Disclaimer: Lo orgullosa que estaría la señora Himaruya si supiera la clase de cosas que escribimos todas con los personajes que creó su hijo... otras cosas que nunca pasarán.
Madre Rusia
—No vas a encadenarme bajo NINGUNA circunstancia —sentencia Estados Unidos de plano, mirando a Rusia sentando a su lado en el salón de su casa mientras juegan a la consola.
—Net, net, encadenar personas está mal —niega con la cabeza el soviético, anda que no se te ve el plumero a ti.
—Net Net... Bla… bla. ¡NOVASAENCADENARME! —insiste en un chillido, dando un saltito en el sofá y girándose cara a él, dejando el mando de la play sobre la mesita.
—Encadenar está mal —se sonroja como cada vez que miente sin moverse, con su mando aun entre las manos.
—¡Pues justamente por eso es que NO vas a encadenarme! —le señala con el dedo muy seguro de ello.
—A no ser que seas una mala persona —cosa que eres, cerdo capitalista, por muchos besos que me des.
—Ya, claro, ¡mira quien lo dice! Fucking commie.
—Batman encadena a los malos para que no se vayan —se defiende encogiéndose de hombros y volviendo a mirar la pantalla de la tele.
—YO no soy malo. ¡Y tú no eres Batman! —responde poniendo los ojos en blanco como si fuera obvio.
—Da, soy Batman —saca de dentro del abrigo una capucha de Batman y se la pone dejando su mando por ahí.
—No eres, estas muy grandote —sonríe un poco y trata de quitársela para ponérsela él –. Yo me parezco más porque soy más awesome.
—Net. Tú eres un koshechka —se deja quitarla.
—¡No! ¡Soy un superhéroe! —salta hasta ponerse de pie en una postura épica y luego vuelve a dejarse caer en el sofá.
—Catguoman—decide Rusia, porque un "koshechka" es un gatito.
—What?! Woman nada!
Rusia sonríe como cuando sabe que lo ha molestado y Estados Unidos frunce el ceño picado.
—Yo soy awesome y tú solo me estás molestando —protesta cruzándose de brazos.
—Si te vistieras de catguoman, se te vería barriga —sigue picando, al límite de lo permitido, soviético.
—¡No se me vería barriga! —la mete. Rusia sonríe más y estira la mano para tocársela, a lo que recibe un manotazo americano.
—Dejaaaaaa.
El ruso insiste.
—¡Nooo! Russia! —si le llama así se está enfadaaaaando. Lo toma de la muñeca.
—¿Por qué? —pregunta y le mira a los ojos, porque se suponía que era como un juego o algo, de hecho es que le llama mucho la atención como reacciona en general alrededor de este tema.
—¿Por qué qué? —pregunta tan tenso.
—¿Por qué no?
—¡Porque no! No tengo barriga gorda y no voy a vestirme de niña.
Rusia tuerce un poco el morro y se encoge de hombros, el norteamericano sonríe un poco al ver que tuerce el morro.
—¿Y si fueras niña?
—Si fuera niña haria cosas de niña, pero soy niño —explica.
—Tal vez deberías ser niña —responde Rusia. Estados Unidos le mira con ojos abiertos como platos. Porque él es niño ¡y muy muy niño! ¿Cómo que "tal vez debía ser niña''?
—What the hell! —protesta de nuevo. No, Rusia, no le vas a cortar nada—. Quizás tú deberías ser... Yo que sé, ¡un pato!
—¿Por?
—Pues yo que sé, porque se me ocurrió. Es más una linda patita, como Daisy —se quita la capucha de Batman y se la pone como su fuera una cofia.
—Pero no podría disfrazarme de Batman —le toma la capucha y se la pone como se la está poniendo el americano.
—Podías disfrazarte de Daisy.
—¿A ti te gusta Daisy?
—Pues... No.
—¿Entonces porque quieres que me disfrace de Daisy? —se pone bien la capucha como Batman.
—¡Porque tú quieres que me disfrace de Catwoman! —protesta.
—Pero a mi Catguoman me gusta.
—Pero you. ¡Soy Batman!
—Net, net, mira —se señala la capucha.
—Pues... ¡Yo soy Tony Stark!
—Ah, pero Tony Stark no es amigo de Batman.
—Lo sería si se conocieran.
