Big boys don't cry
Por Nochedeinvierno13
Disclaimer: Todo el universo de Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling.
Este fic participa del Reto Offscorse de Enero "Personajes al Azar" del Foro "El Escorpión que Coleccionaba Rosas".
I
Ted Tonks
Hojas de otoño
Los primeros vientos de otoño comienzan a soplar en esa tarde de septiembre y las ramas de los árboles se mecen al compás. La naturaleza parece ir desnudándose, con la llegada de la nueva estación. Todavía falta mucho para llegar a la estación de Hogsmeade, por lo que Ted Tonks recuesta su cabeza en la ventanilla y se permite que sus pensamientos vuelven libremente.
El verano ha transcurrido lentamente como un dulce veneno que tarda en hacer efecto y aunque desea llegar pronto al castillo, en el fondo de su ser tiene miedo de que algo haya cambiado. Recuerda con claridad lo que sucedió el último día de clase y a pesar de que se han mantenido en contacto durante todo el transcurso de las vacaciones, algo le dice que sus actos van a tener consecuencias.
Hogwarts está poblado de tantas féminas que no le alcanzan los dedos de las manos para contarlas y se fija en Andrómeda Black, una chica que es diferentes a él en tantos sentidos que no puede numerarlos. Su boca vuelve a sentir la misma sensación gratificante que sintió cuando sus labios se posaron encima de los de Andrómeda. La sensación de riesgo vuelve a nacer en su interior, llenándole por completo.
El sonido de la puerta del compartimiento deslizándose, le saca de sus pensamientos como una fuerte sacudida a la realidad. No es necesario verle el rostro para saber que se trata de Andrómeda Black, sus rizos castaños le hacen inconfundible.
— ¿Cómo ha sido tu verano? —pregunta Ted con una leve sonrisa.
Andrómeda Black se sienta frente a él y se cruza de brazos.
—Necesito que hablemos de lo que sucedió el último día de clases —responde ella de forma tranquila pero el mismo tiempo, seria.
—Hablamos de esto durante todo el verano —contesta Ted—. Yo fui sincero con todo lo que dije, ¿tú puedes decir lo mismo?
Entonces Andrómeda se pone de pie y lo observa de una forma que Ted no sabe interpretar.
— ¿Crees que miento cuando digo que siento algo por ti? —pregunta ella—. Porque si piensas eso, entérate que no es así.
—Yo no te he acusado de mentir, solamente te lo pregunté —corrige Ted—. Al igual que tú, tengo derecho a saber si sientes algo verdadero por mí o solamente soy el chico de turno con el que te besaste.
—Claro que no eres un chico de turno con el que me besé —explica Andrómeda—. Creí que lo había dejado claro en las diez cartas que te escribí este verano. Necesito saber, ¿quieres estar conmigo y asumir los riesgos qué eso significaría?
Ted se muerde el labio por breves segundos y también se pone de pie.
—Eres una verdadera tonta, si piensas que no quiero estar contigo —asegura acercándose cada vez más a ella—. Pero la pregunta debería hacerla yo, ¿estás dispuesta a estar conmigo y asumir las consecuencias de ello? Tu familia no me aceptará porque soy hijo de muggles y ciertamente, te condenarán por ello.
—No me importa más que estar a tu lado, creí que lo había dejado claro —responde Andrómeda y como toda respuesta, Ted junta sus labios con los de ella.
Afuera del tren, el viento sigue soplando y las hojas de otoño van cayendo.
