Todo lo que aquí aparece pertenece a su respectivo dueño, JK,WB XD


Oh vamos, me van a decir que se van a molestar!! jajajaja no lo creo, pero bueno, como estoy por terminar dos fics ya, aquí el adelanto del siguiente, ya saben que no sería yo si manejo pocos fics a la vez jajajaja... bue, antes de que me maldigan o algo peor, me voy a dormir que hay que madrugar jajajaj, aunque de hecho es ya madrugada... um... interesante jejejeje, lean y dejen su reviewYA SABEN, CON CINCO HAY CONTINUACIÓN...

FIC CON SPOILERS LIBROS 1-7


Una tormenta espantosa se desataba afuera, la pequeña cabaña en la punta de un acantilado se mecía al vaivén del aire. Las tablas crujían y la puerta trasera azotaba mientras en la única cama del lugar una pareja dormía, un enorme hombre con apariencia de morsa roncaba junto a su delgada esposa. En la parte de abajo un rechoncho niño rubio dormía despatarrado en un viejo sofá. En el piso, junto a la chimenea y muy alejado del sofá (por temor a que el niño en alguna pesadilla se cayera y lo aplastara) sobre unas mantas viejas un niño de alborotado cabello negro dibujaba con su dedo entre la tierra amontonada en el viejo piso de madera, era un gran pastel y tenía once velitas. Tomó aire, se deseó feliz cumpleaños y se dispuso a soplar, pero un ruido lo hacía ver hacia la puerta, aguzó el oído y se pegó aún más al piso intentando mirar mejor por debajo del sofá, se sentó rápidamente, había visto un par de pies, estaba seguro que eran pies. Un rayo cayó no muy lejos iluminando la ventana que tenía por un lado, se arrastró hasta el sofá y se pegó a él, una silueta encapuchada acababa de vislumbrarse y para colmo lo señalaba.

Más pasos y se amontonaban en la puerta, tragó saliva sintiendo que sería lo último que podría hacer, su corazón amenazaba con huir por su boca. Los sujetos tras la puerta discutían. Otro rayo cayó muy cerca, el ruido lo hizo dar un brinco, otro rayo y ahora una palabrota, no pudo evitar una sonrisa al escuchar lo que creyó un sermón. Corrió hasta la chimenea y se pegó a la pared cuando se decidían a entrar, miró la perilla oxidada moverse violentamente, tras unos segundos se detuvo y no se escuchó nada más…

Una gran explosión y la puerta salía volando en miles de astillas, un trozo grande le cayó a Dudley en la cabeza arrancándole un chillido que a su vez logró que Petunia, que bajaba resguardándose tras Vernon, gritara y como consecuencia trajera, que su esposo quedara momentáneamente sordo y perdiera el equilibrio. Harry rió en su escondite al ver a sus tíos terminar de bajar las escaleras rodando y el rifle de tío Vernon volara un poco más allá de donde ellos aterrizaban.

--Harry, te esperaba… pues… --un encapuchado se había acercado al sofá donde Dudley temblaba, era más alto que los otros tres que peleaban por quien entraba primero. Dudley levantó la mirada pero solo encontró oscuridad dentro de esa capucha y el que el sujeto vistiera de negro no le ayudaba a tranquilizarse, mientras el otro, seguía mirándolo evaluadoramente --...yo creí que… te parecerías más a tu padre… --al escuchar eso Harry sintió que su corazón daba un vuelco, se alejó un poco de la chimenea para poder escuchar mejor, los de la puerta habían dejado de pelear y también miraban a Dudley --...y que estarías menos --hizo un ademán con las manos, como si aplastara una pelota, Dudley lo miraba aterrado, ni siquiera lograba articular una palabra o mover la cabeza.

Los pensamientos de Harry cambiaban tan asombrosamente rápido que apenas podía registrarlos, ¿Por qué ese extraño había nombrado a su padre?, ¿habría conocido a sus padres?, si decía que creía que se parecería a él… quizá sí los había conocido. Miró a sus tíos que recién se levantaban, corrió frente al encapuchado que seguía mirando a Dudley al ver que su tío Vernon tomaba su rifle y apuntaba a la única persona que quizá podría decirle algo sobre sus padres.