—Robin es amigo de Batman —¿vais a seguir así mucho rato?
—Yes, pero yo no soy Robin. Soy Batman —discute Estados Unidos porque no quiere ser tampoco el segundo de Rusia.
—Net, mira —vueeeelve a señalarse la capucha. De repente, pasa el ángel de Britania y es a Rusia al que vuelve chica y… no parece que haya ningún cambio muy evidente salvo en la cara, por culpa de ese abrigo maldito.
—Pues traigas lo que traigas ¡yo soy Batman, no Robin! —Estados Unidos ni se entera.
Rusia deja de hacerle caso, parpadeando de repente. Se lleva las manos al pecho.
—Y es que no, aunque tú quieras ser el más awesome, yo te gano —le mira e inclina un poco la cabeza sin entender el movimiento.
El ruso se las magrea un poco y son graaandes, automáticamente empieza a desnudarse.
—¿Qué haces? —Estados Unidos aún no se entera.
—Me pasa una cosa... —su voz no es igual del todo a la de antes.
—¿Qué cosa?
—Que me pasa una cosa —repite, porque no sabe lo que es, quitándose el abrigo y empezando a abrirse la camisa.
—Pero, ¿qué cosa?
Estados Unidos levanta un poco las cejas al ver que hay algo RARO en su conformación y Rusia acaba por abrírsela del todo y mostrárselas. Levanta las cejas, sosteniéndolas con las manos.
—Oh my GOOOOSH! —ese grito podría ser menos... Agudo. Tú eres el chico, Estados Unidos.
—Porque me... yo... —las deja tranquilas y lo siguiente son los pantalones, se pone de pie desabrochándoselos.
Estados Unidos se levanta, acercándose a él, sonrojado pero curioso y con los ojos bien abiertos. Rusia termina por bajárselos de golpe, hasta las pantorrillas y se mete un susto de muerte, que hasta se cae al suelo.
—¡Waaaah! ¡Te falta el! ¡Ya no tienes el! ¡El! ¡Ihhhhhh!
Rusia le mira muy asustado y mueve las manos buscándose por ahí, sintiéndolo todo raaaaaaaro.
—Eres una... ¡¿Dónde dejaste al commie?!
—¿Qué? —no entiende nada.
—¡Eres niña!
—Pero... net! —chilla y le sale un chillido raro, nota su voz, llevándose las manos a la boca.
—Pero si eres... ¿Eres el commie?
—Soy Rossiya!
—But... But... —es difícil argumentar sobre si eres chico o chica con el par de melones que te cargas como pechos. Al niño se le van los ojos—. E-Eres una chica
—Neeet! —también es difícil argumentar con la pared.
—Si lo eres, ¡te estoy viendo!
—Net —se cubre, así no le ve.
—¡Aun así eres niña! Tienes pechos y no tienes... Eso —le señala abajo.
—Net! —tu insiste lo que quieras.
—Yes. ¡No tienes weenie! A ver... Enséñamelo.
Rusia recoge las piernas, muy asustada y se busca otra vez. Estados Unidos se le acerca más aún para verle. La rusa intenta alejarse porque está muy asustada, echándose para atrás.
—Wait, wait, waaaait!
—Quiero a mi sestra...
—¡¿A tu sister, the crazy one?!
Rusia niega con la cabeza.
—¿A tu sister a la que invadiste y te odia? —sentimos la delicadeza.
—Ukrainaaaaa —la llama igual. A Ucrania se le ablanda el corazón... Donde sea que este.
—Yes, ella. Jeez, commie, pero no sé dónde está últimamente —se rasca la barbilla—. ¿Quieres que vayamos a buscarla?
Rusia asiente con la cabeza.
—Pero no quiero un emplasto.
—¿Un emplasto? ¿Y eso que es? No creo que se te aparezca el weenie otra vez con un emplasto. Sea lo que sea —cuando Estados Unidos dice 'weenie' es porque se refiere al 'pilín'.
—Es para cuando estoy malo.
—Pues hoy estás MALÍSIMO. ¡Eres una niña!
Rusia se cubre la cara con las manos porque se cree que se va a morir y Estados Unidos se le acerca, otra vez, hasta ponerse junto a él... Ella.
