DISCLAIMER: Fairy tail no nos pertenece escribimos esto sin ningún fin lucrativo; originalmente esto es un remake de mi historia el mundo que las hadas conocen, esta historia perdió el rumbo así que volví a escribir otra con la ayuda de un escritor llamado Tom Reidem.

Capitulo 1

Un joven pelirosa estaba tumbado en el sillón de la dirección, solo podía escuchar el sonido de las manecillas avanzar lentamente hasta llegar a esa hora sagrada en que el timbre sonaba y daba por terminado el día escolar, volteo a ver el reloj, este macaba las 2:15, este maldijo el reloj, como es posible que fuera tan lento; se sentó en una posición mas cómoda y dirigió su mirada hacia la secretaria que estaba a escasos 3 metros delante de el, ella llegaba a unos cincuenta años, el solo visualizo su blusa blanca ya que el escritorio cubría la otra mitad de su cuerpo, su pelo teñido de color negro para cubrir esas odiosas señales de envejecimiento, los ojos cubiertos por unos lentes para poder mejorar visión al momento de utilizar la computadora vio como ella escribió en el monitor sin mira el teclado con demasiada rapidez y utilizando todos los dedos.

— ¿Qué esta haciendo?—le pregunto al ver la velocidad de sus manos, seguro debería ser algo importante y de ultimo momento.

—Nada importante, solo actualizando el historial de algunos estudiantes—contesto sin apartar la vista del monitor. —Y ¿otra ves buscando problemas?, es la tercera vez esta semana. —desde hace tiempo ellos dos se hicieron amigos ya que el pelirosa era un imán de problemas, de hecho ella podría asegurar que pasaba mas tiempo en la dirección, que en su propia clase.

—Nada fuera de lo habitual, ¿tu sabes?, choco con un alumno de mayor grado y le pido disculpas, el sintiéndose superior quiso que me arrodillara y me negué; ya conoces lo que paso después. —Natsu tenía un tono molesto.

—Sabes, tu solo lo hubieras ignorado y hubieras evitando estar aquí.

—Sabes que cuando estoy encendido no hay nadie que pueda detenerme, además seria otro chico aburrido del colegio si obedeciera las reglas—Natsu se cruzo los brazos en señal de desesperación— ¿Por cierto, cuando me recibirá el viejo?, llevo una eternidad aquí.

—Solo llevas quince minutos esperando—ella dejo de escribir y con una señal de alivio en su rostro el pelirosa supo que había acabado, momentos después el teléfono sonó contestando rápidamente, después de escuchar la llamada y asentir ella colgó— Parece que te recibirá ahora, —Natsu se levanto rápidamente dirigiéndose a la puerta de madera que estaba a su izquierda, entro viendo esa oficina con esos enormes libreros llenos, siempre se pregunto si alguna ves el viejo había leído esos libros o solo eran para adornar. Encontró al anciano observando el paisaje que le ofrecía la ventana ubicada detrás de el, solo podía ver el gran patio de la escuela que de alguna manera lo relajaba.

—Sabes Natsu, me estoy cansando de esta situación.

—Pero viejo, esta vez yo no tuve la culpa.

—No es quien lo haya empezado, sino quien lo continuo—Dijo en un tono de sabiduría.

—El quiso pelear conmigo, además yo no puedo huir de una pelea seria manchar mi orgullo; además esa pelea no fue tan grande.

—Dejaste al chico medio muerto, rompiste con su cuerpo una maquina de dulces y no tengo la menor idea de cómo provocaste ese incendio—Makarov se dirigió hacia su escritorio. —Creo que esta vez tendré que expulsarte. —el pelirosa al oír esto sintió un frío en su pecho, quien iba a pensar que esas palabras juntas podrían asustar a el poderoso Natsu Dragneel.

—P-por favor deme otra oportunidad—lucia bastante asustado—todos somos jóvenes no es así. —el pelirosa se hinco agachando la cabeza en señal de arrepentimiento. Makarov al verlo así sintió un poco de lastima, recordando cuando iba al colegio su actitud era igual, ver al chico así era como un flashback rogándole al director que no le expulsara.

—Esta bien, pero si me entero que iniciaste una pelea dentro de la escuela serás expulsado inmediatamente. —al oír esto el pelirosa casi salto para estrechar sus manos.