-- ¡No dispares por favor! --el grito desesperado del niño llamó la atención de los dos de la puerta, lentamente se acercaron y sin tomar en cuenta el enorme rifle que temblaba en las regordetas manos de Vernon, mitad furia, mitad temor, se agacharon lo suficiente como para mirar los ojos de Harry.

--Era ilógico que ese niño fuera Harry, ¿es que olvidaste las gafas y no miras?, ni siquiera se parece --uno de ellos, el que parecía el del medio habló contemplando interesado los ojos de Harry, el más alto olvidó a Dudley y rodeó a Harry

--Cierto, se parece mucho, tenía que parecerse para decir que es Potter…

--Ese chiquillo no tiene la elegancia que Harry Potter debía tener --los otros dos miraron al más chico, éste se alzó de hombros sin dejar de ver a Harry

-- ¡Largo de mi propiedad!

--Y yo que creí que no sabía hablar --se irguió en toda su estatura, por mucho pasaba a sus dos compañeros y a pesar de ser más chico que Vernon, se miraba imponente, por lo menos a la vista de Harry que empezaba a adquirir un extraño respeto hacia ese encapuchado --ya dejen de verlo que no es zoológico, que no notan lo incomodo que lo ponen --dijo mirando a Harry quien le sonrió tímidamente -- ¿Qué decía? --se giró de nuevo hacia Vernon, el hombre tembló aún más, Harry retrocedió lentamente al notar la venita en la sien de su tío, el encapuchado rió al ver a Vernon bufar indignado --ya, ya, ya recordé, que nos fuéramos de su propiedad, no se preocupe señor… eh… --giró la cabeza hacia los otros dos, el más chico se acercó, le dio un manotazo en el brazo y tomó aire.

--Nos iremos en cuanto la tormenta termine señor Dudley, no se preocupe… por cierto Harry --su voz era suave y amable. Harry se imaginó a una linda chica de mirada dulce. La miró girarse hacia él y acercarse mientras rebuscaba algo entre sus ropas --feliz cumpleaños, espero que te guste, es de la mejor pastelería de Hogsmade --sacó una caja azul de su capa y se la tendió a Harry quien sorprendido se preguntaba cómo había cabido eso ahí. Le dio un cariñoso abrazo y volvió con los Dursley.

--Feliz cumpleaños --corearon los otros dos peleándose por quien abrazaría primero al niño

-- ¿Quiénes son y qué quieren?

--Y la morsa vuelve a…

-- ¡Aresvy!

--Bueno Hannah, que recoja sus cosas y nos vamos, que más da la tormenta --dijo ofendido Aresvy, el más alto de los tres extraños

--No seas grosero, el que sea muggle no te da derecho a serlo

--Pero él lo fue primero

--No, porque estamos invadiendo su propiedad y basta ya, déjame seguir… --respiró hondo y miró a Vernon. Harry rió al ver al que ya había etiquetado como Aresvy, movía la cabeza molesto como si la estuviera imitando

--Disculpen… --los tres volvieron la atención hacia Harry -- ¿pero quienes son y que hacen aquí?, además de insultar a mis tíos --miraron detenidamente al chico, sonrieron al verlo sonreír

--Pues hemos venido para llevarte a comprar tus cosas para el colegio y quien sabe… quizá a tomar algunas vacaciones y somos... pues… exactamente no sé que somos de ti pero yo soy Michael, él es mi hermano Aresvy y ella es Hannah…

--Y solo yo debería estar aquí --respondió Aresvy cruzado de brazos

--Sí, ya veo que bien habría resultado todo si vienes solo tú

--Ya Hannah, terminemos con todo, tengo sueño y hambre…

-- ¿Cosas, para el colegio?

--Sí, las de la lista Harry --Hannah le sonreía, aunque él no podía verlo

-- ¿Qué lista?