—¿Te sientes mal de algo más? A ver, déjame ver... Abre la boca —le toma de los brazos. Rusia le mira y lo hace un poquito, el americano saca su teléfono y prende la linterna intentando verle hacia adentro.
—Tienes comooooo…
La rusa abre más la boca haciendo «aaaaah».
—Comoooo... Como unnnnn… —entrecierra los ojos y Rusia abre más la boca, mirándole agobiada—. Montón de dientes normales. Nah, no te veo nada horrible —se encoge de hombros.
Rusia termina por cerrarla y paladear. Estados Unidos le mira los labios y, levanta las manos quitándole la máscara de Batman, el otro cierra los ojos, dejándose, el americano sonroja porque se ve raaaaaara... Y... Femenina. Y no especialmente fea. La mira con ojos muy abiertos porque sin mascara, evidentemente, es mucho más obvia la cosa. Rusia aún le mira expectante.
—E-Eres... Eres de verdad...
—¿Qué hago?
—Una chica, muy muy chica.
—No me gusta
—A-A mí...
Rusia le mira.
—... m-me parece que te ves…
Rusia se humedece los labios a la expectativa… Estados Unidos le mira de arriba abajo y se queda en los pechos, en realidad, casi se le salen los ojos. Rusia baja la cara y se los mira, también, medio cubiertos, sin saber qué hacer.
—Muy fe-femenino y... Tienes unos grandes pechos.
—No quiero tenerlos —vuelve a mirarle.
—Pues a mí me parece que...
—¿Qué? —los mueve con las manos.
—S-Son grandes y... —levanta la mano para tocarlos.
—Pesan —asegura ella mirándole sin soltárselos.
—Cómo no van a pesar, ¡son enormes! Voy a tocarlas.
Rusia se gira un poco y frunce el ceño.
—What?
—Net.
—¡¿Por qué?!
—Porque no me gustan y no los quiero.
—A mí sí me gustan.
—¿Por qué?
—Porque seguro son suavecitas, como las de Egypt pero, mejores porque son más grandes.
Rusia se los mira otra vez. Estados Unidos levanta la mano para tocarlos pero la rusa se aparta de nuevo.
—¡Ah! Commie! —se estira, otra vez, intentando ser más rápido que ella. Y será más rápido, pero ella es más flexible. Así que cae hacia atrás, girando para ponerse de pie, sin soltárselas. Huyendo.
—¡Oh! ¿Por qué no puedo tocarte las boobs? ¡Soy tu boyfriend!
—Porque no me gustan —pues suéltatelas.
—Pero a mí sí —ahí va, detrás.
—Voy a cortarlas —se va en busca de un cuchillo, la muy bestia y desnuda como está.
—What?! ¡Noooo, no puedes cortarlas! —va corriendo tras ella.
—Sí que puedo, con un cuchillo.
—Pero ¡noooo, no no! Si te las cortas, no tendrás ni weenie, ni pechos.
—Pues cortaré el de otro y me lo coseré.
—¡No! Commie, wait! Wait wait wait! Listen to me! Vamos a buscar a tu sister, ok?
—Net. Ella me pondrá un emplasto —niega.
—Pues mejor un emplasto —creo —, a cortarte cosas con un cuchillo.
—No me gustan los emplastos.
—¡Pero los cuchillos tampoco! Commie, stop!
Rusia le mira otra vez agobiada. Y no se suelta las tetas, por cierto.
—Wait. Deja de... Deja de irte y... Ok, soy yo. Y... Tu... No sueles huir de mí, cierto?
El problema es que Rusia está asustada y no está segura de ser más fuerte que Estados Unidos ahora.
—No estoy huyendo —se yergue en toda su altura.
—Pues parece que sí, como si me tuvieras miedo —sonríe porque al menos no huye—. Y yo... No quiero que te cortes nada.
—Pero es que no me gusta —taaaaan densa.
—¿Por qué no te gusta? Son bonitas y grandes —y si tú, Estados Unidos, las tuvieras puestas las odiarías, pero vale...
—Pesan —una razón válida como cualquier otra y ella no lo sabe, pero el cambio de equilibrio la está mareando un poco porque es muy sensible con eso.
—Hombre, pero ¿tú eres fuerte no? Es solo un pesito.
—Soy fuerte —asegura.
—Por eso.
Rusia las mira otra vez soltándolas un poco para que caigan… rebotan. Estados Unidos traga saliva.