—Muchas gracias, no se arrepentirá, se lo prometo—Natsu salió de la oficina corriendo felizmente.

—Oye, no corras en los pasillos—Makarov le llamo la atención antes de que desapareciera de su vista, se sentó para meditar si había tomado la decisión correcta, cuando su mirada le llevo a una foto alado de el, la miro con nostalgia y segundos después se volvió a dirigir hacia la ventana—Se nota que es tu hijo, Igneel.

Salón 3-A

Cuando el maestro salía para cambiar de clases era costumbre que esos diez minutos que tardaba seria un pequeño descanso para los alumnos, así también para compartir información, lo que andaba en boca de todos era el nuevo alboroto que había causado el pelirosa, hasta que en el salón se formo un pequeño grupo que comentaban este asunto

— ¿Qué crees que le hagan a Natsu esta vez?

—Realmente espero que en esta ocasión lo expulsen, no es nada más que un idiota.

—Estoy de acuerdo, la escuela estaría mejor si lo expulsaran. —Este ultimo comentario llamo la atención de un joven que harto por esa conversación se dirigió a la hacia una chica pelirroja que estaba sentada, leyendo cómodamente un libro.

—Estoy harto de esa estúpida conversación, ¿tu que opinas Erza?

—Creo que primero deberías de ponerte tu camisa. —contesto sin despejar la mirada de su lectura; para Erza ya era habitual que Gray se quitara alguna prenda de vestir cada cambio de clase.

—Mierda, la traía puesta hace un segundo—Gray fue a su asiento en busca de aquella prenda, después de ponerse su camisa continuo con la platica. — ¿Crees que Natsu la haya armado en grande esta vez?

—Realmente espero el día en que ese idiota salga de esta escuela—su tono era indiferente.

—Oye Erza, ¿Cómo puedes decir eso, acaso ustedes no eran amigos en la infancia?— Gray lucia sorprendido, ella había tenido un gran cambio de actitud desde que la nombraron jefa de grupo.

—El es solo un marginado de la sociedad, me da igual que haya sido mi amigo en la infancia, eso es cosa del pasado.

—Creo que el puesto de jefa se te ha subido a la cabeza. —Gray se marcho molesto dirigiéndose a su asiento mientras la pelirroja seguía tranquila con su lectura, al sentarse vio como unas mechas de cabello color azul apenas se asomaban en la puerta, sabiendo de quien se trataba se dirigió a hablar con ella.

—Hola Wendy, ¿acaso buscas a Natsu?—la pequeña peliazul salto del susto sabiendo que la habían descubierto.

—N-N-No es lo que parece—dijo totalmente apenada.

—Tranquila, si lo buscas todavía no ha llegado de la dirección.

—Que mal— la peliazul puso una mirada de tristeza— ¿Acaso tu crees que esta ves lo expulsen?

—Puede ser , esta ves hubo un incendio de por medio—Wendy al escuchar esto se puso mas triste, al darse cuenta de las acciones de sus palabras trato de animarla— Pero vamos, no creo que nada le pase a esa idiota.— la peliazul recupero un poco la alegría.

—Aunque no lo demuestres a ti también te importa Natsu—Wendy le dedico una sonrisa a Gray.

—Tonta, que estas diciendo, a quien podía importarle ese idiota—realmente para él, Natsu era lo más cercano a un mejor amigo, pero por alguna razón no le gustaba admitirlo. — ¿Ahora que mencionas eso, cuando le dirás a Natsu lo que sientes por él?—Wendy se puso completamente sonrojada.

—N-n-no s-se de lo que estas hablando.

—Vamos Wendy, se nota a distancia; pero él es demasiado distraído para darse cuenta. —ella estaba a punto de contestar pero unas manos la jalaron hacia una pequeña chica pelirosa de su misma edad.

—Al fin te encuentro, la clase esta a punto de empezar—dijo seriamente la otra chica, jalándola hacia su salón de clases, Gray solo observaba como la peliazul se alejaba.

—Meredy-san, no tenías que venir a buscarme- seguía siendo arrastrada.

—Sabes que no me gusta que vengas a buscar a ese Natsu—su tono seguía serio.