--Dime que no tienes tu carta Potter --Michael se acercó aún más a él y se puso a su altura, Harry negó tímidamente.

Aresvy se acercó a él y le dio un sobre idéntico a todos los que su tío Vernon se había rehusado a dejarle leer. Y por lo visto no sería tan fácil pues el hombre se acercaba bufando a intentar quitarle la carta a Harry, pero éste se ponía tras los muchachos y apresurado rasgaba el sobre.

-- ¡No dejaré que ese viejo loco le meta cosas extrañas en la cabeza! --gritó Vernon intentando pasar entre los encapuchados.

--No se atreva a intentar evitar algo como esto, no es nadie --corearon los tres sacando rápidamente una larga vara de madera ante la que Vernon retrocedía aterrado. Harry leía con toda la atención que podía.

-- ¿Hogwarts?, ¿mago… yo? --levantó la vista de la carta unos minutos después

--Sí, igual que tus padres --contestó Aresvy despreocupado

--Mis padres no eran magos

--Harry, tus padres eran magos como tú, como nosotros y te he de decir que los mejores magos de los que he oído hablar, sus hazañas fueron increíbles… salir airosos de tres batallas con… bueno, tú sabes

--Es lógico que no sabe Hannah

--Cállate Michael

--No peleen… Harry --Aresvy lo sacó del campo de pelea y lo tomó de los hombros para poder hablarle mejor --tus padres fueron grandes magos que dieron su vida para protegerte…

--No, mis padres murieron en un accidente de automóvil

-- ¡Automóvil, accidente! --gritaron Michael y Hannah olvidando de golpe su pelea. Los tres miraron a los Dursley, aunque quizá no con tanta intensidad como la que usaba Aresvy.

-- ¿Y que le íbamos a decir? --preguntó tía Petunia con la nariz arrugada.

De la varita de Aresvy salieron chispas rojas.

--La verdad, que sus padres murieron como héroes logrando dejar con vida a su hijo y derrotar al más temible mago tenebroso de la historia, ni siquiera me dan ganas de quedarme aquí --murmuró Aresvy

-- ¿Lo sabían? --en la voz de Harry había algo más que rencor hacia sus tíos, ellos habían sabido todo ese tiempo que él era un mago, que sus padres también y que lo habían salvado dando sus vidas, ¿Por qué no se lo habían dicho?

-- ¿Saber que eras un fenómeno igual que la anormal de Lily?, que se casó con un fenómeno igual que ella?... Potter --escupió el apellido con tanto desdén que Hannah estuvo a punto de saltarle encima y olvidar que era una bruja para arrancarle el pelo con sus propias manos --un arrogante igual que ella… poco después te tuvieron a ti y que después de un año murieron dejándote a nuestro cargo…? ¡Claro que lo sabíamos!, ¡por eso mismo intentamos sacar eso de ti!, para volverte normal

-- ¡Eso no es gripe so-idiotas! --gritó Hannah adelantándose peligrosamente rápido, tanto, que Aresvy la abrazó intentando tranquilizarla aunque fuera un poco.

Harry miraba a sus tíos sin creer nada de lo que decían, siempre habían sabido todo… le habían inventado una mentira sobre la muerte de sus padres. Empezaba a perderse en sus pensamientos, en qué otras cosas le habrían ocultado, pero el grito del tío Vernon lo hizo volver de golpe a la realidad. ¿Qué no lo dejaría ir a Hogwarts?

--No es nadie para decir eso… este niño tiene su lugar asegurado desde que nació --la arrogancia en la voz de Aresvy terminó de desquiciar a Vernon, tanto así que se abrió espacio entre Michael y Hannah y tomando del brazo a Harry lo jaló hasta la escalera.

Aresvy levantó lentamente la mano hacia donde Dudley estaba concentrado devorando el pastel que le habían dado a Harry y que con la sorpresa había tirado al piso. Un rayo dorado salió de la varita y se impactó en el chiquillo que al instante se llevó ambas manos al trasero y dio un grito aterrado. Tía Petunia corrió hacia su hijo, también gritó al ver la rosada y enroscada cola que le acababa de salir al niño.