—Wow... —y aquí tienen la respuesta a la pregunta de si se masturba viendo chicos o chicas...
Rusia se las mira no muy segura, balanceándose un poco hacia atrás. Estados Unidos desvía la mirada sin poder evitarlo, sonrojadito.
—No tienes que toquetearlas así.
—¿Por qué no?
Estados Unidos se ríe un poquito
—Te ves súper... —más risitas idiotas —, porno
—¿Porno? —se mira.
—Totally.
—¿Qué es porno?
Estados Unidos parpadea dos veces.
—Ya know... De porno... Los vídeos y las cosas de sex. ¿Nunca has visto porno?
—Ah, cosas de sexo. Da —que sepa lo que son las cosas de sexo no significa que sepa realmente lo que es el porno.
—Pues pareces una de esas chicas —risaaaas. Estados Unidos se rasca la nuca aún riendo un poco—. De hecho quizás te ves mejor…
—¿Cómo se hace?
—¿Se hace qué?
—Esa cosa que te gusta del porno, del sexo.
—P-Pues... Se... —risas y sonrojo —, se hace de muchas formas, tendrías que agarrártelos y... ¡Dejarme tocarlos!
—Net, tocarlos net —los levanta y aparta otra vez.
—¡¿Pero por qué no?!
Rusia niega con la cabeza y puede que tenga que ver con fastidiarte porque quieres tocarlos y a ella no le gustan. Estados Unidos arruga la nariz haciendo un mohín
—Bueno tócate tu... ¿Sabes? Ahora tienes otro agujero por donde... —¿de verdad, niño? Rusia inclina la cabeza—. Para... Sabes... Para poner esto —se señala la zona en cuestión
Rusia mira a donde señala y Estados Unidos sonríe encantador.
—¿Qué te parece la awesome idea?
Rusia se suelta los pechos y, así de fina, mete los dedos a ver si encuentra un agujero como el de su hermana, Estados Unidos la mira abriendo la boca por completo, impresionado.
—Commie! No es… Oh my god.
—Da! ¡Sí que tengo!
—Pues claro que lo tienes, eres NIÑA. ¿Quieres usarlo?
Rusia le mira unos instantes y... niega, porque aún cree que está enferma y se muere. Estados Unidos arruga otra vez la nariz pero hala, ni modo.
—Bah! Eres más awesome cuando eres boy.
—Soy osmom.
—No, no me dejas tocar nada.
—Porque no me gustan.
—Eres tonto si no te gustan.
—No soy tonto.
—Si lo eres, son awesome
—Net.
—¡Sí los son! Las boobies siempre son awesome.
Estados Unidos, por dios, es Rusia. RUSIA. Tanto te ha sorbido el cerebro, Egipto, ¿que no sabes que tiene un maldito interruptor? Sí que debe saberlo, solo necesitamos enfoque en algo que no sean los pechos. El estadounidense se le vueeeeelve a acercar, intentando tocarlos.
Rusia se aparta otra vez y decide que quiere su camisa porque no se está quieto.
—¡Ah! Ven, ¡dame un beso!
Rusia se agacha a recuperar su camisa y se la pone con uno de esos movimientos de brazos.
—¿Si te doy un beso soy osmom otra vez?
—Yes —sonríe y asiente, acercándosele.
Rusia se abrocha los botones sin apartarse ahora. Creo que dos centésimas de segundo más tarde, le tiene encima dándole un beso, aunque con los labios nuevos es un poco raro y no había notado hasta ahora que fueran diferentes. Está flipando con los labios.
Estados Unidos la abraza con la cabeza, un poco ida porque... Es como una mezcla entre Rusia y los labios de Egipto. Aunque, por alguna razón desconocida, en ningún momento duda ni un poco que éste sea Rusia. Para Rusia es difícil seguir pendiente de algo como labios raros cuando Estados Unidos está haciendo una de ESAS cosas que cada vez le gustan más, extrañamente y sin que sepa porqué, esto la calma.
El estadounidense le sigue el beso, cada vez sintiéndose el mejor, olvidando que si es chico o chica... Y es que ha estado privado de besos commies últimamente. Se olvida de que Rusia tiene pechos, de que quería tocarlos, de que ahora es chica y de que no son novios. Solo siente calorcito en el estómago y el corazón, mientras le abraza y siiiigue en el beso.
