Gone

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Al abrir los ojos, lo primero que observa y siente es el techo envejecido de la habitación de hotel y un dolor molesto en el rostro y ciertas partes de su cuerpo, respectivamente. Da una breve inspección al cuarto y afortunadamente se ha dado cuenta de que se encuentra sola, porque no se siente como para tratar con ningún pobre diablo ni mucho menos comenzar el día formulando la ya típica pregunta "¿como dijiste que te llamas?".

¿Qué hora es, más de medio día? No tiene ni la menor idea. Pero sabe que es muy tarde y que en cualquier momento vendrán a pedirle que desocupe la habitación, por lo que tiene que ponerse en marcha ya. Después de todo, tiene una cita importante y tiene que asistir. Faltar, para su mala suerte, no es una opción.

Se levanta de la cama sin molestarse en cubrir su desnudez, y camina hacia el espejo de cuerpo entero que cuelga detrás de la puerta del baño para observarse detenidamente. Con cuidado pasa sus dedos por su mejilla derecha; ahora adornada con un hematoma.

O mejor dicho, hematoma hecho por un imbécil cuyo nombre no recuerda y que, además, se atrevió a golpearla, como si fuese una vil mujerzuela.

- Genial, ¿por qué nunca aprendí a maquillarme?- se reprende perezosamente mientras se recorre entera con la mirada, cerciorándose de que sea la única sorpresa nueva en su cuerpo…y afortunadamente así es. Una marca más para agregar a su vasta colección.

Regresa la mirada hacia su rostro, ese que tantas veces ha observado pero que siempre le ha intrigado por transmitir una fragilidad y hermosura dignas de competir con la más hermosa muñeca de porcelana. Un poco escalofriante… pero sumamente ventajoso.

Hace una pequeña mueca divertida al mirar sus antes largas y onduladas ondas color miel ahora a la altura de sus hombros y cortadas de forma descuidada. No tiene nada que ver el hecho de haber estado tomada –también solo un poco dopada - y que en su camino se haya topado con una navaja…claro que no. Solo quería un cambio rápido de imagen.

Pero, aunque la odisea haya sido un éxito en cuanto a sus estándares de un buen corte de cabello, sabe que fue una verdadera estupidez y que es un verdadero milagro que no se haya rebanado la garganta, las venas o que se sacara un ojo; y eso si hubiera sido una verdadera tragedia. Ella adora esos orbes zafiro porque son idénticos a los de él. A los ojos de su padre…

Da media vuelta y recoge su ropa interior, para después comenzar a vestirse y reprenderse duramente. El pasado está estrictamente prohibido para ella y no ayuda precisamente que ese día vuelva.

El pasado es solo promesas rotas…

Después de terminar de abrochar el botón de su minifalda, acomodar su blusa y de casi perderse debajo de la cama por tomar una de sus botas, camina hacia la puerta poniéndose su chaqueta de cuero y pensando que el pasado –su pasado- siempre regresa a complicarlo todo. Y como si fuera poco, también te da una enorme patada en el trasero. Está empezando a pensar que es una conspiración en su contra.

Toma la perilla de la puerta y sale, con dirección a Central Park. Afortunadamente no se encuentra muy lejos y no tardara tanto en llegar. Agradece a Alan -¿o se llamaba Alec?- de haber olvidado su cajetilla en la habitación porque necesita fumarse un ultimo cigarrillo.

Porque presiente que después de ese día no podrá volver a hacerlo.


Bueno, primero que nada…Feliz Año 2011 a todos!. Espero que éste sea un gran año para todos los seres vivientes del planeta y que puedan lograr todos sus propósitos.

Con respecto al fic… dejaré que hable por si solo y que ustedes me den sus hipótesis –aunque creo que no es tan difícil saber de que va la cosa, perdón por mi falta de imaginación xD-. Creo que será un Two-Shot y de paso me meteré en un terreno peligroso, ya verán porque en el siguiente capitulo. – Trataré de tenerlo antes del domingo, aunque siempre vengo quedando mal u.u-

Saludos y feliz Año Nuevo.

Atte. Corazón De Piedra Verde n.n