—Sabes, si tan solo te esforzaras en conocerlo.

—No necesito conocerlo para juzgarlo, conozco a los de su tipo, su orgullo es más importante que cualquier cosa. —Wendy solo guardo silencio, sabia que perdería el tiempo en tratar de convencer a su amiga, realmente era una de esas personas difíciles de convencer.

Las clases iniciaban en el salón 3-A, Erza como era costumbre dirigió el saludo hacia el profesor, una vez todos sentados el maestro estaba por iniciar la clase cuando la puerta del salón se abrió muy rápidamente llamando la atención de todos, Natsu llego bastante agitado y se detuvo un momento para recuperar la respiración.

—Den-Denme un momento y enseguida entro—dijo todavía jadeando.

—Joven Natsu, gracias por honrar su presencia en esta clase, ahora si no le molesta, podría tomar asiento.

—Perdone Macao-sensei—el pelirosa iba a dirigirse a su asiento que estaba a lado de Gray pero antes de sentarse, Erza se levanto de su asiento.

—Me he permitido cambiarte de asiento Natsu, tu nuevo asiento esta ahí—señalo el lugar en el cual este estaba ubicado hasta el fondo del salón y alejado de los otros asientos. Natsu solo asintió y se dirigió a sentarse ante la mirada de desprecio de sus compañeros, Gray solo lo vio con tristeza este tipo de discriminación.

La campana sonó marcando el fin del día escolar, los pasillos se vieron llenados por todos los alumnos que salían felizmente de la escuela, el salón se vació y en este solo se encontraba un Natsu pensativo aun sentado, fue un golpe provocado por una mochila lo que causo que este saliera de su mente.

— ¿Quién fue él que me lanzo esta mochila?—dijo bastante enojado.

—No puedes evadir una mochila, que idiota—contesto Gray en tono de burla.

—Acaso quieres pelear exhibicionista.

—Adelante cabeza de alcornoque. —Gray realmente no quería pelear con Natsu, él solo sabia que esta la única forma de animarlo, pero esta escena no fue bien tomada por una pelirroja que volvía al salón.

—Así que estas peleando otra ves, tu no tienes remedio—ella le miro con una mirada de desprecio—Gente como tu hace que la sociedad aun decaiga.

—Lo siento Erza—Natsu agacho la cabeza—Si quieres te puedo ayudar con la limpieza del salón.

—No necesito tu ayuda—contesto cortantemente—Yo creo que deberías de irte ya—Natsu solo guardo silencio y se dirigió a la salida.

—Los veo mañana—dijo levemente retirándose del lugar.

—Sabes, no tenias que tratarlo de esa manera—Gray también se retiro del lugar dejando a la pelirroja en silencio.

Natsu se hallaba dirigiéndose a su casa por el mismo camino que regresaba todos los días, preguntándose el porque su mejor amiga cambio tanto de actitud, cuando eran pequeños compartían entre los dos su almuerzo y ahora ella se sentaba en el comedor lejos de él, y las pocas veces que el trataba de acercársele lo fulminaba con una mirada de "ni siquiera se te ocurra" a varios metros de distancia, pero al menos para el recordar esos buenos tiempos era una distracción de su realidad, aun estaba en sus `pensamientos que inconscientemente pateo una piedra que casi golpeo a un joven que estaba debajo de un puente.

— ¿Quién a lanzado esa piedra?—un tipo que llevaba un uniforme escolar totalmente negro, su apariencia describía que era un pandillero;: volteo su mirada hacia arriba y vio al pelirosa avanzando—Oye chico podrías venir un momento.—El pelirosa fue sacado de sus pensamientos volteando al ver al pandillero, se señalo a si mismo para confirmar si realmente era a él al que le hablaban, el joven asintió, Natsu bajo hacia el puente, una ves debajo de este fue rodeado por cuatro tipos vestidos de la misma manera.

— ¿Puedo ayudarles?—el pelirosa veía con curiosidad esta escena.

— ¿Acaso tú pateaste esa piedra?— el pelirosa inclino la cabeza hacia un lado en señal de que no entendía. —Veras, alguien tendrá que pagar por esto, pero tal ves si nos das todo tu dinero te podríamos dejar ir. —El pelirosa al entender la situación se puso en posición de batalla.

