Eaaaaaaaaaa eaaaaaaaa una nueva historia! Espero que les guste, no las entretengo más y que la disfruten!

Había sido una lucha de poderes pero finalmente Regina comprendió y acepto el hecho de que la única forma de derrotar a la Reina era si volvían a fusionarse y continuar controlando su lado oscuro, los días pasaron y Storybrooke regreso a la cotidianidad, pero de pronto su salud se vio afligida, al principio se lo achaco a un malestar pasajero y que se iría en poco tiempo, pero cuando las náuseas y vómitos la invadieron realmente se empezó a preocupar, se negaba a pensar que fuera siquiera posible que resultaran ciertas sus dudas, sin embargo un día en la cafetería de la abuela, está la miro de arriba abajo, todos en el pueblo estaban al tanto de las cosas que la reina había hecho y de pronto el comentario -Creo que deberías ir a ver al médico, te llevaras una gran sorpresa -le hizo no solo entrar en pánico sino en querer salir de dudas de una vez por todas.

Decidida Regina fue con el Dr. Whale, no le conto a nadie acerca de ello y finalmente la respuesta llego.

-es cierto, usted está embarazada señora alcalde –decía con una sonrisa burlona.

Regina apenas pudo contener las lágrimas y salió de ahí a toda prisa, sabía bien que ese niño no había sido concebido por ella, ese niño había sido concebido en el cuerpo de la reina y solo había alguien con quien sabía que la reina había tenido relaciones, se llevó la mano a la boca y siguió llorando.

Luego de dos semanas en los que asimilo las nuevas noticias, decidió que lo mejor sería hacerles saber a Henry y los Charming lo que estaba pasando, no valía la pena postergarlo más y pronto empezaría a notarse en su vientre, todos reaccionaron sorprendidos pero le hicieron saber que siempre contaría con el amor y apoyo de ellos, Henry se quedó en shock pero se mostró gustoso de tener un nuevo hermano, luego de pensarlo pon un tiempo el turno de saber lo que pasaba era de Gold.

La campanilla de la tienda sonó y Gold levanto la vista –bueno… si es la alcaldesa, a que debo el honor de su visita?

-necesitamos hablar.

-es lo que estamos haciendo –dijo sarcástico.

-muy bien… tú y la reina, tuvieron un amorío. –Gold se mostró sorprendido y se aclaró la garganta.

-a que viene eso? Ella ya no está aquí, no veo porque sea relevante.

-lo es.

-no para mi… estoy intentando reconstruir mi relación con Belle.

-hace unas semanas descubrí que estoy embarazada. –de pronto soltó Regina y el semblante de Gold cambio completamente.

-y? –intento excusarse.

-fue concebido por la reina no por mí.

-entiendo… crees que podría ser mío, pero ya deberías saber que la reina no era muy recatada que digamos.

-yo había lanzado un hechizo contra mi hace años, uno que impediría embarazarme, solo alguien con la magia que tú tienes combinada con la mía podría haberlo roto.

-escucha Regina, estoy feliz ahora… tengo lo que siempre soñé… a Belle y a mi hijo… un hijo concebido del amor, no sé qué quieras que te diga.

-no hace falta que digas nada, solo creí que tenías derecho a saberlo, solo espero que respetes eso que estás diciendo, no serás el padre de mi hijo, así que espero que cuando nazca no te acerques a él por ningún motivo.

-no tienes nada de qué preocuparte querida. –Regina salió de ahí un poco triste, culpo a la hormonas, no es como si buscara que Gold reaccionara amoroso con ella o que estuviera gustoso, pero creyó que al menos le interesaría conocer a su hijo.

Los meses pasaron y Regina lucía un vientre prominente, los Charming nunca la dejaron sola, siempre cuidando de su salud así como obsequiándole toda clase de regalos para su hijo, incluso Zelena había llegado a un acuerdo de paz y de intentar mantener una buena relación por el bien de sus hijos, las cosas para Gold se tornaron oscuras, Belle había tenido complicaciones en todo su embarazo y el día que iba a dar a luz nada pudo hacer el oscuro para salvar la vida de su esposa y de su hijo, había estado encerrado por días, los deseos de venganza empezaron a salir a flote, casi mata a Whale culpándolo de no haber podido ayudar a Belle, de no ser porque los Charming y la misma Regina se habían interpuesto, el pueblo estaba de luto también, Belle había sido muy querida por todos.

Finalmente la hora de dar a luz llego, Regina estaba en trabajo de parto en la compañía de Henry y los Charming, Emma quiso hacer algo al respecto…

-que haces aquí? Está cerrado… que acaso no viste el letrero? –contesto un Gold demacrado y de mal humor.

-es Regina… ella está por dar a luz a tu hijo. –dijo seria.

-mis dos únicos hijos están muertos señorita Swan.

-tu ayudaste a crear a ese niño.

-lo que hubo ahí fue algo pasajero.

-pues ese niño no será algo pasajero, es tu sangre… no viste ni un solo día a Regina, no te importo cuando enfermo y estuvo días en el hospital, a ambos les debes esto… sería una manera de empezar a arreglar los errores.

-exacto! Finalmente algo coherente que dices, eso fue un error… lo siento pero yo no tengo ningún hijo, como lo dije antes mis únicos hijos han muerto, ese niño no es mío.

