Ninguno de los personajes de esta historia me pertenecen,yo solo juego con ellos con el único fin de entretenerme y entretener al resto.
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Si hace unos años me hubiesen dicho que me iba a enamorar de la misma mujer con la cual no paraba de pelearme en la secundaria, me hubiese reído, pero desde que dejamos el William McKinley High School, han pasado muchos años. Años en los que han sucedido muchas cosas que me han llevado hasta este punto exacto de mi vida, un punto en el que jamás creí que estaría. Yo Quinn Fabrey, estoy enamorada de la única persona que jamás creí que pudiese enamorarme, Santana López.
CAPITULO 1 : el principio
Pues veréis, todo comenzó en la no-boda de mr Shue. Después de pasarme horas eligiendo el vestido, los complementos, peinarme y maquillarme, había ido a la iglesia con Santana, quien llevaba un vestido rojo precioso. Reconozco que tuve que tragar saliva cada vez que la veía, siempre había sido atractiva, pero con ese vestido estaba especialmente sexy.
Al llegar a la iglesia nos sentamos en el lado izquierdo en uno de los bancos del centro, al lado de unos invitados que no conocíamos. Mientras me retocaba el maquillaje santana soltó un bufido y dijo:
- Esto parece un congreso de pelirrojos- soltó
Ante tal comentario no pude hacer otra cosa que reír, mantenía el sentido del humor que la caracterizaba.
Me gire y vi como ella saludaba a Sam y Brittany que estaban unas filas antes, se veía que aun le dolía estar separada de ella. Yo sabía que ellas habían cortado, pero aunque Santana no lo reconociese, lo había hecho por el bien de Brit, para que ella no sufriese tanto la separación. Había pensado mas en el bienestar de Brittany que en el suyo y eso se veía claramente reflejado en la cara que tenía en aquel momento.
Se recompuso y comenzó a quejarse:
- Menudo muermo y ni siquiera ha empezado todavía. Soy la única tía buena en este tugurio pero estoy sola y atrapada aquí a tu lado.
- ¿Quieres que te de otra bofetada?- le pregunte antes de pasarle la polvera para que se mirase.
- Odio las bodas y el día de San Valentín, lo inventaron los heteros para justificar el regalo de flores.
Recuerdo que por un segundo giré el cuello hacia aquellos invitados. Uno de ellos, algo mayor me guiñó un ojo y no pude evitar poner los ojos en blanco. Hombres ¿Quién los necesitaba? Pensaba en aquel momento.
- ¿Sabes que odio yo? Los hombres, hasta el último es un cerdo, excepto tal vez el señor Shue y Al rocker. Y tenías razón, dejo que los hombres me definan, pero se acabó, como dijo Gloria Steinem : Una mujer sin un hombre es como un pez sin una bicicleta - bufé
Ella simplemente sonrió ante mi comentario y soltó
- Al Rocker es odioso por cierto- alegó mientras me devolvía la polvera.
- Lo que tu digas
Pasamos unos minutos en silencio, con aquella música de fondo, hasta que ella me miró y con cara de preocupación dijo.
- ¿Q? ¿estás bien?
- Si Santana, ¿Por qué lo dices?
- Me has dado la razón, eso no es algo que Quinn Fabray, capitana del equipo de animadoras suela hacer- dijo mientras me seguía mirando con cara de preocupación- Sea lo que sea lo que te pase sabes que puedes contármelo.
- No es nada, simplemente otro fracaso amoroso que añadir a la lista.
- ¿Te hizo algo? Mira que le puedo enseñar cómo hacemos las cosas en Lima Height Adjacent- dijo mientras alzaba el puño
No pude evitar reírme ante su comentario aunque al mismo tiempo me quedé pensando en lo mucho que había cambiado nuestra relación, siempre habíamos sido amigas, aunque nuestra relación fuese un tanto bipolar digamos. Pero esta era una de las pocas veces que Santana me dejaba ver ese lado tierno y protector.
- Estoy segura de que te temería Satanás-dije riendo
Ella rodó los ojos e hizo algo que me pillo totalmente por sorpresa, me abrazo y me susurro al oído.