—Si realmente quieren dinero, porque no trabajan.

—Tu lo quisiste así, chico—Los cuatro se abalanzaron sobre él, el pelirosa solo suspiro y después de unos segundos los cuatro cayeron noqueados.

—Estoy encendido, ¿Quién es el siguiente?—Natsu se dejo llevar por la emoción pero al ver que todos estaban noqueados se tranquilizo un poco, notando que un poco de sangre de unos de los pandilleros había manchado su preciada bufanda, solo había una cosa que Natsu valorara y esa era el ultimo regalo de su madre, una suave bufanda que el llevaba a todos lados, al ver esta mancha el pelirosa corrió al pequeño río que corría debajo del puente, tomo un poco de agua en sus manos y la froto en la mancha, esta se desvaneció casi por completo debido a que aun estaba fresca, suspiro aliviado de que no tendría que separarse de ella para lavarla, sentía que estaba desnudo sin ella; estaba por marcharse a su casa cuando noto un pequeño brillo del otro lado del río, llevado por su curiosidad cruzo la pequeña corriente, tal vez seria su día de suerte y encontraría una moneda o quizás solo un pedazo de vidrio que reflejaba la luz del sol en el agua, al llegar al origen de este se percato que solo era una piedra azul pero esta tenia una forma extraña, tenia la figura de un diminuto ser, es su extremos salían tres pequeños picos, casi estaba seguro que esta piedra tenia la forma de un hada, la alzo por un momento y esta emitió un extraño brillo, si bien tal vez no podría valer nada, seria un buen regalo para Wendy, a ella le encantaría este tipo de piedra, la seco en su pantalón, al volverla a ver noto que tenia unos pequeños garabatos la acerco para leer mejor estas pequeñas letras, tomándola en la palma de su mano, en esos momentos paso algo totalmente inesperado; la piedra volvió a emitir ese extraño brillo, sus pequeñas extremidades crecieron como unos tentáculos enganchando con gran fuerza el brazo izquierdo de Natsu.

— ¡¿QUE DEMONIOS?!—grito tratándose de quitar esos pequeños tentáculos con su otra mano, pero entre mas trataba de quitárselos mas se apretaban, el resto de la piedra se dirigió hacia la parte superior incrustándose en la piel, Natsu grito lleno de dolor mientras veía un pequeño chorro de sangre salir de su extremidad , esta se fue incrustaba mas en su piel , una vez adentro de su cuerpo los pequeños tentáculos siguieron detrás de esta, haciendo sentir un inmenso dolor en todo el cuerpo, gritando aun mas fuerte, cayo desmayado a orillas del río.

Dos chicas apenas salían del colegio, se veía que una de ellas disfrutaba del silencio, pero la acompañante aburrida decidir empezar la plática.

—Dime Erza, ¿Cómo te fue hoy?—dijo un a peliblanca con una amable sonrisa.

—Si quitamos el incidente que provoco el idiota ese, me fue de maravilla.

—Sabes pienso que no deberías de decirle así.

—Mirajane, no me digas que te vas a poner a defenderlo. —contesto enojada la pelirroja.

—Solo pienso que el es incomprendido, pienso que si alguien intentara acercarse a él, lo comprenderíamos un poco; además pienso que él es un poco lindo. —Erza la miro con enojo en señal de que daba por terminada la platica. Al acercarse al puente, Mirajane noto que alguien esta tirado debajo, los charcos de agua que lo rodeaban estaban en un tono rojizo debido a la sangre —Erza mira, deberíamos llamar a una ambulancia.—ella miro hacia abajo, notando que llevaban el uniforme del colegio, pero al mirarlo detenidamente noto una pequeña prenda blanca rodeando su cuello. La pelirroja bajo del puente para asegurarse de que fuera esa persona, Mirajane solo la siguió, ambas bajando con dificultad; encontraron a un Natsu inconsciente.

— ¿Qué le habrá pasado?—Mirajane lucia preocupada, su preocupación se elevo mas cuando levanto su brazo cubierto de sangre.

—Creo que solo esta inconsciente—el tono de Erza lucia indiferente. —Deberíamos llevarlo solo a su casa.