-espero que no te arrepientas. –salió Emma de ahí por demás molesta.

Emma no quiso decirle a Regina que había ido a buscar a Gold, los únicos que lo supieron fueron los Charming y el propio Henry que lo había sugerido, luego de unas horas llegaba al mundo la pequeña Ava Mills, la bebe era hermosa, aun no se le veían definidas las facciones pero podría decirse que era el vivo retrato de su madre, Regina lloro a mares de felicidad, aunque fue un embarazo por demás sorpresivo ella amaba a esta niña, esta niña que sería completamente suya.

-es hermosa Regina –decía Mary Margaret embelesada.

-lo es –replico David.

-gracias… a ambos por haber estado conmigo todo este tiempo.

-no tienes nada que agradecer, eres nuestra familia y esta niña también lo es, será la mejor amiga de Neal. –todos sonrieron al escuchar eso.

Habían pasado tres años desde que Ava nació, ahora era una niña por demás despierta y dulce, era la consentida de la abuela y Rubí quienes se ofrecieron a cuidarla cuando Regina regreso al trabajo, la niña resulto ser una mini Regina, tenía el cabello largo y sedoso del color de la madre, siempre lo adornaba con algún lazo del color de sus vestidos, ojos muy grandes y marrones que hacían que todos se derritieran por ella en cuanto pedía algo, eso lo había sacado del padre, sabia como convencer a la gente, sin embargo era una niña noble, por demás amorosa.

Aquella mañana la abuela escucho el sonido de la campanilla al girarse…

-Gold… que necesitas? –dijo casi de mala gana.

-vaya alguien despertó con el pie izquierdo? –se quejó – dame un café.

-para llevar, cierto?

-hay alguna razón por la que quieras casi correrme?

-es solo una pregunta, hace años que no te paras por aquí en las mañanas, usualmente vienes después de mediodía.

-creo que será mejor que lo pongas para llevar –haciendo una mueca.

Mientras esperaba paciente los gritos y risas desde el fondo de la cocina se acercaban.

-abuelaaaaaa! –gritaba la pequeña Ava corriendo mientras era perseguida por Rubí.

-te atrape pequeño demonio! –la cargo en brazos mientras la llenaba de besos.

-Ava, que has hecho ahora? –frunció el ceños la abuela.

-ha escondido mi maquillaje y no la dejare en paz hasta que lo devuelva –se quejó Rubí llenándola de besos ante la risa de la niña.

-alto Rubí! –seguía riendo.

De pronto Rubí alzo la cabeza y vio a Gold que las observaba con detenimiento –ohh… -se aclaró la garganta –buenos días –saludo un tanto incomoda.

-me dejaras en paz? –cuestiono la niña.

-si –la bajo de los brazos. –abuela yo no escondí nada, solo sigue pasando –se quejó la pequeña –yo solo las toque y desaparecieron.

-parece que tienes un problema con la magia. –intervino Gold.

-quién eres? –cuestiono la niña curiosa.

-nadie que te incumba Ava… ve a buscar el maquillaje de Rubí, puede estar en cualquier parte.

-vamos cariño. –Rubí tomo de la mano a Ava saliendo de ahí.

-vaya modales –dijo Gold.

-tu sabes quién es ella y todos sabemos cómo están las cosas.

-solo estaba conversando.

-y se acabó la conversación, aquí tienes –entregándole el café –escucha… tuviste una oportunidad, esa niña es muy feliz con su madre, por su bien no te acerques a ella. –Gold dejo dinero en la barra y salió sin contestar.

Por la tarde Regina pasaba por su hija después de haber trabajado en la oficina.

-hola princesa.

-mama! –corrió emocionada, colgándose de su cuello.

-hola mi amor, como estuvo tu día?

-Rubí y yo nos maquillamos –Regina levanto la vista a Rubí.

-ella insistió mucho… tu sabes como es.

-lo se…-suspiro – me alegra que te hayas divertido.

-por qué no vas por tus cosas Ava? –la abuela animo a la niña, al salir se acercó a Regina. –Gold estuvo aquí –inmediatamente Regina se tensó.

-que paso?

-nada… trato de conversar con ella y Rubí se la llevo a su cuarto, escucha… tal vez quiere acercarse a ella.

-no… yo no lo permitiré, Ava es mi hija… solo mía.

-que harás si quiere hacerlo?

-lo impediré, para Ava su padre es Robín, eso no cambiara.

-sé que no lo merece, que no tiene el derecho pero… puede que esto se salga de control y ella se entere de la peor manera.

-eso no pasara, me encargare de eso.

-no estoy afirmando que eso pasara pero es bueno que estés preparada. –dijo la abuela mientras Ava las interrumpía con su presencia.

-estas lista cariño?

-si aquí tengo todas mis cosas.

-muy bien despídete de la abuela.

-hasta mañana abuelita –se acercó a darle un beso.

-hasta mañana mi niña –le dio un abrazo de despedida.

Regina salió de ahí algo nerviosa, tenía tres años en los que había sido por demás feliz con Henry y con su niña, no iba a permitir que eso cambiara.


Ok…. Que les pareció? Es una especie de experimento, si gusta lo continuare, espero sus reviews para ello, saludos a todos y gracias por leer!