--Al diablo la tormenta, nos vamos --con la sorpresa de Vernon, no le fue difícil zafar a Harry del amago

-- ¡No pagaré nada! --gritó Vernon corriendo hasta Dudley

--Me importa un cacahuate lo que haga o deje de hacer señor. Ahora Harry, toma lo que quieras llevarte y despídete de tus tíos que vuelves hasta el próximo verano --Harry miró a Aresvy sin creerlo --un placer haberlos conocido señores --escupió con ironía, le hizo una señal a sus hermanos y salieron de la casucha. Harry miraba la puerta sorprendido -- ¿te quedas? --la cabeza de Aresvy se asomó un par de segundos solamente, Harry miró a sus tíos que intentaban quitarle la cola a Dudley y hacia la puerta, sonrió y tomando su camisa corrió hacia donde los esperaban esos tres extraños.

--Una sabia decisión joven Potter --dijo Michael palmeándole la espalda -- ¡hey Aresvy, aquí nuestro amigo se está mojando todito!, ¿Aresvy? --pero su hermano mascullaba molesto sobre la incompetencia de ciertos seres que poblaban el planeta, lo cerrado de cabeza que podían ser muchos y la estupidez de personas como los Dursley

--Aresvy, Harry necesita la capa que le traíamos por si pasaba algo como esto --Hannah le movía con cariño el brazo, el chico asintió y metió la mano a una de las bolsas de su capa, rebuscó un poco y le dio una capa seca, misma que ella se encargó de poner a Harry.

Los ahora cuatro encapuchados caminaban a la par, lentamente y en silencio. Harry pensaba en que quizá lo estaban secuestrando y él se dejaba, pero en realidad no le importaba, porque como había dicho Aresvy, era un mago, lo había comprobado al verle crecer la cola a su primo. Se sentía muy bien, no le importaba caminar entre el fango, esos tres extraños que lo acompañaban lo habían sacado por casi un año completo de esa casa, le habían dicho que era un mago y quizá sabrían algo sobre sus padres que pudieran decirle. Los miró nuevamente, por largos minutos a cada uno y aunque seguía sin poder verles la cara, estaba seguro de que eran bueno, él ya empezaba a apreciarlos.

Cuando llegaron al pueblo, estaban enlodados, cansados, con sueño y hambrientos. Hannah y Michael le rogaron a Aresvy llegar a un hotel para poder ducharse, comer y dormir cómodamente y de no haber sido porque pusieron adelante al pobre y desvalido niño que escoltaban, habrían seguido caminando. Hannah se encargó de escoger el hotel más decente que encontró y pedir la mejor habitación cuadruple para pesar del bolsillo de Aresvy.

--Al fin --murmuró Hannah abriendo la puerta de la habitación, sus ojos se llenaron con las dos enormes camas, el minibar y el teléfono. Sin recordar que estaba bañada en lodo corrió hacia el teléfono pero Aresvy le cortaba la inspiración de pedir toda la comida y la mandaba a bañar

--Los menores se bañan primero --dijo Hannah satisfecha, siempre le decían lo mismo y ahora ella podía hacerlo. Michael y Aresvy miraron a Harry

--No… no puedo, no tengo más ropa y ésta está sucia. Al escucharlo, Hannah olvidó su pequeña victoria o que tenía al muchacho de servicio a la habitación al teléfono y corrió hasta Harry.

--No es posible, eso es una blasfemia… mañana antes de comprar tus útiles iremos de visita a algunas tiendas que conozco muy bien, y como te atrevas a contradecirme Aresvy…

--Por lo pronto encogeré un pijama mío y agradeceremos la manía de Hannah por siempre empacar ropa interior nueva, ya veremos mañana si sigues en pijama o limpio tu ropa.