- Más le vale a ese profesorcito tuyo no se le ocurra volver a hacerte daño o sabrá lo que les pasa a quienes hacen daño a mi pequeña Quinn
En ese momento me quedé helada, nunca nadie se había preocupado así por mí, nunca nadie me había defendido de esa manera. Los ojos se me empezaron a aguar y tuve que contener las lágrimas
- Hey Quinnie, ya sé que soy tan brillante como el sol,pero no hace falta que llores-dijo riéndose de mí.
Mercedes comenzó a cantar mientras esperábamos todos que llegase la señorita Pilsbury. Todos estaban expectantes cuando comenzó a sonar el órgano, eso solo podía indicar que la boda iba a comenzar, pero ya os podéis imaginar nuestras caras cuando vimos que era la entrenadora Sue.
Miré a Santana quien por todos los medios evitaba reprimir la risa ante aquella situación. Aquella fue la primera vez que lo sentí, al ver su sonrisa, sentí un ligero hormigueo en el estomago.
Después del espectáculo que acabábamos de presenciar todos abandonamos la iglesia. Estábamos fuera, todo el Glee club otra vez juntos, pero entonces los padres de la señorita Pilsbury se acercaron a Santana y esta se apartó de mi lado y fue a hablar con ellos.
- Quinn ¿a ti qué tal te va por Yale? –pregunto Artie sacándome de mis pensamientos
- Oh bien, estoy aprendiendo un montón de cosas, aunque entre las clases y el equipo de animadoras no tengo mucho tiempo libre.
Ellos siguieron charlando y yo seguía dándole vueltas a esa sensación al ver la sonrisa de Santana, nunca antes lo había sentido. Miré hacia ella,había terminado de hablar con los padres de la señorita Pilsbury y había vuelto a entrar en la iglesia. ¿se habría olvidado algo?
Después de unas horas estábamos todos en el banquete de la No-boda de Mr Shue, el pobre se había ido a buscar a Emma y el resto habíamos ido a celebrar que el Glee Club volvía a estar unido. Yo estaba en la pista de baile con Santana, se había quitado el abrigo nada más llegar y a mí por poco la respiración. El vestido era más pegado de lo que antes había podido observar y el escote no era demasiado pronunciado, cosa que en aquel momento lamenté.
[Dios Quinn, ¿enserio has pensado eso?] Me reñía a mi misma
Estaba bailando con Santana cuando Sam sacó a bailar a Brittany y se puso justo detrás de nosotras.
[Este chico no sabe donde se había metido]-pensé
Santana se giró y tomo mi mano guiándome a la barra, otra vez había cubierto su hermosa cara la tristeza.
- Debimos suponer que una boda en el día de San Valentín iba a acabar en desastre.
- El amor es un asco-repuso ella.
- Señoritas me pueden enseñar el carnet.
Ambas sacamos los carnets falsos que nos había conseguido Puck un año atrás.
El barman nos sonrió y nos puso dos copas mientras Santana hizo algo inesperado.
- Tengo 25, me llamo Rosario Cruz y soy pariente de Penélope- dijo dando la espalda a la barra.- y tu?
- Emily Stark, 18 añitos- respondí siguiéndole el juego
- Eso está bien, creo que a vuestros profesores les pone-dijo riéndose
Ambas cogimos las copas , que nos habían dejado en la barra.
- Hemos sido las dos caras del mismo tipo de Diosa Cabrona, quizá por eso nos queremos tanto y nos damos bofetadas- dijo mientras le sonreía y ella me devolvía la sonrisa.
- Tengo que reconocerlo Rosario-dije mirándole cierta parte de su anatomía- estas matadora con ese vestido- y miré hacia mi izquierda
Ella se me quedó mirando confusa unos segundos y luego solo dijo.
- Gracias.
Su mirada se dirigió a Brittany, que seguía bailando con Sam. Me fije en su vestido, parecía que se lo hubiese hecho con unas cortinas y siendo como era Brittany no me sorprendería nada que así fuese.
- Mira esos memos románticos, puede que tengan amor- se giro para mirarme- ¿pero sabes que somos y ellos no?