Rusia no puede evitar morderle un poco para buscar... Sangre y la herida en labio de Estados Unidos se hace de nuevo, con facilidad.
Es automático… El sabor le hace perder la cabeza.
Hasta que, segundos más tarde, se separa parpadeando. Pero seguro el niño le busca un poquito antes de parpadear él y mirarla para dar un saltito al ver que no es quien creía.
—Me he meado —pero que fina eres. Estados Unidos parpadea, olvidando el sobresalto e inclinándose un poco para ver el suelo.
—What?!
No está mojado el suelo porque no se ha meado, obviamente.
—¿Te has me... ado? ¿Dónde?
—Me he meado... —repite Rusia, sin saber qué hacer con eso—. Aquí —señala el lugar por donde se mea. Estados Unidos vuelve a vacilar un poquito porque... Buff... Es que es chica y está prácticamente desnuda.
—Pues yo no veo ningún meado.
—Mira —mete los dedos y los saca mojados, mostrándole.
—Ahh eso —se ríe un poco y... Egipto le ha enseñado cosas. De verdad, es milagroso que esto pase después de ella—. No es meado, es la cosa esa que sale cuando te gustó.
—¿Eh? —para haber vivido toda la vida con dos chicas y haberte tirado a tu hermana no tienes ni idea de mujeres, Rusia—. Son meados pegajosos —junta las puntas de los dedos y las separa. Luego se los acerca a la nariz—. No huele a meado.
—Ni sabe a meado. Bueno nunca he probado los meados... —burdos, burdos los dos.
Evidentemente, Rusia se lleva los dedos a la boca...
—¡Eres, de verdad, de peli porno! —se ríe un poco y, extrañamente, aún tiene una mano suya en la cintura.
Rusia le observa, sin saber porque dice eso, y paladea un poco.
—¿Ves?
—¿Qué?
—No sabe a meados, sabe a chica —eww, igual.
—Sabe salado.
—Yes. Y quiere decir que te gustó —sonríe, muy contento.
Rusia le mira, otra vez, sin saber cómo ha llegado a esa conclusión. Alguien se lo dijo un día a Estados Unidos. Muy probablemente Roma, intentando ayudar a la vida de Egipto. Aunque es posible que de algo también le sirva esto que está pasando, Estados Unidos puede aprender cosas buenas... O malas. Es posible que pueda aprender algo que le guste a las chicas, en general, o puede quedársele grabado algo que le guste a Rusia, que no es una chica convencional.
—¿Y qué hago? ¿Voy a mear?
—¿A... Mear? ¿Tienes ganas?
—Net —niega, es que no entiende.
—Entonces no, solo... Es una cosa normal por los besos conmigo porque soy awesome.
—Ah... —sí, claro, finge que lo has entendido, pero el olor de la sangre sigue perforándote.
Estados Unidos sonríe más y sale una gotita de sangre perturbadora de su labio.
Rusia se relame los labios y… siente que se mea más, como el estadounidense siga con eso va a volverla a ser un hombre en cero coma. El americano levanta una mano, oootra vez, con intenciones de tocarle alguna parte, de ser posible un pecho pero ella le toma de la muñeca para echársele encima a por la sangre, como siempre.
Y… ¿Estados Unidos que va a hacer? Dejarse, como siempre. No es tan impresionante el puesto de cazador de Rusia así, pero trata de encastarle contra algo. Lo que es un error que, normalmente, no cometería porque es obvio ahora que no tiene tanta fuerza. Así que solo mueve un pasito al estadounidense... Y nada más.
Lo bueno es que el americano no se entera mucho. Hasta que Rusia lo intenta levantar contra la pared para hacer lo que siempre hace con él y ni siquiera consigue moverle una pierna… Es Estados Unidos el que, repentinamente, la levanta a ella de la cintura para clavarla contra ALGO. Rusia le abraza, sin esperarse eso, porque él no suele hacérselo.
Estados Unidos le come un poco el cuello, con un revoltijo mental entre que lo que le gusta a Roma, lo que le gusta a Egipto y lo que le gusta a Rusia. Ésta última lo abraza, temblando, nerviosa y asustada porque no sabe si la va a intentar matar o no. El estadounidense la mira, eso sí, con la respiración agitada. Rusia lo abraza, sintiendo que no puede dejarse ir de la cabeza, el terrible olor de la sangre no la ayuda, se lleva el pulgar a la boca.