Harry asintió incómodo, esos tres aunque no los conocía se portaban con él como hermanos, era gratificante, debía admitirlo. Fue hacia el baño dejándolos discutir sobre lo que Hannah gastaría al llevarlo de compras, escuchó algo de que le vaciaría la bóveda… no entendió a que se referían con eso pero no importaba mucho.

Cuando se duchaba le preguntaron lo que quería cenar y Hannah lo regañó por decir "lo que sea está bien".

--Te pediré langosta, ¿te gusta?

--Eh… yo… no tienen que gastar mucho en mí

--Tonterías y apresúrate que sigo yo, entonces, ¿pido la langosta?

--Mejor una hamburguesa con papas fritas

--Así me gusta Potter --le dio unos golpecitos a la puerta y regresó con sus hermanos.

Harry terminó de ducharse y se puso el pijama que Hannah le había dejado por fuera, le quedaba perfecta, incluso había una bata, también se la puso y salió con las pantuflas que estaban ahí fuera. Al regresar miró a los tres chicos sentados sobre la cama.

Aresvy, o el que él creía era Aresvy pues era el más alto, tenía el cabello negro recogido en una coleta larga, llevaba gafas rectangulares y tenía unos increíbles ojos avellana que estaba seguro había visto antes pero no sabía donde, era muy alto y delgado, no podía tener más de 20 años. El otro, Michael, tenía los ojos verde oscuro, también el cabello negro pero alborotado, ondulado y quizá más alborotado que él mismo, era más chico que Aresvy y un poco más rollizo. Al notarlo le sonrieron y lo invitaron a la cama. Hannah le sonrió mientras pasaba al baño, él se quedó con la boca abierta, era una linda chica, de largo cabello negro y hermosos ojos azules.

-- ¿Quiénes son ustedes? --preguntó sentándose en un extremo de la cama en la que estaba Michael, tuvo la extraña sensación de haberlo visto antes, los tres se parecían mucho a él o él se parecía mucho a los tres, pero Michael… con él era diferente, su parecido era diferente, y la sensación al tenerlo cerca era aún más extraña y difícil de describir.

--Tu familia, parientes lejanos que te han salvado de pasar un terrible verano con los Dursley y de vivir en la ignorancia del mejor mundo que puede haber --contestó Michael son una sonrisa socarrona

--Señor importante, la comida llegó, vaya a abrir… no le hagas caso Harry --dijo Aresvy cuando Michael corría hacia la puerta

--Si son mi familia, ¿Por qué…?

-- ¿No habíamos aparecido antes? --Harry asintió --porque yo acabo de cumplir la mayoría de edad, vivíamos en un orfanato porque nuestros padres murieron unos días después que los tuyos y hasta ahora pude hacerme cargo de mis hermanos, así también podré hacer algo contigo, lo más seguro es que no me dejen hacerme cargo completamente de ti pero unos días con los Dursley y el resto del verano con nosotros será mejor a todo el verano con esa gente, ¿no lo crees?

--Sí… entonces… ustedes son familia de…

--Mi padre era hermano del tuyo…

Harry lo miró fijamente a los ojos y asintió, el parecido entre ellos solo podía asegurar que eran familia, sonrió como creía no haberlo hecho antes. Miró a Michael que volvía con un carrito lleno de comida y postres, se acababa de dar cuenta de lo hambriento que estaba.

Al salir de la ducha, Hannah se quejó porque habían iniciado la cena sin ella y no quedó en paz hasta que mandó a bañar a Michael quien sin vergüenza alguna se había metido a la regadera con dos enormes trozos de pizza… "la pizza mojada es la mejor", había asegurado para diversión de Harry quien empezaba a sentirse como si siempre los hubiera conocido, se sentía como si estuviera con su verdadera familia y eso le gustaba, no podía esperar a ver lo que pasaría mañana, con esos tres debía ser algo interesante.


por cierto Fati, sip, la del medio... y suerte ;D por si no puedo mandarte algun e-mail jajajajajaja

YA SABEN, CON 5 HAY SIGUIENTE CAPI

SION

P.D.Espero señales de vida...