- Ideales –respondí yo mientras brindaba con ella.
Seguimos un rato más en la barra bebiendo, hasta que salieron al escenario Blaine y Kurt.
- Santana vamos a bailar a ver si se te quita esa cara-dije mientras la intentaba arrastrar a la pista
- ¿Esta cara de Diosa dices? Naci con ella cariño- me respondió mientras me miraba de forma coqueta.
Como siguiese así me iba a matar.
- Oh venga Quinnie, puedo bailar contigo aquí mismo.- dijo sonriendo
Otra vez el hormigueo en el estomago hizo su aparición.
[¿Siempre ha sido tan hermosa?]- me pregunte
[Dios Quinn ¿Qué te pasa?]- me recriminaba mentalmente
Ella sonrió otra vez mientras me miraba, parecía que mi debate interno le hacía gracia.
Seguimos bailando y bebiendo, copa tras copa, hasta que acabó la canción. Apoye mi espalda en la barra y Santana dejo otra copa vacía justo al lado.
- ¿sabes Quinn? Pensé que esta boda – hizo una pausa- bueno lo que esto sea- pensé que me aburriría y acabaría liándome en un baño con alguna de las camareras, solo por animar el ambiente.- rodé los ojos ante su comentario
[Genial, no solo me está matando con ese vestido, ahora me cuenta los planes que tiene de aquí a media hora]
- Pero lo cierto mi pequeña Q, es que todas son un callo, a excepción de mi y dos más.
- Estas buscando que te abofetee López? Dije seria.
Ella iba a contestarme cuando Sue hizo acto de presencia, aun vestida de novia e hizo un absurdo discursito sobre San Valentín y el Ramo de la novia.
Santana me cogió de la mano y dijo:
- Veamos si tienes suerte Fabray.
Prácticamente me arrastró a la pista donde todas esperaban ansiosas coger el ramo y ser la siguiente.
- Estúpidas, si eso fuese cierto ella llevaría casada años.- dije sin darme cuenta
Santana se rio ante mi comentario y me puso su collar. Al pasarme los dedos por el pecho para colocármelo, pude sentir como un impulso eléctrico recorría todo mi cuerpo.
[wao, eso ha sido….]
Sue lanzó en ramo y fue a parar a los brazos de Rachel.
- Vaya, parece que Berry tendrá el honor de ser la siguiente en escapar de un matrimonio con pésimo sexo- dijo riendo mientras volvía a la barra.
- ¿Acaso te has tirado también a Brody?- pregunté de mal humor
[¿Qué coño te pasa Quinn? Eso no te importa…o si?]
- Oh no, por dios fabray, ni de coña.
- ¿Entonces?
- No está destinado a casarse con ella- dijo mientras cogía otra copa.
- ¿y eso lo sabes por?-
- Mi tercer ojo mejicano me lo dice.
No pude evitar reírme y ella me puso muy mala cara.
[Vaya, hasta enfadada se ve preciosa]
El escenario volvió a iluminarse y aparecieron Rachel y Fin para cantar.
- Concédame este baile señorita Fabray- dijo Santana sonriente mientras tomaba una de mis manos con las suyas.
[bang… otra vez esta sensación, pero más fuerte…¿qué vas a hacer Lucy?]
- Encantada señorita López.
Me llevó a la pista de baile, justo al lado del escenario y me rodeo con sus brazos, apoyando su barbilla en mi hombro. Su colonia invadió todo mi ser. Olía a perfume, alcohol y a algo que no supe reconocer. Me quede disfrutando de su contacto como un minuto.
- Nunca había bailado una lenta con una chica- dije
Ella aparto su cabeza de mi hombro y me miró.
- Me gusta-dije sonriéndole
Ella me devolvió la sonrisa primero algo confusa y luego esa sonrisa que me hacia cosquillas. Se acercó más a mí y volvió a apoyarse en mi hombro. Se sentía condenadamente bien.
La canción estaba a punto de finalizar cuando Santana me susurro al oído.
- Quinnie vayámonos a divertirnos- acto seguido me cogió de la mano y me llevo al lugar donde pasaría la mejor noche de mi vida.