El estadounidense la mira hacer con la respiración bastante agitada.
—¿Q-Que haces?
Rusia se lo muerde, haciéndose sangre a sí misma y, lamiéndola, sin contestar.
—Pero... Haces eso cuando haces cosas raras.
Rusia se relaja visiblemente cuando se lame y... suena el teléfono móvil del niño.
—Ah! Wait.
Rusia sigue chupándose la sangre, calmándose y soltándole. En el teléfono Obama le recuerda que le están esperando y que cuándo planea llegar.
—¡Ughh! ¡Lo había olvidado!
Obama lo apresura.
—Vale, vaaaaale.
Rusia le mira.
—¡Tengo una cosa!
—¿Qué cosa?
—Una cosa asquerosa con Obama.
—¿Por qué?
—Porque la tengo y tengo que ir aunque no quiera.
—Pero me estoy muriendo —de verdad, uno no tiene a un ciudadano que escribe «Guerra y Paz» sin llevar un poco la esencia del drama dentro.
—No creo que te estés muriendo de nada, yo te veo muy sana.
—Pero mira —vuelve a enseñarle las tetas. Estados Unidos traga saliva—. Me las voy a cortar —aunque parezca, eso no es una amenaza.
—¡Noooo! ¡No te las puedes cortar!
—Pero soy niño —más vale que te lo lleves contigo.
—Pero ahora tienes boobies ¡y son tuyas! ¡No puedes cortártelas!
—Pero no me gustan —el bucle.
—¡Pues a mí sí y no te las puedes arrancar!
Rusia frunce el ceño, con él no puedes. Ya le he dicho yo que a mala manera de convencerle.
—Además, ya habías olvidado que no te gustaban.
Rusia se las mira de nuevo y va a por su ropa.
—Voy a casa... —a cortarlas.
—¡Nooo, commie! Pero estabas conmigo.
—Pero Putin me riñe.
—No sino sabe.
—Obama le dice. Siempre le dice.
—¿Y qué va a decirle ahora?
—Que estoy aquí y que has hecho una cosa para que sea niña.
—¡No voy a decirle eso! Y yo no hice nada.
—Obama le dice.
—¡Pero no vamos a decirle!
—Pues ahora si te vas.
—No. Ven conmigo y le diremos que...
—¡Si voy, sabrá!
—Sabrá que voy con una chica.
Rusia se mira a sí misma y por otro lado piensa... espiar a los cerdos capitalistas. Mmmm... Hace cara rara de "se me ha ocurrido una cosa que no quiero que sepas"
—Da. Vale.
Estados Unidos levanta una ceja y, recibe una sonrisa de tiburón rusa, se humedece los labios y frunce un poco el ceño.
—¿Qué vas a hacer?
—Ir contigo.
—Pero... Estás pensando en algo.
—Net —se sonroja porque es mentira.
—¡Ja! ¡Como si no te conociera!
Rusia cambia el peso de pie, mirándole.
—Cualquier maldad que creas que puedes hacer. ¡No!
—No es una cosa mala —vueeeelve a sonrojarse por la mentira.
—¡Si lo es! Voy a estarte vigilando.
Sonrisa de tiburón otra vez
—Cielos. Boobies tienes pero la sonrisa horrible no se te quita
Rusia vuelve a mirárselas.
—Pero a ti te gustan aunque pesen, así que soy osmom.
—Más o menos. Anda, vámonos ya que Obama me mata. Ponte tu ropa.
Y ahí se va a por sus pantalones... Le van demasiado grandes, así que se le caen. Estados Unidos parpadea con eso y se muere de la risa. Rusia vuelve a agacharse e intentar subírselos
—¡Ja! Se te caaaen.
—Déjame un cinturón, este es muy grande —claro, los de él no serán aún más grandes.
—Tengo uno de los míos.
Rusia se va tras él. Y claro, Estados Unidos, saca un par absolutamente inútiles, el otro se prueba los dos y es que ni siquiera le da para el agujero más pequeño que NUNCA ha sido usado y está flipando ahora de que vayan a hacerlo.
