Fortaleza

Una lágrima bajó lentamente por su mejilla, y Shion se la enjugó apenas notarla.

Al principio no entendió muy bien por qué, pero a partir de ese momento las lágrimas comenzaron a brotar una detrás de otra, y no cesaron de fluir hasta varios minutos después.

Quería pensar que no entendía el porqué de aquello, quería creer que estaba llorando sin una razón, pero ya no podía engañarse.

El camino a casa era demasiado silencioso. El silencio era tan frío, tan doloroso, que le oprimía el corazón.

Era demasiado difícil vivir sin Satoshi.

Trataba de ser fuerte, por él, por Satoko, por ella misma... pero a veces, muy de vez en cuando, las fuerzas se esfumaban de repente. Desaparecían, abandonaban su cuerpo y la dejaban sola... completamente sola, con aquel vacío intolerable.

¿Cuánto más tendría que esperar? ¿Cuánto más tendría que aguantar?

Sus amigos estaban con ella, eso lo sabía bien... Pero ni siquiera ellos sabían de verdad toda la angustia que cargaba con ella, una congoja tan pesada que, en ocasiones como esa, le quitaba lugar a la pequeña y frágil esperanza que aún habitaba en el rincón más apartado de su alma, donde nadie pudiera herirla.

... Lo único que quería era que él volviera. Era lo único que le hacía falta para lograr la felicidad.

Por eso tenía que seguir adelante, aferrándose a sus ilusiones. Si no lo hacía... si no lo hacía...

Si perdía la fe... Nunca volvería a encontrarse con Satoshi, en caso de que estuviese vivo.

Satoshi-kun.

Cómo podía estar dudando de la posibilidad de hallarlo vivo. Era obvio que él estaba vivo, en algún lugar. Estaba segura de ello.

Con una sonrisa forzada, Shion soltó un suspiro tembloroso.

Seguiría viviendo, con todas sus fuerzas, por él. Para encontrarlo.

Con ese objetivo, se sentía capaz de cualquier cosa. Todo el dolor que había sufrido, lo que estaba sufriendo y lo que sufriría valdría la pena, ella lo sabía, pues al final de la interminable oscuridad Satoshi la estaría esperando.

Con la misma sonrisa de siempre, esa sonrisa amable y contagiosa que sanaba todas sus heridas.

Y, sin dejar de sonreír, acariciaría su cabeza, como solía hacerlo, con una suavidad aun superior a la de la brisa tibia que la envolvía y secaba sus lágrimas.

Sí. Satoshi era razón suficiente como para soportar cualquier golpe. Y hasta el día en que volviera a verlo de frente, lucharía con toda la fuerza de su espíritu, contra cualquier obstáculo. Inclusive contra ella misma.

"No perderé... nunca más."

La última lágrima desapareció detrás de su dedo antes de poder caer.

::Owari::

2:56 AM.

04/10/09

Fic espontáneo, nada planificado. Las palabras surgieron solas, escuchando "you" (versión cantada e instrumental ;;A;;).

Como siempre, las cosas me salieron al revés.

Nunca se supuso que mi primer fic de HiguNaku sería sobre Shion. Jamás de los jamases.

Incluso mientras lo estaba escribiendo pensaba "Esto no va a durar más de cien palabras". Y bueh.

... Realmente, me cuesta creerlo.

Justo el personaje al que menos bola le di en mi vida.

Pero después de "you" la lástima que empezó a nacer de mí en los últimos episodios de HiguKai estalló.

… No, no tengo remedio. En fin.