoso árbol.
-Tan tonto como siempre dobe-Naruto no lo podía creer, a su derecha se encontraba su sensei, y a su izquierda su mejor amigo Sasuke. Solo que al igual que él , lucían en su veintena de años.
-Qué hijo tan irresponsable tengo-dattebasa- Naruto corrió a abrazarla, frente a él se encontraba su madre y a su lado su padre.
-¿Dónde está ella-dattebayo?-Les pregunto a todos Naruto.
-Aquí, Naruto-kun, tienes que contarme cómo están los hijos. –su voz, era ella estaba a su espalda, Naruto dio un giro de ciento ochenta grados y ahí estaba, tan hermosa como la recordaba, su Hinata, si su memoria no fallaba, estaba exactamente igual que a los 19 años, cuando se dio cuenta de lo enamorado que estaba de ella.
La abrazó con todas sus fuerzas, besándola en los labios.
-Vamos tengo que ponerlos al corriente, han pasado años desde que nos vimos –dattebayo.
-Vamos, Naruto-kun, Neji-niisan esta emocionado de volver a verte.
Con su esposa bajo el brazo, y a su derecha sus amigos y familiares, se encaminaron al grupo de personas que los esperaba en la cima de la colina.
Nota: Soy nueva en esto, así que cualquier crítica, apoyo, tomataso es bienvenida.
Saludos
Kuropig