—Estas... —frunce el ceño —, delgado
—Se me caen, no puedo sujetarlos —trata de hacerse un nudo, como si el cinturón fuera una cuerda.
—Pues ponteee... Una sábana, como vestido.
—¿Cómo fantasma?
De verdad, Estados Unidos, ¿no tienes algún vestido de Egipto que hayas elegido tú mismo y que ella haya dicho que le ENCANTA pero que lo dejara en tu casa para ponérselo en ocasiones especiales y para que no se estropee? Ejem.
—Como Rome porque Egypt siempre se lleva la... ¡Oh! Wait!
Rusia le toma atención, dejando de pelear con sus pantalones un segundo.
—¡Tengo uno aquí que no ha estrenado!
Aprovecha tus oportunidades, muchacho, se pondría hasta algo comprado en una tienda erótica.
Rusia le sigue mirando buscar.
Estados Unidos revuelve toooodo y saca cosas raras, algunas de Egipto, de hecho, porque la muchacha lo que hace es separar las cosas de chica y amontonarlas todas en algún sitio y como Estados Unidos compra todo lo que encuentra no duden que tenga unos chupones para pezón que quería que se pusiera Egipto y ese tipo de cosas. Al final recuerda que Egipto, de hecho, CUELGA la ropa yendo a ver a la parte del armario donde de vez en cuando hay cosas suyas.
—¡Ja!
Rusia se acerca a él, acechando y mira por encima de su hombro
—¡Es un vestido de chica!
—Pero sabrán que parezco una chica
—Pues... Es difícil que no lo sepan con esas dos cosotas.
Rusia le mira desconsoladita.
—Te vas a ver muy bien, igual y mejor que Egypt. Lo que no tengo es ropa interior
La rusa se encoge de hombros porque todo sea por el espionaje. Será como un disfraz ¿Cómo se visten las chicas?
—Pero seguro te verás muy bien. Anda, quítate esa camisa
Estados Unidos se le acerca y con cierto cuidado le pone el vestido por la cabeza. Rusia estira las manos hacia arriba para meterse y el vestido debe ser feo o a Egipto le gustaría. Quizás sea una mezcla entre la Bella de Disney y la Sirenita
Debe ser dorado, sí, porque América creció con Inglaterra y no es como que sea el amo y señor del buen gusto. Princesa Disney conoció a Miley Cyrus zorra, así que es de lentejuelas, corto muy corto de que se agacha y deja poco a la imaginación, pegadito, escotado y con LAZOS. Feo.
Rusia se lo pone y... además es que le va pequeño porque es más grande que Egipto. Puede que si los lazos le molestan los arranque por las buenas, sino no. Se pone la bufanda de nuevo.
—¿La bufanda?! ¿De verdad? Pero si se te ve bien el escote.
Rusia debe parecer salchichón, mirándose los pechos, se las sube más que casi se le salen porque le aprieta y luego toma las puntas de la bufanda y hace que le caigan por la espalda. Ahí tienes tu escote de infarto.
A Estados Unidos se le SALEN los ojos. Rusia se va a ponerse sus botas que le dan tres patadas al vestido, pero bueno, glampunk.
—Nooooo, zapatillas.
—¿Eh? —se sienta en la cama y el vestido se le enrolla hasta la cintura.
—¡No puedes sentarte así!
—¿Por qué no? —abre las piernas y pone un pie sobre su rodilla para atarse la bota.
Estados Unidos levanta las cejas porque eso se ve tan... Porno como raro como poco femenino como... Estados Unidos le está viendo TODO, hasta la matriz.
—Estas... Estoy... Viéndote TODO.
—¿Ah? —mira a donde mira Estados Unidos e intenta bajarse el vestido. Caso perdido con par piernas abiertas—. Es que no llevo calzoncillos.
—Tenemos que irnos, pero no puedes sentarte así con Obama
Rusia se acaba de atar las botas y se pone de pie, Estados Unidos se le acerca y le revuelve un poco el pelo, a lo que Rusia levanta los hombros, cerrando los ojos y sonriendo como siempre.
¡Esta es nuestra historia numero cien en Fanfiction! ¿Quién más piensa que si hubiéramos dedicado todo este esfuerzo a algo como la cura del cancer... bueno, habríamos perdido el tiempo en algo distinto? ¡No olvides agradecer a Valnic su beteo y edición!