—Ayúdame a levantarlo—la pelirroja hizo una mirada de fastidio pero al ver que Mirajane no podría aguantarlo sola decidió ayudarle, al momento de empezar a levantarlo la pelirroja miro alrededor viendo a los cuatro pandilleros noqueados por lo que soltó a Natsu inmediatamente, su amiga al no poder aguantarlo sola también lo soltó y este cayo pesadamente.

—Así que estas así por otra pelea, vamos no tiene caso. —Mirajane la vio con enojo, reprochándola de su actitud, la pelirroja suspiro y decidió ayudarle—Solo lo estoy haciendo por ti Mirajane.

Una vez en la casa de Natsu Mirajane toco la puerta, al abrirla se encontró con un hombre pelinegro, tenia alrededor de unos 35 años vestía ropa de calle.

—Señor Igneel gusto en verlo—Le hablo Erza amablemente.

—Erza, cuanto tiempo sin verte, a que se debe tú visita.

—Solo vengo a traer a su hijo—señalando a un Natsu todavía inconsciente a un lado de la puerta.

—Así que se volvió a meter en problemas, no tiene remedio—Igneel lo cargo en hombros y lo metió— ¿Quieren quedarse a cenar? Ya casi esta lista.

—Será en otra ocasión, se esta haciendo tarde—ambas se despidieron y se dirigieron a sus hogares.

—Dime, ¿Cómo sabias donde vivía Natsu?—pregunto Mirajane.

—Es algo que no quiero recordar—ella se dirigió al camino contrario de Mirajane—Te veo mañana. — a su amiga le pareció extraño que fuera tan cortante con ella, solo alzo los hombros y también se despidió.

1 HORA DESPUES

Natsu despertó adolorido en una suave superficie, al abrir los ojos pudo notar que estaba en su habitación, estuvo un momento distraído, segundos después recordó lo que había pasado, toco instintivamente su brazo, notando que su brazo no tenia ninguna herida, pero noto algo mas raro su cuello estaba desnudo, se levanto rápidamente, salió de su habitación solo para encontrarse con la bufanda en el canasto de la ropa sucia.

—Parece que ya mejoraste—Igneel apareció detrás de él, golpeándole la cabeza en señal de regaño.

— ¿Por qué me golpeas?—dijo enojado tocándose la cabeza

— ¿Cuantas veces te he dicho que no pelees?—Igneel también estaba enojado. —Que no te enseñe a no hacerlo.

—Tu me enseñaste a pelear desde pequeño, así que es tu culpa—Igneel se sintió indignado por este comentario cayendo en una aura de depresión.

—Yo solo quería ser un buen padre—Natsu lo miraba con una gota de sudor en la nuca.

—Que dramático—pensó Natsu— ¿Por cierto, como llegue aquí?

—Erza y su amiga te trajeron aquí— Natsu se puso pensativo, era imposible que ella hiciera algo por el, tal ves había cambiado de opinión y podía volver a recuperar su amistad. — Oye Natsu, deberías meterte a bañar, apestas—el pelirosa fue sacado de sus pensamientos, asintió y se fue a duchar.

Cuando este estaba desnudo en el baño se metió a la tina empezándose a relajar, cuando estaba por enjabonarse noto algo extraño en su brazo, la figura de la piedra estaba marcada donde se había incrustado, tallo repetidamente con el jabón esa parte, pero al ver que no se quitaba solo unas palabras podían salir de su boca.

— ¡¿QUE DEMONIOS ES ESTO?!— estas palabras retumbaron en toda la casa, Igneel preocupado entro en el baño con un bate de madera.

— ¿Qué sucede, acaso se metió un ladrón?—agitando el bate rápidamente y en todas direcciones. Esto asusto mas al pelirosa evadiendo unos de esos mortales golpes.

—Necesito privacidad—Natsu saco a Igneel del baño solo para volver a ver la extraña figura que posaba en su brazo. Era un tatuaje de color rojo con forma de hada. — ¿Qué es esto…?— El pelirosa nuevamente cayo inconsciente al piso. El golpe se escucho muy bien y su padre, preocupado, fue a verlo.

- ¡Natsu!

Ya saben todo lo demás, aceptamos críticas, reviews y seguidores, pero si esta ves quieren amenazarme de muerte por no continuar mi antiguo fic solo amenácenme a mí.